8 de Marzo, Paro Internacional de Mujeres. Mucho que reivindicar
Un 8 de marzo de 1908 las trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York se declararon en huelga para protestar por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo. Como el patrón se negó a atender sus reivindicaciones, se encerraron en la fábrica y murieron 146 trabajadoras en un incendio provocado. El último tejido que fabricaban era de color malva, desde entonces el 8 de marzo y el color morado pasó a ser el día y el símbolo mundial de la reivindicación de la igualdad entre hombres y mujeres.
Han sido muchas las generaciones de mujeres que han luchado por la libertad, nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras hijas. Una libertad que hay que seguir defendiendo cada día porque más de un siglo después la igualdad de derechos, políticos, sociales y laborales sigue sin ser una realidad, y además las amenazas para alcanzar esa igualdad han crecido con la crisis económica.
El paro internacional está inspirado en el 'Día Libre de las Mujeres' celebrado en Islandia en 1975 por la igualdad de género
Este año el próximo 8 de marzo se conmemora con una medida de fuerza: un Paro Internacional de Mujeres convocado en más de 40 países para protestar contra los asesinatos de mujeres y la desigualdad económica. El paro está inspirado en el 24 de octubre de 1975, conocido como "El Día Libre de las Mujeres", ese día el 90 por ciento de las mujeres de Islandia hicieron huelga, no acudieron a la oficina, ni se dedicaron a las labores del hogar ni a cuidar de sus hijos, sino que tomaron las calles de Islandia para manifestarse por la igualdad de género. Cerraron las escuelas, las fábricas y los comercios, muchos padres no pudieron acudir al trabajo o lo hicieron con sus hijos.
Fue un día que cambió la opinión de los islandeses sobre las mujeres e hizo que el país se situara a la vanguardia de la lucha feminista, hoy es considerado el país del mundo donde hay más igualdad entre mujeres y hombres.
Son muchos los nubarrones que se observan en el horizonte. El contexto internacional ha empeorado con nuevos responsables políticos que, lejos de reforzar la democracia y la igualdad, suponen una amenaza muy seria para las mujeres al menospreciar la importancia de las instituciones y los acuerdos Internacionales, vulnerando los Convenios ratificados por sus países frente a todas las formas de discriminación contra las mujeres. La llegada de un presidente misógino a la Casa Blanca, el intento de prohibir el aborto en Polonia, la despenalización de la violencia de género en Rusia, los feminicidios y las violaciones en la casi totalidad de los países del mundo, y especialmente en Latinoamérica. Un parlamento europeo, que tiene entre sus principios básicos la defensa de la igualdad, que debería expulsar al diputado ultra polaco que se atrevió a defender en su sede que las mujeres deben ganar menos porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes.
La “Marcha de las Mujeres” contra Trump fue la expresión de un grito de libertad y dignidad para defender los derechos humanos, la diversidad, la igualdad, la inclusión, los derechos reproductivos y condenar el racismo. Más de seis millones de mujeres salieron a la calle para manifestar su rechazo a las políticas machistas de la nueva Administración norteamericana y de los Gobiernos conservadores europeos.
La idea del convocar un Paro Internacional de Mujeres empezó a gestarse en octubre, cuando las mujeres polacas realizaron una huelga de un día contra una ley que penalizaba el aborto. El mismo mes, varios colectivos latinoamericanos como Ni Una Menos, se organizaron para llevar a cabo un paro de una hora y movilizaciones masivas. Uniendo a las mujeres del mundo ha surgido la iniciativa #NosotrasParamos.
'Por primera vez en 40 años está cayendo la población activa femenina. La pérdida de empleo femenino triplica la pérdida de empleo masculino'
En España la desigualdad económica sigue siendo una realidad cotidiana. Según el Fondo Monetario Internacional, ha crecido un 23 por ciento el número de personas en riesgo de pobreza o de exclusión social. Son fundamentalmente mujeres. Por primera vez en 40 años está cayendo la población activa femenina. La pérdida de empleo femenino triplica la pérdida de empleo masculino. El paro femenino registrado ha aumentado hasta alcanzar el 51,5 por ciento. A 1 de enero de 2017, la pensión media de los hombres era de 1.223,73 euros al mes frente a 770 euros de la pensión media de las mujeres, un 37 por ciento más baja. Junto a la expulsión de las mujeres del mercado laboral, la precarización de sus condiciones laborales y la temporalidad, la brecha salarial ha crecido en los últimos seis años hasta el 23,25 por ciento. En España las mujeres dedican 21 horas semanales más que los hombres al trabajo doméstico. El 82 por ciento de las personas cuidadoras de los niños y niñas de 0 a 3 años son las madres, el 7,5 por ciento las abuelas y solo el 4,8 por ciento los padres.
La violencia machista no cesa, en los dos primeros meses del año han sido 20 las mujeres asesinadas.
Y están siendo muchas las mujeres, las organizaciones e instituciones que el próximo miércoles se van a sumar a este paro internacional, hay varias formas de hacerlo, paro de brazos caídos las que no tengan un empleo o dejando el trabajo de 12 a 12.30.
Este 8 de marzo las mujeres del mundo, más de 3.500 millones, tenemos mucho que reivindicar: queremos el fin de la violencia machista y el asesinato de mujeres, el fin de la brecha salarial y de la precarización del empleo de las mujeres, de la feminización de la pobreza, acabar con la trata de mujeres con fines de explotación sexual, con la violencia y el acoso sexual, queremos defender los derechos sexuales y reproductivos, que se legalice el aborto en todos los estados.
Queremos, en definitiva, un mundo en el que las mujeres vivan libres de violencia, una sociedad paritaria y participativa en la que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde por derecho y por capacidad. Un mundo más justo e igualitario.