El Defensor de la Ciudadanía, Manuel Martín, ha denunciado este miércoles la situación de las trabajadoras del hogar, un colectivo "muy desprotegido, muy invisibilizado y poco valorado; pero sin embargo muy necesario e importante en nuestra vida", ha afirmado en rueda de prensa, junto a  la portavoz de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Granada, Laura Guillén.

Con motivo del décimo aniversario de la aprobación de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) del Convenio sobre Trabajo Decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, Martín ha denunciado que, una década después, el Gobierno español sigue sin ratificarlo.

El Defensor ha señalado la "gran incoherencia", porque, por una parte, "son consideradas como trabajadoras esenciales durante la pandemia, y por otra, no es un trabajo con derechos plenos". Por ello, ve "muy necesario tomar conciencia, dar a conocer a la opinión la situación en que se encuentra este colectivo y denunciar la desprotección jurídica de las trabajadoras del hogar". 

Tal día como hoy, el 16 de junio de 2011, hace exactamente 10 años, la Organización Internacional del Trabajo adoptó en Ginebra el Convenio nº 189 sobre trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos (o empleadas y empleados del hogar), y la Recomendación nº 201 con el mismo título, que lo complementa. Ha transcurrido una década desde aquel importante avance, pero el Gobierno de España continúa sin ratificar dicho acuerdo.

"Por ello, hoy es una fecha decisiva para volver a reclamar una cuestión de justicia social: para el Gobierno sólo se trata de ratificar un convenio adoptado a nivel internacional, pero para el colectivo afectado supondría un paso inmenso, un modo de reconocer derechos a quienes realizan un trabajo fundamental para la sostenibilidad y el bienestar de nuestra sociedad", afirma Martín.

Empleos precarios e infravalorados

Según explica, "hoy 16 de junio es una fecha importante para visibilizar el trabajo de este sector profesional y seguir reivindicando derechos, derechos laborales de quienes, en algunas ocasiones, se encuentran en situaciones de desprotección legal. Porque, como en tantos otros colectivos, estamos ante empleos precarios e infravalorados, y ante personas que, por contar con recursos escasos, o tener que ayudar a sus familias –en situación de desventaja-, están dispuestas a asumir tareas y condiciones laborales que las abocan a situaciones de desprotección, dispuestas a formar parte de la economía sumergida por tal de mantener sus ingresos, dispuestas a aceptar excesos horarios y/o abusos salariales, para evitar perder sus empleos. Todo esto se acabaría por ley si el gobierno de España ratificara el convenio de la OIT después de 10 años transcurridos desde su aprobación".

Las trabajadoras de hogar y cuidados fueron consideradas esenciales durante el estado de alarma, pero la crisis agravada por la pandemia impactó con fuerza en este sector: es un dato que se señalaba en la memoria 2020 de la oficina del Defensor. El Gobierno durante el periodo de confinamiento diseñó un subsidio especial para empleadas de hogar; "una ayuda insuficiente por cuatro razones":

• Lo primero y primordial: dejó de admitir nuevas solicitudes desde el pasado 21 de julio de 2020.
• No podía llegar a las trabajadoras que no estaban dadas de alta.
• Sólo cubría un periodo de dos meses. Una muestra más de la desprotección que sufre este sector ya que las trabajadoras en situación irregular quedaron excluidas del subsidio extraordinario de desempleo.
• Las trabajadoras de hogar siguen siendo el único grupo de asalariadas que no tienen reconocido el derecho a la prestación por desempleo.

La Plataforma de Trabajadoras del Hogar de Granada, una entidad que desde hace años viene pidiendo la ratificación del Convenio 189 de la OIT del que hoy se cumplen 10 años, lucha por pertenecer al Régimen General de Trabajadores para tener derechos, los mismos derechos de cualquier trabajador y, en este sentido reivindican 4 puntos esenciales:

• La aplicación de los salarios de la tabla salarial, acordes al salario mínimo profesional. Así como sus correspondientes pagas extras, vacaciones, descansos y otras condiciones estipuladas por ley como es el caso de la regulación del régimen de pernocta, para poner fin a posibles abusos de empleadas en régimen interno. 
• La inclusión en el la ley de prevención de riesgos laborales, que tiene por objeto la inclusión en el ámbito de prevención de Riesgos laborales, caídas, golpes incendios, exposición a contaminantes químicos. -La supresión del Régimen de carácter especial de empleo de Hogar incluyéndolas en el Régimen General de la Seguridad Social. Pues El carácter especial del Empleo de hogar nos excluye de la integración plena en el Régimen general y un derecho tan básico como es la protección de la seguridad y salud, no se les reconoce. 
• La aprobación definitiva de la prestación por desempleo. 

En definitiva, la ratificación de un convenio que implicaría el respeto y reconocimiento de una profesión imprescindible; de un trabajo esencial que, sin embargo, está devaluado por distintas razones:

• Está mal retribuido a pesar de que se cuida lo más valioso, se cuida de las personas, de los hijos/as y de los hogares: es un trabajo que sostiene la vida de muchos.
• Las cotizaciones a la seguridad social no siempre se correspondan con los salarios reales.
• La actividad está poco considerada o devaluada socialmente y además es considerada “un trabajo de mujeres”.
• Al tratarse de un sector laboral que realiza su labor en el ámbito privado, no está protegido jurídicamente en todas las situaciones. Como Defensor de la Ciudadanía de Granada quiero dar mi apoyo al colectivo de trabajadoras del hogar y sobre todo denunciar la desprotección jurídica en que se encuentran.