Desarticulada una banda de ciberdelincuentes que estafó 200.000 euros mediante 'phishing'

La Guardia Civil en el marco de la operación SaturdayNight ha desarticulado una organización criminal de ciberdelincuentes que ha estafado casi 200.000 euros a través de internet utilizando el método del 'phishing'.
En esta operación han sido detenidas tres personas, entre ellas el cabecilla de esta red criminal, un ciudadano marroquí que fue detenido en la provincia de Málaga con documentación falsa. Otras cinco personas más han sido identificadas como integrantes de esta red y han sido encausadas judicialmente.
El equipo de investigación de delitos tecnológicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Granada ha sido el encargado de culminar más de un año de investigación, en el que se han resuelto ciento cincuenta y cuatro delitos de estafa y ha conseguido recuperar veintidós teléfonos móviles de alta gama valorados en 36.000 euros que estos delincuentes habían adquirido con el dinero estafado en un establecimiento comercial de Murcia.
Según la Guardia Civil, los detenidos enviaban correos electrónicos masivos fraudulentos en los que se hacían pasar por entidades bancarias o empresas de electricidad que comunicaban un fallo de seguridad en sus tarjetas o en sus cuentas bancarias y les pedían a sus víctimas que accediesen mediante una pestaña al portal del banco o de la empresa para solucionar el problema reintroduciendo nuevamente sus datos bancarios, cuando en realidad lo que estaban haciendo es facilitarles a estos ciberdelincuentes esos mismos datos.
Con esos datos el cabecilla de la red enviaba a sus colaboradores o 'drops', con los que contaba en toda España, o bien a extraer dinero de cajeros automáticos o bien a hacer compras masivas de productos tecnológicos como teléfonos móviles de alta gama. Estos productos tecnológicos se trasportaban a Marruecos y allí eran vendidos.
Los detenidos lanzaban sus ataques de 'phishing' fundamentalmente los fines de semana porque las víctimas tienen menos capacidad de reacción para poder retrotraer los cargos que les han hecho en sus cuentas bancarias; o para que estas no puedan hacer gestiones con el banco o con la empresa a la que están suplantando y les dé tiempo a realizar las extracciones de dinero o la compra de productos.
La investigación comenzó en marzo del pasado año en Atarfe
La investigación comenzó en marzo de 2019 cuando dos vecinos de Atarfe denunciaron que les habían realizados cargos fraudulentos en sus cuentas después de que hubieran recibidos sendos correos electrónicos de una empresa de electricidad y de una entidad bancaria comunicándoles que sus cuentas habían sido bloqueadas y los pasos a seguir para arreglar el problema. Las pesquisas de los investigadores relacionaron ambos casos y descubrieron que el origen del ciberataque estaba en Nador (Marruecos).
Posteriormente, "tras una un minucioso análisis de todas las informaciones obtenidas se consiguió detener “in fraganti” en la localidad de Murcia a uno de los integrantes de la red cuando recogía los veintidós teléfonos móviles de alta gama que uno de los colaboradores acababa de comprar".
Estos teléfonos se les iban a entregar después al cabecilla de la red en Málaga, que sería el encargado de transportarlos hasta Marruecos para venderlos. En ese momento la Guardia Civil pudo detenerlo.
La Guardia Civil subraya que el cibercrimen se ha convertido en "una prioridad" en sus investigaciones, tras haber constatado que "personas relacionadas con el narcotráfico han desplazado su actividad criminal a los delitos tecnológicos, mucho más rentables y con menos riesgo".