La Junta inicia sondeos en una torre y aledaños del castillo de Moclín para conocer cómo era la entrada a la alcazaba
Hace más de una década, el Castillo de Moclín recibió una inversión de 2,2 millones de euros para su recuperación. En aquel momento se ejecutó una primera fase, sin que se pudieran completar los trabajos. Ahora, la Consejería Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha retomado el planteamiento original, de manera que se pueda redactar un nuevo proyecto de conservación del sitio bajo la supervisión del Servicio de Bienes Culturales de la delegación Provincial.
Por el momento se ha licitado un contrato por un importe de 147.000 euros, financiados con fondos europeos, para abordar nuevas actividades de investigación, que consigan resolver las incógnitas que aún se plantean. En este contexto se enmarca la nueva actividad arqueológica. El objetivo principal es conocer cómo se realizaba el acceso a la alcazaba en época medieval, excavando el interior de una de las torres y el espacio adyacente. También se prevén sondeos arqueológicos en otros cuatro puntos del recinto superior, que ayudarán a comprender su estructuración y su potencia estratigráfica. La complejidad del castillo lo requiere, dado su uso reiterado a lo largo del último milenio, que terminó con su aprovechamiento estratégico durante la Guerra Civil y como cementerio en fechas recientes.
El castillo, el Hisn al-Muklin, presenta un doble recinto amurallado. El primero protegía en época medieval a la villa de Moclín, mientras que el segundo, que corona el cerro, corresponde a la alcazaba, en la que destaca un sistema defensivo compuesto por torres de planta rectangular y semicircular. Este último espacio también incluye la torre del homenaje y un aljibe.
Vista de las murallas del Castillo de Moclín. indegranada
Alfonso X, El Sabio, en sus memorias, ya hace referencia al Castillo de Moclín, remontando su existencia al menos al año 1280, aunque es probable que sus primeras construcciones se realizaran ya en el siglo XI. En época Nazarí se convirtió en una de los estandartes del sistema defensivo del reino de Granada frente a la frontera castellana. Más tarde, según cuenta la tradición, también fue residencia del “Infantico”, el hijo pequeño de Boabdil y Morayma, que fue entregado en garantía a los Reyes Católicos con tan sólo dos años de edad.
Las ruinas se alzan majestuosamente sobre la localidad de Moclín y justo por encima de uno de los lugares más conocidos de la provincia: el templo donde se custodia al Cristo del Paño. La importancia del conjunto defensivo llevó a su protección como Bien de Interés Cultural (BIC) en 1931.