El virus que da sabiduría

Blog - El ojo distraído - Jesús Toral - Viernes, 5 de Junio de 2020
Graffiti en Barcelona del artista cubano Tvboy de la Mona Lisa, con mascarilla y móvil
Extraído de VÍDEO: TVBOY
Graffiti en Barcelona del artista cubano Tvboy de la Mona Lisa, con mascarilla y móvil
¿Quién dice que la Covid-19 solo nos ha traído desgracias? También nos ha hecho más sabios, nos ha enseñado partes de nosotros que ignorábamos. Para aquellos que lo duden, aquí les ofrezco una serie de cuestiones que ya no tendrán las mismas respuestas desde la llegada del virus:

1.-¿Qué prefieres: piso grande con terraza en un pueblo o apartamento diminuto al mismo precio en el centro de la capital? Los datos ponen de manifiesto que los pueblos han resistido mejor la llegada del coronavirus que las ciudades, sino que se lo digan a Madrid y a Barcelona, que aún tratan de sacar la cabeza mientras que el resto del país empieza a respirar unas bocanadas de aire.

Ni ese pantalón que nos compramos en París, ni la camiseta de aquel mítico concierto ni la chupa de cuero de nuestros años de juventud… la verdad se ha revelado: el pijama, es cómodo, fresco o abrigado a conveniencia y no requiere pensar en combinar las prendas

2.-¿A quién te llevarías a una isla desierta? Seamos sinceros y reconozcamos que, desde ahora, en nuestra lista imprescindible no podrá faltar… un peluquero.

3.-¿Cuál es nuestra ropa preferida? Ni ese pantalón que nos compramos en París, ni la camiseta de aquel mítico concierto ni la chupa de cuero de nuestros años de juventud… la verdad se ha revelado: el pijama, es cómodo, fresco o abrigado a conveniencia y no requiere pensar en combinar las prendas.

4.-¿Es posible hacer una reunión con los jefes vestido con el pijama? ¡Quién nos lo iba a decir! La respuesta post coronavirus es SÍ. Vale que tal vez tengamos que ocultarlo ante la cámara web bajo camisa y corbata o un jersey ostentoso, pero el aspecto físico nunca había sido menos importante.

5.-¿Cuáles son los inconvenientes de trabajar desde casa? Quizás antes hubiéramos respondido con razones absurdas, como que podríamos dedicar más horas de las que cobráramos o que a veces nos podría costar concentrarnos con los ruidos del hogar; en realidad, el principal riesgo lo acabamos de descubrir: podemos relajarnos tanto que permitamos que aparezca a través de la cámara web, detrás nuestra, una amante desnuda preparándose el desayuno como si nada.

Si hacemos ejercicios de Youtube durante media hora diaria y después nos atiborramos a chorizo y chocolate mientras vemos la televisión, el balance semanal será una ganancia de unos cuantos kilos

6.-¿Hacer ejercicio adelgaza? Hace unos meses ninguno habríamos dudado en  responder que sí, pero ahora somos capaces de hallar matices: si hacemos ejercicios de Youtube durante media hora diaria y después nos atiborramos a chorizo y chocolate mientras vemos la televisión, el balance semanal será una ganancia de unos cuantos kilos.

7.-¿Si pudieras elegir te quedarías a vivir en una provincia costera o de interior? Lo más probable es que unos meses atrás, a la hora de decidirnos, hubieran pesado más las ofertas de trabajo, pero ahora, teniendo en cuenta que podríamos volver a confinarnos en cualquier momento y que la inestabilidad del empleo jamás ha sido tan alta, la mayoría se decantaría por un territorio con playa para, al menos, poder disfrutarla los primeros.

8.-¿Quién es más limpio: el que más limpia o el que menos ensucia? El virus ha convertido en pregunta esta antigua afirmación. Ya no se trata de no ensuciar sino de lavarse una y mil veces y aun así, si te contagias, sentirás que no lo has hecho del todo bien y que has pecado de guarrillo.

Parece mentira, cuando antes éramos capaces de desplazarnos hasta la otra punta de la ciudad para comprar el pan y hemos aprendido que hay alternativas: lo podemos elaborar nosotros mismos en casa, conformarnos con pan de molde o incluso abstenernos de comerlo durante una jornada

9.-¿Se puede vivir sin comprar? Efectivamente, así es. Parece mentira, cuando antes éramos capaces de desplazarnos hasta la otra punta de la ciudad para comprar el pan y hemos aprendido que hay alternativas: lo podemos elaborar nosotros mismos en casa, conformarnos con pan de molde o incluso abstenernos de comerlo durante una jornada.

10.-¿Podrían dejar de hablar los sesudos tertulianos en televisión del tema de Cataluña de un día para otro? Ya casi ni recordamos que nos hemos pasado meses escuchando hablar de ese asunto en todos los informativos. El virus ha erradicado las preocupaciones nacionales cotidianas: el terrorismo, Cataluña, el paro… porque cuando la salud falla, todo lo demás se viene abajo.

11.-¿Cuánto eres capaz de pagar por un gel desinfectante de manos? En febrero nadie hubiera ofrecido más de tres euros por bote, pero un mes después hemos llegado a pagar hasta diez, lo cual nos ha demostrado que los carroñeros siempre aparecen ante el olor a muerte y que el valor de las cosas es muy relativo y puede dar un vuelco de un día para otro.

12.-¿Serías capaz de pasarte dos meses sin estrenar una prenda que te has comprado y que te encanta? También para esta pregunta hay un antes y un después del virus. Hoy todos sabemos que sí lo seríamos y que incluso podemos encontrar las ventajas de haberlo hecho: además de gastar menos, dilatamos la ilusión de estrenarlo.

Pasa alguien sin mascarilla y cuando está junto a nosotros se tapa la nariz y deja de respirar como si oliéramos a mierda. Lejos de llamarle la atención lo entendemos y le imitamos aguantando el aliento al mismo tiempo que él

13.-¿Podrías hacer un gesto obsceno ante la presencia de alguien sin que este siquiera se molestara aunque te viera? En enero nos habría parecido una pregunta estúpida por su indudable respuesta negativa, pero ya muchos de nosotros lo hemos vivido: pasa alguien sin mascarilla y cuando está junto a nosotros se tapa la nariz y deja de respirar como si oliéramos a mierda. Lejos de llamarle la atención lo entendemos y le imitamos aguantando el aliento al mismo tiempo que él.

La lista podría seguir durante páginas y páginas, porque esta nueva normalidad a la que nos están conduciendo conlleva innumerables cambios, así que conformémonos con el hecho de que desde marzo de 2020 somos todos un poco más sabios, nos conocemos algo mejor y sabemos que nuestras casas pueden convertirse en templos sagrados que nos aíslan de todos los males del universo.

 

 



 

 

Imagen de Jesús Toral

Nací en Ordizia (Guipúzcoa) porque allí emigraron mis padres desde Andalucía y después de colaborar con periódicos, radios y agencias vascas, me marché a la aventura, a Madrid. Estuve vinculado a revistas de informática y economía antes de aceptar el reto de ser redactor de informativos de Telecinco Granada. Pasé por Tesis y La Odisea del voluntariado, en Canal 2 Andalucía, volví a la capital de la Alhambra para trabajar en Mira Televisión, antes de regresar a Canal Sur Televisión (Andalucía Directo, Tiene arreglo, La Mañana tiene arreglo y A Diario).