Campaña Inagra contenedor marrón.
Agrio pleno de investidura con duras intervenciones de la portavoz del PP y Ciudadanos

El socialista Cuenca abre un nuevo tiempo para atajar la más grave crisis de Granada

Política - J.I.P. - Viernes, 6 de Mayo de 2016
El socialista Francisco Cuenca abrió ayer una nueva etapa para tratar de atajar la mayor crisis institucional y económica que nunca antes vivió Granada desde las primeras Elecciones Municipales de 1979. Cuenca tiene ante sí un reto elevado. Reducir drásticamente una deuda desconocida que, en las previsiones menos pesimistas, alcanza los 300 millones y hacer desaparecer una sombra de corrupción que ha tambaleado los cimientos de un Ayuntamiento, sumido en estos diez meses en el inmovilismo.
El nuevo alcalde, aclamado en el Pario del Ayuntamiento.
Miguel Rodriguez
El nuevo alcalde, aclamado en el Pario del Ayuntamiento.
Además, debe afrontar el desequilibrio entre barrios, una pésima movilidad que ha excluido hasta ahora de la solución al área Metropolitana, la errática gestión cultural, el desmantelamiento de los servicios sociales en la peor crisis económica que ha dejado en el camino a familias enteras sin recursos y asumir un papel protagonista y reivindicativo, por encima de intereses partidistas, que se haga oír para exigir el fin del aislamiento ferroviario y el AVE soterrado.
 
En el delicado reto que asumió, el nuevo alcalde no obvió la fragilidad que le da para una minoría de ocho concejales, frente a una corporación de 27. Por ello, ofreció diálogo y consenso, sin excluir al PP.
 
Todo ello estuvo presente en la primera declaración del nuevo alcalde que toma el mando en el momento más crítico de un Ayuntamiento cuya deuda lo sitúa en grave riesgo de viabilidad y embarrado por presuntas prácticas corruptas de alcance imprevisible que afloraron el pasado 13 de marzo con la Operación Nazarí, que se llevó por delante a José Torres Hurtado, Isabel Nieto y al presidente provincial, por exigencia del ex regidor.
 

Nuevo y viejo talante

En su discurso, el nuevo alcalde socialista se comprometió a gobernar con total “honestidad” y “transparencia”, a ser reivindicativo para que Granada recupere el “peso” que nunca debió perder y a que el Ayuntamiento “recupere el rol de ser la institución que ofrezca soluciones” a los graves problemas de la capital, sin olvidar el “diálogo” para lo que requirió la colaboración de todos los grupos, incluido el PP. "No somos 8 concejales, somos 27", dijo Cuenca.
 
El nuevo Gobierno municipal, que hoy se reúne por primera vez para repartir tareas, encargará como medida prioritaria las auditorías internas en las áreas de Economía, Personal y Urbanismo, como forma de conocer la situación de un precario Ayuntamiento.
 
Sebastián Pérez fue el derrotado en la jornada de ayer, puesto que el PP, tras perder la Diputación y ser desalojado del gobierno municipal, se queda sin apenas poder municipal, con Almuñécar y Loja, como principales bastiones.
 
El cambio de gobierno se materializó en una sesión de investidura el que el equipo saliente del PP se expresó con extrema dureza. En su nombre, la ahora portavoz municipal, Rocío Díaz, sorprendió y dejó a un lado su cara más amable para golpear a Ciudadanos, repetir las excusas que el PP emplea para lamentar sus casos de corrupción –“es generalizada”-, carente de la mínima autocrítica y en lave electoral. Decepcionante.
 
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Luis Salvador, en otra agria intervención, justificó su apoyo al PSOE con un contundente: “No es Ciudadanos quien ha retirado su apoyo al PP, ha sido la Policía y la UDEF”.
 
La portavoz de Vamos Granada, Marta Gutiérrez, en la misma línea que en la sesión de investidura de hace diez meses, con su discurso dirigido a la ciudadanía, con advertencia al PSOE de que estará vigilante.
 
A la altura de las circunstancias, el portavoz de IU, Francisco Puentedura, quien se comprometió a garantizar la estabilidad sin olvidar sus principios y pidió confianza en el nuevo tiempo que se abre.
 
El salón de plenos, reservado para políticos. La ciudadanía que se congregó, partidaria del cambio, como así expresó, lo tuvo que seguir en el Patio del Ayuntamiento. Y estalló cuando bajó Cuenca, saludado con vítores de ¡alcalde!.
 
Desde ayer, ya no es el último alcalde de Granada socialista, José Moratalla, saludado por la concurrencia con el cariño que le brindaron los aplausos.