Artículo de Opinión de Francisco Miguel Fernández Caparrós, delegado de Granada de APDHA

Sobre la preocupación social de quienes se abstienen ante la 'prisión permanente revisable'

Ciudadanía - Francisco Miguel Fernández Caparrós - Domingo, 28 de Enero de 2018
El delegado en Granada de la APDHA, Francisco Miguel Fernández Caparrós, reflexiona en este artículo de opinión sobre la sorprendente abstención de la concejal de Vamos Granada, Marta Gutiérrez, en la moción del PP sobre la prisión permanente revisable, rechazada por el Pleno del Ayuntamiento de Granada este viernes, en una réplica al artículo publicado por la edil este sábado.
De la campaña de la APDHA contra la prisión permanente revisable.
De la campaña de la APDHA contra la prisión permanente revisable.
A muchas organizaciones y colectivos sociales nos sorprendió en negativo la abstención de la concejala de Vamos Granada, Marta Gutiérrez, en la votación celebrada en el último Pleno del Ayuntamiento de Granada a propósito de una moción registrada por el Partido Popular a favor de la eufemísticamente denominada "prisión permanente revisable". La moción del grupo popular se inscribe en una estrategia estatal para conseguir la no derogación de una medida que fue introducida en el Código Penal con la reforma del año 2015 y que, materialmente, es una cadena perpetua.
 
Sin embargo, nuestra sorpresa aún fue mayor al leer ayer en este mismo periódico los argumentos que sostenían su defensa de la abstención; única respecto al resto de su grupo municipal y que condujo a una doble votación que al final resolvió el voto de calidad del alcalde. Nos sorprendió porque en principio contábamos con que Vamos Granada, Izquierda Unida y PSOE votarían "no" a la propuesta del PP; contábamos  también con la abstención de C’s. Algunas semanas antes de la celebración del Pleno, desde APDHA mandamos una nota de prensa a nivel autonómico en la que denunciamos esta estrategia que El Independiente de Granada reprodujo. Además, antes del Pleno del pasado 26 de enero, hicimos llegar a todos los grupos políticos municipales el trabajo que hemos desarrollado desde nuestra organización donde explicamos por qué estamos en contra de la prisión permanente revisable . Por último, a lo largo del último año hemos organizado charlas, talleres e intervenciones públicas, tanto individualmente como junto a otros colectivos, dentro de nuestra campaña "No a la perpetua" a la que ya se han adherido más de 80 organizaciones sociales.
 

Según la concejala de Vamos Granada, la preocupación social respecto a la prisión permanente revisable nace a causa de un sistema penal que acorta las condenas que impone (especialmente en los delitos relacionados con violencia sexual o de odio). Es un argumento muy parecido, por no decir idéntico, al que utiliza Ciudadanos para abstenerse tanto en el ámbito municipal como en el nacional –y no menos perverso que el del PP–

No obstante, si hemos decidido escribir este artículo no es con el deseo de abrir un debate, ni tampoco con el propósito de criticar en términos personales a la concejala de Vamos Granada. De hecho, antes de publicar este artículo nos hemos puesto en contacto con ella para transmitirle que no comprendíamos su posición durante el Pleno ni, mucho menos, después de leer su artículo; que nos sorprendía que no se hubiera puesto en contacto con APDHA (o con cualquier otro colectivo de nuestra ciudad) en ningún momento para –precisamente– celebrar ese "debate profundo, participado y constructivo" y que íbamos a escribir un artículo en el que, sobre todo, nos interesaba criticar los argumentos que sostienen su abstención y no abrir un debate –prisión permanente revisable sí o no– que es falso y que, en cualquier caso, supone jugar desde el principio en el campo del adversario. 
 
En su artículo, Gutiérrez da tres argumentos. Uno que tiene que ver con la falta de competencia del Pleno municipal para legislar en esta materia; otro relacionado con la necesidad de establecer un debate sobre la reforma del Código Penal, y un tercero relacionado con la preocupación social que generan determinados tipos penales. Aquí nos interesa mostrar que esa preocupación social deriva de argumentos y discursos falsos, basados en el punitivismo. Lo mínimo que cabe esperar de una fuerza progresista es un intento por contrarrestar los efectos de este tipo de tácticas; en lugar de alimentarlas.
 

Lo que ha ocurrido es que el Partido Popular, en una operación muy convencional y efectiva en términos electorales, está utilizando la comprensible indignación que ha despertado el caso de Diana Quer –la «preocupación social»– para evitar la derogación de la prisión permanente revisable cuya tramitación en octubre fue posible por el apoyo, entre otros partidos, de Unidos Podemos y que contó con la abstención de Ciudadanos

Según la concejala de Vamos Granada, la preocupación social respecto a la prisión permanente revisable nace a causa de un sistema penal que acorta las condenas que impone (especialmente en los delitos relacionados con violencia sexual o de odio). Es un argumento muy parecido, por no decir idéntico, al que utiliza Ciudadanos para abstenerse tanto en el ámbito municipal como en el nacional –y no menos perverso que el del PP–. Sin embargo, nuestro Código Penal es uno de los más duros de toda la Unión Europea (UE). Recordemos  algunos datos que se encuentran recogidos en el argumentario que remitimos a todas las formaciones municipales: tenemos una de las tasas de criminalidad más bajas del continente europeo al mismo tiempo que una de las más altas en cuanto a personas presas; en nuestro país tenemos el mayor porcentaje de mujeres presas de toda la UE; acumulamos numerosísimas denuncias por casos de tortura por distintos organismos nacionales e internacionales; tenemos una media de cumplimiento de las penas muy por encima del resto de países de nuestro alrededor; y ocurre lo contrario en cuanto a la tasa anual de liberaciones anticipadas: nuestro Estado se encuentra muy por debajo de la mayoría de países de Europa con los que nos solemos comparar.
 
En realidad, lo que ha ocurrido es que el Partido Popular, en una operación muy convencional y efectiva en términos electorales, está utilizando la comprensible indignación que ha despertado el caso de Diana Quer –la «preocupación social»– para evitar la derogación de la prisión permanente revisable cuya tramitación en octubre fue posible por el apoyo, entre otros partidos, de Unidos Podemos y que contó con la abstención de Ciudadanos. La estrategia de los populares tiene un nombre: se llama populismo punitivo, y no busca otra cosa que mover a Ciudadanos (e incluso al PSOE) de su posición.
 
Por eso, no creemos que el debate tenga que plantearse en torno al cumplimiento íntegro de las penas; los datos muestran que no hay nada que debatir ahí. Hablar en esos términos implica aceptar los presupuestos falsos que alimentan esa preocupación social. Consideramos más interesante y necesario plantear un debate que gire en torno a repensar el tipo de sociedad al que nos queremos dirigir: una punitiva y vengativa o una que apueste por la capacidad de transformación de las personas. Desde APDHA, junto a otras decenas de colectivos, sostenemos que la única respuesta posible a esa disyuntiva es ésta: no a la perpetua. 
 
Francisco Miguel Fernández Caparrós es delegado en Granada de la Asociación Pro Derechos Humanos en Andalucía (APDHA)