El gobierno socialista en la capital asume ya que no podrá tener unas cuentas este ejercicio. El Ayuntamiento mantiene prorrogados los presupuestos municipales desde 2015 y durante todo este año desde el área de Economía que dirige Baldomero Oliver se ha insistido en que se presentaría un proyecto para negociar con la oposición. En el último cuatrimestre del año y cuando ya es necesario pensar en las ordenanzas fiscales, el equipo de gobierno está ya resignado a que no podrá sacar adelante unas cuentas para 2018 y emplaza a los grupos a abrir el diálogo para 2019. Sería por tanto, en la recta final del mandato, cuando podrían sacarse adelante sus primeros presupuestos. El obstáculo ahora son las elecciones. 

"Cada vez hay menos margen de maniobra", ha reconocido este viernes a preguntas de los periodistas Oliver, para añadir no obstante que no va a cejar en el empeño de presentar un documento con el proyecto de presupuesto municipal. Pero la novedad radica en que, por primera vez, el gobierno local ya asume que deben ser para el próximo ejercicio. A partir de ese documento empezaría la negociación, "pero habrá que valorar si merece la pena para 2018 o si se prefiere para 2019", ha dicho el responsable de Economía. "No tengo mayor problema pero lo que no me gustaría es que se utilizara como argumento político para no sacarlo adelante que queda poco tiempo". 

Ha reconocido Oliver que desde el año pasado se han producido circunstancias "locales y nacionales" que "han ido dificultando" sacar adelante unas nuevas cuentas. La subida de los tipos de interés bancario, el incremento de la masa salarial en el Ayuntamiento, las gastos no previstos por sentencias desfavorables para el Ayuntamiento son algunas de las que ha enumerado. Todo ello sumado al obstáculo de no contar con ordenanzas fiscales, que la oposición tumbó. 

"No se pueden aprobar unos presupuestos si previamente se ha hecho todo lo posible para que no los tengas", ha apuntado en relación a la oposición agregando que, "a efectos electorales tiene gracia, pero en la práctica es indecente". 

Abrirá la negociación y entonces se verá, ha apuntado, "si hay voluntad o detrás de eso solo hay ganas de fastidiar. Si hay ganas de llegar a un acuerdo o solo de buscar excusas para seguir con una campaña electoral que promete ser muy prolongada". 

El momento coincide con la necesidad de abrir también la negociación para las ordenanzas fiscales, claves para sacar adelante un presuesto con un gasto "real" y en las que no se puede perder de vista la necesidad de cumplir con el plan de ajuste. "A partir de ahí, negociar", ha añadido Oliver aclarando que "si podemos cumplir el plan de ajuste sin medidas alternativas como el tipo diferencial del IBI, mejor que mejor".