Los primeros procesados por el TOP en Cataluña tienen nombres de jóvenes procedentes, entre otras provincias, de Granada

'Emigrantes granadinos ante el Tribunal de Orden Público (TOP): 1966-1975 (II)'

Política - Alfonso Martínez Foronda - Sábado, 17 de Junio de 2023
Alfonso Martínez Foronda cierra esta extraordinaria serie dedicada a los luchadores antifranquistas en Cataluña, que salieron de municipios de la provincia buscando una oportunidad. Un excepcional trabajo que merece que lo leas.
Un obrero luce pegatinas en un conflicto en la SEAT, en una imagen de CCOO de Catalunya.
Imagen cedida para el artículo por L´Arxiu Històric de CCOO de Catalunya.
Un obrero luce pegatinas en un conflicto en la SEAT, en una imagen de CCOO de Catalunya.
Si no tuviste la oportunidad de leer la primera parte o quieres volver a hacerlo: 'Emigrantes granadinos ante el Tribunal de Orden Público (TOP): 1966-1975 (I)'

El caso de Guadahortuna

No deja de ser significativo que a raíz de las caídas de 1960 y 1961 en Andalucía se produjera una emigración –fundamentalmente a Cataluña- donde algunos de ellos siguieron la lucha desde el PSUC y, posteriormente, en CCOO. Y para ello, hemos tomado el caso del municipio granadino de Guadahortuna –y pueblos limítrofes de los Montes Orientales- donde gran parte de los que se marcharon se afincaron –por el efecto llamada- en Sabadell y allí, con su militancia, reforzaron notablemente a esta organización en esta ciudad. Un caso notable porque, como afirmaba el Secretario General de PSUC, Gregorio López Raimundo, las caídas de 1960 y 1961 en gran parte de Andalucía, fueron la causa de que “centenares y centenares de comunistas viniesen a Cataluña huyendo de aquello. Y que detrás de ellos viniesen centenares, millares más…”. (Doménech, 2011: 89, 90).

Vista panorámica de Guadahortuna, un caso especial por la dimensión del activismo político de los que emigran a Cataluña. Imagen del Patronato Provincial de Turismo.

Habría que preguntarse por qué, pocos años más tarde, los primeros procesos del TOP en Cataluña tienen, mayoritariamente, nombres de jóvenes procedentes de zonas rurales de Andalucía y más de las provincias orientales

Más allá de la dimensión que apunta el dirigente comunista habría que preguntarse por qué, pocos años más tarde, los primeros procesos del TOP en Cataluña tienen, mayoritariamente, nombres de jóvenes procedentes de zonas rurales de Andalucía y más de las provincias orientales, fundamentalmente de Granada, Córdoba y Jaén y por qué, la inmensa mayoría, están relacionados con las Comisiones Obreras en lo sindical y el PSUC en lo partidario. Y la siguiente cuestión es saber qué relación tienen estos jóvenes militantes con aquellos otros que desde mediados de los cincuenta reconstruyeron el PCE en estas provincias donde se produjeron esas caídas de comienzos de los sesenta, es decir, qué nivel de socialización política traían de sus lugares de origen.

Los primeros jóvenes que llegan a Sabadell en los años siguientes a la caída de 1961 y que no habían sido detenidos se organizan inmediatamente en el PSUC al entrar en contacto con quienes ya habían llegado antes y copan, prácticamente, la organización comunista

El caso de los originarios de Guadahortuna y su entorno geográfico más próximo es especial por la dimensión de su activismo político en los lugares de destino y, por consiguiente, el nivel de represión que se derivó de ello. Xavier Doménech, en su trabajo sobre el movimiento obrero bajo el franquismo, viene a plantear que muchos de estos jóvenes que emigran de Guadahortuna a Sabadell –por ese efecto llamada que todavía es común en procesos migratorios-, ya se habían socializado políticamente durante los años cincuenta en sus lugares de origen y eso les permitió, al llegar a la ciudad catalana, participar en la vida partidaria de forma natural, ya que esa militancia “estaba facilitada por las redes de confianza pre política de una comunidad relacional anterior a la propia militancia que permitía una mayor fluidez y una relajación de los controles para entrar en el partido”. Es decir, que los primeros jóvenes que llegan a Sabadell en los años siguientes a la caída de 1961 y que no habían sido detenidos se organizan inmediatamente en el PSUC al entrar en contacto con quienes ya habían llegado antes y copan, prácticamente, la organización comunista. Hasta tal punto eso es así que casi todo el Comité Local del PSUC de Sabadell está formado por militantes procedentes de Guadahortuna.

Francisco Morante Marín, militante de CCOO de Cataluña, procedente de Guadahortuna, en una intervención por el conflicto del metal en Sabadell. Foto cedida por el Arxiu Històric de CCOO de Cataluña.

Doménech afirma que la inmigración de Guadahortuna a Sabadell es paradigmática porque escenifica la “relación entre tradiciones de movilización pasadas y presentes, donde los hilos de la cultura transmitida se mantenían fuertes frente al olvido”, a la vez que pone de relieve que parte de esa inmigración no tiene exclusivamente motivos económicos. Uno de esos jóvenes de Guadahortuna que emigra en 1963 a Sabadell con 21 años, Francisco Morante Marín, mantiene vivos los recuerdos de la represión familiar tras la guerra civil, de la concentración de un centenar o dos de campesinos y jornaleros que hubo en el Ayuntamiento de su pueblo con motivo de la Jornada de Reconciliación Nacional de 1958 y de las reuniones que los jóvenes –aunque no militaran formalmente en el PCE- mantenían desde finales de los cincuenta aprovechando cualquier circunstancia:

“Nosotros teníamos unas amistades, más allá de la propia militancia, o la propia organización… Nosotros éramos allí, lo menos, catorce o quince personas, chavales jóvenes, que nos reuníamos (….) en una casa y allí hablábamos todo lo que nos daba la gana. (…) Pues no hemos ido de noche a sentir la Pirenaica…”. (Entrevista a Francisco Morante Marín, en AHCONC).

Y aunque no militan formalmente en el PCE y aunque, como el mismo Morante reconoce, los que estaban organizados clandestinamente –y que son los que caen en 1961- no eran más de una quincena, sin embargo, su nivel de influencia entre la población iba más allá de esos efectivos:

“[Aunque organizados no había] más de diez, lo que pasa es que eso llegaba a mucha gente, a muchísima gente. Allí la mayoría del pueblo comulgaba con esas ideas. Yo diría que [para] la clase obrera no había otra cosa”.

Él y otros muchos como él no cayeron porque no estaban organizados, pero ya traían la semilla del antifranquismo y la militancia comunista que hizo, como él mismo afirma, que “todos los que nos vinimos de allí, después, hemos seguío militando”

La caída de 1961 en la provincia de Granada supondrá un punto de inflexión para todos ellos y el propio Morante reconoce que la represión devenida y el paro endémico determinaron la decisión de irse a Sabadell poco más tarde. Él y otros muchos como él no cayeron porque no estaban organizados, pero ya traían la semilla del antifranquismo y la militancia comunista que hizo, como él mismo afirma, que “todos los que nos vinimos de allí, después, hemos seguío militando”. (Entrevista a Francisco Morante). Y, efectivamente, muchos de estos jóvenes entrarán tanto en el PSUC como en CCOO y, como consecuencia, algunos de ellos serán detenidos y procesados.

Aunque hemos afirmado que muchos de los detenidos y procesados en la caída de 1961 dejaron la actividad otros la proseguirán bien en la misma provincia o en sus lugares de destino en la emigración como el caso de Antonio Padilla Caballero, detenido el 29 de junio de 1971 cuando repartía una convocatoria de huelga de las Comisiones Obreras de la Construcción de Barcelona. Antonio Padilla había sido condenado a la pena de dos años y un día de prisión en la causa 416 de 1961 del Juzgado Militar Permanente nº 1, impuesta en sentencia de 10 de enero de 1962. En la detención de 1971, fue privado de libertad desde el 29 de junio hasta el 22 de septiembre de ese mismo año y, el 23 de diciembre de ese año fue juzgado por el TOP en rebeldía imponiéndosele la pena de 4 años, 8 meses, 16 días y 18.000 pesetas de multa por los delitos de propaganda ilegal y resistencia a agente de la autoridad. (Sumario 795/71 y Sentencia núm. 324/72).

PADILLA CABALLERO, Antonio. Nacido el 22 de marzo de 1929 en Guadahortuna (Granada), casado, trabajador del campo y con domicilio en la misma población. Conocido como “Belén”. A mediados de los cincuenta ingresó en la cárcel de Granada por motivos no políticos y allí conoció al mítico Ricardo Beneyto Sapena, fusilado en 1956. Es uno de los jóvenes que reorganizan el PCE en los Montes Orientales a mediados los años cincuenta. Será el responsable político de esta comarca y luego secretario de Organización y Finanzas del Comité Comarcal cuando se produce la caída de 1961. En dicho comité también estaban Miguel Castro Ramos* y Antonio Justicia Justicia.* Es uno de los 35 presos de esta caída que saldrá en libertad, por sobreseimiento provisional de la causa, entre el 19 y 20 de octubre, seis meses más tarde  de ingresar en prisión a la espera del juicio por “Actividades Extremistas”. (Véase “Caída del PCE de 1961”). (Foronda, 2012: 69, 71, 72, 102, 109). (Archivo Histórico Nacional, Fondos Contemporáneos, Dirección General de la Policía, Exp. 53102, R.S., 6644/XIV, de 13 de junio de 1961, p. 21)

No es circunstancial que determinados apellidos de Guadahortuna se reiteren en ocasiones, afectando la represión a hermanos o familiares directos. Son las redes familiares que se habían inaugurado en sus lugares de origen donde familias enteras están implicadas en la lucha antifranquista

No es circunstancial que determinados apellidos de Guadahortuna se reiteren en ocasiones, afectando la represión a hermanos o familiares directos. Son las redes familiares que se habían inaugurado en sus lugares de origen donde familias enteras están implicadas en la lucha antifranquista. Esos jóvenes que dieron sus primeros pasos en reuniones informales, que escuchan con naturalidad la Pirenaica y que “hablaban de lo que les daba la gana”, cuando llegan a los lugares de destino comenzarán una militancia formalizada y serán, en muchos casos, dirigentes naturales. En el caso de los Morante, Francisco Morante Marín será el responsable de organización del Comité Local del PSUC de Sabadell, así como dirigente de las CCOO, por lo cual también será despedido y detenido en algunas ocasiones; de la misma forma, su hermano menor, Manuel Morante Marín, que milita en las Juventudes Comunistas, también será detenido en 1968 y condenado por el TOP a dos años y medio de cárcel por asociación ilícita y propaganda ilegal. (Sumario 758/68 y Sentencia número 105/69 de la caída de los dirigentes de las JJCC de Sabadell Manuel Morante Marín, Joaquín Zamora Tejeda, Francisco Aguilar Morcillo y José Bravo Álvarez).

El caso de Granada, en su conjunto, es indicativo en este sentido porque de los 228 procesados por el TOP, sólo 99 lo fueron por su actividad en la provincia

El caso de Granada, en su conjunto, es indicativo en este sentido porque de los 228 procesados por el TOP, sólo 99 lo fueron por su actividad en la provincia, de los que hay que restar una veintena que lo fueron por “Delitos contra el Jefe del Estado” o “Armas y explosivos” y éstos, en la mayoría de los casos, nada tienen que ver con delitos políticos, ya que bajo esas dos categorías hay personas que insultaron al Dictador bajo determinadas circunstancias de intoxicación etílica o bien por sustracción de bienes públicos. Es decir, que esa veintena nada tiene que ver con actividad política propiamente dicha y, por tanto, podríamos decir que sólo 76 personas provienen del activismo político y/o sindical. El resto, es decir, 137 lo son por su actividad fuera del territorio granadino.

Imagen de Alhama de Granada, otro de los municipios con más emigrantes en Cataluña, que fueron muy activos contra el franquismo. Imagen de Turismo España.

Esto mostraría que la mayoría de los activistas que nacieron en la provincia granadina procedían de la emigración que se produce desde mediados de los cincuenta y a lo largo de la década de los sesenta. De ellos, más del 80 por 100 –algo más de un centenar- proceden de los pueblos de la provincia, vivero de la emigración y, dentro de ella, precisamente, proceden de los municipios de los Montes Orientales o de la comarca de Guadix o de Alhama de Granada que, a su vez, eran zonas con una gran implantación del PCE. Nada menos que 27 originarios de los Montes Orientales (Guadahortuna, Pedro Martínez, Píñar, Domingo Pérez, Alicún Ortega, Villanueva de las Torres, Iznalloz, Alamedilla y Campotéjar) pasaron por el TOP, de los que la mitad eran sólo de Guadahortuna, un municipio que sólo tenía unos cuatro mil habitantes.

Vuelve a ser relevante cómo sólo cuatro pueblos granadinos concentran, prácticamente, la mitad de los procesados que provienen de toda la provincia de Granada, lo que sería merecedor de un estudio específico de las causas históricas que derivaron en este fenómeno

Las redes sociales y las complicidades políticas que se tejen entre los que provienen de una misma localidad o provincia dan resultados significativos cuando algunas poblaciones pequeñas aportan un número considerable de procesados, sin tener en cuenta que a los que pasaron por el TOP hay que añadir otros muchos detenidos que no terminaron en ese tribunal especial. Una vez más, vuelve a ser relevante cómo sólo cuatro pueblos granadinos concentran, prácticamente, la mitad de los procesados que provienen de toda la provincia de Granada, lo que sería merecedor de un estudio específico de las causas históricas que derivaron en este fenómeno, aunque algo hemos apuntado en el caso de Guadahortuna.

Procesados por el TOP que provienen de cuatro municipios granadinos

Guadahortuna

Pedro Martínez

Alhama de Granada

Guadix

14

4

7

8

 

José A. Caballero Segovia

José Fernández Jiménez

Ramón Fernández Jiménez

Martiniano García del Corral

Juan Justicia Robles

Andrés Martínez Ojeda

José Moraleda Martínez

Manuel Morante Marín

Emilio Morante Soler

Antonio Padilla Caballero

Antonio Ruiz López

Andrés Ruiz Millán

José Ruiz Rodríguez

Juan Vera Gómez

 

Antonio Martínez Delgado

Manuel Martínez Rodríguez

Francisco Quesada Gallardo

Manuel Valle Moreno

 

Esteban Gil Grova

Eduardo Martín Correa

Ana Navas Ríos

Miguel Padial Martín

José Parodi Muñoz

Antonio Pérez de la Rica

Juan Zapata Pérez, que llegó a tener cuatro procesos en el TOP (Sentencias 92/65; 29/68; 135/68 y 86/69). Sumario 10/67 y Sentencia Núm. 96 de 9 de mayo de 1968).

 

 

Antonio Aparicio Cruz

Antonio Caballero Paredes

Antonio Molina Cabrerizo

Torcuato Molina Varón

Torcuato Pérez García

Manuel A. Pérez Vera

Eduardo Reyes Contreras

José Rodríguez Pajares

 

Fuente: TOPDAT y elaboración propia.

Hemos seleccionado algunos pueblos significativos por el número de emigrantes granadinos que fueron al TOP, aunque otros, como Fonelas, con tres procesados, es también significativo teniendo en cuenta el número de habitantes. En este caso de Fonelas, algún militante como Juan Sánchez Porcel, llegó a tener hasta cuatro procesos en el TOP (ver Sentencias nº 135/68; 86/69; 231/69 y 296/70).

Cartel de CCOO de Catalunya. Cedida para el artículo por L´Arxiu Històric de CCOO de Catalunya.

Los dos sectores más significativos donde se concentra la emigración andaluza serán la construcción y el metal y, desde allí, muchos jóvenes iniciarán la protesta desde su militancia en las Comisiones Obreras, fruto de las cuales comenzarán las primeras detenciones y procesamientos en el TOP ya desde finales de 1966

Así, los conflictos laborales o las fechas significativas para el movimiento obrero se verán salpicados de detenciones y procesamientos donde, en muchos casos, hay presencia de originarios de Andalucía. En ese sentido, los dos sectores más significativos donde se concentra la emigración andaluza serán la construcción y el metal y, desde allí, muchos jóvenes iniciarán la protesta desde su militancia en las Comisiones Obreras, fruto de las cuales comenzarán las primeras detenciones y procesamientos en el TOP ya desde finales de 1966, coincidiendo con la represión que se cierne sobre aquéllas, sobre todo, a raíz del triunfo de las candidaturas de CCOO en las principales zonas industrializadas del país en las elecciones sindicales de ese año. Los dos primeros militantes procedentes de Guadahortuna que pasan por el TOP son Juan Vera Gómez y Ramón Fernández Jiménez, detenidos el 31 de diciembre de 1966, junto a otros seis miembros de CCOO, entre los que figuraban dirigentes como Ángel Rozas Serrano (procedente de Olula del Río –Almería-), Juan González Merino (procedente de Añora –Córdoba-) o José Lara Aranda (procedente de Villanueva de Tapias –Málaga-). Esta caída, además,  muestra la preponderancia de la emigración andaluza en la dirección de las CCOO de la provincia porque fueron acusados de formar parte de la Coordinadora de CCOO de Sabadell y de Barcelona, y, por ello, condenados de forma ejemplarizante a un total de 13 años, 10 meses y 10.000 pesetas de multa. (Sumario 10/67 y Sentencia Núm. 96 de 9 de mayo de 1968).

Distintas imágenes de CCOO de Catalunya de conflictividad laboral y asambleas. Cedidas para el artículo por L´Arxiu Històric de CCOO de Catalunya.
MARTÍNEZ OJEDA, Pedro. Nacido el 28 de diciembre de 1928 en Bélmez de la Moraleda (Jaén), casado con Antonia Jiménez Morante, y vecino de Guadahortuna (Granada). Conocido como “El Chavico”. Su hermano José Martinez Ojeda también fue represaliado y su hermano Antonio murió en la Guerra Civil. Militante del PCE del que era enlace con el Comité Provincial. Será uno de los primeros que lo reorganice en los Montes Orientales, desde mediados de los cincuenta, siendo su primer responsable político en la comarca. En su trabajo como carbonero se topará a veces con diversos guerrilleros como Cencerro o Los Chaparros –uno de ellos estaba casado con una mujer de Guadahortuna-. Empezará a conectar con otros jóvenes como Miguel Castro Ramos, Antonio Padilla Caballero o el vecino de Dehesas Viejas, Alfredo Ferrán Titos. La primera reunión del PCE en los Montes se producirá en un cortijo cercano a Guadahortuna a iniciativa de Pedro Martínez, donde asiste el veterano “Diego El Cigarrito”. Los tres jóvenes citados serán el grupo embrionario del partido en los Montes. Posteriormente, en 1958, Pedro Martínez Ojeda tendrá que venirse a trabajar a la capital, donde entra en contacto con Juan Verdejo* y luego con Bernardo Pérez Moliné y Juan Baena Martínez*, de forma que a partir de entonces conectará la comarca de Guadahortuna con el Comité Provincial del PCE. En los últimos años de esa década el PCE pudo acumular entre tres y cuatro decenas de militantes. Su activismo político se realiza en Granada. Tras la caída de muchos militantes del PCE a finales de abril, él será detenido el 1 de mayo de 1961 en una obra de Granada, llevado luego al Gobierno Civil y, posteriormente a la cárcel. En esa caída se llevaron por delante a 204 comunistas de Granada. (Véase “Caída del PCE de 1961”). Sin embargo, cuando estaba en la cárcel, volvieron a sacarlo el día 7 de mayo y lo llevaron, de nuevo, a la comisaría de Los Lobos, donde vuelven a interrogarlo y a torturarlo. Llegan los golpes hasta el punto de “de que perdí el oído” y allí lo retienen varios días en que llevan para carearlos a otros jóvenes de Guadahortuna. Es uno de los 35 presos de esta caída que saldrá en libertad, por sobreseimiento provisional de la causa, entre el 19 y 20 de octubre, seis meses más tarde  de ingresar en prisión a la espera del juicio por “Actividades Extremistas”. Fue acusado de asociación ilícita y que era uno de los que enviaban noticias del pueblo a la Pirenaica. Tras salir de la cárcel, tenía que presentarse a la Guardia Civil, pero además siempre había un policía frente a su domicilio, presionando también a sus familiares. A ello había que sumar que de vez en cuando se presentaban de improviso en su domicilio para saber de él. Este acoso provocó que se marchase a Sabadell (Barcelona), donde siguió su militancia y fue uno de los dirigentes de CCOO de esa ciudad en la dictadura. (Entrevista a Pedro Martínez, en AHCCOO-A).  (Foronda, 2012: 65, 70, 71 a  73, 101, 102, 109, 115). (Archivo Histórico Nacional, Fondos Contemporáneos, Dirección General de la Policía, Exp. 53102, R.S., 6644/XIV, de 13 de junio de 1961, p. 21).
Pedro Martínez Ojeda, a la derecha, y Antonio Valdivia Ruiz, a la izquierda, leyendo el libro La conquista de la libertad, de Alfonso Martínez Foronda, en casa de Pedro, en Guadahortuna, en 2010. Foto de Alfonso Martínez Foronda.

Unos meses más tarde, el 19 de febrero de 1967, se produce en Sabadell, precisamente, una asamblea clandestina de un centenar de militantes de CCOO en el bosque conocido como “Los Merinales”, a poca distancia de las últimas viviendas de la ciudad. La policía disuelve la manifestación y son detenidos cinco militantes, entre los que se encuentran tres granadinos: Andrés Martínez Ojeda, de Guadahortuna; Manuel Valle Moreno, de Pedro Martínez y Juan Zapata Pérez, de Alhama de Granada. Éste último, además, era reincidente porque había sido condenado, ya en 1965, a 6 meses de arresto mayor por asociación ilícita. Todos ellos fueron condenados por el TOP a un total 2 años, 4 días y 20.000 pesetas de multa. (Sumario 100/67 y Sentencia Núm. 29 de 16 de febrero de 1968). 

Distintas imágenes de CCOO de Catalunya de conflictividad laboral y asambleas. Cedidas para el artículo por L´Arxiu Històric de CCOO de Catalunya.

De nuevo, de los siete procesados, tres son granadinos: Miguel Cobo Illescas, de Loja (Granada); Manuel Martínez Rodríguez (Pedro Martínez) y José Antonio Caballero Segovia (Guadahortuna)

Una conflictividad que venía de atrás, desde que algunos miembros de la emigración –especialmente granadina- protagonizarán algunos conflictos ya en 1965 en empresas del metal. Para Xavier Domènech, la implicación mayoritaria de la emigración andaluza, y especialmente granadina, entre la oposición antifranquista de Sabadell, especialmente en la metalurgia, es la que reconstruye las principales organizaciones obreras de la ciudad, ya que “su posición privilegiada en estas redes, debido a una fuerte solidaridad interna y a una emigración ya asentada, les había permitido acceder a las principales plantillas del metal de la ciudad desde donde protagonizarán parte de la nueva conflictividad”. (Xavier Domenech, 2011: 92-93). Una conflictividad que se extiende a lo largo del tiempo y que se ve salpicada, una y otra vez, por la represión. En 1971, en otra huelga en una empresa del metal de Sabadell, tras una reunión infructuosa en la Delegación Comarcal del sindicato vertical, los trabajadores iniciarán una protesta por las calles y a consecuencia de ello algunos serán detenidos por la policía y, posteriormente, procesados. De nuevo, de los siete procesados, tres son granadinos: Miguel Cobo Illescas, de Loja (Granada); Manuel Martínez Rodríguez (Pedro Martínez) y José Antonio Caballero Segovia (Guadahortuna). (Sumario 1304/71 y Sentencia Núm. 268/72).

MARTOS JIMÉNEZ, Cipriano.  “Nace en Huétor Tájar el 9 de diciembre de 1942​ o 5 de julio de 1945. Nacido en el seno de una familia de campesinos de pocos recursos, empezó a trabajar a los 11 años en el campo. Pronto se fue de casa, trabajando de jornalero en Morón de la Frontera, minero en Teruel trabajador textil en Sabadell y Tarrasa y finalmente encofrador en Reus. De ideas revolucionarias, militó en Oposicion Sindical Obrera, Partido Comunista de España (marxista-leninista) y el FRAP. ​ En 1973 fue detenido por la Guardia Civil en su lugar de trabajo por haber participado en un reparto de propaganda y realizado pintadas en Igualada. Su detención se realizó como parte de una redada en la que también fueron detenidos Pascual Carrilero y Rafael Falcón, trabajadores en Reus, ​ y M. Teresa Feliu, Joan Miró, Ignasi Carnicer Joaquim Masdéu y Joan Domingo, de La Selva de Campo Fue víctima de las torturas que padeció durante el interrogatorio al que fue sometido en un cuartelillo de la Guardia Civil por el teniente Braulio Ramo Ferreruela —aunque la versión oficial fue que se había suicidado ingiriendo ácido sulfúrico que le había abrasado el tubo digestivo—. Después de dos días de intensos interrogatorios y torturas sin delatar a nadie, ​ el 27 de agosto la Guardia Civil le hizo beber el denominado «cóctel de la verdad», una corrosiva combinación de ácido sulfúrico y gasolina similar a la composición de un cóctel molotov. El mismo día y ante su estado gravísimo, la Guardia Civil lo llevó al Hospital de San Juan de Reus, donde fue atendido por varios médicos. Ligeramente recuperado, el 29 de agosto lo presentaron delante del juez, que no pudo tomarle declaración debido a la gravedad de sus lesiones. El 17 de septiembre de 1973, diecinueve días después, con el aparato digestivo destruido, Cipriano murió por “hemorragia interna” según la partida de defunción, entre terribles sufrimientos.  Durante los veinte días que Martos pasó agonizando en el hospital, en la sala de beneficencia, estuvo vigilado en todo momento por la Guardia Civil. Su madre y hermano intentaron verlo, pero se lo impidieron los agentes; las súplicas de la madre fueron respondidas con insultos y patadas. Martos fue enterrado en secreto el 20 de septiembre de 1973 en una fosa común del cementerio de Reus, propiedad del Ayuntamiento. Allí, el PCE (m-l) le erigió una losa de mármol. «Apenas unas líneas en la prensa clandestina y alguna referencia en medios internacionales salvaron a Martos del olvido más absoluto». En 2014, Antonio Martos, hermano de Cipriano, interpuso una querella por este asesinato ante un juzgado argentino a cargo de la juez Maria Romilda Servini. El 30 de agosto de 2016, por orden de dicha juez, el juzgado n.º 4 de Sabadell tomó declaración a Antonio Martos en el marco de la “querella argentina contra los crímenes del franquismo”. En 2018 el historiador Roger Mateos publicó un detallado trabajo sobre la tragedia de Cipriano Marcos titulado Caso Cipriano Martos: vida y muerte de un militante antifranquista (Barcelona, Editorial Anagrama)”. (https://es.wikipedia.org/wiki/Cipriano_Martos). El 10 de enero de 2023 el Presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonés, anticipó que los restos exhumados en el cementerio de Reus (cuerpo 41 de la fosa 11-67) eran “compatibles” con Cipriano Martos (coincidía una lesión en el hombro no tratada tras caerse de una mula en Huétor Tájar) y esto fue confirmado en un laboratorio con los resultados de la prueba de ADN. A día de hoy los restos del “considerado último desaparecido del franquismo” descansa ya en su pueblo de origen, como deseaba y tanto luchó su familia. (Más infomación en El Independiente de GranadaCipriano Martos ya descansa en su tierra natal, Huétor TájarCipriano Martos, el joven obrero granadino que luchó contra el franquismo en Cataluña).

Hemos constatado que la emigración andaluza –tenga o no motivos económicos y/o políticos- ayudará a reconstruir las principales organizaciones obreras de los lugares de destino

No hemos descendido –no es nuestra pretensión- a la represión que se cierne sobre las organizaciones políticas donde en casi todas ellas volvemos a encontrar la presencia de emigrantes andaluces, tanto en el PCE/PSUC como en los partidos de la izquierda revolucionaria. Sólo hemos constatado que la emigración andaluza –tenga o no motivos económicos y/o políticos- ayudará a reconstruir las principales organizaciones obreras de los lugares de destino, ya que su posición privilegiada en muchas de esas redes de las que hablamos inicialmente, debido a una fuerte solidaridad interna y a una emigración ya asentada, les permitió acceder a las principales plantillas de sectores combativos como el metal o la construcción desde donde protagonizarán parte de la nueva conflictividad obrera que se desata a partir del triunfo de las candidaturas de las CCOO en casi todo el país.

Imágenes de la campaña electoral del PSUC, ya legalizado, de 1977.Cedidas para el artículo por L´Arxiu Històric de CCOO de Catalunya.
En fin, es necesario ya desmentir rotundamente que la emigración andaluza era anodina políticamente. Las Ramblas de Barcelona, los 1 de mayo y en muchas manifestaciones laborales –incluso de reivindicaciones autonomistas- estaban llenas de andaluces. Por eso, este artículo también está concebido como un homenaje-reconocimiento a su lucha fuera de la región porque la mayoría de ellos dejaron atrás, y para siempre, la tierra que les vio nacer, y no por gusto, precisamente, integrándose plenamente a los lugares donde fueron acogidos. La importancia de la emigración andaluza en general y granadina en particular, se tradujo, por ejemplo, en que el primer Secretario General de la Comisión Obrera Nacional de Catalunya (CONC), ya en la legalidad, fue el granadino José Luis López Bulla.
LÓPEZ BULLA, José. Nace en Santa Fe (Granada) el 25 de julio de 1943. En 1965 se establece en Mataró (Barcelona) y se afilia al PSUC y a las CCOO. Fue detenido en 1967 durante las jornadas de lucha que CCOO convocó para octubre de ese año. Se le abrió proceso en el TOP. (Sumarios 518/67 y 553/67); en 1972 forma parte de la dirección de la CONC. Entre  1976 y 1995 es elegido Secretario General de la Comisión Obrera Nacional de Catalunya. En 199 fue elegido diputado por Iniciativa per Catalunya. Ha escrito varios libros y numerosos artículos de opinión.
José Luis López Bulla, en primer plazo a la izquierda, y Antoni Gutiérrez Díaz en la mesa redonda ‘Recordemos el 23F’ de Blanquerma. Blanquerna - Universidad Ramon Llull.

Bibliografía:

  • BORDETAS, Iván,  Memòries del Viatge [1940-1975], Ajuntament de San Adrià de Besòs, 2009.
  • DEL ÁGUILA, Juan José: El TOP. La represión de la libertad (1963-1977). Planeta, Barcelona, 2001.
  • DOMÈNECH SAMPERE, Xavier, Cambio político y movimiento obrero bajo el franquismo: lucha de clases, dictadura y democracia (1939-1977), Editorial Icaria, 2011.
  • MARTÍN MARÍN, “Fluxos, stocks, periodicitat y orígens”, en Memòries del Viatge [1940-1975], Ajuntament de San Adrià de Besòs, 2009.
  • MARTÍNEZ FORONDA,  Alfonso: La lucha del movimiento obrero en Granada por las libertades y la democracia. Pepe Cid y Paco Portillo: dos líderes, dos puentes. Fundación de Estudios y Cooperación de CCOO-A, Granada, 2012.
  • MARTÍNEZ FORONDA,  AlfonsoSÁNCHEZ RODRIGO Pedro y BAENA LUQUE, Eloísa: La resistencia andaluza ante el Tribunal de Orden Público en Andalucía. 1963-1976. Fundación de Estudios Sindicales. Archivo Histórico de CC.OO.-A y Junta de Andalucía. Córdoba, 2014.
  • MATEOS, Roger, Caso Cipriano Martos: vida y muerte de un militante antifranquista, Barcelona, Editorial Anagrama.
  • PUIG, Angelina, “La inmigració meridional: el cas de Torre-romeu, 1950-1975”, en Josep M. BENAUL y Jordi CALVET (eds), Industria y ciutat. Sabadell, 1800-1980, Publicaciones de l´Abadia de Monserrat, Barcelona, 1994.
  • RECAÑO, Joaquín, “El papel de las redes en los procesos de migración interna”, Revista de Demografía Histórica, XX, I, 2002.
  • VEGA, Rubén y GÓMEZ ALÉN, José: Las Sentencias del Tribunal de Orden Público. TOPDAT: una base de datos para explotar. Juan José del Águila Torres, 2007 [CDROM].
  • Entrevista a Francisco Morante Marín, en L´Arxiu  Històric de CCOO de Catalunya;  entrevista a Pedro Martínez Ojeda, en Archivo Histórico CCOO de Andalucía.
Alfonso Martínez Foronda es licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Secundaria e históricamente vinculado al sindicato CCOO, en el que ocupó distintas responsabilidades, como investigador ha profundizado en el movimiento obrero y estudiantil.

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Otros artículos y reportajes de Alfonso Martínez Foronda:

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Sobre la historia del PCE, en el año de su centenario: