Cuando tenía 10 años mi hermano me regaló mi primera bicicleta; una BH roja que aún conservo. Recuerdo que tenía que aguantar a diario a mi madre: “Elvira, cuidadico no te rompas un brazo, que nosotros no tenemos seguridad social”. ¿Y saben por qué no la teníamos? Porque teníamos una pequeña tienda de comestibles y entonces el “caciquillo” del pueblo no nos apuntaba porque éramos “ricos”. Aunque en realidad puede ser que mi madre no le hiciera la pelota suficiente para comprar sus favores.

Esta situación que puede parecer anecdótica, me ha hecho siempre valorar muchísimo nuestro sistema sanitario, público, universal y gratuito. Un sistema que ahora despierta un enorme reconocimiento.

Yo siempre me he sentido orgullosa de él. Sin lugar a dudas, nos hace a tod@s iguales. En el momento que entramos por la puerta de un centro sanitario, da igual lo que tengamos o quienes seamos; con la fragilidad que nos da ponernos el pijama, somos iguales y tenemos las mismas prestaciones. 

Siempre lo he tenido claro, pero en situaciones como la que estamos viviendo en la actualidad, me vienen a la cabeza aquellos países que no lo tienen y me pregunto que será de los hombres y mujeres, de los mayores o niños que no pueden acceder a los recursos sanitarios.

"Ahora más que nunca, esta sociedad tiene claro la importancia y la necesidad de reforzar los pilares del Estado del Bienestar"

Espero y deseo que quienes nunca lo hayan tenido tan claro, tomen conciencia ahora de que no se puede recortar en sanidad ni en investigación... porque sin salud no tenemos nada. Ahora más que nunca, esta sociedad tiene claro la importancia y la necesidad de reforzar los pilares del Estado del Bienestar.

No puedo soportar que quienes en tantas ocasiones han asegurado que “el dinero de los españoles donde mejor está es en los bolsillos de los españoles”, sean  ahora los que más reclamen las ayudas y la protección de “papá Estado”.

"No podemos dejarnos engañar por los que tanto piden y nada ofrecen. Es totalmente incompatible ofrecer unos servicios públicos de calidad y a la vez prometer una rebaja fiscal de forma generalizada"

¡Claro que el Estado debe de intervenir! ¡Ahora y siempre! Necesitamos su protección porque eso de que el mercado se regula solo no es correcto. Como tampoco lo es que toda la ciudadanía tengamos las mismas oportunidades. Muchas personas necesitan de esa protección social que el Estado debe brindar. Pero también hay que ser conscientes de que esa protección que necesitamos se financia con nuestros impuestos, no hay otra forma, por eso parte de nuestro dinero debe de ir a sufragar esos servicios y, desde luego, hay que contribuir en función de nuestra disponibilidad. No podemos dejarnos engañar por los que tanto piden y nada ofrecen. Es totalmente incompatible ofrecer unos servicios públicos de calidad y a la vez prometer una rebaja fiscal de forma generalizada.

Me parece indecente que también esos mismos sean lo que actualmente hagan las críticas más feroces al Gobierno de España. Son ellos los que han recortado estos años atrás, privatizado y esquilmado durante años nuestro sistema sanitario público -porque veían una oportunidad para hacer negocio- o llevado su dinero a paraísos fiscales para no contribuir fiscalmente en nuestro país. Son esos los que ahora toda ayuda le parece poca y los que con bulos y mentiras pretenden desestabilizar al Gobierno para sacar rédito político del sufrimiento de la gente.

Esos y esas patriotas, cuyo único patriotismo es exhibir la bandera, están demostrando una vez más lo poco que les importa España y los españoles. Porque ser patriota es defender a nuestro país. Y defenderlo significa defender a los españoles. Por eso, este Gobierno ha puesto a disposición todos nuestros recursos para luchar contra esta crisis sanitaria sin dejar a nadie atrás.

"Yo quiero un Estado que me proteja frente a la adversidad, que me dé seguridad y sobre todo que no deje a nadie atrás"

De todas las crisis podremos aprender siempre algo. Esta nos brinda la oportunidad de repensar nuestros servicios públicos, nuestro modelo económico y productivo y sobre todo el papel del Estado. Yo quiero un Estado que me proteja frente a la adversidad, que me dé seguridad y sobre todo que no deje a nadie atrás. Y para ello necesitamos unos servicios públicos de calidad, pero sobre todo necesitamos unidad y lealtad para vencer esta crisis sanitaria y la que vendrá después: la crisis social y económica. Para remontarla es necesario que todos los partidos políticos arrimen el hombro para remar en la misma dirección. 

A pesar de las dificultades, tengo que reconocer que me alegro de que esta crisis tenga que gestionarla un gobierno de izquierdas. No quiero pensar que hubiera sido de nosotros y nosotras si la gestión hubiera estado en manos de la derecha y de la ultraderecha de nuestro país.

Elvira Ramón es diputada socialista en el Congreso de los Diputados

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