UNA SECCIÓN de JOAN CARLES MARCH

“Abril se fue en noviembre”, el cine como lugar de duelo y memoria: Nuevo Habladurías 11+1 con Rosa Cabrera, guionista y directora de cine

Ciudadanía - Joan Carles March - Domingo, 7 de Septiembre de 2025
Un nuevo y excepcional 'Habladurías' de la premiada sección sobre prevención y conducta suicida, en el que el experto en Salud Pública Joan Carles March conversa con esta cineasta sobre su cortometraje, un acto de amor y de memoria por la pérdida de una amiga. Imprescindible.
Rosa Cabrera y Joan Carles March rodean el cartel de “Abril se fue en noviembre”.
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Rosa Cabrera y Joan Carles March rodean el cartel de “Abril se fue en noviembre”.
“No sirvió para nada. No tenía que haber pasado.” Las palabras de Rosa Cabrera, guionista y directora de cine, resuenan como un eco denso, doloroso, crudo. Habla de su amiga, la que se fue demasiado pronto, la que se fue sin aviso. De Abril, o mejor dicho, de la ausencia de Abril. Y lo hace desde un lugar que no busca respuestas, sino espacio: espacio para el recuerdo, para la rabia, para la fragilidad, para la vida que continúa aunque duela.

“Abril se fue en noviembre” no es sólo un cortometraje. Es un acto de amor y de memoria. Es también un intento, acaso desesperado pero honesto, de comprender una herida que no se cierra del todo nunca. Rosa Cabrera convierte el cine en ritual, en lenguaje para decir lo indecible: cómo una adolescente de 14 años, alegre y luminosa, puede desaparecer sin que nadie lo vea venir. Cómo se sostiene la vida después de eso. Cómo se acompaña a los que se quedan.

Una muerte que no debía haber sucedido

El cortometraje nace, como casi todas las obras profundas, de una pérdida. Rosa tenía 14 años cuando perdió a su amiga por suicidio. “Fue algo muy impactante… fue como reírnos un día y al siguiente estar delante de su féretro”, recuerda. La experiencia no solo trastocó su mundo adolescente, también le enseñó la fragilidad brutal de la vida. La muerte irrumpió de manera violenta, sin lógica, y dejó a su paso un silencio difícil de habitar.

“No se trata el suicidio como otras muertes. Está el estigma, el juicio, el tabú… y sobre todo, el silencio. Ese es el que más daño hace”

Ese silencio es uno de los protagonistas de Abril se fue en noviembre. “No se trata el suicidio como otras muertes. Está el estigma, el juicio, el tabú… y sobre todo, el silencio. Ese es el que más daño hace”, explica Cabrera. Años después, ese vacío se transformó en necesidad artística. Y luego en acción.

Mara, la que se queda

En el cortometraje, Mara es la amiga que sigue viva. Años después del suicidio de Abril, no logra colocar su duelo. La incredulidad, la culpa, la tristeza, el enfado… todos esos sentimientos se suceden en espiral. No hay consuelo en el olvido, tampoco en la memoria. “Mara quiere seguir adelante, pero no sabe si eso es traicionar el recuerdo de Abril”, resume Cabrera.

Esa ambivalencia emocional es el núcleo del corto: cómo la pérdida por suicidio impide cerrar, dificulta el duelo, lo hace más complejo. Cómo, además del dolor, hay una falta de comprensión social que agrava la herida. “Todo el mundo opina, todo el mundo cree saber… pero pocas veces se escucha de verdad”

Esa ambivalencia emocional es el núcleo del corto: cómo la pérdida por suicidio impide cerrar, dificulta el duelo, lo hace más complejo. Cómo, además del dolor, hay una falta de comprensión social que agrava la herida. “Todo el mundo opina, todo el mundo cree saber… pero pocas veces se escucha de verdad”, señala la directora.

Un cine que acompaña

Cuando se le pregunta cómo se acompaña a alguien que ha vivido una pérdida así, Rosa Cabrera responde con sencillez y sin fórmulas mágicas: “Escuchar. De verdad. Sin juzgar. Sin empujar al otro a que pase página. Sin invisibilizar al que se fue”.

"Abril se fue en noviembre" es precisamente eso: un espacio de acompañamiento. Para ella misma, para otros supervivientes, para los que han perdido y aún no encuentran palabras. “El cine no da respuestas. Pero sí puede ser un lugar donde estar juntos en el dolor”, dice.

La recepción del cortometraje lo confirma. Rosa cuenta que muchas personas que lo han visto, especialmente otras que han perdido a seres queridos por suicidio, se acercan con una sola palabra: “Gracias”

La recepción del cortometraje lo confirma. Rosa cuenta que muchas personas que lo han visto, especialmente otras que han perdido a seres queridos por suicidio, se acercan con una sola palabra: “Gracias”.

Una historia que toca a todos

Lo que sorprende a Rosa Cabrera es la cantidad de personas que, tras cada proyección, comparten historias similares. “Eso demuestra que el suicidio nos toca mucho más cerca de lo que creemos. Pero seguimos sin hablarlo con la naturalidad que deberíamos”.

Aunque la salud mental ha ganado visibilidad en los últimos años, especialmente desde la pandemia, el suicidio sigue siendo un tema esquivado. “Nos da miedo. No sabemos qué decir. No queremos mirar”, reflexiona Rosa. En parte, porque atenta contra la lógica de la vida misma. Pero también, como ella dice, porque se le rodea de morbo o de silencio, cuando lo que necesita es humanidad.

Aunque la salud mental ha ganado visibilidad en los últimos años, especialmente desde la pandemia, el suicidio sigue siendo un tema esquivado. “Nos da miedo. No sabemos qué decir. No queremos mirar”

Contarlo bien

En el mundo del cine, Rosa Cabrera lo ha tenido claro desde el principio: contar esta historia con respeto. No es solo delicadeza estética, es un compromiso ético. “No todo vale cuando se habla de suicidio. Se puede hacer mucho daño si no se trata con cuidado”.

Por eso valora también espacios como Creadores por el suicidio, una iniciativa que reúne a artistas de diferentes disciplinas con un objetivo común: visibilizar, sensibilizar y romper el silencio. Literatura, música, teatro, diseño… todo suma. Porque todo sirve para nombrar lo que aún duele.

Rosa Cabrera con el premio DAMA por su guion sobre ‘Las recoveras’, en el Festival de Cine de San Sebastián de 2022.

Lo que queda

Rosa Cabrera sigue escribiendo. Ahora prepara una obra de teatro donde se atreve a mirar desde el otro lado: no desde quienes sobreviven a la pérdida, sino desde quienes están en esa encrucijada vital. Otro intento de comprensión, otra forma de seguir hablando de lo que nos cuesta tanto mirar

“Abril se fue en noviembre” ha sido para Rosa una experiencia sanadora. No porque haya borrado el dolor. Ese, como ella dice, siempre estará. Pero sí porque ha podido recolocar la memoria de su amiga en un lugar más luminoso. “Más justo para ella, para mí, para todas”.

Rosa Cabrera sigue escribiendo. Ahora prepara una obra de teatro donde se atreve a mirar desde el otro lado: no desde quienes sobreviven a la pérdida, sino desde quienes están en esa encrucijada vital. Otro intento de comprensión, otra forma de seguir hablando de lo que nos cuesta tanto mirar.

Epílogo

Abril se fue. Pero Rosa la trae de vuelta. En cada fotograma, en cada palabra, en cada proyección. Porque contar es resistir el olvido. Y en esa resistencia hay un acto profundamente humano: cuidar al que se fue, pero también cuidar a quienes nos quedamos.

Y hablar. Hablar aunque duela. Hablar porque duele. Hablar para que duela menos.

“El cine puede no cambiar el mundo, pero sí puede hacer que no estemos tan solos"

“El cine puede no cambiar el mundo, pero sí puede hacer que no estemos tan solos". Rosa Cabrera

Frases para recordar

 Sobre el origen del cortometraje

  • “Siempre tuve la necesidad de plasmar aquella pérdida de forma artística".

“Fue una experiencia muy impactante. Nos cambió a todos y transformó mi forma de entender la vida"

  • “La historia surge tras la muerte por suicidio de una amiga muy cercana cuando teníamos 14 años".
  • “Fue una experiencia muy impactante. Nos cambió a todos y transformó mi forma de entender la vida".

 Sobre el duelo y la pérdida

  • “Reírte un día con tu amiga y al día siguiente estar delante de su féretro… es algo que no terminas de entender".
  • “Fue un aprendizaje abrupto y muy prematuro sobre la fragilidad de la vida".

“Ese dolor siempre va a estar, pero ahora está en un lugar más sereno y más justo"

  • “Ese dolor siempre va a estar, pero ahora está en un lugar más sereno y más justo".

 Sobre el estigma y el silencio en torno al suicidio

  • “Más que los juicios, lo más dañino es el silencio que rodea al suicidio".
  • “No se trata igual una muerte por suicidio que cualquier otra. Y eso dificulta el duelo".
  • “A pesar de que hablamos más del tema, sigue siendo un tabú enorme".

 Sobre el cine como espacio de memoria y reflexión

  • “El cine no da respuestas, pero sí puede ser un lugar donde estar juntos en el dolor".

“Quise contar esta historia desde el punto de vista de quienes se quedan: los supervivientes"

  • “Quise contar esta historia desde el punto de vista de quienes se quedan: los supervivientes".
  • “Hay que cuidar cómo se muestra el suicidio en pantalla. No todo vale".

 Sobre cómo acompañar a quienes han perdido a alguien

  • “Lo que más ayuda es escuchar de verdad, sin juzgar, sin prisa, sin empujar a olvidar".
  • “Acompañar también es estar, aunque no haya palabras. Respetar los tiempos del otro".

"Hay que tener paciencia con uno mismo en el duelo. Cuidarse también forma parte"

  • “Hay que tener paciencia con uno mismo en el duelo. Cuidarse también forma parte".

 Sobre el impacto del cortometraje

  • “Mucha gente que lo ha visto simplemente me dice: ‘gracias’. Eso lo dice todo".

“El corto ha sido sanador. Me permitió devolver a mi amiga a un lugar más luminoso en mi memoria"

  • “El corto ha sido sanador. Me permitió devolver a mi amiga a un lugar más luminoso en mi memoria".
  • “Lo hicimos con mucho corazón. Creo que eso se nota en el resultado".

 Sobre la necesidad de visibilizar

  • “Este tema nos toca mucho más de lo que la gente cree. Solo que no se habla".
  • “Proyectos como ‘Creadores por el suicidio’ son fundamentales para poner el tema sobre la mesa desde el arte".
Rosa Cabrera, guionista y directora de cine, es licenciada en Comunicación Audiovisual por la URJC de Madrid, máster en Guion de Cine, Series de TV y Dramaturgia en la UAM de Madrid/Escuela de Guion y Guion cinematográfico en la EICTV, Cuba.Como guionista de ficción, ha escrito los guiones de largometraje “Entrañas”, (seleccionado en MadridCreaLab 2018 y en la Residencia Instantánea Bilbao 2019) y “Las recoveras”, escrita junto a Raúl Mancilla y seleccionada en DAMA Ayuda 2021, GENERAMMA 2021 y ganadora del accésit del Premio DAMA de guión Lola Salvador 2022.Guionista y directora de los cortometrajes “Abril se fue en noviembre” (2023), «#Yo tampoco» (2018), «XY-XX» (2017), «Magos» (2016), «Victoria» (2014), «Verde jade» (2012) y «Setenta veces siete» (2010).

Ha trabajado en las series “Central 5” (El Deseo-Netflix), “Not a bride” (El Deseo-Paramount+) y “Mujeres asesinas” (Plétora Producciones). Con experiencia también en el documental, ha escrito el guion de “BARATOmetrajes 2.0”, estrenado en la 58ª edición del festival de Cine de Gijón y seleccionado en más de una docena de festivales nacionales e internacionales. Como dramaturga, ha escrito los textos teatrales “Habitación 470” (2017) y el monólogo “La espera de Gerda” (2019), finalista en el premio Jesús Domínguez 2020 y ganadora del I Ciclo de Monólogos Teatrales SGAE 2021-2022. 

El cortometraje dedicado al suicidio: "Abril se fue en noviembre"

Abril, una adolescente de 14 años alegre y divertida, se suicida un día cualquiera, dejando desconcertados a amigos y familiares. Muchos años después, su amiga Mara continúa sin digerir la pérdida. Atascada en un proceso de duelo que va de la incredulidad a la rabia, del enfado a la tristeza, la espiral de dolor, incomprensión y culpa parece no tener fin. Los juicios precipitados de la gente sobre el suicidio tampoco ayudan a mejorar la situación. Mara quiere seguir adelante con su vida. Pero, ¿podrá hacerlo sin traicionar el recuerdo de Abril?

Para escuchar este magnífico podcast de la conversación de Rosa Cabrera con Joan Carles March pincha a continuación: