'Toma Moreno'

Blog - El ojo distraído - Jesús Toral - Viernes, 2 de Julio de 2021
José Luis Moreno junto a su célebre muñeco Rockefeller.
Youtube
José Luis Moreno junto a su célebre muñeco Rockefeller.

Ni me gustan los juicios paralelos ni estoy a favor de condenar a una persona antes de ser juzgada, pero aun así hay que reconocer que los cargos que le achacan al famoso ventrílocuo José Luis Moreno son más que llamativos. Se habla de cifras económicas mareantes, de deudas con Hacienda, de entramado mafioso y de actitudes dictatoriales que ya apuntaron desde hace años algunos de los actores que trabajaron a su cargo. En los últimos días, han empezado a salir una ristra de famosos que cuentan sin pudor las deudas que el empresario nunca saldó con ellos pese a haber realizado su trabajo y eso ya, de por sí, pone en evidencia el carácter y la personalidad de alguien que no cumple sus promesas. Hemos escuchado a personas que le califican de déspota, de dictador, de caprichoso e incluso de maltratador. Y a todos nos han venido a la mente los tres robos sufridos en su casa, entre ellos uno de una banda organizada, en los que se llevaron una ingente cantidad de dinero que sorprende que mantuviera en su residencia particular y coloca interrogantes una vez que nos hemos enterado de que ha sido detenido junto a otras cuarenta y siete personas por una trama financiera delictiva. Y en el registro de sus propiedades se han encontrado contadoras de billetes, unos doscientos mil euros en dinero, pagarés por valor de 400.000 euros, nueve vehículos de alta gama, ordenadores, teléfonos móviles y una ingente cantidad de documentación.

Y si bien todo esto ya me parece impresionante por sí solo, lo que más dolor y asombro me produce es conocer, en plena semana del Orgullo, donde se reivindica la igualdad de todas las tendencias sexuales, que es posible que este hombre se haya dedicado a utilizar su poder para someter a jóvenes incautos que buscaban un futuro en la televisión a cambio de una noche de sexo

Difícil lo va a tener esta hasta ahora reputada y respetada personalidad en el sector de la televisión para demostrar que es completamente inocente, pero eso le corresponderá a sus abogados, que seguramente se esforzarán al máximo pese a que ya ha pasado a disposición de la Audiencia Nacional y que la Fiscalía ha pedido un montante de tres millones de euros de fianza, con un plazo de siete días, y lo ha dejado en libertad. De lo que no se va a librar es de la lluvia de críticas mediáticas que se ciernen sobre él.

Y si bien todo esto ya me parece impresionante por sí solo, lo que más dolor y asombro me produce es conocer, en plena semana del Orgullo, donde se reivindica la igualdad de todas las tendencias sexuales, que es posible que este hombre se haya dedicado a utilizar su poder para someter a jóvenes incautos que buscaban un futuro en la televisión a cambio de una noche de sexo.

Lo más llamativo y a la vez escalofriante es que este personaje, del que iremos conociendo detalles oscuros en los próximos meses, ha actuado con total impunidad durante todos estos años. Las víctimas han tenido que permanecer calladas porque hablar significaba caer en el ostracismo profesional y arremeter contra alguien cuya supremacía podía ponerles en serios aprietos. Ningún canal de televisión, ninguna productora de cine y apenas unos cuantos profesionales se decidieron en el pasado a dar un paso al frente, pese a que ahora lo están haciéndolo animados por la caída del trono de este Dios.   

Hace unos años vivimos con lejanía y malestar la historia del famoso productor Harvey Winstein, una de las leyendas vivas de Hollywood, que acabó en prisión después de docenas de acusaciones de abuso sexual de chicas jóvenes que se querían labrar un futuro en el mundo del cine. Esta, sin embargo, es la primera vez que descubrimos a un magnate gay que parece imitar los pasos del productor hollywoodiense

Hace unos años vivimos con lejanía y malestar la historia del famoso productor Harvey Winstein, una de las leyendas vivas de Hollywood, que acabó en prisión después de docenas de acusaciones de abuso sexual de chicas jóvenes que se querían labrar un futuro en el mundo del cine. Esta, sin embargo, es la primera vez que descubrimos a un magnate gay que parece imitar los pasos del productor hollywoodiense.

Es lógico. El poder no está acotado a una raza, ni a un género, ni a una tendencia sexual y cada cual lo utiliza para sus fines propios. Podemos rasgarnos las vestiduras, pero lo cierto es que hoy en día, todos nos hemos visto obligados alguna vez a actuar contrariamente a nuestra ideología, a nuestros valores o a nuestros deseos con el fin de obtener algo a cambio. Por eso, las víctimas que aceptan medrar por un trabajo no pueden ni deben ser castigadas ni estigmatizadas, pero esas personas que se valen de su autoridad para someter a sus trabajadores a un dilema inaceptable demuestran el escaso valor humano que ostentan.

Por desgracia, el abuso de poder está a la orden del día no solo en España sino en el mundo entero y no únicamente en el sector de la televisión, donde es más que habitual, sino en el cine, en la música, en el arte y en otras decenas de sectores más. Mucha gente se obsesiona con escalar puestos en esta sociedad en la que todo gira alrededor del dinero, con el fin de utilizar el sexo como moneda de cambio para estos dioses que pueden elegir como si tuvieran a su disposición un catálogo infinito de posibles víctimas. Es lo que sucede cuando se concentra el poder en pocas manos, que quienes lo acumulan son capaces de confeccionar un mundo a su gusto sin importar las leyes, ni las normas, ni las demás escalas de valores.

Por desgracia, el abuso de poder está a la orden del día no solo en España sino en el mundo entero y no únicamente en el sector de la televisión, donde es más que habitual, sino en el cine, en la música, en el arte y en otras decenas de sectores más

De esta forma, es lógico que no lleguen a los puestos privilegiados aquellos que más lo merecen o quienes cuentan con más aptitudes para ello sino los que van de la mano de un poderoso. Y no nos engañemos, una sociedad así nunca puede evolucionar hacia la justicia global, ni hacia la felicidad de todos sus seres ni siquiera hacia un mundo mejor porque los que tienen las riendas lucharán con uñas y dientes para perpetuar la situación y seguir sometiendo al resto.

Es positivo que conozcamos estos abusos de autoridad porque les ponen fin, pero todavía estamos lejos de alcanzar un nivel algo menos que aceptable cuando seguimos permitiendo que nos pisen y que nos ofrezcan las migajas para que nos peleemos entre nosotros. Solo cuando seamos capaces todos de decir no a las insinuaciones que van contra nuestros principios podremos acabar con esta lacra. Tal vez sea una utopía, pero merece la pena soñar con ella.

Si se acaba demostrando que Moreno es tal y como se le pinta y se pone fin a todo su entramado, el mundo será un poco más justo y estará más sano, aunque todavía quedarán muchos otros por desenmascarar, demasiados poderosos seguros de sí mismos y de su inmunidad arropados por instituciones o profesionales sin escrúpulos que buscan ocupar algún día su lugar a cambio de plegarse a sus deseos.              

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de Jesús Toral

Nací en Ordizia (Guipúzcoa) porque allí emigraron mis padres desde Andalucía y después de colaborar con periódicos, radios y agencias vascas, me marché a la aventura, a Madrid. Estuve vinculado a revistas de informática y economía antes de aceptar el reto de ser redactor de informativos de Telecinco Granada. Pasé por Tesis y La Odisea del voluntariado, en Canal 2 Andalucía, volví a la capital de la Alhambra para trabajar en Mira Televisión, antes de regresar a Canal Sur Televisión (Andalucía Directo, Tiene arreglo, La Mañana tiene arreglo y A Diario).