Esta frase, extraída de la declaración del exjefe de la Policía Local de Granada con el PP José Manuel Jiménez Avilés ante el juez que investiga si cometió un posible delito de prevaricación al expedientar a un amplio grupo de agentes, resume la posición con la que ha defendido su conducta. 

A su juicio, la querella por la que ha tenido que declarar "está motivada por motivos políticos y sindicales, con desprestigio hacia mi persona".

En la declaración ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Granada, a la que ha tenido acceso El Independiente de Granada, solo ha respondido a las preguntas de su abogado defensor y ha rechazado hacerlo con las formuladas por el abogado del querellante, uno de los agentes que fue en su día expedientado. Era delegado sindical y cuando se le abrió el expediente por, como sostuvo entoces el jefe policial avalado por el gobierno local del PP, haber "alterado el funcionamiento de los servicios", concertándose entre ellos para no cubrir servicios extraordinarios. Ese fue el motivo alegado por el ahora investigado para tramitar los expedientes. El agente que se ha querellado por presunta prevaricación contra Avilés, alega que aquella medida disciplinaria tuvo como único objetivo presionarles en plena negociación del convenio colectivo.

• Un juez investiga por un supuesto delito de prevaricación al exjefe de la Policía Local de Granada
   

Estas son las preguntas del abogado del querellante que no ha respondido Jiménez Avilés:

• Si se hizo para todos los agentes implicados en el caso el mismo pliego de cargos y la misma propuesta de resolución.
• Si tuvo en cuenta que el agente no estaba en España en el momento en el que ocurrieron los hechos investigados en el expediente disciplinario.
• Si por tener un expediente disciplinario abierto se pierde la posibilidad de permutas, condecoraciones y felicitaciones. 

Por su parte, y respondiendo a las preguntas de su abogado, ha incidido en que al abrir el pliego de cargos "no adopta ninguna resolución ni por lo tanto impone sanción alguna"; que de hecho ese pliego puede concluir sin resolución sancionadora. También que los expedientados pudieron presentar alegaciones y que finalmente se acordó la caducidad del expediente disciplinario, tanto para el querellante como para el resto de agentes.