Campaña Inagra contenedor marrón.

Pétalos

Blog - De repente - Alejandro V. García - Viernes, 22 de Mayo de 2015

De repente he descubierto mis facultades anticipatorias. Poco después de que recomendáramos al alcalde saliente desde esta modesta y repentina silla gestatoria que nombrara un capellán como director del Patronato de la Alhambra empezaron a circular las fotos que muestran a Torres Hurtado y a su acólito favorito concelebrando una función civil de matrimonio ¡en pleno palacio de Carlos V! ¡Ay cómo hubiera quedado allí un capellán revestido con capa pluvial, mitra, ínfulas y solideo! ¡Y cómo hubiera podido el ejecutivo de ventas de la Alhambra incrementar la factura a la familia Hepburn! Y no digamos si el patronato, conducido por la mano del PP hubiera patentado los pétalos de rosa biodegradables o las bolsas de arroz disolvente para no menoscabar el patrimonio.

La de cosas que se pueden agregar a la oferta de Granada ciudad de bodas y despedidas de parejas. Casi como el catálogo de utilidades que han inventado los gestores privados del cementerio de San José y que la televisión municipal nos repite como si fuera una machacona invitación a la muerte repentina: Muérase y pruebe nuestro servicios impecables.

Quizá, en el fondo, es lo que teme y ha temido el PP a lo largo de la campaña: un muerte política repentina, el fin del poder cesáreo de Torres Hurtado y sus generales. Por eso el alcalde se ha negado a cualquier combate con sus contendientes políticos, incluido el pulso por escrito. Y por eso se ha limitado a repetir, con ligeras variaciones, la consabidas pamplinas sobre la Alhambra y a malgastar publicidad en atacar al candidato de Ciudadanos en vez de enaltecer al suyo.

El desenlace de todo, este domingo.