Menoyo Baños, semblanza del ingeniero militar comprometido con la República
En esta ocasión esboza la trayectoria personal y profesional de Francisco Menoyo Baños, coronel del Arma de Ingenieros, jefe del Ejército Popular de la República durante la guerra civil que combatió desde la legalidad gubernamental a la sublevación militar de julio de 1936 hasta 1 de abril de 1939. Anteriormente fue concejal electo y alcalde socialista de Granada capital de septiembre de 1931 a abril de 1932, diputado Congreso de Diputados en 1936.
Detenido por las fuerzas sublevadas al finalizar la guerra civil, fue juzgado por un consejo de guerra que le sentencia a la pena de muerte. Su ejecución tuvo lugar en las tapias del Cementerio en la madrugada del 14 de agosto de 1939.
AGRMH y el memorialismo considera un deber de memoria dar a conocer páginas olvidadas de nuestro pasado reciente. Verdad, Justicia, Reparación y Reconocimiento para las cuatro mil víctimas asesinadas en Granada.
Sin embargo, tuvieron esa fortuna que solo acompaña a vidas destinadas a un mejor futuro, porque muchos de los compatriotas lo perdieron todo, incluida la vida.
Por aquellos días Francisco Menoyo tenía tres años.
Joven inquieto y estudiante de provecho orientó su formación hacia la milicia, precisamente en un arma que requiere cierta habilidad, capacitación y formación. En 1912 ingresa en la Academia de Ingenieros de Guadalajara (un hermano suyo, Francisco Javier, le emularía); le dedicará al Ejército de España los mejores dieciocho años siguientes con destinos de suboficial y oficial en destacamentos en África, Menorca, Barcelona, Granada y Zaragoza.
Con 25 años contrae matrimonio con Emilia Romero Avilés, de cuya unión nacerán seis hijos. A mediados de los años veinte y estando destinado a la plaza de Granada, toma contacto con la élite intelectual y política progresista andaluza, surgiendo desde entonces una amistad y camaradería con directivos socialistas, con los catedráticos de Universidad Fernando de Los Ríos Urruti y Alejandro Otero Fernández, entre otros. Esa afinidad le lleva a solicitar el ingreso en la Agrupación Socialista de Granada, agrupación muy activa contra las políticas y usos caciquiles de la Dictadura Primo de Rivera. Solicita separación voluntaria de servicios en temporadas de 1924 a 1925.
El compromiso combativo contra la “lacra de la política corrupta del régimen monárquico de Alfonso XIII” le lleva posteriormente a integrarse en la coalición republicano-socialista que resultará triunfante en las elecciones municipales de 12 de abril de 1931. Francisco Menoyo Baños obtiene su acta de concejal de Granada, por el distrito Alcazaba (circunscripción por la que resultan también concejales electos los republicanos Angel Saldaña Pérez, Luis Fajardo además del socialista Manuel Fernández Montesinos). A los pocos meses, en septiembre, resulta elegido alcalde; será el primer alcalde del PSOE en las historia de Granada capital. Inmediatamente solicita y obtiene el retiro voluntario de la milicia, después de haber servido más de dieciocho años en Arma de Ingenieros.
Menoyo Baños presidirá como alcalde los plenos del Ayuntamiento de Granada capital hasta abril de 1932, siendo uno de los referentes del socialismo reformista y centrista, del ala prietista del socialismo español
Menoyo Baños presidirá como alcalde los Plenos del Ayuntamiento de Granada capital hasta abril de 1932, siendo uno de los referentes del socialismo reformista y centrista, del ala prietista del socialismo español (le preocupa en su gestión mitigar el paro obrero proponiendo inversiones en obras y servicios) con gran prestigio profesional en la esfera pública y privada, lo que le aúpa a ser uno de los primeros nominados para la Candidatura del PSOE, una vez convocadas las elecciones generales de noviembre de 1933. No obtuvo acta para el Congreso de Diputados pero destacó por su dinamismo en la provincia, acompañando en multitud de mítines a los diputados electos Fernando de los Ríos y María de la O Lejárraga.
Desde que salió del Ayuntamiento tiene ofertas para cargos directivos en el mundo empresarial público, concretamente ficha por el Banco Hipotecario (siguiendo la senda de su padre) como Inspector tasador de fincas.
La amplia derrota de la izquierda granadina es un hecho a finales de 1933. En España campa por sus respetos antirrepublicanos una coalición de derechas y extrema derecha: estamos en pleno bienio negro radical-cedista. Menoyo Baños se queda sin dar el salto a la política nacional; las puertas del Congreso de Diputados se le cierran, pero no su vocación política al servicio del socialismo democrático. Conforme el régimen se desliza hacia la derecha extrema -Partido Republicano Radical que se apoya en la CEDA, derecha monárquica, conservadora-, Menoyo da un paso desde la defensa de las esencias reformistas, liberales (¿revolucionarias?), hacia los valores republicanos, hacia un mayor compromiso social frente al reaccionarismo de la derechas católicas y autoritarias, ya en franca deriva antirrepublicana en Granada y provincia.
Goza de gran prestigio en Madrid, donde se le confía la organización de la huelga revolucionaria de octubre de 1934. La consiguiente represión le obliga a exiliarse en Bélgica hasta marzo de 1936
En ese reagrupamiento estratégico y coyuntural del socialismo español, de mediados de los años treinta, y ya desalojado del poder local y nacional vía gubernamental (clausura de sindicatos, de agrupaciones socialistas, imposición de comisiones gestoras que “descabezan” los ayuntamientos con mayorías republicano-socialistas) Menoyo Baños goza de gran prestigio en Madrid, donde se le confía la organización de huelga revolucionaria de octubre de 1934. La consiguiente represión que desencadenará esa “urgencia y voluntarismo revolucionarios” le obliga a exiliarse fuera de España (marchará a Bélgica, donde residirá hasta marzo de 1936) ocasionando además gran un desgarro en la familia.
Su figura política se rehabilitará tras las elecciones de 3 de mayo de 1936 (repetición de los fraudulentos comicios de las elecciones de 16 de febrero, cuyos resultados fueron anulados). Francisco Menoyo Baños resulta diputado socialista electo por la circunscripción de Granada, integrándose en el grupo parlamentario del PSOE que sustenta la Coalición del Frente Popular y en el que desempeña sus responsabilidades en las Comisiones de Defensa, Estado, Tribunal de Cuentas, Transportes y Obras Públicas). Simultáneamente se incorpora, en calidad de subdirector, al Comité Directivo del Banco Hipotecario.
El mismo 18 de julio Menoyo se presenta a las autoridades militares republicanas y solicita su reincorporación al Ejército
Cuando se produce la sublevación antirrepublicana de julio de 1936, el mismo 18 de julio, el capitán de Ingenieros Menoyo se presenta a las autoridades militares republicanas y solicita su reincorporación al Ejército. Se le nombra Jefe de la Agrupación nº 1 del Batallón de Voluntarios de la Ciudad Universitaria, participando activamente en la Quinta Brigada Mixta del Frente de Madrid, de octubre a finales de 1936.
En febrero de 1937 se le nombra Jefe de Fortificaciones de la Defensa de Costas y en junio de 1937 pasa al teatro de operaciones del Ejército republicano de Andalucía, en concreto, pasa al mando de la flamante División nº 22 del Ejército Popular de la República de Andalucía. Y de aquí pasará en noviembre de 1937 a la Jefatura del IX Cuerpo de Ejército Popular. Durante 1938 y gracias a sus dotes organizativas y operativas es ascendido a Teniente Coronel y Coronel de Ingenieros. Con dicha graduación, en 14 de marzo de 1939, se le designa Jefe del Ejército Popular de la República en Andalucía, conformado en esa fecha de dos grandes unidades, el IX y XXIII Cuerpo de Ejército.
El penúltimo servicio al ejército profesional lo realiza el coronel Menoyo cuando del 28 al 29 de marzo dispone la capitulación y el cese de hostilidades en su demarcación. El 31 de marzo decide presentarse a las tropas enemigas, entregándose en el Cuartel Principal de Artillería de Córdoba; eran las 0’15 horas del 1 de abril de 1939.
Quedará en esa plaza hasta su marcha a Granada, a finales de abril.
Detenido en los Servicios Jurídicos de la Auditoria de Guerra de Córdoba se le toma declaración e inmediatamente se inician los trámites sumarísimos de su procesamiento militar, causas 12.259/39 refundida finalmente en la Causa 17.379/39. En los primeros días de mayo ya obran en los servicios jurídicos militares de Granada los informes que le incriminarán fatalmente (el Jefe de Comisaría de Investigación y Vigilancia, el Alcalde, el Gobernador Civil, el jefe de FET-JONS, varios compañeros de armas y particulares prestan sus testimonios de cargo…; las declaraciones de descargo no fueron consideradas).
El Consejo de Guerra se celebra el 12 de junio de 1939 y le sentencia a pena de muerte
El Consejo de Guerra se celebra el 12 de junio, cuyo fallo le sentencia a pena de muerte (el fiscal militar solicitará dos máximas penas); sentencia será firme por la Auditoria de Guerra del Ejército de Operaciones del Sur, trasladándose a Granada el preceptivo “Enterado” (de la pena de muerte) de Su Excelencia Jefe del Estado.
Solo quedaba el cumplimiento y ejecución de la máxima pena. Fusilamiento que tuvo lugar a las cinco horas de la madrugada del 14 de agosto de 1939. Su defunción quedó registrada en el Libro 118 fol. 60, inscripción nº 470, del Registro Civil nº 3 El Campillo de Granada: causa de fallecimiento ¡¡¡“heridas por arma de fuego”!!!!.
El día antes, a media tarde, cuando toda la suerte estaba ya decidida… Francisco Menoyo Baños, coronel de Ingenieros del Ejército de España, pudo contemplar, por última vez, a su familia que, como todas las tardes, acudía a verlo cuando se le autorizaba asomarse por un ventanuco, desde su prisión militar, en un viejo y noble edificio de la Calle Navas/San Matías.
Triste final para el que fue primer alcalde socialista de la Ciudad de Granada.
RESULTANDO 1º…..Que reingresado en el Ejército en Febrero del treinta y siete con la categoría de Teniente Coronel ejerció el cargo de Inspector de Fortificaciones de Costa hasta que en el año treinta y siete fue nombrado Jefe de la veintidós División en el frente andaluz de Guadix a Iznalloz; y en noviembre del mismo año Jefe accidental Noveno Cuerpo de Ejército y confirmado el mismo en enero de treinta y ocho con mando desde el Guadalquivir hasta Sierra Nevada; y en marzo del treinta y nueve y por el Consejo Nacional de Defensa fue nombrado Jefe del Ejército de Andalucía hasta que hizo la entrega o rendición de dicho Ejército…
.Que por su cultura y relieve político en Granada puede ser considerado como uno de los principales del campo izquierdista de esta Región. Hechos que se estiman probados.
CONSIDERANDO 2º…. Por el carácter militar que tiene el procesado y por ostentar la calidad de Jefe de la rebelión por sus diferentes y altos mandos militares que ejerció en la zona siendo de apreciar y como agravante la circunstancia mixta de responsabilidad criminal prevista en el art. 253 por la perversidad del delincuente y la transcendencia del delito y el daño producido a los intereses del Estado, por lo que procede imponer al procesado FRANCISCO MENOYO BAÑOS la pena capital no siendo de apreciar ninguna circunstancia de atenuación…
FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos al encartado FRANCISCO MENOYO BAÑOS como autor de un delito de rebelión militar con la agravante de la perversidad del delincuente, la transcendencia del delito y del daño causado, a la pena capital. Quedando para ulterior trámite el extremo referente a la responsabilidad civil y a los debidos efectos se remitirá testimonio de esta nuestra sentencia al Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas.
FIRMAN LA SENTENCIA Rafael Peñuela Guerra; Manuel Parada Fustel; Sebastián Morales Lara; Nicolás Velasco; Diego Palacios Casado.
(FUENTE: ARCHIVO JUZGADO TOGADO MILITAR TERRITORIAL nº 23 Almería. Causa 17.379/39. Leg. 93/49)
Rafael Gil Bracero, profesor de Historia Contemporánea. Universidad de Granada y presidente de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica.
En colaboración con y las asociaciones memorialistas de Granada.
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