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Contra las fusiones

Blog - Loco por incordiar - Mario Ortega - Lunes, 31 de Octubre de 2016
Multitudinaria manifestación contra la fusión hospitalaria del 16O.
Equo Granada
Multitudinaria manifestación contra la fusión hospitalaria del 16O.

Toda fusión se basa en un hecho fundacional con efectos inmediatos, reducir el número de conjuntos o elementos de un conjunto, si la fusión es política el efecto inmediato destacado es centralizar el control y el mando. En esto se parecen el proceso de fusión hospitalaria importado por el PSOE de Andalucía de la Gran Brexitania de Tony Blair, el asunto del acelerador de partículas en Granada, y las políticas neoliberales de mando central, impuestas por el PP a las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

La fusión hospitalaria, en fase caliente, y el acelerador de partículas para la fusión caliente, aún larvado, dicen pretender, sobre el papel del consejo del régimen andaluz con sede central en Sevilla, mejorar la vida de las y los granadinos. Lo mismo que Rajoy con sus políticas centralizantes, dice pretender el bien de los muy españoles y mucho españoles, la fusión hospitalaria dice pretender la mejora en materia de la salud y la atención sanitaria, y la inversión en el acelerador de partículas, para investigar sobre la práctica de la fusión nuclear, dice que con eso aquí va a haber trabajo hasta para los parados alemanes. Las fusiones prometen Jauja, como las de las cajas de ahorros. Luego ya hemos visto que no, que lo que hacen es incrementar el gasto público en salvamento de ricos y liquidar derechos de las clases populares.

Con la hospitalaria, decenas de miles de granadinas y granadinos nos lanzamos a la calle el domingo 16 de octubre, con el empuje de la marea blanca para decir basta, no sigan, no más mentiras, mucho mármol por fuera, mucho desastre por dentro. Ostentación y recortes.

Eso en Granada, donde la Junta dijo hace más de dos decenios, que habría de ser referente sanitario y biotecnológico y que por eso proyectó el PTS -Parque Tecnológico de la Salud- liberando solares para construir, eso sí, lo primero pisos, sobre terreno de vega, cuya plusvalía impositiva financiase la urbanización de la zona y sanease arcas municipales y otras limpias que tal vez no sepamos nunca. Así nació el llamado a ser el hospital más grandioso y completo de Europa, al lado de la nueva facultad de medicina y ciencias de la salud. Así nació lo que ahora es medio hospital, rodeado del atasco circunvalatorio, fusionado con otro medio a diez kilómetros de alquitrán, humos, ruido y motores, con recortes de personal y de inversiones.

Con lo del acelerador de partículas, al que ya dediqué en este mismo espacio el único artículo verdaderamente disidente que se ha escrito contra el mismo, Fusión caliente, precaución y garantías, aviso ya que será un pufo, lo veo venir. Cuando veo revolotear a cierto empresariado, cierta clase política y ciertos magnates de lo público, para hacerse fotos de campeonato entorno a declaraciones de las bondades de este proyecto, tiemblo.

Poco a poco iremos descubriendo los detalles, de momento ya sabemos que los requerimientos de territorio y agua son muy altos y que se quiere arrancar con 600 millones de euros procedentes nada más y nada menos que de inversión pública andaluza y española. Millones que no irán a otros sectores con más futuro, irán a descubrir cosas a un modelo de control energético centralizado y dominado por muy pocos gobiernos.

Tengo claro que detrás de la intención de traer el acelerador de partículas a Granada hay una operación de grandes empresas del acero y el hormigón (cuyas caras nunca están en las fotos), que repartirán las migajas de sus subcontratas a otras granadinas, o no, con empleos de baja calidad. Lo del los mil ingenieros pululando por Granada (se ha dicho) sencillamente me da risa. Para cuándo vamos a dejar dedicar nuestros esfuerzos económicos y nuestros mejores cerebros y gentes trabajadoras a potenciar un modelo energético propio y renovable. Con el acelerador de partículas seguiremos con la estela de la esclavitud y la dependencia externa, y además poniendo el dinero, no me cabe duda.

Lo dicho, no a las fusiones, ni la hospitalaria, ni la nuclear. Ya vemos lo bien que nos va con la fusión neoliberal, la de las cajas de ahorros y la hospitalaria, y veremos cómo nos irá con la fusión PP PSOE C`s y la que promueve el acelerador de partículas.

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Enlace del artículo que menciona el autor, por si quereís reelerlo:

 

 

Imagen de Mario Ortega

Mario Ortega, químico y doctor en ciencias ambientales, de Granada, acunado en el Abayzín, es, según parece, andaluz de nacimiento y de cultura. Le interesa el mundo, la política y todo asunto que demande ser pensado. Lleva años escribiendo opinión en corta, media y larga distancia, en realidad es una forma de dar aire al instinto de participación en los debates públicos, así foga la pulsión política. Es por eso que este blog se llama Loco por incordiar, no se tomen el incordio como molestia, es más bien ganas de llamar la atención con azúcar, sal, pimienta y otros aliños según el caso.