'¡Basta ya, ni pollas!'
Soy andaluz, muy andaluz, y granadino, muy granadino, y nunca esta condición me ha sido contradictoria ni contrapuesta, sino que he sentido que una y otra forman parte de la misma identidad, ni al lado, ni encima, la una de la otra. Eso no significa que no entienda que se puede ser andaluz de otras formas en las que una de las dos pulsiones pese más que la otra, incluso que pueda haber quien se sienta andaluz y no granadino (de estos conozco poquísimos) y granadino sin ser andaluz (de estos sí conozco unos cuantos que respeto aunque me declararan 'granaíno' non grato cuando escribí en estas mismas páginas “Del España nos roba al Sevilla nos manga”, que, creo, honestamente, que no entendieron bien, o quizás deba decir que no me expliqué acertadamente, porque nada más lejos de mi objetivo que lanzarles una puya.
Hoy quiero apelar a todos los granadinos, se sientan como se sientan respecto al ser andaluz, porque nos está ocurriendo en los últimos años como a la rana metida en el agua que se le va calentando y se acomodan a la temperatura progresivamente hasta que llega el momento en el que ya están hirviendo y no pueden reaccionar y salir de la olla
Hoy quiero apelar a todos los granadinos, se sientan como se sientan respecto al ser andaluz, porque nos está ocurriendo en los últimos años como a la rana metida en el agua que se le va calentando y se acomodan a la temperatura progresivamente hasta que llega el momento en el que ya están hirviendo y no pueden reaccionar y salir de la olla.
A Granada la están vaciando. Desde el gobierno andaluz se está progresivamente en un proceso de desmantelamiento de instituciones (grave) y de pérdida de protagonismo (más grave si cabe aún) que la están convirtiendo, aún más, en una sucursal delegada carente de peso político y de capacidad de decisión. Se comenta en los corrillos, en las tertulias, parece que todo el mundo es consciente, pero la realidad es que Granada, o al menos la Granada oficial, se queda impávida e impasible ante el atropello constante. Hay demasiado silencio y bajadas de cabeza quizás con el regomeyo de que nos consideren la tierra del chavico.
Mientras que la Junta y la alcaldesa la ponen de baluarte para defender la sede de la Agencia Estatal de Salud Pública en nuestra ciudad, desde hace tiempo, desde que se creó el Instituto Andaluz de Salud Pública con sede en Sevilla, está sometida a una pérdida de relevancia
Así está ocurriendo con el tema de la Escuela Andaluza de Salud Pública, un referente nacional e internacional en la materia desde su creación. Mientras que la Junta y la alcaldesa la ponen de baluarte para defender la sede de la Agencia Estatal de Salud Pública en nuestra ciudad, desde hace tiempo, desde que se creó el Instituto Andaluz de Salud Pública con sede en Sevilla, está sometida a una pérdida de relevancia. De este proceso larvado y opaco del que nos vamos enterando por los que nos cuentan desde dentro los propios trabajadores, forma parte la externalización de la gerencia de la Escuela y la desviación hacia el nuevo Instituto Andaluz de programas y proyectos que capitaneaba nuestra Escuela.
Pensando mal diría que la candidatura es una excusa más para confrontar con el gobierno de España que una apuesta seria
Pensando mal diría que la candidatura es una excusa más para confrontar con el gobierno de España que una apuesta seria. En este mismo medio podemos leer un extraordinario análisis que denuncia que, siete años después de la desfusión hospitalaria tenemos un hospital incompleto y la sanidad pública bajo mínimos en nuestra provincia ¿Y qué hace la Granada oficial, la que reclamaba dos hospitales completos, la que otrora hubiera graznado contra Sevilla, contra el gobierno andaluz? Ponerle el nombre de una plaza a Candel, “por los servicios prestados”, (no creo que fuera por su ejemplo de comportamiento cívico, educado, respetuoso y democrático, tengo bien grabadas las imágenes de sus videos y todavía resuenan en mis oídos los insultos proferidos, las soeces vomitadas y los exabruptos). Justifican (como pueden), callan o se resignan.
La última del desmantelamiento que denuncio, que nos hayamos enterado, atañe a lo que ha sido un orgullo de toda Granada: el Parque de las Ciencias. Un proyecto que nació aquí y que se convirtió, por méritos propios, en un proyecto andaluz singular, calificado como la catedral de la divulgación de la ciencia del Sur de Europa (sin exagerar que diría aquel)
No es un caso único, lo mismo está ocurriendo, por ejemplo, con CETURSA cuya toma de decisiones económicas, contables y presupuestarias, fue trasladada a hurtadillas a Sevilla, a la Dirección General de Movilidad y Transporte (sic), háganse la pregunta como yo, ¿qué tiene que ver con la gestión de la estación de esquí? ¿Y qué hacen los granadinistas de pro que no hace mucho se quejaban de que si la Sierra tuviera ruedas (o la Alhambra) se las iban a llevar a Triana? Silbar, o cambiar de tema. O la AESIA como comodín del público.
La última del desmantelamiento que denuncio, que nos hayamos enterado, atañe a lo que ha sido un orgullo de toda Granada: el Parque de las Ciencias. Un proyecto que nació aquí y que se convirtió, por méritos propios, en un proyecto andaluz singular, calificado como la catedral de la divulgación de la ciencia del Sur de Europa (sin exagerar que diría aquel). Esta misma semana se ha dado un puntillazo más, puede que este sea el definitivo, aunque sus efectos sean “en diferido”. Me ha llegado por las redes una alerta ante la creación del Instituto Andaluz de Divulgación Educativa (¡vaya, otra vez el truco del almendruco como con la Escuela de Salud Pública!). ¿Y dónde va a estar la sede, aquí en nuestro (granadino y andaluz) Parque de las Ciencias? Pues no, se lo llevan para Málaga donde hay un pequeño centro para la divulgación científica que se llama PRINCIPIA que, actualmente, está cerrado. Parece razonable que la Junta de Andalucía lo apoye para que pueda reabrir sus puertas. Pero de ahí a convertirlo en el Instituto Andaluz, una institución que tendrá las mismas competencias y funciones que el Parque de las Ciencias, en un lugar donde no hay nada…
Los granadinos dimos un abrazo al Parque de las Ciencias cariñoso, pero luego desde Sevilla le han dado el abrazo del oso. Esta vez se han pasado 27 pueblos y me temo que lo hacen porque no hay nadie que se levante, que proteste, que reclame o que tenga el suficiente coraje político para poner Granada por encima de otros intereses
Los granadinos dimos un abrazo al Parque de las Ciencias cariñoso, pero luego desde Sevilla le han dado el abrazo del oso. Esta vez se han pasado 27 pueblos y me temo que lo hacen porque no hay nadie que se levante, que proteste, que reclame o que tenga el suficiente coraje político para poner Granada por encima de otros intereses. No hay nadie que se ponga en huelga de hambre, que haga camisetas con “Andalucía somos todos” o que hubiera repartido octavillas para informar a los miles de visitantes que aprovechaban el Día de Puertas Abiertas que coincide con Día de Andalucía.
En el mensaje de alerta que recibí de alguien que conoce bien la Consejería de Educación responsable, el Parque de las Ciencias y Granada, me adjuntaba el borrador del decreto y la memoria económica en la que por lo pronto se anuncian dos puestos de alta dirección (dos dedazos más) y la convocatoria de cuatro plazas de técnicos y dos ordenanzas. En total casi 700.000 euros incluidos los gastos de funcionamiento. En torno al 40% de lo que aporta la Junta al Consorcio del Parque de las Ciencias en la actualidad para el pequeño centro actual de la ciudad malagueña.
En total casi 700.000 euros incluidos los gastos de funcionamiento. En torno al 40% de lo que aporta la Junta al Consorcio del Parque de las Ciencias en la actualidad para el pequeño centro actual de la ciudad malagueña
Ello podría ser el principio del fin, tal y como lo hemos conocido y lo hemos visto crecer con orgullo, del Parque de las Ciencias, que desde hace unos años ya está en declive, coincidiendo con el momento en que el gobierno de Moreno Bonilla centralizó su gestión en Sevilla. ¿Recuerdan alguna exposición importante en los últimos años, alguna acción que no sea vivir de las rentas, de la inercia? La gestión de los últimos años en lo económico también ha sido deficiente, con muchos puntos oscuros en las cuentas, continuos conflictos con los trabajadores; La Junta que lleva años con su aportación al Consorcio congelada, colocó al frente de la gestión a una persona sin vinculación anterior con el Parque ni con Granada, (no había nadie de aquí capacitado como ha ocurrido en la dirección del Patronato de la Alhambra, también con la complicidad del silencio de los prohombres granadinos); un director llegado ya en la recta final de su trayectoria profesional, (lo que suele decir él mismo “para jubilarse”), el perfil ideal para dejar que ocurran estos ataques, estos menosprecios sin reaccionar y sin rechistar.
Esta misma semana hemos conocido un nuevo agravio de la Junta a Granada en relación con Sevilla y Málaga con el tema de las aportaciones del gobierno andaluz a las diferentes orquestas. La de Sevilla recibe 3,6 millones, la de Málaga 2,8 y la de Granada 1,8. ¿Saben la justificación? Es imposible, no la hay
Me duele mucho ser pesimista y me duele mucho el Parque de las Ciencias, con el que he colaborado incluso desde antes de que se convirtiera en proyecto, y en cuya inauguración estuve como concejal de Educación y Obras Públicas, y que siempre he defendido, respaldado y apoyado. Pero me temo que, salvo una reacción contundente de la sociedad granadina, desde abajo, (no creo que ni los grandes medios de comunicación ni las instituciones estén dispuestos ni disponibles para encabezar su defensa), empieza a ser el principio del fin del Parque de las Ciencias.
Espero que la Asociación de Amigos del Parque se ponga en cabeza y despierte una reacción ciudadana que es lo único que puede parar esta cuesta abajo, sin frenos.
Echaré un poco más de sal en la herida. A ver si les escuece a los directores de medios de comunicación, o a todos aquellos plumillas y tertulian@s que saltaban como resortes a la mínima consideración de que Granada estaba relegada y que los dirigentes políticos no tenían influencia en Sevilla. Supongo que ante esta afrenta a GRANADA todos ellos ahora reclamarán de la alcaldesa y del presidente de la Diputación que se pongan al frente de las reivindicaciones. Aquí tienen una más. Esta misma semana hemos conocido un nuevo agravio de la Junta a Granada en relación con Sevilla y Málaga con el tema de las aportaciones del gobierno andaluz a las diferentes orquestas. La de Sevilla recibe 3,6 millones, la de Málaga 2,8 y la de Granada 1,8. ¿Saben la justificación? Es imposible, no la hay.
¡Hala, a la calle!