'Calle Rector José Vida Soria'
Desde el viernes pasado, Granada tiene una calle con el nombre de José Vida Soria en la que se ha querido resaltar la característica de ‘Rector’. En este caso lo de ‘Excelentísimo Rector Magnífico’, no es sólo un tratamiento protocolario que acompaña a todos los que ocupan este puesto, sino que es el reconocimiento a los méritos contraídos durante una etapa, entre los años 1984 y 1989, muy importante para esta institución ya, casi, con 500 años de historia.
Vida Soria había tenido, antes de su llegada al Rectorado de la Universidad de Granada, un papel protagonista y muy influyente en la transición democrática
Vida Soria había tenido, antes de su llegada al Rectorado de la Universidad de Granada, un papel protagonista y muy influyente en la transición democrática. Fue el senador más votado por nuestra provincia en las primeras elecciones generales democráticas en 1977, que luego fueron constituyentes sin estar previsto en el guion. Formó parte entonces de la Comisión Constitucional Mixta Congreso-Senado en la que se fraguó finalmente el Pacto para aprobar nuestra Carta Magna, aún vigente, con sus 169 artículos, aunque algunos sólo les interesan un par de ellos. En esa época, a favor del Sí en el referéndum constitucional que incluía el voto a los 18 años (que yo todavía no tenía), me acerqué a las Juventudes Socialistas.
...por aquél entonces ya hice mi primera campaña en su apoyo, aunque no lo conocía y no había llegado a tener un trato directo con él, salvo pegar carteles, por entonces, una actividad nocturna de riesgo por los ataques de los ‘nostálgicos del régimen franquista’
En el año 1979 Vida Soria encabezó la candidatura socialista granadina al Congreso de los Diputados, que ganó las elecciones en nuestra provincia, superando por unos pocos miles de votos a la Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez; por aquél entonces ya hice mi primera campaña en su apoyo, aunque no lo conocía y no había llegado a tener un trato directo con él, salvo pegar carteles, por entonces, una actividad nocturna de riesgo por los ataques de los ‘nostálgicos del régimen franquista’.
Años más tarde, cuando trabé amistad con él, hacía chistes sobre esa ‘cabecera’ de cartel, en el doble sentido, que encajaba con estoicismo. En otra ocasión, años más tarde, también nos reímos cuando le pregunté si había sido él quién había elegido el lugar de la boda (la Virgen de la Cabeza de Motril) de uno de sus discípulos y amigo común. El riesgo era que él las devolvía con creces con su aguzado ingenio y al final siempre salía yo perdiendo en la pugna dialéctica.
En las reuniones (y en los apartados) se comportó siempre como un ‘gran maestro’, dada mi juventud y bisoñez en ese ambiente ‘académico’, y además como un padre, animándome a estudiar y a formarme antes que a dedicarme a la política ‘profesionalmente’. Y lo agradecí mucho
Fue asociado al proceso de las primeras elecciones democráticas en la Universidad cuando estreché mi relación personal con Pepe Vida que, con altibajos, se prolongó hasta su muerte. Yo estudiaba Biología y la candidatura que apoyaba a Vida Soria como rector tenía su principal oponente en la Facultad de Ciencias; un grupo de compañeros formamos una asociación de estudiantes progresistas para presentarnos a las elecciones al Claustro que elegiría al Rector y redactaría los Estatutos de la UGR. Pepe Vida me invitó a sumarme a su equipo y me trató desde ese momento, entre todos los profesores y personal de administración y servicios, como uno más. En las reuniones (y en los apartados) se comportó siempre como un ‘gran maestro’, dada mi juventud y bisoñez en ese ambiente ‘académico’, y además como un padre, animándome a estudiar y a formarme antes que a dedicarme a la política ‘profesionalmente’. Y lo agradecí mucho.
Nuestras demandas electorales como alumnos convergieron con los de otras facultades como Derecho y ‘Letras’, y quedaron incorporadas a su programa de gobierno y de allí surgió el secretariado de estudiantes y otras muchas experiencias pioneras que impulsó en la Universidad y que luego han ido desarrollándose por otros equipos rectorales hasta colocar a la UGR en la posición de excelencia que año tras año renueva en los rankings de universidades mundiales. La importancia de ‘crecer a hombros de gigantes’ que yo escuché por primera vez de su boca.
De aquella campaña electoral sui generis lo que más recuerdo, y de lo que más aprendí de su parte, fue a cómo gestionar las escasas horas entre la primera y la segunda vuelta de las votaciones, tanto en los aspectos organizativos, contra reloj, como en los estratégicos. Una máster class que se dice ahora.
Más adelante, a menudo bromeaba con él recordándole que su triunfo como rector, por un estrechísimo margen de votos en la segunda vuelta, me lo debía a mí y a un amigo mío que convencí la noche anterior a las votaciones para que diera la vuelta a su voto
Más adelante, a menudo bromeaba con él recordándole que su triunfo como rector, por un estrechísimo margen de votos en la segunda vuelta, me lo debía a mí y a un amigo mío que convencí la noche anterior a las votaciones para que diera la vuelta a su voto.
Mi relación con Pepe Vida siguió siempre siendo principalmente de ‘alumno’. Me encantaba verlo desenvolverse con una gran soltura manejando reuniones complicadas y sobre todo admiraba como era capaz de ‘traer a colación’ (de esta misma expresión me enseñó él su origen jurídico) una cita de algún filósofo clásico o de un pensador del que yo no tenía la más remota idea, ¡y entonces no teníamos el móvil a mano para consultas!
Ya que había ayudado a hacer más grande nuestra Universidad, a él le hubiera gustado hacer, desde el ayuntamiento de Granada, una gran ciudad universitaria. Pero esa ‘batalla’ esta vez no la ganamos
En mi memoria guardo el recuerdo de conversaciones largas, poco frecuentes en él que era un tío muy resolutivo, muy pragmático y que llegaba siempre con los objetivos claros y no le gustaba divagar; algunas quedan entre nosotros, especialmente las que tuvimos, a solas o acompañados por reducidos grupos de compañeros y compañeras socialistas, (uso esta distinción a sabiendas de que a él no le gustaba hacerla), imaginando la ciudad que queríamos, en el doble sentido porque la queríamos y la que queríamos construir. A él le quedó pendiente esa tarea que hubiera completado su fecunda trayectoria vital como jurista, profesor, rector, miembro del Consejo de Estado… Ya que había ayudado a hacer más grande nuestra Universidad, a él le hubiera gustado hacer, desde el ayuntamiento de Granada, una gran ciudad universitaria. Pero esa ‘batalla’ esta vez no la ganamos.
Y estamos avanzando mucho en ese sentido con el rumbo que ha tomado Granada que, después de muchos años, tiene un proyecto de ciudad definido y ambicioso que yo espero no se interrumpa el año próximo en el que hay elecciones tanto en la UGR como en el ayuntamiento y no caigamos como Penélope en ciclos de tejer y destejer
En todo caso, en esa línea están ahora el actual equipo de gobierno municipal y el de la Universidad de Granada, las dos instituciones que han confluido en ponerle su nombre a una calle de la ciudad. Y estamos avanzando mucho en ese sentido con el rumbo que ha tomado Granada que, después de muchos años, tiene un proyecto de ciudad definido y ambicioso que yo espero no se interrumpa el año próximo en el que hay elecciones tanto en la UGR como en el ayuntamiento y no caigamos como Penélope en ciclos de tejer y destejer.
Decía su hijo en el acto público de colocación de la placa, que a Pepe Vida no le hubiera gustado que dar su nombre a una calle se considerara como ‘distinción’, porque su padre decía que distinguir era como “separar, alejar del resto”. Considerémoslo entonces mejor como un homenaje y sobre todo reconocimiento, que sirva para conocer y para reconocer su figura personal, política y universitaria, para que los que recorran esta calle sepan de su obra, de su historia y de su legado.
Conociendo a Pepe Vida seguro que esta coincidencia hubiera merecido alguna sentencia breve y contundente de las que él gustaba
Curiosamente la calle escogida, situada junto al Complejo Administrativo Los Mondragones, que pasó de uso militar a civil, está a unos cuantos pasos literalmente del edificio destinado por el Ayuntamiento de Granada para albergar la sede la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial en el que nuestra Universidad tiene un protagonismo muy importante. Conociendo a Pepe Vida seguro que esta coincidencia hubiera merecido alguna sentencia breve y contundente de las que él gustaba. En el otro extremo de la calle Rector Vida Soria, ahora despejado, pronto habrá mucha ‘vida’ pues constituye uno de los lugares de desarrollo urbanístico inminentes en los que habrá un Parque Arqueológico, circunstancia también con la que familiares y amigos hicimos algún chiste malafollá en su memoria.