El Juzgado de Menores 2 de Granada ha condenado a una menor a un total de ocho años de internamiento en un centro, la mitad en régimen cerrado, por el asesinato de un hombre al que, entre cuatro personas, maniataron, estrangularon con una correa de perro y, creyendo que aún seguía vivo, acabaron prendiendo fuego. Un suceso que causó una gran conmoción cuando la Policía informó de las detenciones.
Los hechos ocurrieron en julio de 2016 y, aunque la joven no fue la causante material del asesinato, presenció la secuencia de agresiones que provocaron la muerte de esta persona "sin hacer nada para evitarlo", lo que llevó a reconocerse como autora de los delitos de asesinato, detención ilegal, robo con violencia y lesiones que se le atribuía tras un acuerdo entre las partes representadas en el proceso que evitó la celebración del juicio.
Según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, fue el 18 de julio de pasado año cuando la menor y tres amigos más, todos ellos mayores de edad, propusieron a la víctima pasar la noche en la casa de uno de ellos con el propósito de robarle.
Una vez que el ahora fallecido se encontraba ya en la vivienda, situada en Padul, "le taparon la cabeza con una toalla húmeda" y entre los cuatro le inmovilizaron sujetándole pies y manos con bridas, añade el fallo judicial.
"En esta situación de indefensión", comenzaron a "golpearle brutalmente" para que les facilitara la clave de su tarjeta de crédito, llegando a romperle la nariz con unas tenazas a la vez que le intimidaban con una pistola de aire comprimido.
Según la sentencia consultada, una vez que obtuvieron el PIN de la tarjeta de crédito, la menor y una amiga se dirigieron a un cajero automático y sacaron 300 euros "que después se repartirían", mientras que los otros dos chicos se desplazaron posteriormente a la vivienda de la víctima y robaron algunos objetos electrónicos y de oro.
Sobre la madrugada del día siguiente, y temiendo que les pudiera denunciar, "planearon darle muerte". Para ello, introdujeron al hombre maniatado y malherido en el maletero de un coche y se trasladaron hasta la provincia de Málaga, donde en un descampado, en Pinares de San Antón, le ataron una correa de perro al cuello y le tiraron por un terraplén, "sujetando la cuerda para asfixiarlo". La menor y su amiga presenciaron los hechos desde el interior del coche, "sin hacer nada para evitarlo", agrega.
Finalmente, y ante la posibilidad de que siguiera con vida, trasladaron el cuerpo hasta una zanja abierta para plantar árboles que encontraron en un lugar próximo y tras rociarle de gasolina le prendieron fuego. La autopsia determinó que el hombre había fallecido por estrangulamiento.
La menor, que reconoció los hechos, ha sido condenada a cuatro años de internamiento en centro de reforma de régimen cerrado, seguido de dos años de libertad vigilada, por el delito de asesinato; y a cuatro años de internamiento en centro de reforma de régimen semiabierto, de los dos que los dos últimos podrá cumplir en libertad vigilada, por el resto de delitos que se le atribuyen. Durante este periodo, se dispensará a la joven tratamiento terapéutico en tóxicos. Además, deberá indemnizar al hermano de la víctima con 3.000 euros.