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‘Greenwashing’ del Sur

Blog - Sacando punta - Ignacio Henares - Miércoles, 10 de Marzo de 2021
Talas en el Eje Palencia-Arabial.
P.V.M.
Talas en el Eje Palencia-Arabial.

En el mundillo ecológico este término inglés es de uso muy común. Literalmente significaría ‘lavado verde’ (de “washing” + “green”) aunque una traducción más apropiada la haría derivar del concepto de “withewashing” que significa blanqueo de imagen por lo que en realidad a lo que alude el greenwashing es al blanqueo verde, que se refiere a las prácticas de empresas o instituciones que presentan, de manera engañosa, productos, proyectos o propuestas como si fueran respetuosos con el medio ambiente.

Hay que distinguir la propaganda de lo ‘verde’, que distingue o pone el acento en los productos ecológicos, los que tienen una baja huella de carbono en su producción y distribución, de lo que vengo a denunciar en este artículo que son las falsas campañas, escasas de ética, que quieren apuntarse una buena valoración de la ciudadanía induciendo al error o a una percepción equivocada

Hay que distinguir la propaganda de lo ‘verde’, que distingue o pone el acento en los productos ecológicos, los que tienen una baja huella de carbono en su producción y distribución, de lo que vengo a denunciar en este artículo que son las falsas campañas, escasas de ética, que quieren apuntarse una buena valoración de la ciudadanía induciendo al error o a una percepción equivocada.

El término se atribuye a David Bellamy que, con motivo de la celebración del Día de la Tierra en 1990, quiso resaltar la hipocresía de algunas empresas, que colocaban sus productos acompañados de maravillosas y bonitas imágenes de la naturaleza, resaltando un compromiso con el medio ambiente que era más que cuestionable.

Para una persona bien informada puede resultar fácil desmontar este pretendido ecoblanqueo. Primero debemos fijarnos en el lenguaje utilizado: si se usan palabras confusas o inventadas, (¿alguien sabe por ejemplo qué es el bioalcohol?), debemos tener la mosca en la oreja; el uso (más bien el abuso) del término ‘verde’ o de imágenes de la naturaleza es también una buena pista. Después debemos fijarnos en las imágenes que acompañan; en este apartado se ganan la palma los productos de limpieza o cosmética (la publicidad de envases de plásticos con fotografías de bosques es muy recurrida). Detrás de ellos puede haber (y a menudo la hay) una industria química muy potente que contamina ríos y mares. Otro ejemplo para que nos familiaricemos con el concepto, podría ser el de un avión que deja tras de sí una estela floreada a su paso.

Pero la manera de desenmascarar definitiva este blanqueo de imagen es cuando el implicado invierte más dinero en publicidad verde que en las propias prácticas ecológicas

A mí me ayuda también a distinguir el greenwashing cuando veo mensajes irrelevantes o adanistas del tipo “el más puro” o “los pioneros en...” , o el tan manido y manipulado adjetivo de ‘sostenible’, que ese ya obliga a echarse la mano a la cartera cuando se oye en determinados foros. Un ejemplo paradigmático para situarnos en ambiente sería el de la energía nuclear que se presenta como baja en emisiones de carbono y como ideal en la lucha contra el cambio climático, escondiendo los riesgos ambientales de su producción y de la gestión de los residuos que genera.

Pero la manera de desenmascarar definitiva este blanqueo de imagen es cuando el implicado invierte más dinero en publicidad verde que en las propias prácticas ecológicas.

Los del greenwashing van por delante de las agencias que se encargan de la regulación de la publicidad y están haciendo mucho daño ya que los consumidores que buscan productos y servicios respetuosos con el medio ambiente se están volviendo escépticos y están perdiendo poder para conducir a las empresas hacia soluciones más ecológicas.

También hay greenwashing, mucho, en política aunque en este campo en ocasiones es más difícil separar el grano de la paja y a veces cuesta más distinguir qué hay detrás de la propaganda, del eslogan y del ‘hashtag’. Me ayudaré de un par de ejemplos asociados a la gestión de lo público para aclarar el concepto: uno asociado al ayuntamiento de Granada y otro a la Junta de Andalucía.

Anillo verde

El gobierno municipal de Granada, formado por PP y Ciudadanos con el apoyo externo de Vox, alianza curiosamente conocida, para el caso al que no referimos, como ‘gobierno de los trapos sucios’, está desarrollando un proyecto que han bautizado pomposamente como Anillo Verde (primera pista). Quizás ha sido pensado para lavar su imagen asociada a poca sensibilidad con los temas ambientales. El caso es que nos está bombardeando con la publicidad del proyecto (segunda pista), que consiste en la plantación de un ‘ejército’ de árboles por todo el cinturón de Granada. Aquí se dan todas las condiciones indicadas anteriormente para desvelar estas prácticas engañosas del greenwashing.

Con el tiempo se verá que es un error, pero eso a los malos gestores sin visión de futuro, pegados al día a día no les preocupa. Para más inri en la selección de las especies no se están teniendo en cuenta elementos importantes como es el tema de las especies alergógenas o el uso de especies vegetales sin necesidad, (o de escaso), mantenimiento dado el contexto de cambio climático al que ya nos estamos enfrentando

Hasta el momento se han arrancado o talado más árboles de los que se han puesto y los que se quitan son mucho más grandes, (como el famoso de la Cuesta del Pino); además en algunos casos se están poniendo con marcos de plantación inadecuados que parecen más propios de un invernadero que de un jardín, lo que debe considerarse una de las consecuencias de haber privatizado la gestión del Plan ya que a la empresa encargada le interesa más poner muchos árboles juntos, ‘a mogollón’, para abaratar costes y además resulta más vistoso. Con el tiempo se verá que es un error, pero eso a los malos gestores sin visión de futuro, pegados al día a día no les preocupa. Para más inri en la selección de las especies no se están teniendo en cuenta elementos importantes como es el tema de las especies alergógenas o el uso de especies vegetales sin necesidad, (o de escaso), mantenimiento dado el contexto de cambio climático al que ya nos estamos enfrentando.

Todos estos errores son ‘perdonables’ porque lo más grave es que se parte de un concepto erróneo como es el confundir plantar árboles, que es un buen empeño y una buena iniciativa, con ‘reforestar’, que es otra cosa y que requiere otras formas, pautas y tiempos. Y además se quiere vender como la solución al problema de la contaminación de Granada que requiere de otras medidas y más urgentes y que está más bien asociado a la gestión de la movilidad, cuestión en la que el gobierno municipal está dando continuos bandazos y que no se puede solucionar cambiando la pintura de las calles, ahora amarilla, luego blancas, medida que sólo sirve para darle vidilla a la empresa encargada del asunto de la señalización.

Pero cuando yo más desconfío de la bondad y finalidad de esta medida es cuando escucho al alcalde hablar a favor del Cierre del (otro) Anillo, que ni es anillo ni mucho menos verde, sino que es una apuesta por el transporte privado trufada adicionalmente de unas cuantas operaciones urbanísticas especulativas. Vamos que greenwashing de libro, con todos los ingredientes.

Revolución verde

Más fácil de desmontar, aunque dispone de una potente infantería, caballería, artillería y aviación publicitaria a su favor, es el tema de la llamada Revolución Verde. En este caso ‘el gobierno del cambio’, (como se llama a sí mismo el gobierno actual de la Junta, aunque muchos lo conocemos mejor como #trifachito), utiliza la etiqueta de #RevoluciónVerde para aparentar que está preocupado por el medio ambiente e intentar tapar algunas vergüenzas que empezaron cuando en su gobierno se difuminaron las competencias al respecto en una Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, (vea el lector avispado que las siglas han jugado una mala pasada ya que resulta un acrónimo un tanto cacofónico: CAGayPeDeS).

Especialmente en sentido contrario apunta el llamado ‘Decretazo’  en el que se aprovechó la excepcionalidad del Estado de Alarma para aprobar una norma, con el argumento de agilización de procedimientos administrativos, que escondía la desregulación de numerosas actividades económicas y el relajamiento de garantías ambientales

Casualmente también una de las medidas estrella anunciadas por el gobierno andaluz fue la de que iba a plantar un millón de árboles en dos años. Esta propuesta, bienintencionada entiendo, es una muestra de que las derechas llegan tarde al debate ambiental con estas propuestas pretendidamente conservacionistas hoy superadas y cuando el debate ambiental se orienta hacia las políticas de transición ecológica que hoy se plantean como alternativa al colapso o al decrecimiento. Lamento que, para explicarle esta cuestión a los responsables de la política ambiental del gobierno andaluz, (si los hay), necesitaría más espacio, aunque estoy dispuesto a echarle a la cuestión el tiempo que haga falta. Pondré un ejemplo paralelo para explicar este punto: está bien reciclar, pero hoy día ya hay que superar este punto y, al menos, avanzar hacia las tres 'R's, Reducir, Reciclar, Reutilizar, que se convierten en cinco si se les suma las de Reparar y Recuperar. Vamos que no es una cuestión sólo mecánica sino cultural, transición ecológica y nueva economía verde de la mano.

Pero por lo que yo tildo de greenwashing a la Revolución Verde, (el nombre buscado ya avisa de que hay gato encerrado como he señalado anteriormente), es porque a pesar del discurso coloreado de verde las obras pintan ‘bastos’ como se deduce de las medidas legislativas adoptadas en este primer tramo de mandato del gobierno andaluz; especialmente en sentido contrario apunta el llamado ‘Decretazo’  en el que se aprovechó la excepcionalidad del Estado de Alarma para aprobar una norma, con el argumento de agilización de procedimientos administrativos, que escondía la desregulación de numerosas actividades económicas y el relajamiento de garantías ambientales.

Por la misma línea apunta la Ley de Impulso de Sostenibilidad Urbanística de Andalucía, conocida como la LISTA con la que hay que estar ‘en prevengan’ como ya aconsejé cuando veamos que se adjetiva con la palabra sostenibilidad a una norma o plan

Por la misma línea apunta la Ley de Impulso de Sostenibilidad Urbanística de Andalucía, conocida como la LISTA con la que hay que estar ‘en prevengan’ como ya aconsejé cuando veamos que se adjetiva con la palabra sostenibilidad a una norma o plan. Esa Ley quiere confiar la recuperación económica al ladrillo y al cemento y la dejarán lista, valga la redundancia, para la recta final del mandato con vistas a una eventual segunda legislatura ‘del cambio’ con alianza de las diferentes derechas reunidas y/o reorganizadas.

Como ya he señalado en otra ocasión y resumiendo: “que cuando los azules y naranjas utilizan el verde (o se mezclan con él) lo que nos dejan es un marrón”.

Imagen de Ignacio Henares

Ignacio Henares Civantos es biólogo de bata, de bota, y de gabinete. Máster (de los de verdad) en Gestión del Medio Ambiente y del Agua por la Universidad de Granada. Desde 1989 es funcionario, técnico del cuerpo superior facultativo de la Junta de Andalucía donde ha desempeñado varias tareas en las Consejerías de Agricultura y Pesca y de Medio Ambiente. Durante quince años ha sido el conservador del parque nacional y natural de Sierra Nevada. En la actualidad trabaja como asesor técnico en el departamento de Sanidad Vegetal.

Escritor de numerosos artículos sobre medio ambiente y conferenciante incansable, en los últimos años ha concentrado su tarea de divulgador en Sierra Nevada, siendo coautor de tres interesantes libros divulgativos sobre Sierra Nevada: “Sierra Nevada, una gran montaña, un pequeño continente”, “Las Aves de Sierra Nevada” y “Mariposas diurnas de Sierra Nevada”. Fue colaborador de “La Voz de Granada” con un programa semanal titulado “El hombre y la Sierra” y lo has sido del periódico Granada Hoy desde el año 2014 con más de 150 reportajes dedicado a Sierra Nevada agrupados en diferentes series: “Sierra Nevada, Paraíso de Biodiversidad”, “La Huella del Cambio Global” , “Sierra Nevada, Montaña de Oportunidades” y la última que estuvo dedicada a “Sierra Nevada, Paisaje y Paisanaje”, una aproximación al parque nacional y natural de Sierra Nevada a través de ‘nombres propios’.