Una sección de Joan Carles March

Habladurías con el profesor de la UGR, hoy en Canadá, Rafael Román Caballero, investigador de los beneficios de la música que enriquece a nivel emocional y social y también cognitivo

Ciudadanía - Joan Carles March - Lunes, 1 de Julio de 2024
Un excepcional 'Habladurías' en el que el experto en Salud Pública Joan Carles March conversa con este investigador sobre los beneficios cognitivos de la música. No te lo pierdas.
Rafael Román Caballero, protagonista de este excepcional 'Habladurías'.
IndeGranada
Rafael Román Caballero, protagonista de este excepcional 'Habladurías'.
Conozco a Rafael Román Caballero desde hace un tiempo que participó en mi Salud A Todo Twitch después de haber sido valorado como uno de los jóvenes investigadores en divulgación, con el primer premio de Divulgación sobre Medicina y Salud de la Fundación Lilly-The Conversation. Hace unas semanas participamos juntos en los actos del 80 aniversario de Miguel Ríos, en los que estuvimos hablando en una mesa redonda con la neuróloga Ángela Ollero y la doctora en biomedicina Ángela Rodríguez.

Rafael es un investigador y profesor de la Universidad de Granada que ha dedicado gran parte de su carrera investigadora a conocer mejor los beneficios cognitivos de la música. Realizó el Máster de Neurociencia Cognitiva y del Comportamiento y su Doctorado en Psicología en la Universidad de Granada. En la actualidad, en Canadá, participa en el proyecto Music Ensemble Multilab con los principales laboratorios a nivel mundial en neurociencia de la música para desentrañar las diferencias en memoria entre músicos y personas sin formación musical.

Dice además que tocar un instrumento mejora las capacidades mentales en general. Por ejemplo, la música promueve funciones como el razonamiento o la memoria. Y que la práctica musical podría promover el esfuerzo

Leía preparando la conversación con él, un artículo titulado ¿Cómo cambia nuestro cerebro la práctica musical? y decía que tocar un instrumento implica una gran cantidad de aprendizajes y demandas cognitivas (perceptivas, de atención, etc.). Por eso no es sorprendente que una práctica prolongada mejore las habilidades auditivas y rítmicas. También se asocia con un mayor tamaño de áreas cerebrales dedicadas a la percepción auditiva, somatosensorial y motora. Dice además que tocar un instrumento mejora las capacidades mentales en general. Por ejemplo, la música promueve funciones como el razonamiento o la memoria. Y que la práctica musical podría promover el esfuerzo.

Nunca es tarde para comenzar con una vida mental activa

También leí el artículo ¿Cuáles son los beneficios cerebrales de tocar un instrumento? La música es un fenómeno universal. Casi todas las personas (el 95%) sienten que es algo realmente placentero. Y los datos de plataformas de streaming como Spotify revelan que pasamos de media más de una hora al día con nuestros auriculares dice en el artículo. Y añade: Tocar un instrumento, al contrario, reduce el riesgo de padecer una demencia o un deterioro cognitivo en la vejez. Al igual que conserva el cerebro unos cuantos años más joven y evita que muchas de nuestras capacidades mentales se vean afectadas por la edad. Así, los músicos mayores, con décadas de práctica instrumental, muestran una pérdida menor de memoria o velocidad mental, entre otras habilidades. Pero no hace falta una vida enteramente musical para experimentar estos beneficios. Las personas mayores que comienzan a tocar tarde, en la vejez, también tienen un menor declive. Con estos datos, parece que no existen excusas. Nunca es tarde para comenzar con una vida mental activa.

Un momento de la argumentación de Rafael Román Caballero.

Las personas se adentran en la música porque con ella disfrutan, se enamoran o se sienten parte de una comunidad. Sin embargo, implicarse en ella podría tener el efecto (no buscado) de potenciar nuestras capacidades cognitivas y protegerlas del paso del tiempo. Sin pretenderlo, la música transforma dos de las cosas que más nos fascinan del ser humano: nuestro cerebro y nuestra mente.

Para él, la música es un fenómeno de disfrute universal. Muy pocas personas pueden afirmar radicalmente que no les gusta. Es común a todas las culturas

Con esas entradas, empezamos a hablar o mejor dicho a seguir la conversación que comenzamos en la Fundación Caja Granada en los actos del aniversario de Miguel Ríos, donde Rafael explica por qué la música es un combustible de calidad para cerebros de todas las edades. Para él, la música es un fenómeno de disfrute universal. Muy pocas personas pueden afirmar radicalmente que no les gusta. Es común a todas las culturas.

Hablamos de salud, hablamos de la música y el alzheimer o la dislexia o el TDAH y nos cuenta que no vamos a tener una solución del problema, no va a hacer una tenido un del alzheimer o del parkinson pero si una reducción del estrés, de las emociones negativas o de la ansiedad y mejora el estado emocional, no solo en los pacientes con una determinada patología, sino en una persona sin ninguna enfermedad.

Nos cuenta que la música tiene mucho que ver con las emociones. La música anima y aumenta la situación emocional y mejora la adherencia al tratamiento y mejore los efectos adversos que puede tener como es la quimioterapia

Nos cuenta que la música tiene mucho que ver con las emociones. La música anima y aumenta la situación emocional y mejora la adherencia al tratamiento y mejore los efectos adversos que puede tener como es la quimioterapia.

Añade que somos seres musicales porque nuestro cerebro está preparado para percibir, emocionar o disfrutar. Y esto de ser seres emocionales empieza cuando estamos en el vientre de nuestra madre donde los inputs musicales son de los que nos llegan para poder desarrollar nuestro cerebro. La audición y la musicalidad están muy desarrollados porque entran a través del líquido amniótico o a través de los latidos de nuestra madre.

"Teníamos muchos pacientes con demencia, pero todos ellos eran distintos entre sí. El clínico tiene que ser creativo, pensar y leer mucho, buscar la eficacia de las intervenciones para frenar o compensar el deterioro cognitivo. En este punto la música me dio muchas ideas nuevas"

Él nos cuenta que toca el violín. Más tarde, realizó unas prácticas en una clínica de neuropsicología y pudo comprobar de primera mano las ventajas de mezclar disciplinas. “Teníamos muchos pacientes con demencia, pero todos ellos eran distintos entre sí. El clínico tiene que ser creativo, pensar y leer mucho, buscar la eficacia de las intervenciones para frenar o compensar el deterioro cognitivo. En este punto la música me dio muchas ideas nuevas. Dentro de 30 años la mayoría de la población será mayor, así que tenemos que manejar muchas alternativas para preservar esas capacidades”.

Nos comenta que cuando se compara el cerebro de músicos experimentados con personas que nunca han tocado un instrumento, muchas regiones del cerebro de los músicos tienen un mayor volumen y grosor. También muestran cerebros mejor conectados. Todo ello tiene sentido si pensamos en la actividad musical, donde están involucradas tantas capacidades y procesos a nivel mental y sensorial.

La investigación que desarrolla detalla el funcionamiento de la música como gimnasio de la mente y trata la importancia de tocar un instrumento. “Gracias a la música se potencia el desarrollo cognitivo y escolar durante la infancia y se mejora la respuesta al envejecimiento natural de capacidades como la memoria o la atención”.

Este entrenamiento de la música nos señala que deja huella. Los músicos mejoran capacidades mentales generales como la memoria y la atención

Este entrenamiento de la música nos señala que deja huella. Los músicos mejoran capacidades mentales generales como la memoria y la atención. También potencia el rendimiento académico y las habilidades lingüísticas y matemáticas de los niños. Sin embargo, los músicos se adentran en esta actividad, cuyo aprendizaje requiere de un esfuerzo encomiable, por el disfrute que les produce y para socializar con otras personas alienadas con sus intereses, no para mejorar las capacidades de su cerebro. La música enriquece a nivel emocional y social, pero también cognitivo.

No hace falta ser un músico profesional para gozar, al menos en parte, de algunas de estas ventajas. “Cuanto más tiempo le dediquemos, más beneficios adicionales obtendremos, pero a nivel amateur también son palpables. Conviene además hablar de las mejoras extra a las que nos lleva la música. Un violinista necesita estar en forma para tocar un instrumento que obliga a movimientos constantes, lo que probablemente le haga practicar yoga o pilates. Un saxofonista depende de una buena capacidad pulmonar, así que lo más seguro es que no fume. Esta adaptación es también muy positiva”.

Adicionalmente, el investigador y su grupo trabajan en proyectos que relacionan música y envejecimiento con personas que nunca han tenido contacto con un instrumento para analizar sus evoluciones a lo largo de un tiempo

Adicionalmente, el investigador y su grupo trabajan en proyectos que relacionan música y envejecimiento con personas que nunca han tenido contacto con un instrumento para analizar sus evoluciones a lo largo de un tiempo. Pensamos que nunca es tarde para empezar a leer partituras. Aunque el impacto es mayor en el cerebro de los niños, los nuevos aprendizajes siempre provocan cambios; adquisiciones que nunca se pierden. Ante el deterioro cognitivo, sea patológico o natural, la música puede ayudar a que caigamos desde mucho más alto, y así tardar más en dejar de valernos por nosotros mismos.

Rafael Román Caballero conversa con Joan Carles March, en este 'Habladurías'.

Y con ello seguimos hablando y conversando sobre diferentes aspectos de la música y la musicalidad. Un precioso habladurías donde la música envuelve toda la conversación con el gran y joven investigador Rafael Román Caballero.

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