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Opinión, por Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz

Granada Abierta de Carlos Cano

Ciudadanía - Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz - Martes, 2 de Enero de 2018
Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz, de Granada Abierta, expresan en este artículo su rechazo a la Fiesta de la Toma y defienden el acto alternativo que organiza la plataforma.
Carlos Cano abriendo las puertas de Granada a inmigrantes y refugiados. Dibujo de Martinmorales, que ha cedido los derechos a Granada Abierta.
Martinmorales
Carlos Cano abriendo las puertas de Granada a inmigrantes y refugiados. Dibujo de Martinmorales, que ha cedido los derechos a Granada Abierta.

Granada Abierta vuelve a organizar el 2 de enero un acto alternativo por la tolerancia y para pedir al gobierno municipal que ponga fin a la fiesta anacrónica, sectaria y excluyente de la Toma. Celebración impropia de una sociedad democrática, que el Ayuntamiento gobernado por el PSOE, como antes el Partido Popular, se empeña en mantener, a pesar del efecto-llamada para la extrema derecha, que daña la imagen de la ciudad y supone un riesgo para la convivencia.

'Frente a la Granada intolerante, excluyente, que celebra la Toma nosotros queremos poner voz a la Granada de Mariana Pineda, Lorca y Carlos Cano'

Ante los gritos racistas y xenófobos de grupos ultraderechistas en la Plaza del Carmen, respondemos, desde la Fundación Euroárabe, con el flamenco solidario del cantaor Juan Pinilla y con el recital poético Lorca también dijo no a la Toma, que este año va dedicado a Juan de Loxa, por su gran contribución a la memoria lorquiana. Hermanamos así el Manifiesto Canción del Sur, del poeta lojeño, con Manifiesto 2 de Enero, origen de Granada Abierta. Frente a la Granada intolerante, excluyente, de una religiosidad pública que es incompatible con un estado aconfesional y laico, y que celebra la Toma, nosotros queremos poner voz a la Granada de Mariana Pineda, García Lorca y Carlos Cano.

Y este año, recordamos también las “Crónicas Granadinas” que cumplen 35 años, desde que Carlos las presentó en 1982, en el Teatro del Generalife. El cantautor granadino se atrevió a hacer este disco, comprometido y valiente, en una ciudad ultraconservadora, que seguía celebrando la expulsión de los moros. Empezaba con un Canto al Amanecer, nada menos que la llamada musulmana a la oración. Una herejía para la Granada católica y devota de la Virgen de las Angustias. Describía también la represión de los Reyes Católicos contra los moriscos en El bando: “Por orden real, escritos de herejes en fuego arderán y aquel que se encuentre fablando morisco a galeras irá”. Y denunciaba la expulsión: “Por orden real, la Baja Alpujarra abandonarán, moriscos infieles, infantes, mujeres cruzarán el mar”.

'En sus crónicas, Carlos Cano hacía justicia a Boabdil, un personaje maltratado y calumniado por los vencedores'

En sus crónicas, Carlos Cano hacía además justicia al último emir granadino, Boabdil, en la Casida del Rey Chico, un personaje maltratado y calumniado por los vencedores: “En el fondo de un aljibe me encontré la tristeza que matara al rey Boabdil. Y a la sombra de un almendro la dejé, por los montes de Güajar-Faragüit. Asimismo, rendía homenaje a Aben Humeya, que se puso al frente de la rebelión de la Alpujarra en 1568, contra la tiranía de Felipe II: “Vinieron revueltas, los bosques ardieron, quedó en la Alpujarra Aben Humeya muerto. Alláh Akbar”. Describía también al rey déspota que ordenó el éxodo: “La mano de hierro que al mar señalaba con un halcón negro abriendo sus alas”. Y el drama de los moriscos, condenados al exilio: “Mirando a la luna así le decía: lejos de Granada, yo me moriría”.

En este disco emblemático, Carlos Cano ponía además música a dos poemas lorquianos: “La muchacha dorada se bañaba en el agua y el agua se doraba”. Y seguía cantándole a Federico: “Por las ramas del laurel van dos palomas oscuras. La una era el sol, la otra la luna”.  Carlos reivindicaba así a Lorca, el poeta del mestizaje, que decía: “Creo que el ser de Granada me inclina a la comprensión simpática de los perseguidos. Del gitano, del negro, del judío… del morisco que todos llevamos dentro”. Y cerraba el disco con  un canto a la esperanza: “Si la ves por el viento, díselo tú, que venga ya! Venga como paloma de libertad, repartiendo alegría… ¿Será verdad, que alguna primavera abrirá la flor?

Carlos Cano quiso abrir los ojos a la gente de Granada. El cantautor granadino nos hizo ver que la celebración de la Toma está basada en una manipulación histórica, pues nos contaron que hubo Toma de Granada por los Reyes Católicos, en aquel nefasto 2 de enero de 1492, pero no era cierto. La verdad es que hubo unas Capitulaciones en las que los Reyes Católicos se comprometieron a respetar, con firma y sello, “para siempre jamás”, los derechos civiles y religiosos de la población granadina; un pacto que no cumplieron, para deshonra de sus católicas majestades.

'Si el Ayuntamiento quiere aspirar a la capitalidad cultural algún día, dudamos que la celebración de la Toma sea una buena carta de presentación'

Después de sus Crónicas Granadinas, Carlos nos sorprendió con la canción satírica Moros y Cristianos contra la Toma, que retrataba una Granada cateta y provinciana: “Fuera los moros, gritan los loros. Y yo tan campante en mi elefante, con mi chilaba y mi turbante”. Y antes de morir, convenció al alcalde para leer el 2 de enero, desde el balcón municipal, un Manifiesto por la Tolerancia. Por todo ello, mantenemos viva su memoria y seguimos reivindicando la Granada Abierta de Carlos Cano y la de todos los que queremos erradicar la imagen negativa que la ciudad transmite dentro y fuera. Una ciudad abierta a la cultura, a las ideas progresistas, a la convivencia y a la acogida, una ciudad donde nadie se sienta extranjero ni amenazado. Si el Ayuntamiento quiere aspirar a la capitalidad cultural algún día, dudamos que la celebración de la Toma sea una buena carta de presentación.