La Calle Mata muestra 'las otras carocas del Corpus', que reflejan la situación de las personas sin hogar

"Dos años de una alcaldesa
presumiendo de gestión,
sin hogar y sin albergues,
las personas de la calle
viven cada vez peor".
La Calle Mata ha plasmado el problema que viven las personas sin hogar en una de las tradiciones del Corpus: las carocas y quintillas. La acción de protesta de este martes, de 11.00 a 13.00 horas esta mañana y que se repetirá de 20.00 a 22.00 horas por la tarde, las activistas se han reunido en Bib-Rambla, uno de los espacios de la feria para mostrar sus carocas junto a las oficiales.
En total son once quintillas que denuncian el sufrimiento de las mujeres que viven en situación de calle, el cierre de instalaciones como las de la calle Varela o el hecho de que, llegado el verano, ya no haya preocupación por el lugar en el que podrán dormir. "Es una actitud que parece decir, como ya no hace frío, a la calle", lamenta Loli Ortiz, una de las portavoces de la plataforma.
La acción se suma a las protestas organizadas por la plataforma para dar visibilidad a las personas sin hogar y exigir, entre otras actuaciones, un albergue digno.
Lo urgente, en esta época, según expone la plataforma, es:
- Tener un lugar para pasar el día, para evitar el calor extremo que se padece en la calle. Se trata de facilitar un espacio donde entrar con sus bolsas, donde estar a una temperatura adecuada, donde ser atendidas por profesionales, donde beber agua, tomar una fruta o darse una ducha.
- Junto al día viene la noche. Se ha cerrado un Centro nocturno que acogía a casi 50 personas cada noche, y se permite que la gente duerma en el suelo, en escondites sucios y peligrosos, en rincones desprotegidos, en los bancos incómodos en lugares llenos de basura… Y al mismo tiempo hay 12.000 viviendas vacías en Granada, edificios abandonados, de la iglesia, de las instituciones, de los particulares… La vivienda es lo único que acaba con el sinhogarismo, lo que recompone a la persona y le puede permitir reorientar su vida y su proyecto. ¿No podemos empeñarnos en arreglar este mundo tan cercano?
El pasado verano La Calle Mata mantuvo abierto un refugio climático para personas sin hogar durante el mes de agosto. Llegamos a un nuevo verano y no hay alternativas municipales para que estas personas tengan un lugar donde refugiarse de las altas temperaturas.