Los carriles reservados para transporte público, bicicletas y otros vehículos de movilidad personal tenían "un carácter temporal". "No iban a estar permanentemente pintados de amamrilla, hay que dar una solución". Así ha justificado el edil responsable de Movilidad, César Díaz, su eliminación. En sus declaraciones a los medios este viernes ha admitido los buenos resultados de la medida y ha pedido que no se use la movilidad como "herramienta de confrontación entre grupos políticos y de personas". 

La iniciativa se puso en marcha en mayo, en plena desescalada. Se presentó por el gobierno local como "la nueva movilidad". Además de esta red de carriles, se incluyeron rutas peatonales para fomentar la distancia social. En su momento, el alcalde enmarcó la iniciativa como la apuesta del gobierno local por convertir a Granada en 'ciudad verde europea'. Este plan de movilidad incluía peatonalizaciones, entre otras medidas, con la intención de afrontar uno de los principales problemas de la ciudad, como es la contaminación derivada del tráfico. Y para ello, como el concejal de Movilidad repite en muchas de sus comparecencias y también dijo entonces, era necesario "pacificar el tráfico". 

El plan se presentó en el salón de plenos con la participación de representantes de todos los grupos políticos, incluido Vox, formación que sin embargo lleva meses criticando este carril reservado y que exigía su eliminación.

Resultados "francamente positivos"

Este viernes, Díaz ha hecho balance asegurando que desde su implantación los resultados han sido "francamente positivos". Según su explicación, el transporte público ha mejorado su velocidad comercial, las carreras de los taxis han sido más económicas y se ha incrementado el uso de los vehículos de movilidad personal. 

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César Díaz, este viernes. j.a./ayto.granada

Ha explicado que este viernes se celebra una reunión del Observatorio de la Movilidad para "escuchar a los usuarios de bicicletas, transporte público y también a quien está cautivo del coche y necesita del coche para desplazarse porque no todo el mundo tiene la posibilidad de utilizar otros medios". Y ha abogado por buscar "el máximo consenso". 

Según ha indicado, la propuesta municipal es que esos carriles vuelvan a estar "abiertos a todo el tráfico", aunque "con prioridad absoluta para el transporte público, bicicletas y vehículos de movilidad sostenible". Y ha insistido en la idea de "pacificar esos carriles con velocidad controlada", que será de 30 kilómetros hora, pidiendo que "el ciudadano sea responsable y use preferentemente el carril izquierdo". 

Al referirse a las críticas recibidas, como las de la viceportavoz socialista Raquel Ruz, que ha tachado de "fracaso" la política de movilidad del bipartito, Díaz ha pedido que no se utilice la movilidad como "herramienta de confrontación". La situación es "extremadamente grave", ha apuntado refiriéndose a que Granada es "la tercera ciudad más contaminada" de España y abogando por adoptar "medidas desde el máximo consenso". Esas críticas, lanzadas a su gestión, a su juicio lo que hacen es "contrariar".

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