El fenómeno 'Morad'
Agárrense fuerte los artistas tradicionales que llega Morad. En los últimos días me he encontrado con algunos padres que buscaban información del cantante y reconocían no saber nada de él hasta que fue entrevistado el otro día por Jordi Évole. El caso es que mi hijo de diez años canta sus canciones desde hace meses y el resto de sus compañeros de clase pronuncian su nombre cada vez que se les pregunta cuál es su artista favorito. Pero, ¿quién es Morad? Morad El Khattouti El Horami es un chaval de veintidós años que empezó a enviar algunas de sus canciones por Whatsapp a sus amigos y, después de conocer a Beny Jr., otro rapero igualmente admirado por los jóvenes, se atrevió a grabar sus canciones y a subirlas a Youtube. Practica el estilo musical drill, oriundo del rap francés de origen magrebí y en el programa de Évole hablaba de sus conciertos en las principales ciudades de Europa y no le importaba reconocer que ganaba más de un millón de euros al año gracias a las millones de reproducciones de sus vídeos subidos a la plataforma audiovisual y se alegraba de no haber aceptado el contrato de una gran productora al empezar su carrera, cuando le ofreció 60.000 euros por dos años.
El verdadero valor del rapero para los chavales con los que conecta es que utiliza unas letras sencillas en las que muestra cómo es su vida en el barrio de La Florida, en Hospitalet de Llobregat, a través de vídeos grabados en menos de una hora, según él mismo confesó
El verdadero valor del rapero para los chavales con los que conecta es que utiliza unas letras sencillas en las que muestra cómo es su vida en el barrio de La Florida, en Hospitalet de Llobregat, a través de vídeos grabados en menos de una hora, según él mismo confesó. Millones de visitas han colocado al rapero entre los líderes musicales del momento sin que haya grabado siquiera un CD. Es una nueva forma de hacer música que está barriendo en el mundo y que pone en peligro el trabajo de unas productoras que ya empiezan a buscar fórmulas imaginativas para reinventarse ante el avance de unos artistas que son autosuficientes y no necesitan grandes campañas ideadas por profesionales ni equipos cuantiosos de especialistas para posicionar su música entre las más oídas del firmamento artístico español o mundial.
Al margen de su valía como artista, que no me atrevo a calificar más allá de reconocer unos mensajes que enlazan con la soledad, la amistad y la forma de vida de los jóvenes y adolescentes de la actualidad, me parece realmente interesante el hecho de que Morad sea hijo de una mujer marroquí que se vio obligada a salir de su país para buscar un futuro mejor en España
Al margen de su valía como artista, que no me atrevo a calificar más allá de reconocer unos mensajes que enlazan con la soledad, la amistad y la forma de vida de los jóvenes y adolescentes de la actualidad, me parece realmente interesante el hecho de que Morad sea hijo de una mujer marroquí que se vio obligada a salir de su país para buscar un futuro mejor en España. Vivió de okupa, reunió dinero a costa de mucho esfuerzo y trabajos mal pagados, hasta que su hijo pudo ofrecerle lo que antes solo había soñado. Representa todo lo que la ultraderecha española detesta y lo que se ha condensado desde las instituciones con una palabra tan poco atractiva como MENA (menores extranjeros no acompañados). Ha sufrido el racismo de forma tan constante desde que nació que se identifica como marroquí y no como español a pesar de haber nacido en Barcelona. Levanta la bandera del país vecino en sus conciertos con orgullo y eso le sirve de conexión con todos los inmigrantes y sus hijos, esos que nunca han sentido una aceptación completa en el estado al que se tuvieron que marchar porque en el suyo el futuro se mezclaba con el hambre, la sangre o la falta de una sanidad adecuada.
Más allá de su música, este chaval que asegura estar enamorado de su madre, que tiene amigos del barrio que han pasado por la cárcel y que se formó en un centro de menores buena parte de su adolescencia, excepto durante los periodos en que conseguía escaparse para reunirse con su familia, es consciente de que, en barrios como el suyo, cualquiera que se encuentre en el lugar equivocado y a la hora errónea puede acabar en una celda aunque sea inocente.
Y es que si una formación política de ultraderecha alcanzara el poder en España, no sería posible que se repitiera el modelo de este artista, porque sus principales portavoces se han encargado de reiterar hasta la saciedad que los inmigrantes traen la delincuencia y se quedan con todas las ayudas del Estado
En medio de una escalada de la ultraderecha española, provocada por culpa de una clase política que no ha sabido seducir a los nuevos electores con su discurso plano y carente de soluciones sociales para ellos y de una formación académica en la que no se les detallan los crímenes y las consecuencias de la falta de libertad provocadas por el dictador Francisco Franco que han abocado a una parte de esa juventud a sopesar la idea de que la única alternativa posible es una ruptura con la democracia o con los valores que de ella se derivan, es esperanzador encontrarse con chicos como Morad, que se transforman en referentes y en ídolos de masas. Y es que si una formación política de ultraderecha alcanzara el poder en España, no sería posible que se repitiera el modelo de este artista, porque sus principales portavoces se han encargado de reiterar hasta la saciedad que los inmigrantes traen la delincuencia y se quedan con todas las ayudas del Estado con el fin de que la mentira, a fuerza de ser repetida, cale en nuestra mente.
Es incompatible admirar a Morad y votar a la ultraderecha, de manera que a mí me hace sentir que este cantante merece la pena
Es incompatible admirar a Morad y votar a la ultraderecha, de manera que a mí me hace sentir que este cantante merece la pena, que su forma de apoyar a los vecinos de su barrio, de empatizar con los jóvenes sumidos en un futuro incierto, de aceptar a todas las razas puede suponer un mensaje de unidad que impregne la esencia de los adolescentes con mucha mayor fuerza y vigor que cualquier discurso concienzudamente estudiado por sesudos investigadores para abrirles la mente y convencerles de la importancia de tolerar y respetar a todo ser humano, al margen de sus diferencias físicas, de género, ideológicas, psicológicas o sexuales.
En tiempos de pandemias que finalizan, de guerras que comienzan, de enfrentamientos tecnológicos y de crispación creciente, es de agradecer que surjan artistas con un mensaje de apoyo a esa parte de españoles marcados por la inmigración, la marginación, el racismo o el clasismo.