La Policía Nacional ha detenido en Granada a una joven de 23 años, de origen rumano y sin antecedentes policiales, por resistirse a los agentes al negarse a ser identificada por ningún medio y "amenazar gravemente" a los policías mientras infringía el confinamiento en compañía de otra mujer y varios menores. La detenida ha sido puesta a disposición de la autoridad judicial.

Según relata la Policía, el 091 recibió sobre las siete de la tarde varias llamadas alertando de que varias mujeres junto a menores permanecían en una plaza de la zona norte de Granada, aparentemente sin una razón justificada. Una vez en el lugar, los agentes se encontraron con dos mujeres que no guardaban el distanciamiento social y que además estaban junto a varios menores de edad. La primera de las mujeres entregó su documentación y simplemente fue propuesta para una sanción administrativa por violar el confinamiento, ya que no demostró una causa que justificase su acción.

Pero, al intentar identificar a la segunda mujer allí presente con el objeto de ser propuesta para una sanción como en el caso anterior, los agentes comprobaron que estaba indocumentada. La joven dijo que avisaría a su marido para que este le llevase su documentación en unos momentos, cosa que no ocurrió.

Resistencia grave

En un segundo intento por lograr su identificación los policías se ofrecieron para trasladarla a su domicilio, lugar donde estaría sus documentos, según manifestó esta misma persona momentos antes. "La detenida no solamente declinó la invitación sino que además se negó rotundamente a facilitar la dirección de su domicilio", dice la Policía.

"Llegados a este punto y ante la imposibilidad de ser identificada por ningún medio, debido a la falta de colaboración manifiesta de esta persona", continúa el relato, los agentes le comunicaron que debía ser trasladada a las dependencias policiales para cumplir con dicho trámite como último recurso. "La reacción de la mujer se volvió agresiva, evitó en un forcejeo ser introducida en el vehículo policial dispuesto para su traslado, se resistió en todo momento a la acción policial a la vez que profería numerosos insultos contra los agentes. La gravedad de la situación obligó a los policías a detener a esta persona como presunta autora de un delito de resistencia y desobediencia, y fue trasladada hacia las dependencias policiales mientras continuaba amenazando gravemente a los policías".

La Policía apela a "la solidaridad de la sociedad permaneciendo en sus domicilios y limitando sus movimientos, según la normativa vigente en esta situación de estado de alarma, evita el contagio de las personas más vulnerables".