Sierra Nevada, Ahora y siempre.
LEYENDAS DE LOS NUESTROS

Capítulo X: 'Días de cine y baile en la feria de Colomera'

Ciudadanía - José María García Labrac - Domingo, 10 de Enero de 2021
Décima entrega de Leyendas de los Nuestros, la serie de historias y anécdotas familiares de José Mª García Labrac. ¿Te animas a seguir viajando por la memoria íntima y colectiva de varias generaciones de granadinos? Porque fueron, somos; porque somos, serán.
Concepción Labrac López, tía abuela del autor, fotografiada a los 24 años, en octubre de 1947, solo un mes después de las fiestas que han inspirado esta Leyenda.
IMÁGENES CEDIDAS POR EL AUTOR, EDITADAS POR (*) SONIA MONTES
Concepción Labrac López, tía abuela del autor, fotografiada a los 24 años, en octubre de 1947, solo un mes después de las fiestas que han inspirado esta Leyenda.

La composición que acompaña estas líneas muestra el programa de actividades del Colón Cinema para las fiestas patronales de 1947 de la localidad de Colomera (Granada) y una entrada de una de las sesiones fílmicas del ciclo, concretamente la última, celebrada el 17 de septiembre.

Programa y entrada del Colón Cinema durante la feria colomereña del 47.

Estos documentos, parte del gran legado emocional de mi Chacha, la tía abuela Concepción Labrac López (1923-2014), hermana del padre de mi madre, Salvador Labrac López (1921-2003), llaman poderosamente la atención por las siguientes razones:

Para más inri, un tercer rojo de tronío integró el equipo artístico del film: el escritor, escenógrafo y guionista Eduardo Ugarte, mano derecha de Federico García Lorca en La Barraca

- La película estrella del programa, ”¡Centinela, alerta!” (1937), a cuya proyección asistieron mi tía y su novio, fue producida por Filmófono, la compañía cinematográfica republicana fundada por el genio Luis Buñuel, que también colaboró en la dirección del film. El protagonista de la cinta, el cantaor Angelillo, era otro destacado partidario de la II República, que llegó a exiliarse en la Argentina tras el establecimiento de la dictadura (no volvería a España hasta 1954). Para más inri, un tercer rojo de tronío integró el equipo artístico del film: el escritor, escenógrafo y guionista Eduardo Ugarte, mano derecha de Federico García Lorca en La Barraca.

La Chacha en una imagen dedicada para su entonces novio y futuro marido, Francisco Moreno Valverde (17 de julio de 1947).

¿Cómo pudo emitirse esta película en un pueblecito de la España franquista, tan solo ocho años después de terminada la guerra civil, como traca final de las festividades en honor al Santísimo Cristo de la Vera Cruz? La popularidad de Angelillo entre las clases populares seguía siendo muy alta, cierto. ”¡Centinela, alerta!” no es ”El acorazado Potemkin” (1925), claro está, sino una comedia musical ligera, tímidamente progresista. Aun así, aquella cinta era incómoda para el régimen. ¿Por qué dejaron que se proyectara? No lo sé con seguridad, pero sospecho que la clave reside en José Luis Sáenz de Heredia, actor de la misma, director de otros proyectos de Filmófono y posterior apologista del tirano en ”Raza” (1942) o ”Franco, ese hombre” (1964). ¿Sáenz de Heredia, primo hermano de José Antonio Primo de Rivera y hombre fuerte de la cinematografía nacionalcatólica a lo largo de varias décadas, permitió, por motivos puramente económicos, que el film circulara libremente durante la posguerra, suponiendo que recibiera alguna cuantía por su exhibición? ¿El censor de turno se dejó convencer por la presencia en el elenco de un “español de orden” de tal calibre? ¿O quizás ambas cosas? Quién sabe…

La señora titular del negocio, Leocadia Valladares Montes, era viuda porque su marido, Juan Fernández Rosillo, concejal socialista en el Ayuntamiento de la ciudad, había sido fusilado por los golpistas el 7 de agosto de 1936

- La imprenta encargada del programa y de las entradas de estos eventos fue la de la viuda de Rosillo, domiciliada en el número 13 de la calle Fábrica Vieja, en Granada ciudad (la perpendicular que conecta las plazas de la Trinidad y de los Lobos). La señora titular del negocio, Leocadia Valladares Montes, era viuda porque su marido, Juan Fernández Rosillo, concejal socialista en el Ayuntamiento de la ciudad, había sido fusilado por los golpistas el 7 de agosto de 1936. Uno de los hijos de ambos, Gabriel Fernández Valladares, que rondará actualmente los noventa años, continúa reclamando verdad, justicia y reparación para su padre y para el resto de las víctimas del franquismo.

Conchita y Paco en la Gran Vía de Colón, junto a la entrada de la calle Oficios y con la desaparecida Casa de Correos en el horizonte (28/07/1947).
- La nota final del programa merece que la reproduzca en todo su esplendor: “Las entradas serán numeradas, la taquilla se abrirá todos los días a las 12, y en el baile prohibimos la entrada a niños y estorbos, y exigimos y rogamos a las señoritas vallan acompañadas de su pareja”. Además de la evidente falta de ortografía y del ruego machista destinado al público femenino, destaca el veto a infantes y a “estorbos” (la utilización de este segundo término me parece una auténtica genialidad semántica).
 
(*) Imágenes editadas por Sonia Montes, a la que agradecemos su colaboración y compromiso con Leyendas de los Nuestros.
 José María García Labrac, natural de Granada (1985), es el presidente de la asociación Granada Republicana UCAR, fundada en 2005 en la ciudad de los cármenes. Empeñado en hacer realidad una España distinta, se dedica profesionalmente a la asesoría laboral y es un apasionado de la historia de su tierra y de sus gentes
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