Con la muerte no se juega. Es la única verdad absoluta, puesto que, como se sabe, tarde o temprano dejaremos este mundo. Lo demás es relativo y puede estar sujeto a la controversia. Los que se van y los allegados que se quedan merece el mayor de los respetos.

Cuando alguien se enfrenta a la de un ser querido y debe gestionar el momento después, sabe que probablemente es una de las tareas más difíciles de afrontar en la vida, al entrelazarse sentimientos, estados de ánimo  y una toma de decisiones, que nunca quisieras adoptar.

Pese a las facilidades y cortesía, nunca sabes por qué este o aquel representante de funeraria aparece en el duelo más inmediato. Salvo que el finado disponga de un seguro de deceso. Elegir entre este modelo o aquel. Si este nicho, si cremación… Angustioso para el que lo sufre y loable función del empleado.

Cuando llegas al camposanto de la capital, al que se acude solo para asistir a un entierro o un duelo, un mupi de Emucesa te da la bienvenida. Si entras por el lado derecho casi tienes que esquivarlo.

Hasta morirse tiene un precio

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Y dice: “Tienes derecho al mejor servicio funerario completo y al mejor precio. 2.566,80 euros + IVA”. Y sigue: “Tanatario y crematorio + cementerio desde 1.575 +IVA”. Y sigue: “Funeraria desde 990 euros + IVA”. Estas dos últimas referencias en letras más pequeñas. Y para rematar, el eslogan marca de la casa: “Elije Emucesa, no dejes que elijan por ti”. ¿De verdad que hablamos de servicios funerarios”. Y para ilustrar el anuncio una imagen de dos manos que se tocan frente a lo que debe ser el tributo a un muerto, con velas y flores.

Y si tras el duelo, el acto religioso o cívico, acompañas al entierro en el camposanto, por si no te han quedado claro las tarifas del mejor servicio completo, tanatario y crematorio + cementerio, o funenaria, otro mupi te lo recuerda situado para que lo tengas que mirar a la fuerza.

¿No hay otro modo de hacer las cosas? ¿Con más sensibilidad?

Claro que sí.