'Tiempo'
La ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI que entró el vigor el pasado 2 de marzo ya está ofreciendo jugosos titulares. Y acabamos de empezar. Hace unos días se publicó el caso de un aspirante a Policía Local en el ayuntamiento madrileño de Torrelodones que, con la presentación de un acta notarial, solicitaba a esta administración local que se le incluyera en las pruebas destinadas a las opositoras porque se sentía una mujer trans. Y, como el mundo de los sentimientos es infinito e indemostrable y la ley recientemente aprobada así lo contempla, lo que se dice, se es.
Afortunadamente, al resto de aspirantes mujeres les ha salvado la campaña de los plazos y, previsiblemente, podrán respirar con tranquilidad y su esfuerzo y preparación merecerá la pena porque, entre ellas, lucharán por conseguir una plaza en igualdad de condiciones con el resto de sus compañeras
Afortunadamente, al resto de aspirantes mujeres les ha salvado la campaña de los plazos y, previsiblemente, podrán respirar con tranquilidad y su esfuerzo y preparación merecerá la pena porque, entre ellas, lucharán por conseguir una plaza en igualdad de condiciones con el resto de sus compañeras. En el caso del aspirante infiltrado, el atajo del acta notarial no parece que le vaya a servir porque se limita a recoger la manifestación realizada por una persona sin entrar a valorar si se ajusta a la verdad o no. Además, este documento no puede considerarse válido a los efectos de corroborar la identidad sexual de una persona porque, lo que este aspirante necesita para presentarse como una mujer es el cambio de la mención relativa al sexo en el Registro Civil y, a esto, aún no le ha dado tiempo. Esta modificación precisa de un plazo de tres o cuatro meses y, aunque los días pasan volando, ya sabemos que la Administración se rige por el calendario y no por los sentimientos. Tranquilo, aspirante a policía, que ya verás cómo se te pasan rápido los meses que te faltan para considerarte una mujer verdadera aunque las oposiciones también se guían por el almanaque y, en esta ocasión, no va a poder ser.
Al parecer, el aspirante autodeclarado mujer transexual, arrasó con las marcas conseguidas en las pruebas físicas realizas con los baremos correspondientes a las mujeres aunque se le obligó también a repetirlas con los estándares aplicados a los varones ante las quejas del resto de opositores. Cuando escuchó las reclamaciones de sus compañeros, les mostró un papel para acreditar que era una mujer en el momento en el que le indicaron que se estaba equivocando en la prueba de lanzamiento del balón medicinal al coger la que pesaba tres kilos -preparada para las mujeres- en vez de la de cinco destinada a los varones.
El camino recorrido por otros países donde este tipo de leyes llevan vigentes ya varios años nos mostró sus consecuencias, las feministas lo advirtieron pero nuestros gobernantes no han querido escuchar porque decían que esto no iba a pasar. Pero pasa
El camino recorrido por otros países donde este tipo de leyes llevan vigentes ya varios años nos mostró sus consecuencias, las feministas lo advirtieron pero nuestros gobernantes no han querido escuchar porque decían que esto no iba a pasar. Pero pasa. Y sólo así la población se dará cuenta y reaccionará ante los engaños a los que asistiremos sin poder acudir a ninguna estancia judicial porque el fraude es la propia Ley Trans. La normativa aprobada en España es una de las más permisivas del mundo y, además, no contempla ningún mecanismo para detectar posibles usos fraudulentos de la misma. Y, hasta podría considerarse lógico porque parte de la premisa de la aceptación del mundo interior de cada persona, de sus sentimientos, de la propia identidad sentida. Y ¿quién puede bucear hasta lo más profundo de cada ser para conocer realmente sus luchas, sus dudas o sus anhelos? Nadie. Por eso, las leyes siempre abordan realidades tangibles, demostrables, constatables sobre las que se pueden establecer deberes, derechos y sanciones para quienes incumplan sus preceptos. La Ley trans habla de sentimientos, no de realidades y no contempla ninguna sanción.
Las mujeres veremos usurpados nuestros espacios, las plazas en oposiciones donde las pruebas físicas sean un elemento determinante serán ocupadas por varones autoidentificados como mujeres porque la ley se lo permite
El tiempo también marcará el camino a las españolas. Lo ocurrido en Torrelodones abrirá los ojos a una sociedad a la que, deliberadamente, no se ha querido informar de las consecuencias. Las mujeres veremos usurpados nuestros espacios, las plazas en oposiciones donde las pruebas físicas sean un elemento determinante serán ocupadas por varones autoidentificados como mujeres porque la ley se lo permite y no podrá interponerse ningún tipo de reclamación porque el Registro Civil está llamado a aceptar todas las solicitudes que se presenten en tiempo y forma para la modificación del apunte relativo al sexo y sean corroboradas por la voluntad expresa de la persona que lo demanda. No necesitarán ningún cambio de su apariencia física, ningún tratamiento hormonal, ni siquiera cambiar su nombre. Solo manifestarlo ante la persona encargada del trámite en el Registro.
Hace falta un poco más de tiempo para que veamos aparecer más casos y la sociedad reaccione como lo han hecho el resto de aspirantes a las oposiciones de la Policía Local de Torrelodones exponiendo, caso por caso, la injusticia que esto significa para las mujeres. Todo es cuestión de esperar.