En una agenda frenética, el gobierno municipal socialista de Granada, que preside como alcalde, Francisco Cuenca, ha cambiado el Ayuntamiento en tan solo dos semanas desde su investidura, marcando distancias con los trece años de gestión popular. Una docena de medidas de fondo y otras estéticas, pero con calado, modifican la visión sobre la institución. Este es el resumen de una gestión en tiempo récord, aunque queda mucho trabajo por delante y con riesgos ciertos.
Miguel Rodríguez
Foto de familia del gobierno de Cuenca con cargos socialistas.
Después del pleno de investidura del pasado día 5 de mayo, dos escoltas y un chófer se pegaron al alcalde que, sorprendido, les dio el día libre. Desde entonces, Cuenca va caminando al Ayuntamiento todas las mañanas, tras dejar a sus hijos en el colegio, y solo se monta en el coche oficial cuando la agenda marca varios actos o son trayectos largos. Cuando fue al Crucero del Hospital Real para reunirse con la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, se subió a la LAC junto a su jefa de prensa y su escolta, al que de momento y por seguridad no puede renunciar.
Este es uno de los ejemplos del nuevo talante del gobierno municipal socialista. Y hay más. En la visita al recinto ferial, la concejala de Derechos Sociales, Jemi Sánchez, descartó el vehículo oficial y mientras los periodistas viajaban en un pequeño microbús, ella subió a su coche particular para dirigirse a Almanjáyar, un barrio por el que no ha dejado de luchar.
En tan solo dos semanas desde su toma de posesión, el gobierno municipal ha marcado distancias. Si hace trece años, las primeras medidas del, entonces, recién llegado a la Alcaldía José Torres Hurtado fue destruir con una excavadora el carril bici del Zaidín, que había instalado el gobierno municipal del socialista José Moratalla y subirse el sueldo y rebajárselo a la oposición, Cuenca
paralizó las exhumaciones masivas decretadas en el cementerio por no pagar el canon y
abrió el Ayuntamiento a la Marea Amarilla, impensable en la era popular.
El nuevo Ayuntamiento también
declaró la guerra a los desahucios y activó la moción aprobada en el pleno del pasado diciembre, a propuesta del PSOE y con el apoyo de toda la oposición, que guardaba en un cajón, como tantas otras mociones.
También se reunió con la delegada del Gobierno andaluz, Sandra García, para
desbloquear una tensa relación durante el mandato popular, que centró sus dianas en la Junta, con la Alhambra como objetivo, relajado solo por la elección de Reynaldo Fernández en sustitución de Mar Villafranca.
La reunión con la Junta abre una nueva era de entendimiento desde la “lealtad” y el “diálogo”, subrayaron tanto Sandra García como Francisco Cuenca. La movilidad, con la entrada en funcionamiento del metro, una de las asignaturas pendientes y la inclusión del área metropolitana como solución, y no problema, del eterno conflicto del tráfico en la capital.
El alcalde se reunión con Laura García Lorca. Ayuntamiento de Granada
Y no se paró el gobierno municipal, desbordado tras distribuir las competencias entre siete concejales y concejalas y anunció que iniciaba los trámites para recuperar la
Casa Ágreda, cuya cesión despertó la movilización en la capital.
Y si en las imágenes de estos años pasados, el alcalde, o su mujer, daban al botón para encender las luces del ferial, salvo muy contadas excepciones, el gobierno socialista
decidió elegir en un sorteo público la persona encargada de inaugurar la Feria del Corpus. El azar hizo que fuera la presidenta de la Asociación Borderline en Granada, Elvira Bueno Carrascosa, la persona encargada de encender la portada del recinto ferial este sábado.
Y si las relaciones de la capital con la Diputación solo se limitaban a la promoción turística, el presidente de la institución provincial, el socialista José Entrena, y el alcalde abrieron caminos para impulsar que aumenten las
conexiones aéreas.
Cuenca y sus dos tenientes de alcalde, frente a los cinco de la etapa del PP. P.V.M.
En su función declarada de reivindicación para que Granada recupere el peso que le corresponde, abrió el Ayuntamiento a la Marea Amarilla, abanderada de la movilización popular que reclama el AVE soterrado y el fin del aislamiento ferroviario, para coordinar posiciones. Esta exigencia unió a todos los grupos, incluido el PP, firmantes junto al regidor de u
na carta dirigida a la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, para pedirle una reunión y poner sobre la mesa la reivindicación de Granada sobre esta infraestructura y las alternativas para que los trenes vuelvan a Granada.
También expresó el gobierno municipal socialista su apoyo para que Granada sea la sede del
macroproyecto científico DONES y en su última decisión disminuyó el número de directores de área.
Y como prometió ya estudia cómo afrontar las auditorías internas en el área de Personal, Economía y Urbanismo, sobre la que se cierne la sombra de la corrupción por el caso Nazarí.
Mucho por hacer y una oposición pendiente
Reunión del alcalde con todos los portavoces de los grupos municipales. Miguel Rodríguez
Pero queda mucho por hacer. Y el gobierno municipal socialista, pese a la apretada agenda de las dos primeras semanas, debe avanzar. Su principal escollo es la precaria situación económica que le aboca a prorrogar presupuestos.
Hasta ahora, las medidas anunciadas apenas suponen coste. Un cambio forjado por la nueva voluntad política con medidas que apenas obligan a inversiones.
Mientras, la oposición se adapta a la nueva situación. Ciudadanos, de momento, satisfecha por el rumbo que toma el Ayuntamiento. IU, mantiene su línea de colaboración pero atenta con medidas diarias para señalar el camino. Vamos Granada sigue son su labor de oposición, tratando de que se le tenga en cuenta.
Y el PP, acomodándose a su nueva labor después de trece años. Ya, en las oficinas que ocupaba el grupo socialista, con una nueva portavoz, Rocío Díaz, que puso proa a Ciudadanos.
Con las heridas aún abiertas tras la sesión de investidura, ni el PP ni Ciudadanos quieren oír hablar de moción de censura. Una opción que al no ser empleada para desbancar a Torres Hurtado al dimitir, sigue vigente. La ley solo admite una por mandato. Una posibilidad, aun alejada pero que planeará cuando más adelante comience a tensarse la cuerda de las reivindicaciones de Ciudadanos y más, después de las Elecciones Generales del 26J en el que se abrirá un nuevo escenario político.