'Pre-Supuestos'
El gobierno andaluz presidido por JuanMa Moreno presentó hace unos días el proyecto de ley de presupuestos para 2025 que esta semana avanzará su tramitación parlamentaria hasta su segura aprobación, dado que goza de la mayoría absoluta en la Cámara. Como en otras ocasiones, lo ha hecho ‘a bombo y platillo’ sin regatear en expresiones grandilocuentes como “el más alto de la historia”, “el más social”, “cuentas difíciles de mejorar”... Los diferentes miembros del Consejo de Gobierno se desplegaron por las 8 provincias para anunciar la buena nueva y pregonar las bondades de esas cuentas que nos cuentan. Todos y todas han repetido como cacatúas literalmente la misma cantinela: “Se busca seguir transformando Andalucía mediante unas cuentas pegadas a la realidad y centradas en la gestión para atender las necesidades más urgentes de los andaluces como la sanidad, la dependencia, la educación, el empleo y la vivienda”. Merece ponerle de fondo a esas ruedas de prensa la canción “Paroles, paroles” como banda sonora.
Resulta ya cansino el empeño del gobierno andaluz, además de injusto ya que el presupuesto que presenta ahora Moreno Bonilla et al. tiene más ingresos que nunca, gracias al Gobierno de España que aporta más de 11.000 millones de euros más que en el último presupuesto de MpuntoRajoy
Siguiendo el guion salido de la factoría de propaganda de San Telmo, todos los componentes del Consejo de Gobierno y portavoces parlamentarios del PP han dado por buena la congelación de la inversión pública que reflejan los presupuestos para el año próximo y han lamentado que faltan 1.522 millones de financiación autonómica, el déficit de financiación del gobierno central con Andalucía. A mí lo que me parece lamentable es que en la presentación de los presupuestos hayan dedicado más tiempo a confrontar con Pedro Sánchez que a explicar qué tienen para invertir (en este caso en el sentido de dar la vuelta) la tendencia de deterioro de los servicios públicos que no tuvieran los anteriores que se vendían con la misma letra y música y que han obtenido resultados pésimos. Resulta ya cansino el empeño del gobierno andaluz, además de injusto ya que el presupuesto que presenta ahora Moreno Bonilla et al. tiene más ingresos que nunca, gracias al Gobierno de España que aporta más de 11.000 millones de euros más que en el último presupuesto de MpuntoRajoy.
El gobierno andaluz ni es capaz de ejecutar sus propios presupuestos, (muchos de ellos provenientes del gobierno central), ni con ello consigue mejorar los servicios públicos esenciales para la ciudadanía
Los calificativos altisonantes y las hipérboles utilizadas por los miembros del Consejo de Gobierno por toda la geogradía andaluza no son nada originales, se han repetido en los últimos años, pero su traducción a la realidad, los resultados reales de esas cifras multimollonarias, están siendo decepcionantes porque la Junta de Andalucía dispone de más dinero que nunca, más ingresos que nunca, pero la gestión del presupuesto del gobierno de Moreno Bonilla es muy chapucera e ineficaz. El gobierno andaluz ni es capaz de ejecutar sus propios presupuestos, (muchos de ellos provenientes del gobierno central), ni con ello consigue mejorar los servicios públicos esenciales para la ciudadanía. Antes al contrario, lo que sí avanzamos a una gran velocidad es en el deterioro y el desmantelamiento de dichos servicios y en su privatización, especialmente en el apartado de la sanidad en el que aquí si puede hablarse de ‘histórico’ el trasvase de fondos a la iniciativa privada, con un nuevo incremento del 20%, destinado a ‘nuevos planes de choque’ que luego chocan con la realidad y no para mejorar las listas de espera ni la calidad del servicio.
Por eso creo que el Pre- del prefijo de los presupuestos, que se refiere a la previsión de ingresos y gastos, en este caso está opacado por la otra parte del término, los SUPUESTOS, ya que las cuentas públicas que llegan al Parlamento Andaluz no cuadran luego ni con los objetivos ‘supuestamente’ perseguidos ni con lo que se ‘supone’ que se va a gastar
Por eso creo que el Pre- del prefijo de los presupuestos, que se refiere a la previsión de ingresos y gastos, en este caso está opacado por la otra parte del término, los SUPUESTOS, ya que las cuentas públicas que llegan al Parlamento Andaluz no cuadran luego ni con los objetivos ‘supuestamente’ perseguidos ni con lo que se ‘supone’ que se va a gastar.
Usemos unas cuantas cifras para documentar estas afirmaciones. En el año 2023 el gobierno de JuanMa dejó sin ejecutar más de un cuarto de los ingresos finalistas del Gobierno de España, la friolera de 2.052 millones de euros. En este año, a final de septiembre casi la mitad de este mismo concepto (4.110 millones) estaba áun sin ejecutar. Lo mismo podríamos decir de las inversiones propias previstas de la Junta, capítulos 6 y 7 del Presupuesto. Casi 3.000 millones de euros (un 45% de lo pre-supuestado) del 2023 no se ejecutaron y el 75% a tres meses del cierre del ejercicio actual llevaba el mismo camino. Similares datos podríamos encontrar en infraestructuras viarias, inversiones en materia de aguas, dependencia, atención a la infancia, vivienda, violencia de género…
Por eso no verán similar despliegue de consejeros y consejeras para contar el grado de ejecución presupuestaria con el que se cierra el ejercicio porque por mucho que se maquillen las cuentas, y en esto son unos cualificados expertos, no son resultados presentables ya que muestran la incompetencia en la gestión.
Presupuestos de la Junta de Andalucía en Granada
Habrán escuchado que Granada es la gran beneficiada de los presupuestos andaluces, incluso he leído que “Granada es la gran portagonista del gobierno de JuanMa”. La falta de rubor para tales afirmaciones es admirable. Les enfrío las ilusiones: he leído que eso mismo se ha dicho en el resto de las provincias andaluzas (esa es otra estrofa de la misma canción: Paroles, Paroles, Paroles). Consulten lo que dijo el gobierno en Córdoba, donde se dijo que era “la gran beneficiada de estos Presupuestos”, en Huelva o en Cádiz, donde se dijo que los presupuestos podrían calificarse de muy onubenses y gaditanos respectivamente; en Jaén se ha dicho que se incrementa el presupuesto un 15% (pueden poner lo que quieran si luego no se ejecuta ni la mitad de la mitad); en la vecina Almería se les ha vendido también que son los que más van a recibir; y ya no digo nada de lo que se han explayado en Málaga y Sevilla (aunque estas sí podrían presumir de volver a ser las más agraciadas, al menos sobre el papel).
Granada es un ejemplo paradigmático de esa falta de credibilidad de los Pre-Supuestos andaluces. De los 534 millones de que se anunciaron que nos caerían en suerte en 2024 sólo se ha ejecutado algo más del 10%
Granada es un ejemplo paradigmático de esa falta de credibilidad de los Pre-Supuestos andaluces. De los 534 millones de que se anunciaron que nos caerían en suerte en 2024 sólo se ha ejecutado algo más del 10%. En los presupuestos provincializados de Granada para 2025 aparecen de nuevo partidas millonarias del año pasado no ejecutadas como el Metro, el Palacio de Congresos o la Ciudad de la Justicia. Se arrastran inversiones pendientes en materia de depuración de aguas y siguen en el limbo actuaciones en esta materia que se declararon urgentes y de interés autonómico ¡hace cuatro años!
Pero el capítulo presupuestario más importante es el que no aparece, el dedicado a los grandes olvidos de estas cuentas a pesar de las promesas y de que iban incluidos en el programa electoral del PP, que de esta forma convierte las cuentas públicas en un cuento: “el de nunca acabar”. No busquen en qué partida va la inversión prometida destinada a la Autovía del Almanzora o al Hospital de la Alpujarra; no pierdan el tiempo les aseguro que no la van a encontrar.
Por ello señoras y señores, concluyendo, como dice un amigo mío, los Presupuestos presentados por el gobierno andaluz no son ni buenos ni malos… son mentira
Si yo fuera director de un medio de comunicación no prestaría ninguna atención a este supuesto gran momento de presentación de los presupuestos y dedicaría un especial despliegue informativo por contra para el balance de ejecución de los presupuestos. Seguramente no habría tanto codazo para asomar el cuello en las comparecencias públicas y los adjetivos grandilocuentes y las exageradas frases quedarían moderadas por la incontestable realidad de los números sin adornos ni maquillajes. Y eso que no estoy pidiendo indicadores objetivos que midan la gestión presupuestaria...
Por ello señoras y señores, concluyendo, como dice un amigo mío, los Presupuestos presentados por el gobierno andaluz no son ni buenos ni malos… son mentira; una mentira más de JuanMa empaquetada y adornada con papel celofán y distribuida por la mayoría de los medios de comunicación que tienen en su cuenta de resultados la publicidad institucional en posición preeminente o prominente, pero que carecen de credibilidad y no dan respuesta a los problemas con los que se enfrenta la mayoría de la población ni suponen una mejora de la calidad de vida y de los servicios públicos.