Andalucismo: refundación, modernización y apertura
Los malos resultados electorales obtenidos por el PA en las últimas convocatorias electorales, salvo honrosas excepciones, nos obligan a hacer una reflexión profunda y buscar las causas últimas por las que los andaluces nos han dado la espalda. No es tarea fácil, pues serán muchas contribuciones alícuotas, muchos errores y, sobre todo, una debilidad estructural endémica incapaz de reponer cada jirón de imagen que, ya por ataque del adversario, ya por lucha interna, nos dejábamos en cada recodo del camino. Pero también sería muy injusto no reconocer que en estos 50 años el PA ha sido determinante en la conquista del autogobierno o en la consecución de otros logros políticos que, eso sí, en la mayor parte de las ocasiones, han ejecutado o vendido otros. En cualquier caso, las siglas parecen incapaces de recuperar el relativo esplendor pasado y caen a plomo elección tras elección. Por eso, los andalucistas nos reunimos en Antequera el pasado día 30 para hablar de refundación del andalucismo.
Refundación, modernización y apertura. Entramos por tanto en una fase de reflexión colectiva que nos debe llevar a reorientar el proyecto, abrirlo a la sociedad andaluza de forma clara y ampliar el espectro de ciudadanos que puedan apoyar un movimiento político absolutamente imprescindible para nuestra tierra. No será una tarea fácil, pues se precisa mucha fe, generosidad y altura de miras, pero si no damos el salto, si no dejamos atrás de forma meridianamente clara el pasado con todas sus mochilas, aceptando incluso el grado de injusticia que ello puede implicar, si no hacemos eso, cualquier nueva fórmula nacerá estigmatizada, impidiendo así la buscada conexión con los andaluces.
El nuevo proyecto debe ser abierto, radicalmente democrático y participativo, más urbano, y construido, para ser creíble, de abajo hacia arriba, es decir, debe ser impulsado por la gente, por la sociedad civil. Desde Granada apostamos por ello, así lo hicimos patente antes de la ha histórica convención de Antequera y en esa línea trabajaremos, porque hay algo que seguimos teniendo muy claro: Andalucía necesita un movimiento político propio que la ayude a abandonar la última posición en todos los indicadores económicos y sociales.