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'El 8M, elijan su pancarta'

Blog - Punto de fuga - Cristina Prieto - Viernes, 4 de Marzo de 2022
Una pancarta en una manifestación del 8M pasada.
P.V.M.
Una pancarta en una manifestación del 8M pasada.

El próximo 8 de Marzo será diferente. No se confundan de pancarta porque no todas las manifestaciones que recorrerán las ciudades españolas tienen los mismos objetivos. En Granada, tampoco. Desde hace tiempo, el Feminismo denuncia el entrismo practicado por organizaciones ajenas a los intereses de las mujeres para fagocitar un movimiento que, desde hace ya varios años, saca a la calle a miles de féminas para recordar que aún no han conseguido la igualdad aunque, formalmente, en las leyes así se recoja. Este caballo de Troya se ha instalado en las instituciones, muy ‘modernes’, que a ritmo de batucadas y un feminismo ‘disfrutón’ convierten el 8 de Marzo en un fiesta muy ‘cuqui’ a la que llegan con pancartas diseñadas durante ‘quateques feministas’ en los que se celebran ‘ruedas de cuidados’ donde, quizá, se hable de ‘penes femeninos’ o de ‘mujeres sentidas’ mientras la palabra madre desaparece para ser sustituida por ‘cuerpo gestante’ y las desconsoladas viudas pasan a denominarse ‘cónyuge superestite gestante’. A ver si mi madre lo entiende pronto.

Un falso lenguaje inclusivo que tiene como único objetivo la desaparición del sujeto político mujer para abrir las puertas de par en par a quienes quieran sumarse a la representación de los cuerpos equivocados

Tampoco habrá que extrañarse si en las pancartas de las manifestaciones “oficiales” no aparece la palabra mujer. La neolengua nos bombardea desde hace unos años con combinaciones variadas para evitar ofender a quienes no alcanzan la categoría biológica pero imponen sus sentimientos en una suerte de perfomance continua de identidades variadas cuyo listado no tiene fin, obviando lo que la ciencia dice y los millones de años de evolución de la especie humana han constatado. Dos sexos, hombre y mujer. Un falso lenguaje inclusivo que tiene como único objetivo la desaparición del sujeto político mujer para abrir las puertas de par en par a quienes quieran sumarse a la representación de los cuerpos equivocados.

Y, mientas en las calles el 8 de Marzo se convierte en una fiesta olvidando su carácter reivindicativo, las mujeres siguen ganando salarios más bajos, las entrevistas de trabajo continúan centrándose en los deseos de ser madre o los cuidados de menores o mayores dependientes, las responsabilidades familiares no encuentran equilibrio entre las parejas...

Y, mientas en las calles el 8 de Marzo se convierte en una fiesta olvidando su carácter reivindicativo, las mujeres siguen ganando salarios más bajos, las entrevistas de trabajo continúan centrándose en los deseos de ser madre o los cuidados de menores o mayores dependientes, las responsabilidades familiares no encuentran equilibrio entre las parejas, los empleos recuperados tras las sucesivas crisis no presentan los mismos porcentajes entre hombres y mujeres y la precariedad laboral las devora. No muy lejos de nuestras fronteras, la mutilación genital femenina sigue practicándose a las niñas, los matrimonios forzados terminan con la infancia de hijas en familias con escasos recursos, las aulas se vacían de mujeres por políticas que encierran a la mitad de la población en sus casas, metros de tela cubren cuerpos femeninos por imposición del patriarcado y la pobreza obliga a parir bebés para quienes pueden pagarlos. Y, a todas, nos pueden matan. Siempre por nuestro sexo, no hay que olvidarlo.

El feminismo de todo el país ha dicho basta. En Granada también. Quienes llevan siglos de permanente lucha por conseguir la igualdad entre hombres y mujeres no van a dejar que quienes defienden otras propuestas, totalmente contrarias a la agenda feminista, ocupen su espacio

El feminismo de todo el país ha dicho basta. En Granada también. Quienes llevan siglos de permanente lucha por conseguir la igualdad entre hombres y mujeres no van a dejar que quienes defienden otras propuestas, totalmente contrarias a la agenda feminista, ocupen su espacio. Las asambleas y los actos reivindicativos de los últimos años, en los que las feministas han reclamado la recuperación de sus demandas históricas, han sido aprovechados por quienes intentan silenciar sus postulados, a veces con violencia, expulsándolas de las manifestaciones o rajando y pisoteando sus pancartas. Basta consultar las hemerotecas y ver las fotografías y vídeos denunciados ante la Policía, cuyos efectivos se han visto obligados a proteger a las feministas de los ataques de quienes llevan tatuadas en la frente las palabras de moda, inclusión y diversidad, o se presentan como el colectivo más ‘oprimide’ de la historia.

Si la palabra feminismo aparece acompañada de adjetivos como inclusivo o diverso, busquen otra. Si sólo habla de todas, desconfíen

Ante los hechos constatados, desde el Feminismo se observa con esperanza la llegada a las distintas asociaciones de jóvenes que empiezan a ser conscientes de que sus cuerpos sexuados de mujer están en el punto de mira de proxenetas, responsables de páginas porno, explotadores de sus vientres o extractores de sus óvulos mientras observan con estupor cómo, desde las instituciones del feminismo divertido, se elimina la palabra mujer de sus campañas de diseño.

El próximo 8 de Marzo cada quien puede elegir la pancarta detrás de la que se coloca pero es necesario ser consciente de los postulados que se apoyan. “El feminismo es abolicionista” rezarán las que defienden la agenda feminista. Fíjense bien en los lemas. Si bajo el paraguas de la diversidad y la inclusión se cobijan todas las opciones, no es la correcta. Si la palabra feminismo aparece acompañada de adjetivos como inclusivo o diverso, busquen otra. Si sólo habla de todas, desconfíen. Si reclama feminismos (en plural), corran. Y si el atronador ruido de las batucadas retumba en sus oídos, escapen. En la Plaza del Carmen, a las 19.00 encontrarán lo que buscan.

Si no has tenido la oportunidad de leerlos y quieres volver a hacerlo, estos son otros artículos de Cristina Prieto en este blog, 'Punto de Fuga':

 

 

 

Imagen de Cristina Prieto

Madrileña afincada en Andalucía desde 1987, primero en Almería y posteriormente en Granada donde he desarrollado mi carrera profesional como periodista. Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, cursé mi suficiencia investigadora en la Universidad de Granada dentro del programa Estudios de la Mujer y leí mi tesis doctoral en la Universidad de Málaga.