La aversión del Gobierno andaluz a la descentralización se ceba con Granada
Una de las incógnitas que debía desvelar el Gobierno andaluz del cambio de PP-Cs, con el apoyo imprescindible de la ultraderecha de Vox, cuando tomó posesión, entre otras decisiones de calado, era el tono descentralizador o centralista en su acción.
Pasados dos años, la conclusión es evidente y Granada, la principal víctima de la vuelta al centralismo sevillano, pese a que las formaciones de derechas que hoy gobiernan Andalucía hicieron bandera de todo lo contrario durante años en la oposición, en el caso del PP, y juntos en la última campaña electoral, con el mantra de que “Sevilla nos roba”, que abanderaba el expresidente provincial popular y concejal sin cartera del Ayuntamiento de Granada, Sebastián Pérez.
Muy al modo de esta Junta de Andalucía, en un ejercicio de propaganda para tratar de visibilizar la descentralización, ideó trasladar consejos de gobierno lejos de San Telmo, el primero del mandato, en Antequera, el 25 de enero de 2019, el último, el pasado martes en Ronda, con reunión incluida en la Alhambra, en plena desescalada, el 23 de junio de 2020.
Y hasta ahí la descentralización. Nada extraño si tanto el PP como Ciudadanos son partidos voluntariamente centralistas y su muleta declarada antiautonomista.
Será la diputada por Granada Macarena Olona la maestra de ceremonias de la ultraderecha.
El acto se celebra bajo el título “El fracaso de las autonomías frente a la pandemia” en la Plaza de San Francisco, junto al Ayuntamiento de Sevilla y donde otrora se situó la sede en la capital hispalense de la desaparecida CajaGranada. Cosas del destino.
Los parlamentarios de Vox sí asistirán al acto del Parlamento, pero no al organizado por el Gobierno de Andalucía, al frente de la Junta con sus votos.
Así que en contra de lo que prometían, la derecha apretó la rosca al centralismo sevillano, para dejar aire solo a Málaga, -hay que reconocer que el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, malagueño, como el presidente, Juan Manuel Moreno, hace patria chica-. La provincia de la Costa del Sol compite con ayuda regional, por ser la capital económica de Andalucía, -a pesar de la pandemia- en un eje que desplaza aún más a Granada a la periferia, con un gobierno municipal, también de derechas, incapaz de alzar la voz.
Bendodo en una visita a Granada. j.a./ayto.granada
Granada y su provincia es especialmente perjudicada por la acumulación de funciones del poder central, que ejerce la Junta de Andalucía, en un recorte de autonomía, que deja la administración periférica en un complejo entramado burocrático -ampliado con nuevo delegados y asesores- que se limita sin embargo a la representación institucional, y a repetir argumentarios de consejeros.
Pese a todo, los socios de Gobierno en San Telmo reiteran un mensaje que llega con cada proyecto y en cada comparecencia en la provincia, 'Granada por primera vez cuenta'. Eso es lo que repiten PP y Ciudadanos respecto a la atención que, a su juicio, recibe ahora la provincia de la Junta de Andalucía, exprimiendo aún la idea del 'Gobierno del cambio', que ya pasó su ecuador. Y ponen imagen y nombre y apellidos a ese mensaje, además del de Juan Manuel Moreno, el de Marifrán Carazo.
Ninguneo a Granada
Nada más humillante que la confirmación de que Granada capital fue vendida en las últimas municipales en un vergonzoso cambio de ayuntamientos y diputaciones, perpetrado por Ciudadanos y el PP.
El PP trata ahora de disfrazar el cambalache de la Alcaldía de la capital con la excusa de que la ultraderecha iba a vetar a Sebastián Pérez
No hay excusa posible al ninguneo a Granada, aunque el PP trate ahora de disfrazar el cambalache con la excusa de que la ultraderecha iba a vetar a Sebastián Pérez y con tal de que no gobernara la izquierda, le brindaron el apoyo al cabeza de lista de Ciudadanos para ser alcalde.
Semejante teoría se desmonta con la simpleza de haber obligado al antiguo presidente provincial de dar un paso atrás, para contar con el apoyo de Vox a la lista del PP. Fue un cambio de sillones, que demostró lo que les importaba Granada a los dos partidos de derechas. Hasta Sebastián Pérez lo censuró públicamente, pasados los meses y una vez que constataba su pérdida de poder.
En el primer año, la Junta trató de experimentar en Granada una reforma en Educación -de espaldas a la comunidad educativa, con cierre de centros en duro castigo a la escuela rural-, desmantelada tras la movilización ciudadana, pero que avisaba de lo que luego vendría con el decretazo de escolarización: menos educación pública y más beneficiar a la concertada.
Sin previo aviso y por la puerta de atrás, como acostumbran con Granada, limitaron la autonomía del Parque de las Ciencias, centralizaron la gestión económica en Sevilla, mientras se habla de trasladar el ejemplar modelo del museo interactivo a otras capitales andaluzas.
Del mismo modo, impulsaron la desaparición de la Escuela Andaluza de Salud Pública para integrarla en un nuevo ente, el Instituto Andaluz de Salud, con sede en Sevilla. Tras parar el proceso, volvieron a la carga y ya es imparable, con la publicación del anteproyecto de Ley, pese al apoyo nacional e internacional de la comunidad científica y sanitaria al organismo.
De la brillante Escuela que conocimos solo quedará, según los planes del Gobierno andaluz, la formación, y reducida a lo estrictamente de aplicación sanitaria directa, como el aprendizaje para inocular la vacuna contra el Covid.
El paso dado por el PP en la Junta, del que inicialmente se apartó Ciudadanos, que camina ahora en la misma dirección, hace inevitablemente pensar en otro de los emblemas de la marca Granada Salud y la investigación, el Parque Tecnológico de la Salud, relegado a un segundo plano y pendiente aún del prometido impulso para dejar atrás los problemas económicos que llevó a anunciar la venta de edificios para saldar su deuda.
No se ha detenido aquí la mano en las instituciones ligadas al nombre de Granada. El Gobierno andaluz de PP y Cs ha anunciado la liquidación del Legado Andalusí. Sin complejos y, de nuevo, 'hermoseando' la decisión para tratar de evitar que parezca lo que es: la desaparición del Legado. Esta vez resituando a Concha de Santa Ana, a la que buscó acomodo en el Legado que ahora desaparecerá para integrarse en la Fundación Tres Culturas junto a la Fundación Baremboin Said, y prometiendo que la sede estará en Granada.
Es otro símbolo más tocado en este proceso de ‘desembarco’ del poder central del nuevo Gobierno andaluz en las instituciones más arraigadas e identificadas con Granada.
Concha de Santa Ana, en una imagen de archivo junto al edil Manuel Olivares. j.a./ayto.granada
A pesar de las promesas del acceso por concurso público para dirigir organismo de relevancia, nombraron a dedo a la directora del Patronato de Alhambra y Generalife y al director general de Cetursa.
Y en sus acciones ha quedado claro que la Alhambra y Sierra Nevada, que antes, según la derecha, “estaban gestionadas desde Sevilla”, también lo están ahora y nada ha cambiado. No hay papel que no se mueva en el monumento o en la estación de esquí que no se haga con el beneplácito de los consejeros de los que dependen.
Ante sí tiene el Gobierno andaluz otra prueba de fuego, ante la situación más difícil que afronta en décadas Sierra Nevada, desplegar una red pública que permita salir adelante a la estación y la empresa que la gestiona, sin caer en la tentación de privatizaciones.
En el capítulo de olvidos, el trabajo de Granada en favor de la igualdad, excluido de los Premios Meridiana
En el capítulo de olvidos tristemente se ha incluido lo que se ha considerado una afrenta al movimiento feminista de Granada y al trabajo de mujeres y asociaciones de la provincia en favor de la igualdad. Este año, los Premios Meridiana que concede el Instituto Andaluz de la Mujer no distinguirán a ninguna persona ni entidad vinculada a la provincia, que ha quedado excluida de estos galardones.
Un movimiento asociativo, el de las mujeres de Granada, que el pasado año se movilizó en la iniciativa bautizada como El tren de la dignidad, para denunciar la retirada por parte del IAM de ayudas para proyectos en materia de igualdad de género, de exclusión social y de erradicación de la violencia machista, que comprometía trabajo ya en marcha.
Este 28-F la Junta entregará las distinciones que concede cada año con motivo del Día de Andalucía. El Granada CF, que triunfa en lo deportivo, recibirá una de las Medallas. No habrá, por primera vez en años, mujeres distinguidas por su trayectoria a título individual. Para responder a esta crítica, el Gobierno andaluz responde con la Medalla de Andalucía que recibirá la Asociación de Mujeres Empresarias del Sector del Medio Ambiente o la Congregación de las Hermanas Oblatas y aquellas que desempeñan su labor en otras entidades premiadas. Pero no habrá nombres de mujer.
También se echará en falta la Medalla de Oro que planteó conceder a los docentes el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda. Lo dijo en su última y reciente visita a Granada. El 19 de febrero, Imbroda planteó que una de las Medallas de Andalucía que se entregaran el 28 de febrero recayera de manera simbólica en el profesorado, por su labor en la pandemia. Pero el colectivo no figura en el acuerdo del Consejo de Gobierno del pasado martes, cuando se aprobaron las distinciones.
La Zona Norte de la capital soporta cortes de luz humillantes, y nada les importa a las administraciones competentes. Gobierno andaluz y municipal muestran su obsceno apoyo a Endesa por escasas inversiones para renovar la obsoleta red que impide garantizar el suministro a las personas que pagan sus recibos.
Endesa cerró 2020 con un beneficio neto de 1.394 millones de euros, lo que dispara la cifra de los 171 millones registrada en 2019. Un 715 por ciento más de beneficio para la empresa, filial de la italiana Enel, que posee el 70 por ciento.
Acaso, ¿a alguien le puede extrañar ese sentimiento creciente de hartazgo?