UNA SECCIÓN de JOAN CARLES MARCH

Silvia Hernández, actriz y superviviente de suicidio de su hermano en un nuevo HABLADURÍAS 11+1: “El dolor que es bestial con el tiempo se suaviza. Y se puede tener una vida satisfactoria, con momentos buenos”

Ciudadanía - Joan Carles March - Domingo, 28 de Julio de 2024
En el 'Habladurías' que cada mes el experto en Salud Pública Joan Carles March dedica al sucicidio, te ofrecemos una extraordinaria conversación con esta actriz y psicóloga que perdió a su hermano hace cuatro años. No te lo pierdas.
Silvia Hernández conversa con Joan Carles March.
Indegranada
Silvia Hernández conversa con Joan Carles March.
  •  “Tenemos que dejar de minimizar los problemas de los jóvenes”

Conocí a Silvia Hernández (@miduelosiemprehermanos en instagram) a través de mi amigo el gran psicólogo, experto en suicidio, gran persona y profesional Miguel Guerrero. Había avistado su presencia en el mundo del suicidio en alguna jornada y en algún espacio en redes sociales, pero no fue hasta 2022 que coincidimos en mi Salud A Todo twitch dedicado al suicidio, en una conversación en la que también participaban Carlos Soto, superviviente de suicidio y María de Quesada, sobreviviente y activista por una mejor comunicación del suicidio (los dos han estado en nuestros habladurías 11+1, Carlos con su mujer Olga Ramos).

Me impresionó su primera frase que dijo a María en un momento de gran emoción en el programa, después de emocionarse al hablar María de sobrevivir y de la suerte que ella ha tenido con respecto a otras personas que no la han tenido y Silvia le dijo: “María, a los que no hemos tenido la suerte que nuestro ser querido haya sobrevivido, nos encanta escuchar historias como la tuya porque das esperanzas”. Y siguió diciendo: “Yo también me emociono al oír y cuantos más testimonios hay de que se puede salir, mejor será”. Precioso inicio de su intervención en la que decía que no es tanto que la persona muera, sino que haya estado sufriendo, porque es necesario vivir con un poco de esperanza; y eso mi hermano no lo consiguió.

Silvia es actriz y psicóloga. Hace poco más cuatro años, en enero de 2020, ocurrió algo que, como casi todas las veces, nadie se esperaba: su hermano Óscar, de 46 años, se suicidó

Silvia es actriz y psicóloga. Hace poco más cuatro años, en enero de 2020, ocurrió algo que, como casi todas las veces, nadie se esperaba: su hermano Óscar, de 46 años, se suicidó. Óscar, cuenta Silvia, estudió Medicina y en el penúltimo año tuvo un ataque de ansiedad y lo ingresaron porque ya empezó a tener pensamientos suicidas. Cuando estuvo ingresado, no tuvo más atención que pastillas, en ningún momento tuvo terapia psicológica, cuando normalmente debería ser al revés, hacer una evaluación psicológica para determinar si necesita tratamiento farmacológico o no.

Se logró recuperar y siguió adelante con su vida: terminó la carrera, se especializó, encontró trabajo, se casó y tuvo hijos. Fue llevando una vida mínimamente estable, hasta que volvió a tener una etapa dura en su vida: un divorcio. Al igual que cuando estaba estudiando, tuvo una recaída por la que tuvo que volver a medicarse.

Nadie se lo esperó para nada: el día anterior había ido a trabajar, la había llamado para felicitar a Silvia por su cumpleaños, estaba bien con todo el mundo… no había ninguna sospecha

Con el tiempo, él cada vez se encontraba en una situación más límite. Desde la sanidad pública lo único que hacían era recetarle pastillas. Tampoco quería volver a ingresarse porque temía que esto pudiera condicionar la custodia de sus hijos. Finalmente, en enero de 2020 no pudo más y se suicidó. Nadie se lo esperó para nada: el día anterior había ido a trabajar, la había llamado para felicitar a Silvia por su cumpleaños, estaba bien con todo el mundo… no había ninguna sospecha.

Silvia, comparte esta desgarradora experiencia como superviviente del suicidio de su hermano, pero contarlo que al principio el resultaba duro e incómodo, ahora es algo cercano y que no le cuesta hablar, aunque sigue pensando que la persona que la escucha, le resultará duro. Relata la dura experiencia que vivió en un momento en que tenía que enfrentarse a su propio dolor, además de intentar sostener el dolor de su familia. Evidenció la falta de atención psicológica en todo el proceso inicial de duelo desde la comunicación de la noticia, atención en el servicio anatómico forense, en el tanatorio, así como la carencia de formación y trato empático por parte de los profesionales que les atendieron. Se rebaja mucho la culpabilidad y la necesidad de llorar.

Toda la situación era muy dura, lo recuerda como si fuera una bomba que te cayera al lado, que te aturde, te salpica, te duele. Pero Silvia no recuerda el momento de contarlo a unos y a otros. Ella fue la primera en saberlo, pero al ir contándolo a toda la gente, no sabe si lo hizo bien o mal, si preparó a la gente para poder decírselo sin impactar de forma muy dura

Cuando ocurrió todo, la persona que les atendió desde la policía era funcionaria, no había ningún psicólogo o psicóloga, que es lo que hubieran necesitado en aquel momento. Luego hablaron con la médico forense, pero de nuevo sin una persona especialista para acompañarles. Toda la situación era muy dura, lo recuerda como si fuera una bomba que te cayera al lado, que te aturde, te salpica, te duele. Pero Silvia no recuerda el momento de contarlo a unos y a otros. Ella fue la primera en saberlo, pero al ir contándolo a toda la gente, no sabe si lo hizo bien o mal, si preparó a la gente para poder decírselo sin impactar de forma muy dura.

Después de todo aquello, acudió Silvia a su centro de atención primaria porque realmente estaba muy mal, pero desde allí lo único que pudieron hacer fue darle pastillas para dormir. Luego la derivaron a un psiquiatra que admitió no tener una especialización en duelo por suicidio. Le dijo que pasaría su contacto a otro profesional. No sé si fue porque llegó la pandemia, pero nadie la volvió a contactar.

Se sintió muy sola y desamparada, y se dio cuenta de que no hay suficientes recursos ni herramientas ni para prevenir el suicidio ni para acompañar a los supervivientes. Fueron unos meses horribles para ella, sumado a la pandemia

Se sintió muy sola y desamparada, y se dio cuenta de que no hay suficientes recursos ni herramientas ni para prevenir el suicidio ni para acompañar a los supervivientes. Fueron unos meses horribles para ella, sumado a la pandemia. Como no quería que nadie tuviera que pasar por lo que pasó ella, decidió reunir fuerzas y compartir su experiencia para dar visibilidad al suicidio, siempre con responsabilidad, y ayudar a otras personas que puedan pasar por situaciones parecidas. Para ella, lo que le hizo él suicidio de su hermano e madurar ya que se tenía que hacer cargo de muchas cosas y de personas que necesitaban ayuda más que ella, aprendió a tomar decisiones rápidas porque hasta ese momento no había tenido ninguna situación grave; dice que hay otras formas de aprender pero si manejó esa situación, “soy capaz de manejar cualquier cosa”.

Distintos momentos de la reeveladora charla, en la que Silvia Hernández relata su experiencia sobre el suicidio.

Uno de los principales problemas que observa es que desde la atención primaria no saben cómo actuar cuando hay una persona con pensamientos suicidas o un familiar que está pasando un duelo por suicidio

Uno de los principales problemas que observa es que desde la atención primaria no saben cómo actuar cuando hay una persona con pensamientos suicidas o un familiar que está pasando un duelo por suicidio. Pero deberían saber adónde derivar un paciente si se da la situación. Pero le sorprende lo poco que se trabaja con los niños: si no se les dan herramientas emocionales a los niños en un momento que hay una capacidad de absorción importante. “Yo les pregunto a los niños. La primera vez iba con mucho miedo. Con miedo a que no les iba a interesar. Descubrí que cuando les haces preguntas y les dejas hablar, ellos hablan mucho porque lo necesitan. Sufren por los exámenes, por los amigos, por los divorcios de los padres. Saben mucho y no les dejamos que cuenten todo lo que saben”.

No es ninguna novedad que faltan recursos en el sistema sanitario en cuanto a salud mental. En el caso de los suicidios, son las asociaciones, llevadas de forma prácticamente exclusiva por profesionales voluntarios y voluntarias, las que están haciendo la labor que deberían estar haciendo las administraciones

No es ninguna novedad que faltan recursos en el sistema sanitario en cuanto a salud mental. En el caso de los suicidios, son las asociaciones, llevadas de forma prácticamente exclusiva por profesionales voluntarios y voluntarias, las que están haciendo la labor que deberían estar haciendo las administraciones. En su caso, fue la red Aipis la que le dio un poco de luz para salir adelante y con la que está muy agradecida.

Actualmente los supervivientes de suicidio tienen que buscar estas asociaciones por su cuenta, pero no debería ser así. Deberían ser las administraciones públicas las que, si no pueden atender el tema, como mínimo pasen el contacto de sí lo harán.

Y hablamos de cortos, de la participación de su hija en ese corto “Abril se fue en noviembre”, del rodaje, de su directora, de cómo se recién la noticia y cómo se da. Tenemos que dejar de minimizar los problemas de los jóvenes. Sus problemas son súper importante para ellos. Hemos hablado de la muerte, de enfados, de darle importancia a determinados temas. También hemos hablado de nuevos proyectos, del contacto con un director que trata el tema del suicidio con un humor negro en el que Silvia va a participar, de salud mental.

Pero la Silvia que me he encontrado ahora, con todo el dolor que sigue recorriendo su vida, es otra. “Cuando se cumplieron los 4 años, todo empezó a ser menos duro”, dice

Pero la Silvia que me he encontrado ahora, con todo el dolor que sigue recorriendo su vida, es otra. “Cuando se cumplieron los 4 años, todo empezó a ser menos duro”, dice. Una Silvia risueña, alegre, consciente de la problemática del suicidio, de la necesidad de trabajar en prevención del suicidio, en salud mental y en emociones. “Actuar me hace sentir bien. Hablar de salud mental me hace sentir bien. Hablar de prevención del suicidio y de posvención, me hace sentir bien” nos cuenta Silvia. Termina dando algunos consejos como ser sinceros con uno mismo y con el resto de la gente cercana a lo que pasó. Y cuando se oculta, nos ponemos un peso tremendo. Y lo dice ella que no vivió demasiado rechazo, aunque entiende que hasta gente que no lo diga. Es bueno decirlo abiertamente, para pedir ayuda. Y lo siguiente es que ello va a estar allí siempre. Y el dolor que es bestial se suaviza. Y se puede tener una vida satisfactoria, con momentos buenos”.

Mil gracias, Silvia, por todo lo que nos ha enseñado de esa persona risueña en este podcast HABLADURIAS 11+1. Hemos madurado a tu lado oyéndote, porque hay que llorar y mucho.

Para escuchar este magnífico posdcats, pincha a continuación: