Consejos de Facua a los universitarios para evitar problemas en el alquiler de un piso
La vuelta al curso universitario trae a Granada una gran cantidad de estudiantes de todas partes del país, junto a una alta demanda de viviendas y habitaciones para su alojamiento durante el curso escolar. Un sector que tradicionalmente ha sido fuente de problemas para los inquilinos, por lo que para ayudarles, desde Facua Granada se ofrecen algunas orientaciones para acertar en el proceso.
Durante la búsqueda conviene no dejarse deslumbrar por la publicidad. Actualmente Internet es uno de los principales canales para buscar vivienda, aunque es frecuente que la imagen que se muestra de los pisos en la red poco tenga que ver con la realidad. Por eso el futuro inquilino debería revisar el alojamiento de forma presencial, en busca de posibles problemas o defectos que no aparecerán de ordinario en esa publicidad. En este punto es clave desconfiar de los precios especialmente reducidos y en lo que se pida el pago por adelantado, ya que puede posiblemente ser una estafa.
Una vez decididos por una vivienda es necesario que se realice un inventario de su mobiliario: tanto de los muebles como del ajuar y el resto de elementos. Un inventario que también debe indicar el estado del mobiliario y sus posibles desperfectos. Este anexo formará parte del contrato de alquiler y protege a las partes de posibles reclamaciones por cosas que se rompen o estropean mas allá del mero uso del mismo. Al indicar su estado real es mucho más fácil acreditar a quien debería corresponder su arreglo o sustitución.
Contrato siempre por escrito
Ademas del anexo, dentro es imprescindible realizar el contrato de alquiler, que siempre debe ser por escrito. En este contrato deben figurar las condiciones del alquiler, la duración del citado contrato, identificación de los titulares de la vivienda y del arrendador, la asignación de gastos como luz, agua o impuestos y cualquier otro aspecto de importancia que se considere. Es importante saber que el contrato de alquiler no tiene un formato determinado por lo que puede realizarse de forma libre siempre que haya acuerdo entre las partes. No obstante conviene revisarlo con detalle antes de firmarlo en busca de cualquier cláusula abusiva o que pueda perjudicarnos.
Este contrato es igual de necesario o más para los pisos compartidos y su funcionamiento. En este caso los nuevos compañeros que se incorporen a un piso de estudiantes también deberían de firmar si no un contrato, al menos un acuerdo privado en el que se recojan las condiciones del arrendamiento de la habitación y el resto de cuestiones de interés que consideremos oportunas. Este documento puede facilitar las relaciones a largo plazo además de dejar las cosas claras sobre cómo funciona el mismo en caso de controversia.
Respecto a los pagos, en el momento del contrato es necesario abonar tanto la fianza, que se devolverá una vez se desaloje la vivienda si se entrega en buen estado, como la mensualidad correspondiente al mes en curso. Si ha intervenido una agencia también es habitual que se cargue al inquilino el coste del mes de agencia que supone sus honorarios, aunque este aspecto puede negociarse con el arrendador. Entre los gastos que deben asumir los inquilinos también se encuentran los propios de la vivienda como agua, luz o comunidad. También deberán abonarse los gastos o reparaciones propias del uso y desgaste de la vivienda como una bombilla que se funda, por ejemplo. Sin embargo las derramas, reparaciones mayores propias del mantenimiento de la vivienda y similares deben estar a cargo del propietario.
Finalmente, y a la hora de buscar, es importante hacerlo con tiempo, de manera que el estudiante puede acceder a aquello que considere más adecuado a sus preferencias: por ejemplo que esté más cercano a su facultad, que esté en un entorno más tranquilo, con ciertas condiciones de luz o de altura, etc. Cuanto antes se empiece la búsqueda mucho más sencillo será el poder encontrar lo que buscamos y también resultará más sencillo obtener un buen acuerdo. La búsqueda de habitación o piso de alquiler no es tarea que deba quedarse para última hora.