El Niño Lord Cah: ¡Artistaza!

Unas semanas después que Travis Birds agotara con mucha antelación el billetaje de la sala Aliatar, su hermana gemela de tan extraño nombre, El Niño Lord Cah, actuaba, creo que por primera vez en Granada, tierra familiarmente muy cercana a ambas, como ella mismo dijo: "siento que mi lugar en el mundo es Granada". Y no era halago gratuito puesto que su apariencia sonora es manifiestamente más sureña que la de Travis. Tanto que formalmente subió al escenario ‘en modo’ flamenco, con sillas de anea, cajón y guitarra española, y también una trompeta fronteriza a su lado. Pero ella es eso y mucho más, porque demostró en el ‘tablao’ del J&J ser una artista omnívora y polifacética.
Formalmente lo suyo no es un concierto al uso, que también, sino más bien una performance multitodo sobre una base musical, donde también baila, recita, rapea, canta ycuenta, una representación actoral de sus muchas facultades comunicativas, expuestascon una sorprendente naturalidad creando unos altos niveles de complicidad con los oyentes
Formalmente lo suyo no es un concierto al uso, que también, sino más bien una performance multitodo sobre una base musical, donde también baila, recita, rapea, canta y cuenta, una representación actoral de sus muchas facultades comunicativas, expuestascon una sorprendente naturalidad creando unos altos niveles de complicidad con los oyentes. Las proporciones humanas del J&J favorecen esa cercanía casi íntima, pero es que ella la fomenta con espontaneidad casi familiar y sueltas dotes actorales para las distancias cortas. También, notar el buen rollo y la simpatía entre sus compañeros (Josué García, Javier Pérez y Félix ‘el brujo’) contagia al que lo observa, invitando a una inmediata adhesión de mesa camilla casi.
Personaje multipolar, que además de escribir y componer tiene formación de danza yacrobacia, diseña y esculpe, en el ámbito musical hay referencia a nombres como Amparo Sánchez (que estuvo en su concierto), Bebe, Kiko Veneno… Y hay quien le encuentra también alguna similitud con Albert Pla en su ácido desparpajo. Ella, por su parte, señalódirectamente a otros con un par de versiones de Zenet y El Puchero del Hortelano, en un revuelto bien hilado y sin costuras donde el son cubano, la copla, el hip hop o el flamenco se entreveraban sin solución de continuidad, teniendo como catalizador su embelesante arte escénico y una notable picardía literaria, con citas tan mundanas como bíblicas. Ella lo ha llamado ‘Folk rap experimental costumbrista’. No olviden su nombre, sí ya sé que es raro, pero memorícenlo: El Niño Lord Cah, y si se la encuentran por el camino, no lo duden, no se la pierdan.