Mal, muy mal tiene que estar viéndolo el Gobierno para lanzarse a por el voto de las feministas. Pero, dar cumplimiento a la Ley no debe considerarse una concesión al movimiento feminista sino la obligación de todo gobernante de asegurarse que las normas contenidas en ella se acatan. Hacer su trabajo no es motivo para aplaudir con las dos manos abiertas como si hubiera regalado algo graciosamente a las mujeres.

Quienes llevan muchos años luchando contra esta horrenda práctica se mostraron muy escépticas. Todo lo que no sea eliminar, de un plumazo, la instrucción del 2010 suena a cantos de sirena

Por los grupos de whatsapp empezó a correr hace una semana la noticia de que el Gobierno pretendía cambiar la normativa sobre la gestación subrogada o vientres de alquiler. Incluso, algún medio de comunicación se atrevía a publicar que se estaba trabajando en una nueva norma para prohibir que los bebés puedan inscribirse en los consulados españoles en el extranjero. Sin embargo, quienes llevan muchos años luchando contra esta horrenda práctica se mostraron muy escépticas. Todo lo que no sea eliminar, de un plumazo, la instrucción del 2010 suena a cantos de sirena.

Muy pocos días antes se lanzaba la primera noticia relacionada con los vientres de alquiler en España. Al parecer, el Instituto de las Mujeres ha realizado un informe que abre la puerta a diversas acciones legales contra agencias y bufetes jurídicos que ejercen de intermediarios en procesos de gestación subrogada en el extranjero. Sin embargo y de momento, nadie ha hablado de revocar la polémica instrucción sino de sancionar a las agencias intermediarias que facilitan la compra de bebés por la publicidad realizada en España. Es decir, se ha plasmado en un informe una realidad -que las agencias realizan publicidad sin ocultarse (sólo hace falta una búsqueda rápida en internet)- y una deficiencia -que hasta el momento lo habían hecho sin ninguna dificultad y que, resulta, que este tipo de anuncios están prohibidos por ley.

Sólo las feministas han estado alertando de que la publicidad de estas agencias se realizaba con todo el descaro, que las redes sociales están inundadas de anuncios en los que, incluso, se ofrecen mujeres en situaciones económicas muy delicadas para alquilar sus vientres y de que se celebran congresos en los que la gestación subrogada forma parte del programa

Para quien desee cerciorarse no tiene más que leer el Artículo 33 del Capítulo III del Titulo III  de la Ley Orgánica 1/2023, de 28 de febrero, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo donde deja bien claro que las administraciones públicas “instarán la acción judicial dirigida a la declaración de ilicitud de la publicidad que promueva las prácticas comerciales para la gestación por sustitución y a su cese”.

Sólo las feministas han estado alertando de que la publicidad de estas agencias se realizaba con todo el descaro, que las redes sociales están inundadas de anuncios en los que, incluso, se ofrecen mujeres en situaciones económicas muy delicadas para alquilar sus vientres y de que se celebran congresos en los que la gestación subrogada forma parte del programa. También han denunciado constantemente el asalto de las universidades por parte de las clínicas de fertilidad para empujar a las estudiantes a vender sus óvulos y tampoco se ha hecho nada. No esperarán que ahora, si realmente mueven un dedo para empezar a poner coto a la publicidad, les hagamos la ola.

No existe el derecho a ser padre o madre sino un deseo. Y, los deseos unas veces se cumplen y otras no

Tres cuestiones hay que tener muy claras cuando se habla de gestación subrogada. La primera, en España está perfectamente regulada a pesar de que quienes se posicionan a favor de esta práctica insisten constantemente en que debe debatirse. No hay debate posible, los vientres de alquiler en España están prohibidos por Ley. La segunda es que no se trata de una técnica de reproducción asistida como la denominan sus defensores. El anexo de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida recoge, en su apartado A, los tres supuestos contemplados como tales -inseminación artificial, fecundación in vitro y transferencia intratubárica de gametos- y no la gestación subrogada. En tercer y último lugar, no existe el derecho a ser padre o madre sino un deseo. Y, los deseos unas veces se cumplen y otras no.

...un ‘papelito’ que sólo hay que romper para que deje de tener efecto ya que se trata, únicamente, de una disposición administrativa que no necesita ningún trámite parlamentario para ser revocada

Se aplaudirá al Gobierno cuando se derogue la instrucción de 5 de octubre de 2010, de la Dirección General de los Registros y del Notariado, sobre el régimen registral de la filiación de los nacidos mediante gestación por sustitución, un ‘papelito’ que sólo hay que romper para que deje de tener efecto ya que se trata, únicamente, de una disposición administrativa que no necesita ningún trámite parlamentario para ser revocada.

Si así lo considerase el Gobierno, la justificación para terminar con esta práctica se la ha servido en bandeja el Tribunal Supremo que, en distintas sentencias desde 2014, ha estado condenando esta práctica por  “vulnerar la dignidad de la mujer gestante y de la criatura nacida, mercantilizar la gestación y la filiación, permitir a intermediarios realizar negocio posibilitando la explotación del estado de necesidad en que se encuentran mujeres jóvenes en situación de pobreza, y ser contraria al orden público español, integrado por los principios constitucionales y los derechos fundamentales, entre los que se encuentran los derechos a la integridad física y moral de la mujer gestante y del menor, y el respeto a su dignidad”.