Sierra Nevada, Ahora y siempre.
UNA SECCIÓN de JOAN CARLES MARCH

Crónicas sanitarias XLVI: 'Alcohol y jóvenes; calor y salud mental; no decir 'todo va a ir bien'; virus del Nilo: los mosquitos infectados se matan en invierno; Polio en Gaza; ejercicio físico en niños con cáncer, privatización y mucho más'

Ciudadanía - Joan Carles March - Domingo, 11 de Agosto de 2024
El mejor resumen semanal de informaciones sanitarias o relacionadas con la salud por el experto en Salud Pública Joan Carles March, en una sección imprescindible por su relevancia y calidad. Para estar al día en cuestión de salud. No te lo pierdas.
Participante de la Aceleradora Unoentrecienmil, primer proyecto real y digital que acelera la curación del cáncer infantil a través del ejercicio físico.
aceleradoraunoentrecienmil.org
Participante de la Aceleradora Unoentrecienmil, primer proyecto real y digital que acelera la curación del cáncer infantil a través del ejercicio físico.

1. El Alcohol y los jóvenes: trabajar para prevenir que los menores beban

Editorial de El País.

Junto a un conjunto de medidas para recuperar la senda del descenso de consumo de bebidas alcohólicas entre los jóvenes, quebrada por la pandemia y el confinamiento, Sanidad incluye la prohibición de que la industria del alcohol promocione sus productos bajo la etiqueta del “consumo responsable”

El Gobierno aprobó el martes el anteproyecto de ley de alcohol y menores, un texto que Sanidad anunció en enero y al que le quedan meses de tramitación. La definitiva aprobación, en su caso, por el Congreso, probablemente será compleja. Junto a un conjunto de medidas para recuperar la senda del descenso de consumo de bebidas alcohólicas entre los jóvenes, quebrada por la pandemia y el confinamiento, Sanidad incluye la prohibición de que la industria del alcohol promocione sus productos bajo la etiqueta del “consumo responsable”.

Cada vez más estudios refutan la idea de que beber alcohol en pequeñas cantidades podría beneficiar a la salud. Para el sector, parte del cual ya ha anunciado que presentará alegaciones al anteproyecto, esa idea del consumo moderado o responsable lleva años siendo clave para su negocio. Pero ni la ciencia la avala ni deja de ser ambiguo qué puede entender cada persona bajo esa etiqueta.

Cualquier regulación que aborde una cuestión tan íntimamente arraigada en la cultura social de los españoles como beber está llamada a ser polémica, pero debe ser bienvenida una iniciativa que combate la idea de que existe un consumo de alcohol bueno o exento de riesgos. Como en otros ámbitos clave de la salud en los que chocan políticas públicas y libertades individuales (fumar o comer carne), es preciso recordar que prevenir no significa prohibir. Como sociedad, España debe tener capacidad de abordar el debate del alcohol con datos, argumentos constructivos y sin críticas demagógicas. Más allá de ese arraigo social, no se puede obviar que España es una potencia vitivinícola mundial y el relevante peso económico y laboral que el sector tiene en múltiples ámbitos, comenzando por la hostelería. Hacienda recaudó el año pasado más de 1.200 millones solo por los impuestos especiales ligados al alcohol. Pero tampoco se puede olvidar que cada año mueren más de 15.000 españoles por causas atribuibles a esta droga legal.

En lo que todas las partes coinciden es en la necesidad de trabajar para prevenir que los menores beban

En lo que todas las partes coinciden es en la necesidad de trabajar para prevenir que los menores beban. La última encuesta ESTUDES de Sanidad, de 2023, concluye que el 73,6% de los estudiantes de 14 a 18 años había consumido alcohol en los últimos 12 meses, tres puntos más que en 2021. El 1,1% bebe a diario y el 42,1% se ha emborrachado en el último año, también por encima en ambos casos del dato previo. Evitar esa tendencia creciente, que igualmente se aprecia entre los adolescentes de 12 y 13 años, justifica endurecer su venta y publicidad para los menores con medidas que tiene lógica extender en algunos casos a todas las personas, como el veto al alcohol en centros docentes.

El largo recorrido del anteproyecto, que previsiblemente no se convertirá en ley hasta 2025, ha de servir para armar los necesarios consensos entre todos los implicados y ponderar racionalmente los intereses en liza, pero sin perder de vista que la prioridad es la salud pública.

2. El desafío de las ciudades: combatir el calor para prevenir la salud mental 

Lo escribe el buen profesional y amigo Manuel Franco.

“Después de días, semanas, sin dormir, el agotamiento se convirtió en tristeza, frustración y preocupación por mí misma y por mi familia”. “Me encanta pasear por la ciudad, tengo mis rutinas, y las únicas horas a las que podía hacerlo era muy temprano o por la noche”

“Después de días, semanas, sin dormir, el agotamiento se convirtió en tristeza, frustración y preocupación por mí misma y por mi familia”. “Me encanta pasear por la ciudad, tengo mis rutinas, y las únicas horas a las que podía hacerlo era muy temprano o por la noche”. 

“Llegué a pasar la noche en blanco en la playa para regresar a mi casa al amanecer y seguir sin poder dormir”. Estas son algunas de las experiencias que nos compartieron vecinas y vecinos de El Raval, Barcelona, tras un verano con tres olas de calor oficialmente reconocidas. El estudio de los problemas de salud ligados a las temperaturas extremas de la crisis climática es una de las principales preocupaciones actuales de los centros y agencias de investigación internacionales y su personal investigador. Y los problemas de salud asociados a la crisis climática también incluyen los trastornos de salud mental.

Cuando hablamos de salud mental es muy importante aclarar una serie de definiciones. La OMS definió ya en 2004 la Salud Mental así: “El estado de bienestar en el que un individuo realiza su propio potencial, puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, puede trabajar de manera productiva y fructífera y es capaz de contribuir a su comunidad”. Los trastornos de salud mental incluyen enfermedades diagnosticables y tratables de alta prevalencia como por ejemplo la depresión, la ansiedad, y los trastornos por uso de sustancias, así como enfermedades menos prevalentes, pero que pueden ser muy graves como la esquizofrenia y los trastornos bipolares entre otros.

Como médico interesado en la investigación y formado en Madrid y Berlín me fascinaban, por un lado, las enfermedades crónicas y por otro los trastornos psicosomáticos

Como médico interesado en la investigación y formado en Madrid y Berlín me fascinaban, por un lado, las enfermedades crónicas y por otro los trastornos psicosomáticos. Y así llegué en 2002 a la escuela de salud pública de Johns Hopkins donde lo primero que hice fue pasear por todos los edificios y departamentos para entender la complejidad de este tipo de investigación. Y una de mis mayores sorpresas fue descubrir lo grande e interesantísimo que era el departamento de salud mental, uno de los diez departamentos de la escuela. Este último año ha comenzado el proyecto global Connecting Climate Minds con el objetivo de conectar personas de todo el mundo para comprender y responder a las profundas interconexiones entre el cambio climático y sus efectos sobre la salud mental que incluye grupos en siete regiones que cubren todo el planeta.

Un aspecto interesantísimo de este proyecto, financiado por Wellcome Trust y coordinado por el Imperial College London, ha sido la creación de una Agenda global de investigación y acción sobre Cambio Climático y Salud Mental donde investigación y acción se complementan y trabajan codo con codo desde una perspectiva global que también incluye el estudio de las experiencias vividas en diferentes poblaciones afectadas en todo el planeta. Y en este proyecto participa Pamella Collins, actual directora del departamento de Salud Mental de Hopkins, psiquiatra con 30 años de experiencia en investigación internacional e interdisciplinar en salud pública y enfermedades mentales graves.

Y discutimos sobre un concepto que se utiliza en psicología ambiental en relación con la crisis climática y que yo desconocía; la solastalgia. Se refiere al dolor, la sensación de aislamiento que nos causa la falta de reconocimiento, de “solaz”, de nuestro propio hogar, nuestro propio territorio

En una de las reuniones del proyecto discutimos cómo en las zonas más ricas del planeta se daban procesos demográficos y sociales simultáneos como la desigualdad, el envejecimiento y la alta proporción de personas que viven solas. Estos procesos influyen en la distribución, aparición y tratamiento de los trastornos de salud mental de sus habitantes. Y discutimos sobre un concepto que se utiliza en psicología ambiental en relación con la crisis climática y que yo desconocía; la solastalgia. Se refiere al dolor, la sensación de aislamiento que nos causa la falta de reconocimiento, de “solaz”, de nuestro propio hogar, nuestro propio territorio. Y me pareció muy interesante porque este proceso apareció tanto en el proyecto de El Raval sobre olas de calor y salud, como en otros estudios sobre gentrificación, turistificación y salud urbana.

Una revisión sistemática sobre la asociación entre las altas temperaturas y las olas de calor y la salud mental publicada en la revista Salud Pública en 2018 encontró 15 estudios que en total mostraban cómo durante las olas de calor el riesgo de suicidio aumentaba un 18%. El calor también hacía aumentar las visitas e ingresos hospitalarios en psiquiatría. Otra revisión sistemática y metaanálisis sobre factores climáticos y trastornos mentales ha sido publicada en 2023 en la prestigiosa revista Science of the Total Environment. Los autores incluyeron 88 estudios en el análisis conjunto de los datos de los estudios previos y mostraron cómo que las olas de calor y las temperaturas extremadamente altas se asociaron con un 5% y un 18% de mayor riesgo de enfermedades mentales como la esquizofrenia, los trastornos del estado de ánimo, y los trastornos neuróticos.

“En verano no hay ninguna hora buena para bajar al parque a jugar, hace demasiado calor en ese parque sin sombra, sin plantas y sin fuente de agua”. Cuando lo piensas dos veces, realmente es un urbanismo que castiga más que cuida a la ciudadanía

Con toda esta evidencia científica vuelvo a nuestros barrios y a nuestras vecinas. En una plaza del céntrico barrio de Tetuán de Madrid unas vecinas nos decían para el programa El Escarabajo Verde de RTVE llamado “La cultura del calor”: “En verano no hay ninguna hora buena para bajar al parque a jugar, hace demasiado calor en ese parque sin sombra, sin plantas y sin fuente de agua”. Cuando lo piensas dos veces, realmente es un urbanismo que castiga más que cuida a la ciudadanía.

El calor en nuestras ciudades y nuestra salud, la mental también, es un área de investigación en constante desarrollo. La revista The Lancet publicó en 2021 una serie especial sobre calor y salud en la que destacaron la importancia de investigar la especial situación de vulnerabilidad con respecto a la salud mental de las personas con enfermedades previas que viven en ciudades. Algo que ya nos contaron las personas participantes de El Raval. Y dentro de esta serie se analizaron las diferentes estrategias de adaptación y promoción de la salud donde los espacios verdes en las ciudades tienen un papel muy destacado. De hecho, la literatura científica muestra una evidencia cada vez más clara entre la exposición a espacios urbanos naturales, la reducción del calor urbano, la disminución de los niveles de estrés y la incidencia de trastornos de salud mental.

Los avances en investigación son muchos, recientes y muestran todo lo que queda por entender. Y es interesante ver cómo avanzamos tanto en la ciencia como en su traducción a la acción, y a las decisiones técnicas y políticas.

3. Marisol Soengas, presidenta de los investigadores del cáncer y paciente con un tumor: “No hay que decir que todo va a ir bien”

Lo escribe Manuel Ansede en El País.

La bióloga Marisol Soengas, presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer, tiene cáncer. El 3 de enero fue con su brillante cabello rubio a su peluquera y le pidió que le rapase totalmente la cabeza. Una noche, tras regresar del gimnasio, se había descubierto ella misma un bulto de tres centímetros en el pecho

La bióloga Marisol Soengas, presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer, tiene cáncer. El 3 de enero fue con su brillante cabello rubio a su peluquera y le pidió que le rapase totalmente la cabeza. Una noche, tras regresar del gimnasio, se había descubierto ella misma un bulto de tres centímetros en el pecho. Mientras medio país estaba pendiente de la lotería de Navidad, su médica le anunció que tenía un cáncer de mama con mala pinta y debía tratarse inmediatamente. “Me dijeron que con la quimioterapia se me caería el pelo alrededor de ese día y yo no quería encontrarme el pelo en la mano, así que me lo rapé”, recuerda. Se compró una peluca y siguió yendo a trabajar con normalidad al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en Madrid, donde dirige un laboratorio de referencia en el cáncer de piel más agresivo, el melanoma.

Soengas, una coruñesa nacida hace 56 años en A Aldea do Monte (25 habitantes, Pontevedra), sigue yendo al gimnasio, ahora con la cabeza rapada. Su cáncer es de los complicados, pero se encuentra bien y muestra un vídeo haciendo dominadas. Sabe que si el tumor le hubiese llegado unos años antes ahora estaría, probablemente, muerta. Dos fármacos, el trastuzumab (autorizado en 2000) y el pertuzumab (en 2014), han permitido la supervivencia de pacientes antes consideradas sentenciadas. Soengas ha decidido contar su historia a El País “por un sentido de responsabilidad” ante las personas con cáncer que se encuentran perdidas y para denunciar la falta de acceso a tratamientos. Hace unos días, cuando la actriz estadounidense Shannen Doherty —la mítica Brenda de la serie Sensación de vivir— murió por un cáncer de mama, Soengas proclamó en sus redes sociales: “En este caso, no pudo ser, pero sigamos confiando en la ciencia”.

Usted odia que le digan: “Todo va a salir bien”.

Ese “Todo va a ir bien” te puede incluso doler. Confías en que el tratamiento funcione, pero no sabes cuánto tiempo lo hará ni sabes los efectos secundarios que vas a tener. Es mucho mejor decir: “¿Cómo estás?”

Respuesta. Pues sí, es una frase que entiendes, porque te lo dicen para animarte, pero es que no lo sabemos. No lo saben los oncólogos ni lo sabes tú. Entonces, ese “Todo va a ir bien” te puede incluso doler. Confías en que el tratamiento funcione, pero no sabes cuánto tiempo lo hará ni sabes los efectos secundarios que vas a tener. Es mucho mejor decir: “¿Cómo estás?”. Y otra cosa que tampoco nos gusta nada a los pacientes es que es muy típico hablar de batalla contra el cáncer: “No dejes de pelear, no dejes de luchar”. Eso molesta bastante. Las células que son responsables del tumor están ahí, son mías y tienen alteraciones. Y yo eso no lo puedo controlar. No puedo pelear contra mí misma, lo que sí puedo hacer es no desanimarme.

¿Cuál es su diagnóstico?

"El mismo día que tuve el diagnóstico completo, tres días antes de Navidad, comencé la primera ronda de terapia: siete horas sentada en una silla, recibiendo un tratamiento intravenoso"

Un tumor de mama con un índice proliferativo muy grande y con amplificación del gen HER2. Además, tengo una mutación en una proteína que se llama PI3-quinasa. O sea que tengo dos alteraciones muy potentes. Hace 15 años, mis perspectivas de vida serían muy malas, pero han mejorado mucho con los tratamientos. El mismo día que tuve el diagnóstico completo, tres días antes de Navidad, comencé la primera ronda de terapia: siete horas sentada en una silla, recibiendo un tratamiento intravenoso. Tu mundo se te acaba de caer y de volver del revés, y tienes siete horas por delante.

¿Qué se le pasó por la cabeza en esas siete horas?

"La gente me miraba un poco raro, pero yo quería seguir trabajando. Sé que voy a estar ligada al hospital durante mucho tiempo. Eso es duro de asimilar. Soy consciente de que existe la posibilidad de que el tumor evolucione, pero no voy a pararme por eso"

Estuve llorando casi todo el tiempo. Sabiendo todo lo que sé de cáncer, me daba mucho miedo, porque no sabía si iba a responder al tratamiento, ni si iba a tener efectos secundarios. En la segunda dosis me coincidió que tenía que pedir un proyecto científico, así que me llevé el ordenador. La gente me miraba un poco raro, pero yo quería seguir trabajando. Sé que voy a estar ligada al hospital durante mucho tiempo. Eso es duro de asimilar. Soy consciente de que existe la posibilidad de que el tumor evolucione, pero no voy a pararme por eso.

¿Cómo fue el día en la peluquería?

"Con la quimioterapia se te suele caer el pelo. Yo decidí rapármelo antes. La peluquera me preguntó si tapaba el espejo, para que yo no lo viera. Le dije que no. Yo nunca he sido de ocultarme"

Con la quimioterapia se te suele caer el pelo. Yo decidí rapármelo antes. La peluquera me preguntó si tapaba el espejo, para que yo no lo viera. Le dije que no. Yo nunca he sido de ocultarme. Me rapó casi al cero, con una maquinilla. Fue un momento G.I. Jane total [la película titulada en España La teniente O’Neil]. En el gimnasio sí que voy sin peluca y sin gorra. La primera vez que fui me colgué de la barra y me di cuenta de que, para algunas personas, era un shock. Había gente que me rehuía la mirada, porque no sabían cómo reaccionar. Hay que normalizar estas cosas. Cuando cumplí los 50 me puse el reto de hacer dominadas y hacía 10 con lastre. Ahora me cuesta mucho y las hago con una goma, pero sigo entrenando. A veces me veo en el espejo y no me reconozco: te cambia la cara un poco con el tratamiento, te ves el rostro más triste. Yo soy una persona muy alegre y pienso: “Yo no soy así, no quiero ser así”. Llevar la gorra y traerla a esta entrevista es intencional.

¿Por qué?

"No me gusta el concepto de dar pena. Yo no quiero que la gente venga y me diga: “Oh, qué pena, Marisol”. No, no quiero dar pena. Lo que quiero decir es que es una situación y ya está"

Yo reivindico la gorra. Tenía pañuelos, pero la gorrita es más atrevida y transmite más actividad. Voy a trabajar con gorra, pero es cierto que en algunos eventos llevo peluca, aunque cada vez menos. Realmente, no es por mí, sino para que la gente esté un poco más cómoda. La gente, si te ve sin pelo, piensa que estás mal. Y estás mal por todo lo que te está pasando, pero yo físicamente me siento bien. Puede que en algún momento no sea así, pero ahora no. No me gusta el concepto de dar pena. Yo no quiero que la gente venga y me diga: “Oh, qué pena, Marisol”. No, no quiero dar pena. Lo que quiero decir es que es una situación y ya está.

¿Cuánto cuesta una peluca buena?

Las tienes desde 100 euros hasta 1.800 euros o más. Yo tengo una buena, de pelo natural. Eso es importante: dependiendo del poder adquisitivo, lo llevas mejor o peor. De hecho, hay muchos datos de que los pacientes se empobrecen durante el tratamiento, y eso me preocupa.

¿Por qué hace público su caso?

"Me lo pensé mucho, porque exponerse en público te deja en una posición de vulnerabilidad, pero siempre he defendido la necesidad de visibilizar a los pacientes oncológicos. Me parecía una responsabilidad, todavía más siendo la presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer"

Me lo pensé mucho, porque exponerse en público te deja en una posición de vulnerabilidad, pero siempre he defendido la necesidad de visibilizar a los pacientes oncológicos. Me parecía una responsabilidad, todavía más siendo la presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer. Muchos pacientes tienen miedo a cómo va a reaccionar su entorno y, sobre todo, a perder el trabajo. Eso es muy injusto. Hay también mucha desinformación sobre los tratamientos y los ensayos clínicos. El apoyo psicológico es muy deficiente, y la medicina personalizada no avanza como debería. Yo ahora quiero ayudar como científica y también como paciente.

El científico estadounidense Dennis Slamon, creador del fármaco trastuzumab, decía en una entrevista con EL PAÍS en 2019 que millones de mujeres se han beneficiado de su tratamiento. Usted es una de ellas. ¿Ha hablado con Slamon?

Sí, porque quería saber de los avances en el campo. He recibido ocho rondas de quimioterapia y dos anticuerpos: trastuzumab y pertuzumab. Había un ensayo clínico con variantes de estos anticuerpos, pero se cerró justo antes de que a mí me hicieran el diagnóstico. Es un poco frustrante saber que hay otros tratamientos que están funcionando muy bien, pero que todavía no están aprobados. Quiero ganar tiempo para poder llegar a estos anticuerpos mejorados.

¿Cómo se podrían acelerar esos ensayos clínicos? ¿Con más pacientes participantes?

"Los pacientes no tenemos ese tiempo. Los avances tienen que ocurrir antes. Otro gran problema es burocrático. España es uno de los países europeos en los que un medicamento tarda más en llegar al paciente una vez que está aprobado por la agencia europea"

Sí. Eso requiere financiación y más coordinación entre distintos grupos científicos y clínicos. Como investigadores, estamos muy acostumbrados a tiempos largos. Sabemos que, desde que se identifica una diana terapéutica hasta que el compuesto está en el mercado, pueden pasar 10 años o más. Los pacientes no tenemos ese tiempo. Los avances tienen que ocurrir antes. Otro gran problema es burocrático. España es uno de los países europeos en los que un medicamento tarda más en llegar al paciente una vez que está aprobado por la agencia europea. Para productos oncológicos, la media es de 725 días, mientras que, por ejemplo, en Alemania son 93 días. Eso no es justo.

Hay gente que se queda por el camino.

Claro, claro. Los sistemas de salud tienen que tomar decisiones sobre cómo de rentable es un nuevo tratamiento. Pero es necesario acelerar, porque hay pacientes que no tienen otra opción. Si un tratamiento ya está aprobado en Estados Unidos y Europa, un nuevo análisis y reanálisis en España es como reinventar la rueda. Como científica, puedo entender que, si extiendes la vida cinco meses, para el sistema de salud pueda no ser un tiempo suficientemente significativo y, si es muy costoso, ese tratamiento no se apruebe. Como paciente, el otro día hablé con una persona con metástasis cerebrales y me dijo: “Jo, pues yo he conseguido llegar a la boda de mi hijo”. Esos cinco meses también te pueden permitir entrar en otro ensayo clínico. Las decisiones no pueden ser sólo económicas.

"Este ensayo es doble ciego: ni mi oncóloga ni yo sabemos si estoy en el grupo que realmente recibe el inhibidor o si estoy en el grupo de control que recibe un placebo. Como paciente, esto es muy duro de asumir"

¿Usted participa como paciente en algún ensayo de tratamientos experimentales?

Yo ahora mismo estoy en un ensayo clínico de mantenimiento, con un inhibidor contra la mutación en la proteína PI3-quinasa. Esta mutación la tiene el 40% de las mujeres. Como es un ensayo de mantenimiento, es muy largo, van a ser años de tratamiento, con pertuzumab y trastuzumab como base. Este ensayo es doble ciego: ni mi oncóloga ni yo sabemos si estoy en el grupo que realmente recibe el inhibidor o si estoy en el grupo de control que recibe un placebo. Como paciente, esto es muy duro de asumir.

¿Cuál era la supervivencia antes del trastuzumab y cuál es ahora?

El pertuzumab y el trastuzumab tienen un efecto muy potente en cánceres de mama en estadios precoces, antes de la metástasis. Se puede hablar de respuestas durante más de 10 años, 15 años, incluso de curación. Pero, si hay metástasis, la supervivencia cae a menos del 30%. ¿Es poco? Sí, claro que es poco, pero es más de lo que había, porque antes era menos del 10%.

¿Y el 70% restante de las pacientes con metástasis?

"Lo que la ciencia tiene que conseguir es que ese 70% mejore y que tenga mejor calidad de vida. Ganar tiempo para acceder a tratamientos mejores"

Pues ya no están. Lo que la ciencia tiene que conseguir es que ese 70% mejore y que tenga mejor calidad de vida. Ganar tiempo para acceder a tratamientos mejores. Hay mujeres con cáncer de mamá metastásico que están yendo bastante bien. Hay que verlo de una forma positiva: no consigues nada deprimiéndote, hay que seguir. No me has preguntado cuál es el miedo que tengo como paciente, y creo que es importante que lo hablemos.

¿Cuál es su miedo?

Yo tengo dos miedos. El miedo personal de sufrir, tener dolor físico y que llegue a un punto en el que yo no sea yo, estar obligada a dejar de trabajar y depender de otra persona. Eso me da muchísimo miedo. Y luego me preocupa el dolor que puedes causar a los demás. También me da miedo perder la ilusión. Yo me quiero ilusionar, así que he pedido financiación para nuevos proyectos científicos y estoy muy involucrada con acciones de formación y de reivindicación. Son miedos de los que ahora puedo hablar sin emocionarme, pero hace unos meses no habría sido tan fácil.

"Miedo a morir, sí, por lo que te pierdes, pero sobre todo me da miedo el dolor antes de morir. Y no ser tú. Pero dentro de un rato me voy al gimnasio. Quiero volver a correr 10 kilómetros"

¿Y miedo a morir?

Miedo a morir, sí, por lo que te pierdes, pero sobre todo me da miedo el dolor antes de morir. Y no ser tú. Pero dentro de un rato me voy al gimnasio. Quiero volver a correr 10 kilómetros.

Todo va a salir bien.

[Se ríe] Va a salir como tenga que salir.

4. Jordi Figuerola, experto en virus del Nilo: “Los mosquitos infectados se matan en invierno, cuando muere gente ya es tarde”

Sergio Ferrer escribe el artículo en elDiario.es.

El investigador de la Estación Biológica de Doñana explica que no tiene que haber pánico por los contagios, pero deja claro que las autoridades deben tomar medidas de prevención: “Es importante que allí donde ya se han registrado casos se desarrollen planes de vigilancia cuanto antes”

El investigador de la Estación Biológica de Doñana explica que no tiene que haber pánico por los contagios, pero deja claro que las autoridades deben tomar medidas de prevención: “Es importante que allí donde ya se han registrado casos se desarrollen planes de vigilancia cuanto antes”.

El virus del Nilo Occidental es un patógeno emergente capaz de afectar de gravedad al ser humano, aunque el 99% de las infecciones son asintomáticas o leves. En España lleva dos décadas extendiéndose y este año se han detectado ya 17 casos, incluidos dos pacientes que fallecieron. 

Jordi Figuerola es investigador en la Estación Biológica de Doñana, donde estudia cómo la biodiversidad juega un papel importante en la transmisión de patógenos. Su área de mayor interés son las zoonosis transmitidas por mosquitos como el virus del Nilo Occidental. En una conversación telefónica, incide en que la situación de este verano es el resultado de un proceso que lleva mucho tiempo, que las cepas del virus que hay en España ya son endémicas, y que se trata de una enfermedad infradiagnosticada, porque la mayor parte de los casos son muy difíciles de detectar. 

La situación de este verano es el resultado de un proceso que lleva mucho tiempo, que las cepas del virus que hay en España ya son endémicas, y que se trata de una enfermedad infradiagnosticada, porque la mayor parte de los casos son muy difíciles de detectar

¿Cómo llegó el virus del Nilo Occidental a España?

Todo empieza con aves migratorias que introdujeron el virus hace muchos años, pero ahora ya es endémico y no hace falta esa introducción inicial. El brote de 2020 tiene su origen en una variante del virus que ya detectamos en 2013 y que probablemente ya estaba circulando unos años antes. 

Es más, el virus que está circulando en Catalunya ahora mismo no viene de África sino de Europa: entró desde África alrededor de 2003 a través de Austria y Hungría y desde entonces se ha ido expandiendo por nuestro continente hasta llegar a Catalunya. El virus que está produciendo el brote en Andalucía tiene dos variantes, una detectada en 2013 y la otra en 2017. Esta última no tiene por qué venir de África porque está muy emparentada con las que circulaban en Italia, así que también podría tener un origen europeo.

También es importante aclarar que el mosquito se infecta al picar a un ave infectada, pero no puede haber transmisión entre humanos a través del mosquito. El insecto siempre se tiene que infectar de un ave; los caballos y los seres humanos son callejones sin salida epidemiológicos.

"El insecto siempre se tiene que infectar de un ave; los caballos y los seres humanos son callejones sin salida epidemiológicos"

El brote de 2020 puso el foco sobre este patógeno. ¿Hay más, se detecta más, o ambas?

Depende de con qué años lo compares. El virus circula en España desde al menos 2003. En 2004 hubo el primer caso en humanos, pero hasta 2010 no se registraron dos casos más, cerca de la bahía de Cádiz. En 2016 hubo tres más en el bajo Guadalquivir. Es en 2020 cuando hubo el gran brote en Andalucía, que afectó a Sevilla, Cádiz y Badajoz. Yo diría que hasta 2020 era una enfermedad infradiagnosticada porque muchos casos se quedaban sin detectar.

"Desde 2020 se ha intensificado mucho la vigilancia y ahora mismo sería difícil que en Andalucía occidental se pasara un caso, porque cualquier caso de encefalitis o meningoencefalitis en sitios como Sevilla, Huelva o Cádiz se investiga como un posible caso"

Desde 2020 se ha intensificado mucho la vigilancia y ahora mismo sería difícil que en Andalucía occidental se pasara un caso, porque cualquier caso de encefalitis o meningoencefalitis en sitios como Sevilla, Huelva o Cádiz se investiga como un posible caso.

Como el 80% de los casos son asintomáticos y el 19% tienen síntomas muy leves como fiebre, es seguro que muchos casos quedan sin diagnosticar. Ya no hablo de los asintomáticos, que ni nos enteramos de que existen y a nivel de salud pública no son preocupantes: en una enfermedad que no produce síntomas no hay por qué preocuparse. El problema es ese 1% que desarrolla síntomas graves.

¿El diagnóstico es complicado?

Solo el 30% de los casos que realmente están infectados dan positivo por PCR. Muchos otros están infectados, pero el virus no está ya en la orina o en la sangre sino en los órganos y entonces no tenemos forma de detectarlo, por eso el diagnóstico no se hace localizando el virus sino los anticuerpos. El problema es que los anticuerpos pueden tener reacciones más o menos inespecíficas contra otros virus: si una persona se ha infectado de dengue o incluso de covid-19, o si se ha vacunado contra la fiebre amarilla, puede dar positivo sin estar infectado por el virus del Nilo. Además, muchas veces está asociado a dolencias previas que pueden complicar todavía más el diagnóstico si se confunden los síntomas.

Muchos caballos y aves de Doñana tienen anticuerpos contra el virus, lo que significa que han pasado la infección. Si miráramos en los habitantes de esos lugares, ¿nos llevaríamos una sorpresa? 

"Hay uno preliminar, que todavía no está publicado, que sugeriría que alrededor del 3% de las personas de Coria del Río [provincia de Sevilla] tienen anticuerpos. Es decir, que han estado expuestos al virus, pero no han desarrollado la enfermedad"

No, [las cifras de seroprevalencia en humanos] no son tan elevadas como en aves y en caballos. Es normal, esos datos [de hasta un 25% de exposición en equinos] son de animales que están en medio de la marisma, con un montón de mosquitos y sin ninguna protección. En humanos las prevalencias son mucho más bajas, pero son estudios que sería importante hacer.

Hay uno preliminar, que todavía no está publicado, que sugeriría que alrededor del 3% de las personas de Coria del Río [provincia de Sevilla] tienen anticuerpos. Es decir, que han estado expuestos al virus, pero no han desarrollado la enfermedad.

¿Tuvo la pandemia de covid-19 algo que ver con que en 2020 se detectara el mayor brote?

Fue una primavera con muchas lluvias en mayo. Eso favoreció el incremento de mosquitos y había muy poca actividad humana, lo cual favoreció que estos insectos pudieran criar en muchos sitios que, de haber habido actividad, no habrían mantenido el agua. Eso fue lo que generó el brote. 

¿Puede que el virus del Nilo llegue a otras partes de España?

Según un informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) de enero de 2024 hasta ahora se han detectado casos en Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Catalunya. Hasta 2020 es bastante fácil que se pasaran casos sin diagnosticar, pero desde entonces vemos que ha aumentado mucho la circulación. Está expandiendo su área de distribución y aumentando su incidencia, y siempre existe el riesgo de que aparezca en nuevas zonas.

"El virus es endémico en España y vamos a ir teniendo estos brotes. Los modelos que hemos hecho indican que la incidencia aumentará en el futuro en caballos y aves que viven al aire libre, pero lo que suceda con el ser humano ya dependerá de cómo gestionemos los mosquitos en las zonas donde vivimos"

Entonces, ¿va a estar presente en el futuro e ir a más?

Sí. El virus es endémico en España y vamos a ir teniendo estos brotes. Los modelos que hemos hecho indican que la incidencia aumentará en el futuro en caballos y aves que viven al aire libre, pero lo que suceda con el ser humano ya dependerá de cómo gestionemos los mosquitos en las zonas donde vivimos. Si se hace una gestión adecuada la incidencia bajará; si no se hace nada, aumentará.

¿El cambio climático empeorará la situación?

Los trabajos que hemos hecho con aves y caballos indican que cuando los inviernos son más suaves, a la primavera y verano siguientes vamos a tener una mayor incidencia del virus del Nilo, porque el clima favorece que los mosquitos sobrevivan.

Este año tuvimos un invierno muy suave seguido de un marzo y un abril con lluvias, con lo cual ya empezaron a aumentar los mosquitos. En el momento en el que se empezaron a inundar los arrozales la cosa se disparó. Los primeros mosquitos infectados los detectamos el 4 de junio, cuando lo normal hubiera sido encontrarlos el 16 de julio. Se adelantó cinco semanas.

Si dice que puede llegar a nuevos sitios, ¿están todas las regiones de España preparadas? 

"Hay que reforzar los programas de vigilancia. Es importante allí donde ya se han registrado casos se desarrollen planes de vigilancia para detectar el virus en los vectores y evitar que salte a la población"

No, hay que reforzar los programas de vigilancia. Es importante allí donde ya se han registrado casos se desarrollen planes de vigilancia para detectar el virus en los vectores y evitar que salte a la población. Es prioritario detectar la circulación cuanto antes, pero también, una vez se detecta la circulación en los mosquitos, que los planes de control se desarrollen inmediatamente.

¿Qué hay que hacer para evitar que aumenten los casos en humanos?

Los arrozales cercanos a las poblaciones son un riesgo por la producción de mosquitos. Hay que echar productos biocidas para matar a las larvas antes de que se hagan adultas. ¿Por qué? Porque las larvas tienen que estar en el agua y tenemos productos que son muy efectivos para matarlas: Bacillus thuringiensis es una bacteria que tiras en el agua y acaba con ellas en dos días. Si no lo haces, se convierten en mosquitos que vuelan y son mucho más complicados de matar.

En ese punto hay que usar productos mucho más tóxicos, que matan a otros animales. Además, tienen que llegar al mosquito. La gente cree que fumigas y matas todo, pero si la hembra se mete en un desagüe o debajo de una hoja, sobrevive.

"Si en vez de hacer los planes de control en junio, cuando se inundan los arrozales, no hacemos nada y esperamos a los primeros casos en humanos, entonces el control es mucho más complicado, caro y problemático"

Con las larvas lo tenemos muy fácil, con los mosquitos adultos se complica todo. Si en vez de hacer los planes de control en junio, cuando se inundan los arrozales, no hacemos nada y esperamos a los primeros casos en humanos, entonces el control es mucho más complicado, caro y problemático.

¿Por qué no se hace todo eso?

El Bacillus thuringiensis se usa en Italia, Grecia, Francia y en el delta del Ebro, en todas partes con cultivo de arroz donde han tenido problemas con el virus. Todas, excepto en el bajo Guadalquivir. ¿Por qué? Pregúntaselo a los arroceros. Lo que te puedo decir es que el 25 de agosto de 2021 sacaron una nota de prensa diciendo que los estaban criminalizando y que era falso que el arrozal criara mosquitos. A ver cómo cuadras eso con lo que estamos viviendo este año. La bacteria solo mata mosquitos y ahora se están poniendo sobre la mesa otros productos de amplio espectro que también matan plagas del arroz, por lo que no hay un gran interés en controlar el mosquito en la fase de larva.

Muchos actores se tienen que poner de acuerdo, decidir quién lo paga, entender que el control de los mosquitos pasa por la prevención y por matarlos en fase de larva y no en tener que usar productos prohibidos cuando llegamos a la situación en la que estamos. Y, sobre todo, los mosquitos se matan en invierno. Este invierno es cuando hay que decidir quién va a hacer qué, porque cuando empieza a morir gente ya es tarde. 

¿Qué consejos daría a las personas que viven en zonas afectadas por este virus?

"Se han encontrado [mosquitos] incluso dentro de lavavajillas atascados. Puedes recoger el agua del aire acondicionado, pero vacía el bote una vez por semana. Si tienes desagües dentro de casa, o los drenas, o les pones piedras gordas o les echas lejía. Por último, si sales a primera o última hora de la noche usa manga larga y repelente"

Lo primero es proteger las casas: poner mosquiteras en las ventanas y cintas de goma en las puertas para evitar la entrada de insectos. Lo segundo, evitar tener zonas donde los mosquitos puedan criar: platos debajo de las macetas con agua, neumáticos abandonados, juguetes de jardín… cualquier cacharro susceptible de acumular agua de lluvia o de riego. 

Se han encontrado [mosquitos] incluso dentro de lavavajillas atascados. Puedes recoger el agua del aire acondicionado, pero vacía el bote una vez por semana. Si tienes desagües dentro de casa, o los drenas, o les pones piedras gordas o les echas lejía. Por último, si sales a primera o última hora de la noche usa manga larga y repelente.

¿Cuánto debe preocuparse la población, sobre todo la que vive en zonas afectadas?

No tiene que haber pánico, pero sí tener claro que es un tema serio. No es ninguna tontería, tenemos una enfermedad transmitida por mosquitos y es importante tomar medidas de prevención para evitar que nos afecte. Las administraciones deben entender que este es un problema real que van a tener año tras año, porque el problema va a seguir estando. 

"No podemos estar jugando a ver qué pasa este año, porque si esperas el control es más difícil"

Algún año las circunstancias no favorecerán que haya brotes y otros harán que sean importantes. Por eso es importante que haya planes de prevención y control que se puedan activar y ejecutar rápidamente cuando empecemos a detectar que hay mucha circulación. No podemos estar jugando a ver qué pasa este año, porque si esperas el control es más difícil.

Tampoco hay que olvidar que el arroz se come: no se puede tirar cualquier producto, no estoy desinfectando un coche. Hay que vigilar qué productos se utilizan para el control, en qué concentraciones y en qué periodos, porque no puedes echar pesticidas hasta el día antes de recoger el arroz.

5. Polio en Gaza: ¿qué significa esto para la región y el mundo? Mientras, España atiende y acoge a 15 menores gazatíes y a 27 familiares

Leído en The Conversation por Michael Toole del Burnet Institute.

Mientras la guerra sigue devastando Gaza y a su población, la semana pasada nos enteramos de que se ha detectado una variante del poliovirus en la región. El virus se aisló en seis muestras de aguas residuales recogidas a finales de junio en Khan Younis y Deir al Bala

Mientras la guerra sigue devastando Gaza y a su población, la semana pasada nos enteramos de que se ha detectado una variante del poliovirus en la región. El virus se aisló en seis muestras de aguas residuales recogidas a finales de junio en Khan Younis y Deir al Balah.

La mayoría de las infecciones por poliovirus no provocan síntomas, pero una minoría de quienes contraen el virus desarrollan parálisis (polio paralítica).

No se han registrado casos de polio paralítica en Gaza, pero la detección del virus en aguas residuales sigue siendo preocupante.

Históricamente, los casos de polio que hemos visto han sido causados ​​por el “poliovirus salvaje”. Durante siglos, el poliovirus salvaje afectó tanto a países pobres como ricos, incluida Australia. La implementación de vacunas eficaces en la década de 1960 condujo a una disminución drástica de los casos en las décadas siguientes entre los países que podían permitirse las vacunas.

Sin embargo, a medida que disminuyó el número de casos de poliovirus salvaje, aumentó el número de casos de poliovirus derivados de la vacuna que causaron parálisis

La introducción de la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio en 1988 permitió una vacunación más equitativa. En 2023, solo hubo 12 casos de parálisis causadas por el poliovirus salvaje en solo dos países: Pakistán y Afganistán.

Sin embargo, a medida que disminuyó el número de casos de poliovirus salvaje, aumentó el número de casos de poliovirus derivados de la vacuna que causaron parálisis.

Existen dos tipos de vacunas contra la polio: una se administra por vía oral y la otra mediante inyección (el tipo que se usa en Australia). La vacuna antipoliomielítica oral se basa en un virus debilitado, por lo que no causa la enfermedad, pero aún puede reproducirse. El poliovirus derivado de la vacuna surge cuando las personas vacunadas con la vacuna antipoliomielítica oral excretan el virus de la vacuna en las heces y se propaga a otras personas.

Con el tiempo, puede mutar y convertirse en un virus que circula y causa parálisis en poblaciones con bajos niveles de inmunidad. En 2023, hubo 524 casos de polio en 32 países causados ​​por poliovirus derivados de la vacuna

Con el tiempo, puede mutar y convertirse en un virus que circula y causa parálisis en poblaciones con bajos niveles de inmunidad. En 2023, hubo 524 casos de polio en 32 países causados ​​por poliovirus derivados de la vacuna.

Se trata de una cepa de poliovirus derivado de la vacuna que se ha detectado en las aguas residuales de Gaza: el tipo 2.

Una alta cobertura de vacunación es clave, pero no siempre suficiente

El indicador más importante para erradicar la polio, tanto la salvaje como la derivada de la vacuna, es la cobertura de vacunación. Esta suele medirse como el porcentaje de niños menores de cinco años que han recibido al menos cuatro dosis de la vacuna, idealmente el 95%.

Sin embargo, una alta cobertura de vacunación no siempre es suficiente para eliminar el virus

Se ha logrado una alta cobertura de vacunación mediante una combinación de inmunización sistemática en la primera infancia más campañas de vacunación de recuperación nacionales o locales, en particular en las zonas donde aparece el virus.

Sin embargo, una alta cobertura de vacunación no siempre es suficiente para eliminar el virus.

A principios del siglo XXI, India y Nigeria notificaban el mayor número de casos de polio del mundo. Tras una campaña de inmunización acelerada en India, las tasas de cobertura de vacunación eran altas en 2007 y los casos estaban disminuyendo. Sin embargo, se siguieron notificando muchos casos en los distritos empobrecidos del oeste de Uttar Pradesh (un estado del norte de la India), donde el acceso al agua potable y al saneamiento era deficiente. 

Las investigaciones muestran que un alto nivel de patógenos en los intestinos de los niños puede hacer que la absorción de la vacuna oral sea menos efectiva, mientras que las condiciones insalubres facilitan la propagación del virus

Las investigaciones muestran que un alto nivel de patógenos en los intestinos de los niños puede hacer que la absorción de la vacuna oral sea menos efectiva, mientras que las condiciones insalubres facilitan la propagación del virus. Después de que se iniciara un proyecto de saneamiento e higiene en 2007, el último caso de polio en Uttar Pradesh se produjo en 2010, y todo el país erradicó la polio en 2014.

La polio salvaje se erradicó de Gaza hace más de 25 años, pero es posible que la reaparición del poliovirus derivado de la vacuna se deba a una combinación de higiene y saneamiento deficientes, como vimos en Uttar Pradesh, y una cobertura de vacunación reducida.

La cobertura de vacunación contra la polio en los territorios palestinos fue del 99 % en 2022. A fines de 2023, la cobertura había caído al 89 %. Sin embargo, los datos no estaban desglosados ​​por cada uno de los territorios (Cisjordania, Jerusalén Oriental y Gaza), por lo que la cobertura puede ser menor en Gaza.

A principios de 2022, vimos la detección de una cepa similar de poliovirus en aguas residuales de Jerusalén, Londres y Nueva York.

En algunas partes de estas ciudades hay altas concentraciones de judíos ultraortodoxos, que pueden tener tasas de vacunación más bajas que la población general

En algunas partes de estas ciudades hay altas concentraciones de judíos ultraortodoxos, que pueden tener tasas de vacunación más bajas que la población general. En el condado de Rockland, a 65 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, un joven judío ortodoxo no inmunizado se convirtió en el primer caso de polio transmitido localmente en los Estados Unidos en 30 años.

No hay evidencia de que los judíos ultraortodoxos de Australia duden en vacunarse. Sin embargo, hay otras comunidades donde las tasas de vacunación son bajas, incluidos algunos condados del distrito de Northern Rivers en Nueva Gales del Sur.

Las comunidades con bajas tasas de vacunación, sea cual sea el motivo, son vulnerables a enfermedades infecciosas como la polio

Las comunidades con bajas tasas de vacunación, sea cual sea el motivo, son vulnerables a enfermedades infecciosas como la polio.

La vacuna oral utilizada en Gaza no contiene el tipo 2 desde 2016, por lo que debe haber venido de otro lugar.

En 2023, la mayoría de los brotes de poliovirus derivados de la vacuna de tipo 2 se produjeron en la República Democrática del Congo, Yemen, Nigeria, Sudán y Somalia. También hubo un caso en Egipto, que limita con Gaza. Egipto podría ser la fuente de este virus, pero necesitaremos más investigaciones.

Es poco probable que haya venido de Israel, ya que no se han detectado poliovirus en aguas residuales desde 2022.

Es fundamental contener el virus dentro de Gaza. UNICEF y sus socios se están preparando para una campaña de vacunación centrada en los niños pequeños

En primer lugar, no debemos olvidar que el poliovirus puede cruzar fronteras y mantener altas tasas de vacunación en Australia y otros lugares es la estrategia de protección más eficaz. También es fundamental contener el virus dentro de Gaza. UNICEF y sus socios se están preparando para una campaña de vacunación centrada en los niños pequeños.

En segundo lugar, es importante mantener la vigilancia de las aguas residuales para detectar la polio, que es un mecanismo de alerta temprana que puede iniciar acciones de salud pública antes de que se produzcan casos sintomáticos.

En 2022, Victoria fue el único estado australiano que realizó una vigilancia sistemática de las aguas residuales de la polio hasta que Nueva Gales del Sur adoptó la práctica cuando se produjeron los brotes en Jerusalén, Nueva York y Londres. La vigilancia de las aguas residuales merece la pena en todos los estados y territorios.

Debería ser una llamada de atención que destaque la necesidad de cesar las hostilidades y proporcionar acceso sin restricciones a los organismos de ayuda para mejorar el suministro de agua potable, saneamiento y servicios sanitarios eficaces en toda Gaza. Se trata de una prioridad sanitaria mundial urgente

En tercer lugar, pero no por ello menos importante, esto debería ser una llamada de atención que destaque la necesidad de cesar las hostilidades y proporcionar acceso sin restricciones a los organismos de ayuda para mejorar el suministro de agua potable, saneamiento y servicios sanitarios eficaces en toda Gaza. Se trata de una prioridad sanitaria mundial urgente.

Mientras, un total de 15 menores palestinos con problemas de salud graves derivados de los efectos de la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza y 27 familiares directos llegaron a Madrid el miércoles, 24 de julio, desde El Cairo para ser atendidos en diversos hospitales españoles. En concreto, hay 13 menores heridos, una paciente oncológica y otra con una enfermedad crónica cardiaca.

Así, la OMS ha coordinado la gestión de esta solicitud al ERCC y ha activado el Medevac. España ha participado en anteriores mecanismos Medevac para asistir a pacientes provenientes de Ucrania y Moldavia. Y ahora es el primer país europeo en traer mediante este mecanismo a menores palestinos evacuados desde Gaza para recibir tratamiento médico. Asimismo, desde el Ministerio de Sanidad se hace un llamamiento a que otros países europeos se sumen a este mecanismo para la acogida de menores.

6. El ejercicio físico acelera la recuperación de los niños con cáncer

Sofía Pérez Mendoza escribe el artículo en elDiario.es.

Solo ocho secciones de oncología pediátrica en España tienen espacios para que los pacientes se muevan como parte de su tratamiento, pese a que están demostrados sus beneficios en el corazón, los músculos y la autoestima

Solo ocho secciones de oncología pediátrica en España tienen espacios para que los pacientes se muevan como parte de su tratamiento, pese a que están demostrados sus beneficios en el corazón, los músculos y la autoestima.

Caminar los seis pasos que separaban su habitación del ascensor era como escalar el Everest, así que verla hoy moviendo la cadera con el hula hula, el cabello perfectamente engominado y brillante, parece un milagro. Mari Carmen es una de las 70 pacientes pediátricas de oncología del Hospital Universitario La Paz (Madrid) que ha pasado por una unidad creada específicamente para que los niños y niñas diagnosticados hagan ejercicio físico como una parte más de su tratamiento.

De los 49 hospitales que tienen Oncología Pediátrica en todo el país, solo ocho tienen algún espacio dedicado al ejercicio

“El oncólogo prescribe el ejercicio y aquí lo hacemos, adaptándonos a cada paciente y viendo su situación día a día”, explica Rocío Llorente, una de las fisioterapeutas que se encarga de la unidad de terapia no farmacológica promovida y gestionada por la Fundación Unoentrecienmil en el hospital público madrileño. Lleva un año funcionando y es de las pocas que hay en España. De los 49 hospitales que tienen Oncología Pediátrica en todo el país, solo ocho tienen algún espacio dedicado al ejercicio. 

La práctica clínica se complementa con un proyecto de investigación para seguir profundizando en la evidencia que ya confirman algunos estudios: el entrenamiento en pacientes pediátricos con cáncer reduce los efectos secundarios de la quimioterapia, mejora la fuerza muscular y la capacidad cardiorrespiratoria; además de potenciar la respuesta inmune frente a los tumores

En este caso, además, la práctica clínica se complementa con un proyecto de investigación para seguir profundizando en la evidencia que ya confirman algunos estudios: el entrenamiento en pacientes pediátricos con cáncer reduce los efectos secundarios de la quimioterapia, mejora la fuerza muscular y la capacidad cardiorrespiratoria; además de potenciar la respuesta inmune frente a los tumores.

“Las reacciones hace una década al escuchar que los pacientes tenían que hacer ejercicio era que estábamos locos, que cómo iba un niño con cáncer a hacer deporte. Pero progresivamente se vio que tenían menos secuelas, que se curaban mejor de manera integral para reincorporarse a su rutina”, cuenta Carmen Fiuza, doctora en Biomedicina y parte del grupo de Investigación en Ejercicio y Cáncer Pediátrico del Hospital 12 de Octubre.

Es coautora de un estudio que pone cifras a los beneficios del ejercicio. Tras comparar la evolución en pacientes que hacían con los que no, se confirmó que el tiempo de hospitalización de los primeros se reducía un 17%.

Por eso la unidad de La Paz se llama 'Aceleradora'. Luce como un gimnasio con máquinas, esterillas, pesos y una canasta en un espacio con grandes ventanales. Helios acaba de entrar por la puerta. Acude cada dos semanas, cuando debe pasar por el hospital para sus controles. Sigue recuperándose de una leucemia diagnosticada hace algo más de un año con un tratamiento ahora en pastillas que llaman “de mantenimiento”.

La unidad de La Paz se llama 'Aceleradora'. Luce como un gimnasio con máquinas, esterillas, pesos y una canasta en un espacio con grandes ventanales

“Venir te permite no pensar un rato. No piensas que estás malo ni en curarte sino en hacer deporte”, asegura Helios, que a punto de cumplir 13 años está volviendo poco a poco a una de sus grandes aficiones, jugar al baloncesto. Rocío le ha preparado una tabla de planchas y piensa que quién le ha visto y quién le ve. Se acuerda de cuando llegaba a la unidad y se tiraba al suelo, exhausto únicamente por caminar desde su habitación. Han toreado en plazas muy complicadas juntos.

El estado de los niños varía mucho en función de si acaban de ser diagnosticados, están en pleno tratamiento o han tenido una recaída. “Valoramos con el equipo multidisciplinar qué pueden hacer, si bajamos a su habitación o pueden subir; o si hay que suspender las sesiones porque están con fiebre o algún virus”, describe Llorente.

Una integración pendiente 

“La rehabilitación la asociamos con una operación de rodilla pero no con otras patologías porque no hay conciencia del efecto tan positivo que tiene en la recuperación. Pasa como con la nutrición, llegará un día en que estén integradas, pero todavía no hemos alcanzado ese momento”, opina Mercedes Hermosilla, supervisora de la Unidad de Trasplantes Pediátricos del hospital. 

La quimioterapia cura, pero al mismo tiempo intoxica las células buenas. La “cardiotoxicidad” es habitual, especialmente al final de los tratamientos por la acumulación. El síntoma más frecuente es la fatiga por la pérdida de capacidad cardiorrespiratoria

La quimioterapia cura, pero al mismo tiempo intoxica las células buenas. La “cardiotoxicidad” es habitual, especialmente al final de los tratamientos por la acumulación. El síntoma más frecuente es la fatiga por la pérdida de capacidad cardiorrespiratoria. “El efecto secundario que más nos preocupa a nivel científico y clínico es la afectación del corazón. La función del ventrículo izquierdo, encargado de enviar la sangre a todo el cuerpo está negativamente influenciada por el tratamiento”, desarrolla Fiuza. 

La reducción de la masa muscular suele ser otro problema vinculado directamente a la quimioterapia que, además, se acentúa en las convalecencias porque los pacientes se mueven mucho menos. “Los músculos son muy importantes porque se convierten en un órgano endocrino que libera muchas sustancias al torrente sanguíneo. Si están en buenas condiciones, pueden contribuir a que otros tejidos también estén mejor”, continúa la investigadora. “Que el paciente se mantenga lo más saludable posible garantiza que pueda recibir las sesiones cuando le toca”, añade.

Más allá de lo físico, aparece “el beneficio emocional de levantarse y tener la ilusión de ir a un sitio donde distraerse y socializar”, defiende Hermosilla. La enfermedad paraliza la vida. Te saca del entorno y de las rutinas de la noche a la mañana. Más aún un tratamiento tan demandante y largo como el oncológico. Los pacientes con leucemia, concretamente, viven una primera fase muy intensa que suele vincularse con, al menos, un ingreso en el hospital. 

El equilibrio durante el tratamiento es muy frágil: si tienen más de 37,5 de fiebre, corriendo al hospital; si hay sospecha de un virus, también

Puede haber muchos más. El equilibrio durante el tratamiento es muy frágil: si tienen más de 37,5 de fiebre, corriendo al hospital; si hay sospecha de un virus, también. Teresa Viejo habla así de su hija Alicia, que está metiendo canastas con Helios a unos metros. “Lo ha pasado realmente mal. Pero como ella dice: con familia y amigos se pasa mejor, aunque vomites”. 

Viejo pidió un permiso especial de cuidados y para Alicia se acabó el cole, el entrenamiento y la piscina. “Siempre hay ingresos inesperados, vives con la incertidumbre, pero desde el primer día me agarré a una cifra. Me dijeron que el 93% de los niños se curan”, recuerda. Alicia sigue en tratamiento con pastillas pero hoy está libre de enfermedad.

“Esto ha sido muy beneficioso en un proceso tan duro. Apenas podía subir escaleras porque perdió mucha masa muscular y mira ahora”

La madre de Mari Carmen, Eudis, perdió la mitad de los dientes del maxilar superior cuando las cosas se pusieron feas. La niña tuvo un injerto contra huésped, una complicación de rechazo que puede suceder después de un trasplante de médula, y estuvo hospitalizada cuatro meses. Hace dos recibió el alta. “Esto ha sido muy beneficioso en un proceso tan duro. Apenas podía subir escaleras porque perdió mucha masa muscular y mira ahora”, dice contenta y emocionada. 

Mari Carmen se encontraba tan mal que no quería oír hablar de ejercicios ni de moverse de la cama. Rocío insistió. “Intento aproximarme compartiendo que lo que les está pasando es una mierda. La mayoría están enfadados y se encuentran muy mal por el efecto de los tratamientos”, comparte la fisioterapeuta, que ha tenido muchas alegrías en el último año. Pero también ha visto a pacientes con mal pronóstico que han fallecido. “Estamos contando lo bueno, pero no siempre sale todo bien”, lamenta. 

La vocación de la Fundación Unoentrecienmil, dedicada a la investigación en leucemia infantil, es expandir el modelo a más hospitales de España. Llegar donde todavía no lo hace la sanidad pública con sus fondos

La vocación de la Fundación Unoentrecienmil, dedicada a la investigación en leucemia infantil, es expandir el modelo a más hospitales de España. Llegar donde todavía no lo hace la sanidad pública con sus fondos. “Ahora notamos que ha ganado ritmo y está empezando a implementarse en más sitios, pero falta mucho camino porque hay comunidades que no tienen ningún hospital con una unidad de terapia no farmacológica de este tipo y eso no es justo”, zanja Fiuza.

7. Hasta que se privaticen los enfermos

Violeta Assiego escribe en elDiario.es.

Una de las pruebas de imagen que le realizan para las revisiones que tiene cada cuatro meses se retrasa más de veinte días de la cita que tiene programada con su oncólogo

Leo en una publicación en Instagram que una mujer con cáncer metastásico que es atendida en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) pide ayuda. Una de las pruebas de imagen que le realizan para las revisiones que tiene cada cuatro meses se retrasa más de veinte días de la cita que tiene programada con su oncólogo. Quizá ustedes no lo sepan, pero para las mujeres y hombres con metástasis en sus cuerpos a causa del cáncer el tiempo es oro. Su vida depende de la gestión de su tiempo. Este representa más probabilidades de más vida al poder poner en el momento correcto los tratamientos adecuados. Cuenta la mujer, que se llama Aida Fernandez y tiene 46 años, que la gestión del hospital es nefasta y va por la tercera reclamación.

No solo comparto la indignación, es que no me cuesta ponerme en el lugar de Aida Fernández y sentir la rabia, la impotencia y el miedo. Sin embargo, antes de compartir la indignación, hago una búsqueda rápida sobre el Hospital de Burgos

Si esta publicación ha llegado hasta mí es porque se está compartiendo por varias cuentas con miles de seguidores, yo entre ellos. Algunos de los mensajes que la acompañan o de los comentarios hacen referencia a nuestros impuestos, a que la Salud no se vende, a que la Sanidad Pública es un derecho de todos, que es una vergüenza que esto pase... Mi primera reacción es también compartir: hace poco más de dos meses que mi cuñada falleció a consecuencia de un cáncer metastásico y yo misma soy paciente oncológica con revisiones mensuales a causa de un tratamiento dirigido a evitar la recidiva. No solo comparto la indignación, es que no me cuesta ponerme en el lugar de Aida Fernández y sentir la rabia, la impotencia y el miedo. Sin embargo, antes de compartir la indignación, hago una búsqueda rápida sobre el Hospital de Burgos.

Pero no fue materializado porque el entonces consejero de Sanidad de la Junta de CYL creía (atención al hecho de que un cargo público base su decisión de este calado en una suposición) que la gestión privada es algo que no afecta a la calidad asistencial que recibe el ciudadano

Para mi sorpresa no son pocas las noticias que señalan a ese Hospital como un coladero de dinero público por su mala gestión. Fue el primer hospital de “colaboración público-privada” en Castilla y León y su gestión se adjudicó a un consorcio privado hace más de una década cuando se inauguró. Hace unos años todos los grupos políticos de las Cortes de Castilla y León, menos el PP, que gobernaba, denunciaban las “irregularidades, sobrecostes y opacidad” de la concesión privada y pedían recuperar la gestión pública. De hecho, un acuerdo de reversión del HUBU se aprobó en octubre 2021 en el Parlamento regional, pero no fue materializado porque el entonces consejero de Sanidad de la Junta de CYL creía (atención al hecho de que un cargo público base su decisión de este calado en una suposición) que la gestión privada es algo que no afecta a la calidad asistencial que recibe el ciudadano, según informaron varios medios.

Sigo indagando sobre el HUBU y veo en una información de no hace mucho, de 2023, que apenas tiene cuatro áreas asistenciales (importante lo de “asistenciales”) acreditadas con sellos de calidad, en comparación con el hospital de Valladolid, que es 100% gestión pública y tiene esa acreditación en 59 servicios asistenciales

Sigo indagando sobre el HUBU y veo en una información de no hace mucho, de 2023, que apenas tiene cuatro áreas asistenciales (importante lo de “asistenciales”) acreditadas con sellos de calidad, en comparación con el hospital de Valladolid, que es 100% gestión pública y tiene esa acreditación en 59 servicios asistenciales, además de contar con varios sellos de excelencia, certificaciones internacionales que reconocen su gestión “excelente, innovadora y sostenible de las organizaciones”. Los otros sellos de calidad (muchos) que tiene el HUBU son de servicios no asistenciales, que es donde tiene gran parte del negocio la empresa concesionaria (Eficanza).

Ya tengo información suficiente y vuelvo a la publicación de Aida Fernández dispuesta a difundir su situación. Es entonces cuando pienso en los comentarios indignados que hacen referencia sobre a dónde van nuestros impuestos y cómo se gestionan estos cuando está en juego la vida de alguien. Es en ese momento cuando me alegro de haber hecho esa búsqueda y saber que, en este caso concreto, el dinero de los impuestos de las y los ciudadanos burgaleses, y castellanos y leoneses, se los está llevando con intereses y sobrecostes la empresa que gestiona el Hospital de Burgos, es decir, que el Gobierno de Mañueco destina sus impuestos a pagar la gestión privada de un hospital que no le sale rentable más que a la empresa que lo gestiona.

Hasta que se puedan privatizar las personas enfermas, al negocio de la sanidad privada no les interesará lo que nos pasa porque les renta más gestionar el aparcamiento de un hospital que hacer a una enferma oncológica un TAC. Ese es su modelo de “sanidad”

Ojalá que no solo Aida Fernández logre que los resultados de sus pruebas de imagen vayan a la par que sus revisiones oncológicas, ojalá que ella y todas las personas que reciben atención asistencial en el Hospital de Burgos pudieran ser tratadas con los mismos sistemas de gestión de calidad de los jardines, la cafetería, la limpieza, el aparcamiento, la seguridad, los residuos… de los que presume la empresa que gestiona el HUBU. Ojalá que la gestión de la asistencia sanitaria, de la salud y la enfermedad, fuera también de calidad en ese hospital más allá de la dedicación y entrega de sus profesionales. Pero imagino que mientras no se puedan privatizar los pacientes y los enfermos, ese tema no deja tanto margen de beneficio, e incluso implica más gastos de los que están dispuestos a asumir los que solo quieren ganar. Hasta que se puedan privatizar las personas enfermas, al negocio de la sanidad privada no les interesará lo que nos pasa porque les renta más gestionar el aparcamiento de un hospital que hacer a una enferma oncológica un TAC. Ese es su modelo de “sanidad”.

8. La viñeta de @mlalanda sobre ¿Tienes un cáncer de mama recién diagnosticado?

Aquí tienes un poco de información sencilla que te puede ayudar.

Infografía en colaboración con @OncobitesTv.

9. El mensaje de @AntelmPujol: ¿El deporte de élite es perjudicial para la salud?

Los atletas olímpicos viven 5 años más en comparación con el resto de población.

Esta disminución de la mortalidad se explica principalmente:

-Reducción en incidencia de cáncer.

-Reducción en incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Una vez más vemos que: cualquier dosis de ejercicio físico es mejor que el sedentarismo.

10. Silvia Calzón, directora del antidopaje español: No podemos permitir que haya robadores de sueños

Entrevista en El País que le hace Carlos Arribas.

No hay apenas rusos en París, pero no por ello no hay parias del dopaje: Hay chinos y hay kenianos, deportistas peligrosos. Hay dopaje

No hay apenas rusos en París, pero no por ello no hay parias del dopaje: Hay chinos y hay kenianos, deportistas peligrosos. Hay dopaje. Los chinos porque cada día que pasa se multiplican las informaciones que documentan el presunto trato de favor que recibieron 23 de sus nadadores olímpicos, todos ellos positivo por trimetazidina (la misma sustancia que acabó con la patinadora niña Kamila Valieva en los Juegos de Pekín 22), y ninguno de ellos sancionado, ya que, pese al escepticismo mundial, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) aceptó sus excusas de una contaminación alimentaria. Los kenianos, porque no hay prácticamente un día en el que AIU (Unidad de Integridad en el Atletismo) no anuncia la sanción a un maratoniano o fondista keniano. En su lista de deportistas suspendidos actualmente figuran 97 atletas kenianos, los más numerosos. Ello no obstará para que el sábado 10 de agosto el mundo contenga la respiración esperando que el duelo entre los míticos Eliud Kipchoge y Kenenisa Bekele se resuelva a favor del premio Princesa de Asturias keniano en el que sería su tercer oro olímpico consecutivo.

Y ello no obsta para que se olvide que España, históricamente, ha tenido un problema con el dopaje, periódicamente revivido con reapariciones fulgurantes de Eufemiano Fuentes, y que su agencia estatal antidopaje (CELAD) recientemente vivió un traumático cambio en su dirección después de la denuncia de presuntas irregularidades que la Fiscalía debe confirmar

Y ello no obsta para que se olvide que España, históricamente, ha tenido un problema con el dopaje, periódicamente revivido con reapariciones fulgurantes de Eufemiano Fuentes, y que su agencia estatal antidopaje (CELAD) recientemente vivió un traumático cambio en su dirección después de la denuncia de presuntas irregularidades que la Fiscalía debe confirmar.

“Este es un año especial, eso no se puede negar, en el que, además, hay que hacer un esfuerzo especial en torno a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos”, dice Silvia Calzón, directora de la CELAD desde febrero. “Se ha realizado seguimiento a más de 400 deportistas, cifra superior a los 382 clasificados, y por primera vez el número de mujeres en seguimiento ha sido mayor que el de hombres”.

La media mensual de controles dirigidos por CELAD es de 274, cifra que casi se ha duplicado en junio, 30 días en los que se han hecho 532. “El objetivo ha sido garantizar la existencia de controles y el mayor número posible de los mismos en todos y cada uno de los deportistas que acuden a los juegos”, añade Calzón. “La cifra de controles realizados en julio aún no está en cerrada, pues hay controles en curso, y sobre todo, planificados para los Juegos Paralímpicos. Y casi el 100% (99,39%) de los controles realizados en lo que va de mes se está realizando en la modalidad fuera de competición”.

Hay una evidencia contundente además de cuáles pueden ser situaciones más de riesgo, donde los deportistas son más vulnerables. También cuando están al final de su carrera deportiva… Hay que poner mucha inteligencia en la planificación de los controles”

Habla Calzón, sevillana de Utrera, médica epidemióloga y economista, de 49 años, de cómo, por ejemplo, tenía más sentido hacer controles a deportistas de segundo nivel que a los campeones, porque cualquiera de los primeros en cualquier momento puede surgir con una actuación increíble o una marca estratosférica y no haber pasado antes apenas controles. “Pero hay que hacerlos a todos”, asegura. “A los que despuntan y a los que pueden llegar. Hay una evidencia contundente además de cuáles pueden ser situaciones más de riesgo, donde los deportistas son más vulnerables. También cuando están al final de su carrera deportiva… Hay que poner mucha inteligencia en la planificación de los controles”.

La lucha contra el dopaje alcanza vuelos de alta política y desciende a las alcantarillas de los bajos fondos

La lucha contra el dopaje alcanza vuelos de alta política y desciende a las alcantarillas de los bajos fondos. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha otorgado los Juegos de Invierno de 2034 a Salt Lake City, pero se ha reservado el derecho de revocar la concesión si desde Estados Unidos se hacen “esfuerzos para minar la autoridad de la AMA”. Responde así el COI a las investigaciones abiertas por diversas organizaciones estadounidenses para sancionar a la AMA y dejar de financiarla por, acusan, “encubrir el dopaje de los nadadores chinos”. En Kenia, la proliferación de campos de entrenamiento privado gestionados por mánagers europeos que prometen a los mejores jóvenes maratonianos o fondistas el fin de la pobreza si superan sus filtros, el dopaje se ha convertido casi en arma necesaria. Los controles son fructíferos.

En los países en los que el deporte es una industria más del capital, como Europa occidental o Estados Unidos, los controles se han revelado como prácticamente inútiles. En España también

En los países en los que el deporte es una industria más del capital, como Europa occidental o Estados Unidos, los controles se han revelado como prácticamente inútiles. En España también. Las estadísticas señalan que los laboratorios solo encuentran sustancias prohibidas en un 1% de las muestras analizadas mientras que diversas encuestas repetidas años tras año revelan que hasta un 10% de los deportistas se dopan.

Las investigaciones policiales contribuyen, quizás más que ninguna otra acción, a cerrar la brecha. En CELAD reportan periódicamente la policía y la Guardia Civil, proporcionando información y pruebas de actividades dopantes de deportistas, médicos y entrenadores, que la agencia debe convertir en expedientes sancionadores. Una investigación de la UCO de la Guardia Civil acabó con una sanción de cuatro años a Superman López pese a que el colombiano nunca dio positivo en un control. “Tenemos una relación de contacto continuo, de colaboración y de máximo respeto con la Policía Nacional y la UCO. Todo el mundo sabe que ellos ahora tienen abiertos procesos de investigación que pueden ser muy importantes. Es fundamental conseguir que trabajen bien, aunque a veces tengamos ganas de contarlo”, señala Calzón. “Y sus actuaciones pueden terminar cortando toda una cadena de distribución y esto es algo superimportante desde el punto de vista de la lucha contra el dopaje, pero también desde el punto de vista de los delitos contra la salud pública. No estamos hablando de detectar que un determinado deportista tome una sustancia no permitida, estamos hablando de cortar una cadena de distribución a varios o a múltiples deportistas”.

"Con ellos seremos más duros y menos flexibles. Además, se reformará la composición y la renovación de las comisiones de uso terapéutico, para evitar conflictos de interés”

El nuevo Real Decreto de desarrollo de la ley antidopaje, en fase de información pública, propone una serie de medidas para corregir los defectos en el funcionamiento de la agencia. Contendrá nuevas normas de homologación para los agentes de control, un nuevo redactado del reglamento del pasaporte sanguíneo para evitar que los juzgados anulen las sanciones y un endurecimiento de los requisitos para obtener una autorización terapéutica de carácter retroactivo, uno de los coladeros actuales muy usado por deportistas. “El Real Decreto la intención que tiene yo la definiría con la palabra clarificar. Es decir, ¿qué es lo realmente importante?, y hemos puesto mucho el acento en las autorizaciones de uso terapéutico. Tiene que haber un artículo concreto para las autorizaciones retroactivas, aquellas prescripciones que se entregan a posteriori con fecha antedatada para justificar el uso de una sustancia prohibida. Seguirán existiendo, pero queremos aclarar muy bien cuáles son las situaciones excepcionales en las que se pueden pedir. Tenemos ahora mismo un borrador en audiencia pública en el que hemos querido diferenciar a los deportistas aficionados de los deportistas nacionales e internacionales, de manera que una autorización con carácter retroactivo puede ser más flexible en el caso de un aficionado que no esté en un grupo de control, pero sea algo realmente excepcional en el caso de un deportista internacional de un deportista nacional o un deportista que se ha decidido incluir en un grupo de control porque despunta o está empezando a despuntar. Con ellos seremos más duros y menos flexibles. Además, se reformará la composición y la renovación de las comisiones de uso terapéutico, para evitar conflictos de interés”.

Pero en el arma en el que más fe deposita Calzón es en la de la educación —centrará los esfuerzos sobre todo para inculcar valores a los menores— y la comunicación

Pero en el arma en el que más fe deposita Calzón es en la de la educación —centrará los esfuerzos sobre todo para inculcar valores a los menores— y la comunicación. “Hemos enviado más de 1.000 mails, englobando a los deportistas olímpicos, recordándoles todo, que son las autorizaciones de uso terapéutico, cuáles son las posibles infracciones”, explica. “No podemos permitir que haya robadores de sueños de otros que se han esforzado, que se lo merecían. Una vez que te quitan eso, el podio, el himno, no te lo va a devolver nadie, aunque te den una medalla en un despacho”.

11. Los problemas de salud que causa el calor empiezan por no poder dormir

Sofía Pérez Mendoza lo escribe en elDiario.es.

Lo que hay por debajo en esa pirámide imaginaria de impactos sobre la salud es mucho más invisible y, en ocasiones, difícil de medir

Las muertes por golpe de calor son la consecuencia más fulminante de las olas de altas temperaturas como la que vive España esta semana. Sin embargo, apenas suponen el 2% del total de fallecimientos que se producen cuando el mercurio sube. Se trata de casos muy graves pero contados. Lo que hay por debajo en esa pirámide imaginaria de impactos sobre la salud es mucho más invisible y, en ocasiones, difícil de medir.

“Todo aquello que no nos lleva al hospital o no es enfermedad aguda pasa desapercibido. Por ejemplo, llevar una semana sin pegar ojo probablemente no te lleve a urgencias, pero implica que tu organismo está teniendo una respuesta inadecuada”, dimensiona Javier Camiña, neurólogo y vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN). 

Cuando el cuerpo está luchando para estabilizar su temperatura –a través del sudor fundamentalmente, que activa otras muchas funciones–, otras tareas quedan más comprometidas. Una, quizá la más básica y universal, es el sueño

Cuando el cuerpo está luchando para estabilizar su temperatura –a través del sudor fundamentalmente, que activa otras muchas funciones–, otras tareas quedan más comprometidas. Una, quizá la más básica y universal, es el sueño: se interrumpe más, cuesta conciliarlo y es menos reparador. El resultado es que estamos más irritables, más impulsivos y más estresados. “Es un problema que puede desembocar en otros. Aumenta el riesgo de dolores de cabeza, de confusión y desorientación”, añade Camiña.

“Ese disconfort que tenemos después de una noche toledana sin descanso se nota, pero todavía a los científicos nos cuesta demostrar eso porque, a no ser que sigamos a las personas durante años, solo nos podemos valer de indicadores de salud como los ingresos hospitalarios y la mortalidad”, explica Julio Díaz, investigador del Instituto de Salud Carlos III y uno de los mayores especialistas en el estudio de la mortalidad asociada al calor. 

“Para bajar la temperatura necesitamos sudar y el mecanismo es el mismo que el del botijo: con la transpiración hacemos que las moléculas con más temperatura (más energía) pasen al ambiente y se quedan en nuestra piel las de menos”

El científico compara el funcionamiento del cuerpo ante el calor con un botijo. “Para bajar la temperatura necesitamos sudar y el mecanismo es el mismo que el del botijo: con la transpiración hacemos que las moléculas con más temperatura (más energía) pasen al ambiente y se quedan en nuestra piel las de menos”. 

Qué pasa cuando sudamos

Pero sudar tiene mucho más impacto para algunas personas que para otras porque exige poner el cuerpo a trabajar en la tarea. Se multiplica la cantidad de sangre que circula para que la evaporación sea la máxima posible. Eso eleva el ritmo cardiaco, así que, si hay un problema cardiovascular, puede haber una deficiencia. A más ritmo, más tensión arterial también. “O si la dolencia es respiratoria también puede verse afectada porque tu corazón se activa más”, desgrana Díaz. A las enfermedades renales tampoco les viene nada bien el calor porque hay más riesgo de deshidratación. Tampoco a las neurológicas, añade el experto, como el párkinson o el alzhéimer, que inhiben la sensación de sed. 

Nadie es invulnerable al calor, pero en las personas que ya tienen alguna patología –habitualmente las más mayores– se concentra la mayor afectación

Nadie es invulnerable al calor, pero en las personas que ya tienen alguna patología –habitualmente las más mayores– se concentra la mayor afectación. Investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona diseccionaron 11 millones de admisiones en urgencias en 48 provincias españolas entre 2006 y 2019 para poner sobre el papel qué enfermedades son las que acusan más el calor. En primer lugar, están los trastornos metabólicos y relacionados con la obesidad (subieron casi un 98%, es decir, se duplicaron); y detrás la insuficiencia renal (77,7%), la infección de tracto urinario (74,6%) o la sepsis (54,3%). 

“Los mecanismos por los que el calor genera efectos perjudiciales en la salud parecen estar todos relacionados con que el cuerpo no es capaz de termorregularse y eso repercute en algunos sistemas, dependiendo de factores como la edad o las condiciones de salud que hay antes”, indica Hicham Achebak uno de los responsables del estudio. “Cada vez se está estudiando más porque vamos a un escenario de subida de grados por el cambio climático, pero todavía hay relaciones entre la exposición a la temperatura ambiental y la salud que no se han descifrado”, añade. 

“Los mecanismos por los que el calor genera efectos perjudiciales en la salud parecen estar todos relacionados con que el cuerpo no es capaz de termorregularse y eso repercute en algunos sistemas, dependiendo de factores como la edad o las condiciones de salud que hay antes”

El científico habla también de “efectos indirectos” del calor que terminan repercutiendo en los ingresos: “Se organizan más fiestas al aire libre, reuniones donde se bebe alcohol normalmente. Así que las urgencias por consumo de sustancias repuntan”, describe. Otro ejemplo son los ahogamientos. Al hacer más calor, las personas se bañan más y hay más probabilidad de que ocurra un suceso de este tipo.

Según el estudio MoMo, en España 3.000 muertes en 2023 se asocian al efecto de las altas temperaturas. “Aquí está el meollo del asunto, lo que hay que entender, aunque en su certificado de defunción no pongan que fallecieron por calor”, resume Díaz. Siguiendo la analogía de la pirámide, este grupo numeroso se situaría en la zona central. “Es donde tenemos más margen para actuar porque hay mucha gente vulnerable que se muere por esto y se podría evitar”, afirmaba el responsable de Salud y Cambio Climático del Ministerio de Sanidad, Héctor Tejero, en una entrevista con elDiario.es la semana pasada.

A la hora de afrontar el calor, el estado basal de salud es fundamental pero también las condiciones de vida, remarcan los expertos. “No es lo mismo vivir en un chalé con piscina de 250 metros cuadrados y aire acondicionado que en una habitación con un ventanuco y cuatro personas. El mayor impacto se produce en las zonas más pobres”, indica Díaz, que hace unos años realizó un estudio que medía precisamente esas diferencias en los distritos de Madrid. La variable de tener climatización, continúa, no es tan significativa como tener dinero para ponerla en marcha.

“No es lo mismo vivir en un chalé con piscina de 250 metros cuadrados y aire acondicionado que en una habitación con un ventanuco y cuatro personas. El mayor impacto se produce en las zonas más pobres”

De vuelta a la pirámide, en la base está la mayoría de personas sanas (y jóvenes, por lo general). El calor compromete el bienestar, aunque no suele haber riesgo para la vida. “Afecta al estado de ánimo y al rendimiento porque estamos funcionando en condiciones que no son óptimas. Es como un piloto que se activa en nuestro cuerpo que repercute en el bienestar”, sostiene el neurólogo Javier Camiña.

En el caso del cerebro, los estudios dicen que por encima de 24 grados ya hay una afectación en la velocidad para hacer tareas o rendir en exámenes. “Es una temperatura que las personas incluso no percibimos como desagradable, pero el cerebro es un órgano que necesita las mejores condiciones posibles y su margen de bienestar es muy estrecho. Cuando no las tiene, prioriza las funciones más básicas sobre otras”, ilustra el médico.

En las últimas 24 horas, 36 provincias de España han registrado una temperatura mucho más alta de lo habitual para el mes de julio. Las noches tampoco dan tregua: son tropicales –superiores a 20 grados– en muchos territorios.

12. La ansiedad aumenta las posibilidades de padecer demencia

Leído en Diario Médico por Raquel Serrano.

Es posible que otros indirectos ocupen otro espacio, ya que hay que tener en cuenta que las personas con ansiedad tienen más probabilidades de adoptar hábitos de vida poco saludables, relacionados también con riesgo aumentado de demencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que alrededor del 6,6% de la población mundial padece trastorno de ansiedad en algún momento de su vida. Distintos estudios señalan que esta alteración emocional está relacionada con la enfermedad vascular y la demencia a través de vías como la inflamación neuronal, la apoptosis celular, la atrofia cerebral e hipocampal, la formación y deposición de beta amiloide y la enfermedad cardiovascular.

Además de estos mecanismos directos es posible que otros indirectos ocupen otro espacio, ya que hay que tener en cuenta que las personas con ansiedad tienen más probabilidades de adoptar hábitos de vida poco saludables, relacionados también con riesgo aumentado de demencia. 

Se trata, por tanto, de un fenómeno frecuente -tanto de forma aguda como crónica y en todas las fases de la vida- pero en el que no se ha explorado adecuadamente el efecto de su cronicidad sobre la demencia.

Este aspecto ha sido precisamente el ámbito de exploración del primer y nuevo análisis cuyo objetivo era evaluar la relación longitudinal entre la ansiedad crónica, resuelta o de nueva aparición, y el riesgo de demencia por todas las causas.

Sus principales resultados, que se publican en el 'Journal of the American Geriatrics Society' indican que la ansiedad crónica y reciente se asoció con un mayor riesgo de demencia por todas las causas, y esta asociación fue significativa entre personas de 70 años o menos

Sus principales resultados, que se publican en el Journal of the American Geriatrics Society indican que la ansiedad crónica y reciente se asoció con un mayor riesgo de demencia por todas las causas, y esta asociación fue significativa entre personas de 70 años o menos. 

Concretamente, los datos señalan que la presencia de ansiedad crónica y la ansiedad de nueva aparición se asociaron con un riesgo 2,8 y 3,2 veces mayor de padecer demencia, respectivamente. Y lo más destacable es que se observaron riesgos incluso mayores en adultos con ansiedad antes de los 70 años. 

Sin embargo, la ansiedad resuelta en el seguimiento redujo el riesgo, de manera similar a la del grupo no expuesto. "Estos resultados sugieren que la ansiedad puede ser un nuevo factor de riesgo a tener en cuenta en la prevención de la demencia. De la misma forma, el manejo oportuno de la ansiedad puede ser una estrategia viable para reducir el riesgo de demencia", según Kay Khaing, de la Universidad Lambton Heights, en New Castle, Australia, y primer autor del estudio.  

Se calcula que para 2030 serán 78 millones de personas las que padecerán demencia en el mundo, enfermedad que en 2020 fue la séptima causa principal de muerte a nivel mundial y la segunda causa de muerte en los países con rentas altas

En este estudio de cohorte prospectivo que ha utilizado métodos de inferencia causal participaron 2.132 personas con una media de edad de 76 años del Hunter Community Study de Australia y a las que se les siguió durante una media de 10 años. La ansiedad se midió utilizando la Escala de Distrés Psicológico de Kessler (K10) y la demencia se definió según los 10 códigos de la Clasificación Internacional de Enfermedades. 

Se calcula que para 2030 serán 78 millones de personas las que padecerán demencia en el mundo, enfermedad que en 2020 fue la séptima causa principal de muerte a nivel mundial y la segunda causa de muerte en los países con rentas altas.  

13. El riesgo de morir en un accidente de tráfico es menor cuando conduce una mujer, según un estudio

Un estudio de la Agencia EFE.

Un análisis pormenorizado de más de 170.000 accidentes de tráfico ha medido la gravedad de los siniestros y de las lesiones sufridas y ha apuntado que el riesgo de morir es casi un 30 % menor si conduce una mujer

Un análisis pormenorizado de más de 170.000 accidentes de tráfico ha medido la gravedad de los siniestros y de las lesiones sufridas y ha apuntado que el riesgo de morir es casi un 30 % menor si conduce una mujer.

La investigación desarrollada por la Universidad de Granada (UGR) ha comprobado que el hecho de que el conductor sea hombre o mujer influye en la gravedad de los accidentes de tráfico y de las lesiones sufridas por las personas implicadas en ellos.

El estudio de la UGR se suma a otros realizados de manera previa sin que hasta el momento haya habido conclusiones definitivas.

Sin embargo, el trabajo actual revela que, estadísticamente, el riesgo de muerte o de sufrir lesiones graves entre los pasajeros es menor cuando conduce una mujer.

El análisis también apunta que el riesgo de muerte o de sufrir lesiones importantes es mayor en los ocupantes de sexo femenino

Por otro lado, el análisis también apunta que el riesgo de muerte o de sufrir lesiones importantes es mayor en los ocupantes de sexo femenino.

Los datos del estudio, que publica la revista Heliyon, resumen el trabajo de Pablo Lardelli-Claret, Eladio Jiménez-Mejías, Mario Rivera Izquierdo y Virginia Martínez Ruiz, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UGR, y de Nicolás Fernández-Martínez y Luis Miguel Martín de los Reyes, de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).

El objetivo de la investigación es tratar de aclarar la asociación entre el sexo del conductor y de los pasajeros del vehículo con la gravedad de las lesiones sufridas en accidentes de tráfico

El objetivo de la investigación es tratar de aclarar la asociación entre el sexo del conductor y de los pasajeros del vehículo con la gravedad de las lesiones sufridas en accidentes de tráfico.

Para hacerlo, han estudiado las características del conductor y los pasajeros de los 171.230 turismos implicados en accidentes de tráfico en España entre los años 2014 y 2020, datos del Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico proporcionado por la Dirección General de Tráfico.

A partir de estos datos, se han diseñado dos estudios diferentes, uno centrado en el conductor y el otro en el sexo de los ocupantes.

En el primer estudio se ha concluido que, cuando conduce una mujer, el riesgo de muerte o de sufrir lesiones graves entre los pasajeros es un 28 por ciento menor que cuando lo hace un hombre

En el primer estudio se ha concluido que, cuando conduce una mujer, el riesgo de muerte o de sufrir lesiones graves entre los pasajeros es un 28 por ciento menor que cuando lo hace un hombre.

Estos resultados sugieren que la mayor parte de este menor riesgo se podría explicar por una conducción más segura por parte de la mujer, aunque también podría deberse a que las mujeres conducen preferentemente en entornos donde en caso de que ocurra un accidente, su gravedad es menor.

El análisis de los datos del segundo estudio, en el que se comparan personas que ocupan el mismo vehículo accidentado, revela que el riesgo de muerte o de sufrir lesiones importantes es un 20 % mayor en los ocupantes de sexo femenino.

El análisis de los datos del segundo estudio, en el que se comparan personas que ocupan el mismo vehículo accidentado, revela que el riesgo de muerte o de sufrir lesiones importantes es un 20 % mayor en los ocupantes de sexo femenino

Como el estudio tuvo en cuenta la posición de los pasajeros y si llevaban o no puesto el cinturón de seguridad en el momento del accidente, este resultado podría responder a diferencias biológicas y de tamaño corporal que las harían a ellas más vulnerables al efecto de la energía liberada en el accidente.

14. La ciencia desmonta la teoría de los infartos e ictus por las vacunas COVID 

Leído en Redacción Médica.

La incidencia de accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio disminuyó tras la vacunación contra el coronavirus

La incidencia de accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio disminuyó tras la vacunación contra el coronavirus. Estos datos fueron menores tras comenzar la campaña de vacunación que antes o en comparación con las personas que aún no estaban vacunadas.

Estas son las principales conclusiones obtenidas en un estudio a partir de datos de 46 millones de adultos de Inglaterra. Los resultados muestran que la incidencia de trombosis arterial, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares eran hasta un 10 por ciento menor en las 13 a 24 semanas posteriores a la primera inoculación contra el COVID. Tras la segunda dosis, esta cifra fue hasta un 27 por ciento menor después de la vacuna de AstraZeneca y hasta un 20 por ciento menor si era de Pfizer/Biotech. Los episodios trombóticos comunes, principalmente embolia pulmonar y trombosis venosa profunda de extremidades inferiores continuó con un patrón similar. 

Tras la segunda dosis, esta cifra fue hasta un 27 por ciento menor después de la vacuna de AstraZeneca y hasta un 20 por ciento menor si era de Pfizer/Biotech

Esta investigación ha estado liderada por tres universidades - Cambridge, Bristol y Edimburgo - y facilitada por el Centro de Ciencia de Datos de la Fundación Británica del Corazón, entidad encargada de analizar los registros de salud no identificados de estas personas entre diciembre de 2020 y enero de 2022. Estos datos provenían de consultas médicas, ingresos hospitalarios y registros de defunciones. Los resultados obtenidos han sido publicados en Nature Communications.

Otras investigaciones anteriores ya habían demostrado que la incidencia de complicaciones cardiovasculares raras es mayor tras la inoculación de algunas vacunas contra el COVID, dado que se notificaron incidencias de miocarditis y pericarditis tras vacunas que estaban basadas en ARNm, como la de Pfizer/Biotech y trombocitopenia trombótica inducida por vacunas basadas en adenovirus, como la de Astrazeneca.

La incidencia de patologías cardiovasculares es mayor tras sufrir la enfermedad, especialmente en casos graves, lo que puede explicar por qué la incidencia de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares es menor en los vacunados en comparación con las no vacunadas

Este estudio publicado recientemente, además de respaldar estos hallazgos, no identificó nuevas afecciones cardiovasculares adversas que se asocian a la vacunación y ofrece más garantías de que los beneficios superan los riesgos. 

La incidencia de patologías cardiovasculares es mayor tras sufrir la enfermedad, especialmente en casos graves, lo que puede explicar por qué la incidencia de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares es menor en los vacunados en comparación con las no vacunadas.

15. Empatía, imaginación, reserva cognitiva, concentración… Los mil y un beneficios de leer

Maria J. García Rubio y Ana Merino escriben este artículo en The Conversation.

La psicología y la neurociencia han demostrado que no son pocos los beneficios que reporta la lectura a nuestro cerebro y bienestar emocional. Tal es así que incluso se emplea como herramienta terapéutica o de acompañamiento en los tratamientos psicológicos. Entonces, ¿por qué sigue existiendo un porcentaje tan alto de no lectores?

Cuando un ser humano adquiere la capacidad de leer, su cerebro debe “subespecializarse”. Es decir, áreas que ya están formadas y maduras se reorganizan para hacerlo posible

La lectura no es una característica innata de nuestra especie. De hecho, hace tan solo 6.000 años que existe como proceso adquirido. Desde un enfoque neurocientífico, esta actividad mental no se vincula con áreas cerebrales especializadas, a diferencia de lo que sí ocurre con otras acciones como ver, oler o escuchar.

Cuando un ser humano adquiere la capacidad de leer, su cerebro debe “subespecializarse”. Es decir, áreas que ya están formadas y maduras se reorganizan para hacerlo posible.

Entre las diversas teorías que han tratado de explicar cómo se produce el acto lector, las que más apoyo reciben actualmente son la ruta fonológica, que explica cómo transformamos los grafemas en fonemas, y la ruta léxica, sobre cómo otorgamos significado a esos fonemas

Entre las diversas teorías que han tratado de explicar cómo se produce el acto lector, las que más apoyo reciben actualmente son la ruta fonológica, que explica cómo transformamos los grafemas en fonemas, y la ruta léxica, sobre cómo otorgamos significado a esos fonemas.

Desde los primeros estudios en la materia, ha quedado probado que leer involucra múltiples regiones del cerebro: el giro supramarginal, el giro angular, las áreas frontales relacionadas con los procesos motores propios de la articulación o las áreas occipitales que se encargan de procesar los estímulos visuales como las letras. Adicionalmente, se activan las zonas vinculadas a la memoria, el significado y el contenido emocional de los grafemas y fonemas.

Pese a esta localización difusa en el mapa cerebral, es incuestionable el papel que desempeñan tanto el hemisferio izquierdo como las conexiones interhemisféricas –y, por tanto, la neuroplasticidad– en la adquisición del proceso lector.

Algunas investigaciones han revelado que enciende áreas cerebrales relacionadas con la teoría de la mente (la capacidad para entender que existen opiniones, situaciones y estados emocionales diferentes a los nuestros) y con otras facultades que se activan durante la terapia psicológica, como la introspección

En cuanto a sus beneficios psicológicos, la lectura incrementa, en primer lugar, la imaginación y la empatía. Algunas investigaciones han revelado que enciende áreas cerebrales relacionadas con la teoría de la mente (la capacidad para entender que existen opiniones, situaciones y estados emocionales diferentes a los nuestros) y con otras facultades que se activan durante la terapia psicológica, como la introspección.

También mejora algunas de las funciones cognitivas como la concentración, la memoria y la atención sostenida. Si la lectura escogida es capaz de captar nuestra atención, esto reduce la distracción de otros estímulos circundantes. Ese efecto es más visible cuando la lectura se adquiere en la infancia.

Otro efecto positivo es la reducción de los niveles de estrés. Esto es posible porque cuando leemos se liberan neurotransmisores “del bienestar” como la dopamina o la oxitocina. 

Numerosos estudios apoyan la idea de que es un factor protector frente al envejecimiento por su relación con el concepto de reserva cognitiva, algo así como la “despensa de conocimiento” de la que se abastece el cerebro. A mayor reserva cognitiva, más tardan en manifestarse los síntomas de demencia, entre otros efectos

Y por si fuera poco, numerosos estudios apoyan la idea de que es un factor protector frente al envejecimiento por su relación con el concepto de reserva cognitiva, algo así como la “despensa de conocimiento” de la que se abastece el cerebro. A mayor reserva cognitiva, más tardan en manifestarse los síntomas de demencia, entre otros efectos.

Los últimos datos publicados en el informe del Centro de Investigaciones Sociológicas español (CIS), por ejemplo, reflejan que el 35,2 % de los españoles no leen nunca o casi nunca. Una realidad que podría cambiar si se comunicaran eficazmente los beneficios que comporta esta actividad.

En este punto, las instituciones políticas son una pieza clave para promover la lectura a través de campañas de información, concienciación y estímulo que impliquen a todos los grupos de edad y les inviten a cuidar la salud de su cerebro leyendo.

Las bibliotecas, los colegios, los centros de enseñanza secundaria, las universidades y los centros de mayores podrían catalizar estas campañas, reforzadas con la adquisición de libros, charlas de científicos expertos y la visita de autores que tengan contacto con los lectores.

A nivel personal, lo primero es crear costumbre. Se ha demostrado que además de los beneficios citados, leer todos los días promueve otros hábitos como la escritura. Dos acciones que se complementan y coinciden en su beneficio terapéuticos

A nivel personal, lo primero es crear costumbre. Se ha demostrado que además de los beneficios citados, leer todos los días promueve otros hábitos como la escritura. Dos acciones que se complementan y coinciden en su beneficio terapéuticos.

También es una buena estrategia compartir la experiencia lectora. La motivación aumenta si participamos en un club de lectura, acudimos a la presentación de un libro o a espacios en los que conocemos a otras personas con las mismas inquietudes o gustos literarios.

La misma estrategia se puede desarrollar con las personas mayores dependientes que tienen escasas oportunidades para socializar. Leer con ellos es una forma de darles cariño y mantenerlos activos.

En definitiva, la lectura es un agente facilitador del bienestar emocional y social, con beneficios indiscutibles apoyados por estudios científicos. Así que, lector de este artículo, celebre los libros, regálelos y compártalos. Tómese el lujo de ser parte activa de este acto que cuida su cerebro y sus vínculos emocionales.

16. Belén González, psiquiatra y directora del Comisionado para la Salud Mental: “No es recomendable ir al psicólogo por sistema, y está costando hacer entender eso a la gente”

En CTXT, entrevistada por Adriana T.

Lo que entendemos por salud mental abarca una gran cantidad de aspectos muy complejos, pero si pudiéramos implementar una única medida para mejorar la salud mental de la mayor cantidad de población posible, ¿cuál sería? 

"Sabemos, porque se ha estudiado en otros países y regiones, que una medida con un gran impacto sobre el nivel basal de salud mental de la población sería implantar una renta básica universal que alcanzara a todas las personas, desde la infancia hasta los más mayores"

No hay una respuesta fácil. Sabemos, porque se ha estudiado en otros países y regiones, que una medida con un gran impacto sobre el nivel basal de salud mental de la población sería implantar una renta básica universal que alcanzara a todas las personas, desde la infancia hasta los más mayores. Por supuesto, esto no impediría que se desarrollaran trastornos mentales por otros eventos o circunstancias, pero tendría un efecto importante a nivel general. 

Esa es una medida concreta y realista. Ahora bien, si pudiéramos acabar con la violencia de género y con todo el sistema patriarcal, una cantidad enorme de patologías leves, moderadas y graves que vemos en consulta no se llegarían a producir. Esas serían las dos medidas con mayor impacto. 

¿Y qué se puede hacer desde la política institucional en una legislatura para mejorar la salud mental de la gente?

Lo que pretendemos es iniciar un cambio, empezando por un diagnóstico de cuál es la situación que estamos viviendo. Se están incrementando las cifras de patología mental y las prescripciones de psicofármacos, existe una preocupación generalizada por el tema. Todo esto tiene que ver, no solo con las circunstancias sociales y económicas que estamos viviendo, sino también culturales. La cultura es algo que ha modelado a lo largo del tiempo cómo se entiende la salud mental. 

"Todo esto ha generado una fuerte sensación de incertidumbre y de falta de expectativas vitales. ¿De qué sirve trabajar si no voy a poder ni pagarme una habitación en un piso compartido? ¿Qué va a ser de mi vida? Esta es la situación que tenemos"

Sabemos que se han producido una serie de acontecimientos socioeconómicos y culturales que han impactado mucho en las vidas de la gente. Entre ellos, ha habido una precarización progresiva y sistemática de las condiciones de vida, especialmente apoyada en la dificultad de acceso a la vivienda y la dificultad para tener una vida autónoma. Se ha complicado mucho el acceso al empleo, sobre todo al empleo de calidad. Y también hay una aceleración de los ritmos de vida y de trabajo. Todo esto ha generado una fuerte sensación de incertidumbre y de falta de expectativas vitales. ¿De qué sirve trabajar si no voy a poder ni pagarme una habitación en un piso compartido? ¿Qué va a ser de mi vida? Esta es la situación que tenemos. 

Se habla del aumento de los diagnósticos de trastorno mental, pero el trastorno mental o las neurodivergencias parecen haber existido siempre. Sin ir más lejos, cuando una escarba en el historial de la propia familia, o en el de las familias de amigos y conocidos, siempre aparece un tío alcohólico, o alguien con conductas alimentarias alarmantes, o el primo que nunca logró sacarse la ESO, o la señora que se metía en la cama una semana entera y no salía. ¿Qué ha cambiado? ¿Le estamos empezando a poner nombre a lo que nos pasa?

"También han aumentado los diagnósticos de trastorno límite de la personalidad, y los trastornos de aprendizaje, donde se incluyen el TDAH y el autismo"

Estamos empezando a nombrar el malestar a través de términos médicos. Han aumentado, sobre todo, los diagnósticos que tienen que ver con algunas manifestaciones concretas de salud mental, por ejemplo, han aumentado mucho los diagnósticos de ansiedad, y algo menos los que tienen que ver con la depresión. También han aumentado los diagnósticos de trastorno límite de la personalidad, y los trastornos de aprendizaje, donde se incluyen el TDAH y el autismo. Sin embargo, en los últimos años no vemos que haya aumentado, por ejemplo, el diagnóstico de esquizofrenia.

Según apuntaba usted misma hace poco, el diagnóstico de esquizofrenia es doce veces más frecuente entre las personas de renta baja. Este dato es muy llamativo. ¿Cuál es la causa?

"Todos esos eventos adversos en la infancia, incluida la propia situación de pobreza, con todo el estrés y la angustia que genera, son factores de riesgo para que en la edad adulta uno pueda desarrollar un trastorno mental grave como la esquizofrenia"

Hay una doble confluencia de factores que tienen que ver con la pobreza. En entornos de mayor pobreza hay una situación de mayor exclusión, de negligencia en los cuidados. E inevitablemente, hay más riesgo de acontecimientos adversos en la infancia, como pueden ser, por ejemplo, la falta de estímulos, los abusos sexuales, los accidentes, el maltrato de cualquier tipo o el consumo de tóxicos en el entorno próximo. Todos esos eventos adversos en la infancia, incluida la propia situación de pobreza, con todo el estrés y la angustia que genera, son factores de riesgo para que en la edad adulta uno pueda desarrollar un trastorno mental grave como la esquizofrenia. 

"Existe una correlación muy fuerte entre sufrir traumas y eventos adversos en la infancia y el desarrollo posterior de trastornos mentales graves. Y además esto lleva una dinámica acumulativa"

Hace poco, John Read, profesor de Psicología e investigador de la Universidad de East London, decía en una entrevista que casi el 70% de las personas que han pasado por psiquiatría han sufrido abuso infantil, y más de la mitad nunca lo han hablado con un profesional. Lo que estamos viendo ahora es que existe una correlación muy fuerte entre sufrir traumas y eventos adversos en la infancia y el desarrollo posterior de trastornos mentales graves. Y además esto lleva una dinámica acumulativa. Si sufres un evento adverso, es menos probable que desarrolles un trastorno mental, pero si sufres diez o quince, la probabilidad aumenta muchísimo. Eso no hace que en entornos privilegiados uno no pueda desarrollar un trastorno mental, por supuesto. Pero es menos probable.

Luego se da otro factor inverso, y es que cuando tú desarrollas un trastorno mental grave, ese mismo diagnóstico y esa misma circunstancia te condena en la mayoría de los casos a estar en una situación de pobreza. 

Intuimos, porque aún no lo hemos comprobado, que existen factores de vulnerabilidad genética que podrían predisponer al desarrollo de patología mental grave. Pero lo que sabemos hoy con certeza es que hay una vulnerabilidad adquirida que tiene que ver con las circunstancias de vida. 

"Lo que sabemos hoy con certeza es que hay una vulnerabilidad adquirida que tiene que ver con las circunstancias de vida"

Hemos hablado antes de la influencia de la cultura en la concepción de la salud mental. Por lo general, se define como trastornado a cualquier persona que se aparte de las normas que dictan en ese momento la sociedad y la cultura. Pero no es de extrañar que tanta gente se aparte de la norma cuando la norma es muy estrecha, ¿no? Pienso, por ejemplo, en que el colectivo LGBTI, que ha recibido diagnósticos de trastorno mental hasta hace muy poquito. ¿Desaparecerán algunos diagnósticos cuando aceptemos que la gente es, de hecho, muy diversa?

El historiador de la psiquiatría Rafael Huertas explicaba muy bien cómo con el auge de la burguesía lo normal deja de asimilarse a lo más prevalente, a lo que hace la mayoría, y pasa a ser una categoría moral, una norma dictada por un colectivo, en este caso el colectivo burgués. Es decir, lo normal era que las mujeres tuvieran hijos y se quedaran en casa mientras los hombres salían a trabajar, que las niñas se comportaran de cierta manera y no de otra, etcétera. 

"¿Qué es lo que ocurrió a continuación? Que lo normal y lo anormal se asimilaron a términos sanitarios, es decir, lo normal se asimila a lo sano y lo anormal a lo patológico. Y así, lo patológico deja de ser aquello excepcional para ser aquello que se sale de la norma moral"

¿Qué es lo que ocurrió a continuación? Que lo normal y lo anormal se asimilaron a términos sanitarios, es decir, lo normal se asimila a lo sano y lo anormal a lo patológico. Y así, lo patológico deja de ser aquello excepcional para ser aquello que se sale de la norma moral. Históricamente, la psiquiatría ha sido responsable de recoger esas normas y reproducirlas. Con el tiempo, en la medida en la que hemos podido integrar la diversidad, y el colectivo LGTBI es un ejemplo de ello, hemos podido ir eliminando ciertos diagnósticos. 

Ahora bien, esa es la teoría en salud mental. Lo que encontramos en la práctica en la consulta es a gente que sufre y lo pasa fatal. Muchas veces por ser distinta a otros, por ser diversa, por ser repudiada dentro del entorno social, por ser señalada. Pero lo que recibimos en salud mental es todo ese sufrimiento. No hay ninguna persona dentro de las consultas de salud mental que no lo esté pasando fatal.

¿Entender la salud mental desde una perspectiva estrictamente biologicista le ha sido útil al capitalismo?

El biologicismo es una perspectiva reduccionista de la salud mental y es cierto que ha prevalecido como la visión hegemónica en los últimos años. Y sí, esto tiene que ver con el capitalismo. No es que le sirva de manera voluntaria, no creo en las teorías de la conspiración, pero claramente es la perspectiva más útil porque es la que mejor encaje tiene en el actual sistema socioeconómico y cultural al promover el individualismo y la responsabilidad interna en el ámbito de la salud mental. Cuando tú le dices a alguien que su malestar, ya sea una esquizofrenia o un poco de ansiedad, ocurre por cosas que están mal en su cerebro y a eso le pones una etiqueta médica, lo que estás haciendo es eliminar la posibilidad de pensar que el problema está fuera, que puede tener que ver con el trabajo, con la vivienda o incluso con la familia, con sus relaciones personales o con la organización social. Esta fantasía capitalista de que somos empresarios de nosotros mismos se reproduce aquí también en el sentido de que uno es responsable de todo lo que le pasa y si está enfermo, está enfermo por dentro y no tiene por qué buscar fuera ninguna causa.

"Esta fantasía capitalista de que somos empresarios de nosotros mismos se reproduce aquí también en el sentido de que uno es responsable de todo lo que le pasa y si está enfermo, está enfermo por dentro y no tiene por qué buscar fuera ninguna causa"

En España tenemos ahora un problema muy grave con la prescripción y el consumo de benzodiazepinas. Se está empezando a hablar de desprescripción, pero, ¿qué alternativa para paliar el dolor le estamos ofreciendo a la gente cuando les retiramos el Orfidal para que no se hagan adictos? 

El marco biologista induce un mercado, en este caso el de la prescripción de psicofármacos, que bajo esta perspectiva se prescriben para, en teoría, corregir o curar un desajuste neuroquímico.

Pero los psicofármacos tienen un uso fuera de ese marco, y es que, en efecto, sirven para calmar o rebajar el nivel de angustia que una persona puede estar sufriendo, ya esté causado por la esquizofrenia, la depresión o una crisis de ansiedad. En ese sentido, estas medicinas son útiles cuando uno las entiende bien, cuando no cree que esa pastilla le vaya a curar una enfermedad que tiene en el cerebro, sino que a lo mejor ese lorazepam le permite mantenerse a flote y acudir a su trabajo, porque no puede permitirse perder el trabajo y los ingresos, y porque necesita dormir por la noche y no pasarse el día llorando. Cuando uno entiende los psicofármacos de esta manera no son medicinas tan peligrosas, porque en esos casos el paciente se está haciendo una composición mental que incluye también lo de fuera, todo lo que le está pasando. Las mujeres que sufren violencia de género, por ejemplo, toman psicofármacos en su gran mayoría, es inevitable. Tenemos que solucionar el problema principal, pero no vamos a retirarles una ayuda que les permite atravesar una situación durísima con un poco menos de angustia. 

"Gran parte del problema que sufre tiene que ver con el entorno en el que vive la persona, y con las experiencias de vida que tiene esa persona"

Las estrategias de desprescripción son estrategias que implican, no solo quitar la medicación, sino hacer un cambio de lectura de lo que estamos viviendo, un cambio de marco. Para poder hacer una prescripción bien, uno tiene que entender primero que el fármaco no va a corregir un desbalance neurobioquímico. En segundo lugar, que gran parte del problema que sufre tiene que ver con el entorno en el que vive la persona, y con las experiencias de vida que tiene esa persona. Y tres, que hay que hacer intervenciones paralelas, como por ejemplo psicoterapia. 

Los psicofármacos tienen una carga de significado que va mucho más allá de la sustancia bioquímica, se ven afectados por la relación de confianza que el paciente tiene con su médico y por la sensación de estar haciendo algo para curarte. Pero además tienen una particularidad: se suele hacer la analogía –falsa– de que un paciente toma litio o toma serotonina porque le falta litio o le falta serotonina como a un diabético le falta insulina, pero los psicofármacos no funcionan así. Son sustancias que modifican el funcionamiento del cerebro, y a menudo no tenemos muy claro cómo lo hacen. 

"Debido al desconocimiento en el mecanismo de acción de estos medicamentos, a menudo no nos atrevemos a retirarlos por si el paciente empeora. Cuando un psicofármaco se retira mal, lo que produce es un síndrome que emula la propia patología que estábamos tratando"

Debido al desconocimiento en el mecanismo de acción de estos medicamentos, a menudo no nos atrevemos a retirarlos por si el paciente empeora. Cuando un psicofármaco se retira mal, lo que produce es un síndrome que emula la propia patología que estábamos tratando. Por ejemplo, cuando retiramos mal un antidepresivo, se puede producir un síndrome de abstinencia que simula un episodio depresivo. Así que volvemos a poner esa medicación, se calma el síndrome de abstinencia y desaparece la depresión. Y eso nos confirma en nuestro sesgo de que el paciente sufre depresión crónica y va a necesitar medicación toda la vida. 

Acudir a psicoterapia no solo ha dejado de estar estigmatizado, sino que ahora se recomienda indiscriminadamente. ¿De verdad es necesario que vayamos todos a terapia?

Creo que tenemos que garantizar el acceso a una terapia en buenas condiciones dentro de la red de salud mental pública, no podemos estar dando una cita con el psicólogo cada seis meses.

Existen casos en los que la terapia es muy necesaria. Hay personas que sufren trastornos mentales graves, personas con historias de traumas terribles tras haber sido objeto de una violencia inimaginable durante toda su vida. Esas son las personas que deberían poder acceder en primer lugar a una terapia de calidad. 

Luego hay casos en los que recibir psicoterapia sería muy deseable, por ejemplo, en situaciones en las que uno está mal, o atraviesa momentos críticos o de sufrimiento vital y desea disponer de un recurso que le ayude o le acompañe en ese periodo transitorio. La terapia en esos casos puede ser un espacio donde reflexionar y descubrir patrones que uno estaba repitiendo sin ser consciente de ello. 

"Mucha gente ha llegado a la conclusión equivocada de que cualquier malestar psíquico precisa de ayuda profesional para poder resolverse, y además esa terapia tiene que llegar cuanto antes. Pero eso no funciona así. Además, la terapia también conlleva riesgos, no es inocua"

Pero claro, en una sociedad en la que todo el mundo identifica tener problemas de salud mental, es esperable que encuentre la respuesta en acudir a terapia, y eso va a generar una demanda masiva de servicios de salud mental que no podemos atender. Mucha gente ha llegado a la conclusión equivocada de que cualquier malestar psíquico precisa de ayuda profesional para poder resolverse, y además esa terapia tiene que llegar cuanto antes. Pero eso no funciona así. Además, la terapia también conlleva riesgos, no es inocua. 

Se habla poquísimo del potencial dañino de la terapia. Parece que como no es una pastilla, es totalmente inofensiva. 

No se puede recomendar ir al psicólogo por sistema, y está costando mucho hacer entender eso a la población, porque ya está muy asentada la coletilla de que hay que pedir ayuda profesional en cuanto uno se encuentre un poco mal. Ir al psicólogo se ha vuelto algo cotidiano, y no tengo duda de que a mucha gente le ayuda, pero a mucha otra no le está viniendo nada bien. Para empezar, ir a terapia no es como ir a charlar a la barra del bar. Cuando uno va, se compromete con un proceso que, si se hace bien, puede conllevar el afrontamiento de cuestiones muy dolorosas. Uno se arriesga a abrir melones que a lo mejor no quería abrir, porque más o menos iba conviviendo con ellos hasta entonces sin demasiado problema. 

Pero, además, hay otro factor de iatrogenia de la psicoterapia, y es esa percepción enquistada de que sin ayuda profesional no podemos resolver nada de nuestras propias vidas, como si fuéramos niños pequeños. 

"Estamos desempoderando a la población. A lo largo de la historia, el acompañamiento más eficaz ha sido el de los amigos, la familia, la comunidad, etcétera. Todos ellos proporcionan una gran fuente de consuelo, de escucha, de construir resiliencia, de ayudar en la recuperación"

Estamos desempoderando a la población. A lo largo de la historia, el acompañamiento más eficaz ha sido el de los amigos, la familia, la comunidad, etcétera. Todos ellos proporcionan una gran fuente de consuelo, de escucha, de construir resiliencia, de ayudar en la recuperación. Y, además, responder a malestares colectivos de forma colectiva es mucho más eficaz que ir de uno en uno al psicólogo para que te responda sobre tu asunto concreto. 

¿Puede un psicólogo que ha crecido en un entorno más o menos privilegiado empatizar con el malestar de sus pacientes cuando este hunde sus raíces en problemas sociales?

Creo que el problema no es solo la experiencia en primera persona de ese profesional, sino todo el marco desde el que se trabaja la salud mental. Ese marco no puede estar construido por personas que han tenido lugares epistémicos de privilegio, porque van a reproducir ese lugar de privilegio que no escucha ni entiende los lugares sociales de la alteridad. Es imprescindible la introducción en el marco de la salud mental de teorías y narrativas que tengan lugares epistémicos diferentes de los que ha tenido la psiquiatría normalmente.

Según un informe muy reciente, una persona de cada cinco sufre soledad no deseada en España, y afecta en concreto a un tercio de los jóvenes de entre 18 y 24 años. ¿Qué se puede hacer desde la política institucional para encarar este problema?

"Si destruimos las comunidades y nos convertimos solamente en individuos, va a aparecer esa soledad no deseada de forma subjetiva, y eso es lo que nos destruye emocionalmente"

La desvinculación sistemática y la hiperindividualización son algunos de los mayores problemas que tenemos ahora. La pérdida del vínculo produce mucho dolor, y uno puede sentirse solo y desvinculado, aunque esté rodeado de gente, porque el vínculo tiene mucho que ver con el sentido que nos damos a nosotros mismos dentro de una comunidad. Si destruimos las comunidades y nos convertimos solamente en individuos, va a aparecer esa soledad no deseada de forma subjetiva, y eso es lo que nos destruye emocionalmente. 

Me gusta mucho el concepto de ‘soledad no deseada’, porque si no lo llamáramos ‘soledad no deseada’ lo estaríamos llamando ‘depresión’. Y entonces se nos vendrían a la cabeza psicólogos y antidepresivos. Pero si lo llamamos ‘soledad no deseada’, lo que se nos viene a la cabeza es qué podemos hacer para que la gente deje de sentirse sola. Llamar a las cosas por el nombre correcto es fundamental para afrontar el malestar.

Son necesarias infraestructuras comunitarias, necesitamos espacios tanto físicos como simbólicos en los que la gente se pueda encontrar y generar vínculos. Y necesitamos también tiempo para generar esos vínculos, porque es difícil que se produzcan si me paso doce horas al día en el trabajo o en el transporte público. 

"Le echamos mucho la culpa de nuestro malestar físico y mental a las pantallas, a la mala alimentación, al sedentarismo. Pero no se habla nunca del efecto que tiene pasar ocho, diez, doce horas al día trabajando, muchas veces además en algo que te resulta totalmente ajeno"

Le echamos mucho la culpa de nuestro malestar físico y mental a las pantallas, a la mala alimentación, al sedentarismo. Pero no se habla nunca del efecto que tiene pasar ocho, diez, doce horas al día trabajando, muchas veces además en algo que te resulta totalmente ajeno. 

Las jornadas son cada vez más prolongadas, más intensivas, más aceleradas, más exigentes, más imprevisibles. Eso afecta mucho a la salud mental de la gente, por supuesto. Y desde luego, tenemos que exigir que nuestros trabajos tengan sentido, que podamos integrarlos en nuestra vida, porque lo contrario nos lleva al sufrimiento psíquico. Hay mucha evidencia científica de que la precariedad laboral y las distintas formas de aceleración del trabajo generan ansiedad, depresión, insomnio, o a veces cuadros de migrañas, somatizaciones, dolores generalizados o cansancio inespecífico. 

¿Puede tener buena salud mental una sociedad que se ha acostumbrado a contemplar un genocidio en directo o a deshumanizar a los niños migrantes? ¿Nos estamos insensibilizando, envileciendo y traumatizando de manera colectiva?

"Terminamos cayendo en el desafecto, en poner distancia para no seguir sufriendo. Es algo parecido a lo que sucede con el cambio climático, que mucha gente prefiere negarlo, creer que no existe, para no tener que pensar en ello"

Se produce una situación de desesperanza, de malestar generalizado, de impotencia. Esto nos induce a una condición de indefensión aprendida, en la que prima esta especie de indiferencia y parálisis. Tenemos la sensación de que por más que reclamemos y hagamos actos reivindicativos no sirve de nada. Terminamos cayendo en el desafecto, en poner distancia para no seguir sufriendo. Es algo parecido a lo que sucede con el cambio climático, que mucha gente prefiere negarlo, creer que no existe, para no tener que pensar en ello. Todo esto lo que genera es una situación de malestar colectivo que tiene que ver con muchas cosas y con ninguna a la vez. Y cuando no encontramos un término social para definir ese malestar, acabamos introduciendo diagnósticos de salud mental para nombrar el sufrimiento.

17. Los suicidios de los famosos producen un efecto contagio parecido a las infecciones 

Daniel Mediavilla escribe en El País.

En los meses posteriores al 4 de agosto de 1962, cuando se conoció la muerte de Marilyn Monroe, probablemente por suicidio, el número de personas que trató de quitarse la vida en EE UU creció un 12%

En los meses posteriores al 4 de agosto de 1962, cuando se conoció la muerte de Marilyn Monroe, probablemente por suicidio, el número de personas que trató de quitarse la vida en EE UU creció un 12%. Un fenómeno similar se observó poco después del fallecimiento del actor Robin Williams o del chef Anthony Bourdain. Aunque el efecto contagio se amplía cuando los protagonistas son famosos, también existe entre conocidos y algunos análisis atribuyen el 5% de los suicidios juveniles a la imitación.

Gran parte de los casos de suicidio se consuman durante una breve crisis y porque se tienen a mano herramientas para hacerlo, no porque haya una convicción sostenida. Y eso se puede aprovechar para desarrollar medidas preventivas. En las últimas dos décadas, Hungría ha reducido su número de suicidios a la mitad, mejorando la asistencia psiquiátrica y aumentando el número de líneas telefónicas donde pueden acudir quienes sufren una crisis. Dinamarca también ha logrado mejoras con medidas aparentemente simples como reducir el número de pastillas de paracetamol que se pueden comprar de una vez.

Gran parte de los casos de suicidio se consuman durante una breve crisis y porque se tienen a mano herramientas para hacerlo, no porque haya una convicción sostenida

En este esfuerzo para comprender la naturaleza del suicidio y las maneras de prevenirlo, entender los mecanismos de contagio ayuda a reducir la transmisión, como sucede con las enfermedades infecciosas. Con esa intención, hoy, un grupo de investigadores liderados por Jeffrey Shaman, un investigador de la Universidad de Columbia, que utiliza modelos matemáticos para comprender y prevenir la transmisión de enfermedades como la malaria o el COVID, ha presentado en la revista Science Advances un modelo similar para entender el contagio de los pensamientos y los comportamientos suicidas.

“Además, las personas que ya tenían ideas suicidas se volvieron más contagiosas y tenían diez veces más probabilidades de influir en una persona sin esas ideas para que comenzase a planteárselas”

Sus resultados, que analizaron la difusión de estos comportamientos después de la muerte de Robin Williams en 2014 y la de Anthony Bourdain y la diseñadora Kate Spade en 2018, muestran que hubo un incremento significativo en ambos casos, aunque mayor en el del actor, quizá porque era más conocido y había más gente que se podía identificar con él. En el caso de Williams, estimaron que las probabilidades de que una persona que nunca había tenido ideas suicidas comenzase a tenerlas en los días después de conocerse la noticia se multiplicó por mil, y el riesgo de que una persona que ya tenía ideas suicidas las ejecutase se triplicó. Tras los decesos de Bourdain y Spade, el efecto fue aproximadamente la mitad. Estas cifras se calcularon a partir de las llamadas a una línea de ayuda para prevenir los suicidios y con estadísticas oficiales de mortalidad. “Además, las personas que ya tenían ideas suicidas se volvieron más contagiosas y tenían diez veces más probabilidades de influir en una persona sin esas ideas para que comenzase a planteárselas”, explica Shaman, que añade que “estos cambios fueron temporales, durando solo unas semanas”.

 “Un 30% de las personas que ven contenido suicida en internet, en redes sociales, no lo buscan, se los pone delante el algoritmo, y eso es algo problemático, sobre todo en una persona de riesgo”

Juan Pablo Carrasco, psiquiatra del Hospital Provincial de Castellón, ha estudiado cómo las redes sociales pueden ayudar a contener el contagio o exacerbarlo y recuerda un hallazgo que es importante a la hora de prevenir la propagación del problema. “Un 30% de las personas que ven contenido suicida en internet, en redes sociales, no lo buscan, se los pone delante el algoritmo, y eso es algo problemático, sobre todo en una persona de riesgo”, explica. Igual que en el caso de un brote infeccioso se pueden utilizar mascarillas o se pide la colaboración ciudadana para reducir la transmisión de un patógeno, se debería colaborar con las redes sociales para que se evite difundir este tipo de contenido.

Pero este tipo de hallazgos apoyan esfuerzos más dirigidos, como anuncios públicos dirigidos a grupos específicos o aumentos en las plantillas de líneas de atención telefónica cuando se suicide alguien especialmente relevante

Shaman reconoce que aún es necesario mucho más trabajo para comprender las variaciones en el efecto contagio de distintos tipos de suicidio, cómo afecta por sexos o por países. Pero este tipo de hallazgos apoyan esfuerzos más dirigidos, como anuncios públicos dirigidos a grupos específicos o aumentos en las plantillas de líneas de atención telefónica cuando se suicide alguien especialmente relevante.

Algunas recomendaciones básicas incluyen no explayarse en los métodos de suicidio, ni tratar los casos como sucesos morbosos, e incluir en las noticias formas de contacto con personas que puedan ayudar a quienes tengan ideas suicidas

Junto a estos esfuerzos, que se podrían dirigir con modelos que predigan el riesgo de un evento concreto, los expertos llevan años probando métodos para reducir el efecto contrario. “No se trata de obviar el tema del suicidio, sino de tratarlo de la manera correcta”, dice Carrasco. Algunas recomendaciones básicas incluyen no explayarse en los métodos de suicidio, ni tratar los casos como sucesos morbosos, e incluir en las noticias formas de contacto con personas que puedan ayudar a quienes tengan ideas suicidas.

Las historias de suicidios famosos pueden impulsar a otros hacia una acción desesperada, pero también muestran que lo que nos parece un problema irreversible del que se puede huir saltando por la ventana muy pocas veces lo es. En 1967, Luigi Tenco y Dalida cantaron en el Festival de Sanremo la canción Ciao amore, ciao. Tras no alcanzar la final del festival, Tenco, autor de la canción, se suicidó en su hotel. En una nota, justificaba su acto: “Hago esto no porque esté cansado de la vida -todo lo contrario-, sino como acto de protesta contra un público que lleva a Io, tu e le rose a la final y a una comisión que selecciona La rivoluzione. Espero que sirva para aclararle las ideas a alguien”. Unas semanas después, Dalida se alojó en la habitación de Hotel donde Tenco se quedaba cuando iba a París e intentó quitarse la vida. La salvó una camarera. Ciao amore, ciao acabó siendo un gran éxito de público y hoy nadie se acuerda del tema que ganó en San Remo en 1967.

18. La salud mental a debate 

Manuel Desviat (ha sido presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría y Consultor temporal de la OPS/OMS) escribe en Público el siguiente artículo:

De siempre se viene acusando de politizar el enfermar desde posiciones psiquiátricas conservadoras a todo cuanto se acerque a lo social o al cuestionamiento de su pretendida cientificidad del fármaco y la disfunción neurofisiológica, erigiéndose en poseedores de un saber técnico y un hacer clínicopolíticamente neutro, pretendiendo ignorar que sus discursos y prácticas actúan en campos en los que se enfrentan diferentes relaciones de poder y forman parte de las tecnologías políticas y las estrategias de gobernabilidad

Recientes declaraciones a raíz de la presentación del Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad vienen a reiterar la consideración por parte de algunos psiquiatras de la politización de la psiquiatría y la salud mental cuando se introducen consideraciones sociales causales del sufrimiento psíquico, como la pobreza, la desigualdad, la precariedad o la falta del vínculo social comunitario. Manifestaciones que parecen desconocer que hace décadas desde la Salud Pública se enseña que el peso de la determinación social subsume el resto de determinantes de la salud (sistema de salud, estilo de vida, formas de vida, medio ambiente, biología...) y que, al no ser demostrada una causa única del llamado trastorno mental, importa indagar en las formas de vida y en la construcción de subjetividades, así como sobre los factores protectores y perjudiciales para la salud. Pero esta denuncia es recurrente, de siempre se viene acusando de politizar el enfermar desde posiciones psiquiátricas conservadoras a todo cuanto se acerque a lo social o al cuestionamiento de su pretendida cientificidad del fármaco y la disfunción neurofisiológica, erigiéndose en poseedores de un saber técnico y un hacer clínicopolíticamente neutro, pretendiendo ignorar que sus discursos y prácticas actúan en campos en los que se enfrentan diferentes relaciones de poder y forman parte de las tecnologías políticas y las estrategias de gobernabilidad. 

La Historia sirve para saber por qué hacemos lo que hacemos y decimos lo que decimos y nos enseña los cambios que se van introduciendo en la producción de la enfermedad-salud-cuidado, junto con el hecho de que las respuestas que la sociedad da al enfermar y al malestar no suelen responder a las necesidades reales de la población sino a los intereses del poder político y económico en cada momento histórico. Los sistemas de salud son buena prueba de ello.  La cobertura pública y universal de la atención sanitaria era el modelo a seguir por las democracias europeas tras la Segunda Guerra Mundial, como en salud mental lo era la atención comunitaria. Pero el llamado Estado del bienestar acabó hace décadas con el triunfo del neoliberalismo. La privatización de la sanidad, con el mito de la mayor eficacia de los mercados y el necesario adelgazamiento de las cuentas públicas, convierte la salud en fuente de ganancias, potenciando la medicalización del malestar.

En psiquiatría, la introducción de nuevos medicamentos, no necesariamente mejores, pero si mucho más caros (antidepresivos como el publicitado Prozac, o antipsicóticos de nueva generación), respaldados por Clasificaciones Internacionales financiadas por la industria farmacéutica, colonizan el discurso psiquiátrico. Los psicótropos se convierten en la panacea de todo trato del malestar o desasosiego psíquico, su consumo, a cargo del Estado, un atajo acorde con la cultura de la época, pragmática y apresurada, que oferta soluciones a los problemas de la existencia: el miedo, la tristeza, la timidez, la culpa, al tiempo que se medicaliza el sufrimiento social en el imaginario colectivo: desahucios, desempleo, pobreza. Un sistema perfecto, escribe Mark Fisher, el capital enferma al trabajador, y luego las compañías farmacéuticas internacionales le venden drogas para que se sienta mejor. Las causas sociales y políticas del estrés quedan de lado mientras que, inversamente, el descontento se individualiza e interioriza. Todo ello, para Mark Fisher, constituye el núcleo del objetivo principal de la destrucción del concepto de lo público. Tratar la ansiedad, la depresión o la fatiga crónica como un problema químico o biológico dispensa al capitalismo de rendir cuentas de sus mecanismos alienantes (Realismo capitalista). Clasificar como enfermedades los problemas de la gente está permitiendo no atender de forma adecuada las causas del malestar y del posible conflicto psíquico que puede quedar opacado por un diagnóstico y un fármaco paliativo. No podemos olvidar que hubo un tiempo en el que los sentimientos de desasosiego o infelicidad, que hoy acaban diagnosticándose de ansiedad o depresión, fueron tomados como parte del orden natural de las cosas. O lugares, y momentos históricos, donde la locura o psicosis convivieron y conviven, de una u otra manera, con la comunidad.  

En psiquiatría, la introducción de nuevos medicamentos, no necesariamente mejores, pero si mucho más caros (antidepresivos como el publicitado Prozac, o antipsicóticos de nueva generación), respaldados por Clasificaciones Internacionales financiadas por la industria farmacéutica, colonizan el discurso psiquiátrico

Volviendo a las denuncias con la que se inicia este artículo, el debate hoy no está primordialmente en quién politiza y cómo la salud, ni en la antigua cuestión de si el cuerpo o la mente, por otra parte, una discusión banal, pues ¿cómo dudar de la interrelación mente cuerpo, de la construcción discursiva y la repercusión cerebral, si no es porque la respuesta está condicionada por razones económicas y perjuicios ancestrales? 

Las preguntas que nos interrogan hoy son de otro orden y, en mi opinión, deberían tratar sobre cómo es posible que después del gran desarrollo de las neurociencias, de las psicoterapias, los grupos de apoyo mutuo entre pares, las tecnologías rehabilitadoras y los programas de atención comunitaria, los llamados trastornos mentales no hayan disminuido sino aumentando exponencialmente. 

Tal como plantea Alberto Fernández Liria, en un reciente artículo de Público, "Son muchos debates. Y deben desarrollarse en foros muy distintos que van desde las revistas científicas a los parlamentos pasando por las familias y las comunidades. Pero no creemos que ninguno de ellos deba sustraerse a la opinión pública y este escrito pretende expresar nuestra intención y nuestro compromiso de contribuir a llevarlos a ella". 

Y en Infolibre, escriben Fernando Lamata y Begoña Olabarría: Propuesta para la atención pública a la salud mental

La atención a los problemas de salud mental está en crisis. En el debate abierto se pone de manifiesto que: 

1) La demanda de atención a problemas de salud mental ha crecido en los últimos años. 

Los servicios especializados de salud mental en la sanidad pública, muy limitados desde hace tiempo, se han visto desbordados (las listas de espera para psicología clínica y psiquiatría superan en ocasiones un año, los profesionales, con frecuencia, no pueden volver a ver al paciente hasta pasados seis meses, en muchas ocasiones no es el mismo profesional que atendió al paciente la vez anterior, y el tiempo de atención en consulta es insuficiente)

2) Los servicios especializados de salud mental en la sanidad pública, muy limitados desde hace tiempo, se han visto desbordados (las listas de espera para psicología clínica y psiquiatría superan en ocasiones un año, los profesionales, con frecuencia, no pueden volver a ver al paciente hasta pasados seis meses, en muchas ocasiones no es el mismo profesional que atendió al paciente la vez anterior, y el tiempo de atención en consulta es insuficiente). 

3) El 50% de las personas que utilizan consulta de psicología clínica, y un alto porcentaje en psiquiatría, lo hacen ya por la privada, costeándose la atención, generándose una nueva discriminación, en este caso en el acceso a la atención por razones socioeconómicas, cuando el mayor incremento de la demanda se sitúa primordialmente en población de menores recursos. 

4) El retraso en la intervención y la falta de tiempo se traduce en un peor abordaje del problema, aumentando el sufrimiento de la persona afectada, impulsando una respuesta profesional individualista y atomizada, fuera de una comprensión de equipo y acción comunitaria (fragilizando gravemente dicho marco).

En el debate abierto se hace hincapié en el hecho que parte de esta demanda viene determinada y expresa problemas sociales que se traducen en tensiones que crean condiciones para el malestar psíquico (pobreza, inestabilidad laboral, presión de las redes en internet…). Son problemas y cambios que, aunque se expresen en una tensión emocional requieren soluciones sociales, y búsquedas de afrontamientos en grupos y organizaciones que vertebren al individuo en la comunidad, aporten sentido a las tensiones emocionales y comprensión de estos procesos favoreciendo una comprensión de la prevención operativa, hasta ahora inexistente, frente a la comprensión de fragilidad psíquica individual y su correlato diagnóstico. 

También en este punto se abre un debate sobre la fiabilidad de las categorías diagnósticas, sus carencias epistemológicas, su imposibilidad de aportar explicación de origen o proceso, y de los criterios por los que un profesional concluye que una persona sí necesita tratamiento y cuál y con qué participación del ciudadano

Junto a estos malestares están los problemas mentales que requieren atención especializada en salud mental. También en este punto se abre un debate sobre la fiabilidad de las categorías diagnósticas, sus carencias epistemológicas, su imposibilidad de aportar explicación de origen o proceso, y de los criterios por los que un profesional concluye que una persona sí necesita tratamiento y cuál y con qué participación del ciudadano. Cabría señalar aquí un relativo sobre diagnóstico, que vincula sus intereses con la industria farmacéutica y los intereses de los enfoques de atención biologicistas dominantes en los ámbitos hospitalario y académico de la psiquiatría, que conlleva inadecuada medicalización y culpabilización individualista y favorece inadecuadas creencias de fragilidad psíquica en muchas de las demandas de atención. En todo caso, aplicando las categorías diagnósticas utilizadas habitualmente (ICD, DSM), muchas personas que presentan un trastorno mental que les produce sufrimiento y limita su autonomía, demandan un tratamiento que podría ayudarles en su proceso de recuperación. Y, como hemos visto al principio, en el momento actual, no están obteniendo una respuesta apropiada. ¿Qué está pasando?

El modelo de atención definido en la Reforma Psiquiátrica, y en las Estrategias de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, es el modelo de salud mental comunitaria, con un enfoque de recuperación, que favorece un marco de red para la continuidad de atención y el conocimiento del contexto significativo del paciente con sufrimiento psíquico. Pero la realidad actual de la atención sanitaria en salud mental, debido principalmente a la falta de recursos humanos (y al dominio del biologicismo que además establece jerarquías corporativistas entre los profesionales que empobrecen las dinámicas de relación interprofesional en los equipos), es que se está poniendo el eje en la atención hospitalaria y el tratamiento farmacológico. De tal manera que, del gasto público en salud mental se destina un 45% a hospitales y un 40% a medicamentos. El modelo vigente en la práctica vacía mayoritariamente los contenidos de los términos del modelo de la salud mental comunitaria, de lo biopsicosocial, y esconde un reduccionismo biologicista apoyado por las publicaciones, diseños, e intereses millonarios de la industria farmacéutica, que controla la formación de profesionales, patrocina las guías clínicas y orienta la investigación al desarrollo de nuevos fármacos. 

El retraso en el diagnóstico y la intervención, el recurso a las urgencias y la hospitalización, y la falta de medios, conduce al aumento de ingresos involuntarios, contención forzosa y privatización de los servicios

El retraso en el diagnóstico y la intervención, el recurso a las urgencias y la hospitalización, y la falta de medios, conduce al aumento de ingresos involuntarios, contención forzosa y privatización de los servicios. Nosotros, con otros muchos, pensamos que el modelo de atención definido en las Estrategias de Salud Mental es válido: lo que falta es financiación y diseñar los procedimientos operativos de evaluación. Desde la crisis financiera de 2008, y, sobre todo, a partir de 2012, se redujeron recursos en los servicios públicos de salud mental, que entonces todavía eran muy insuficientes. Si comparamos con países europeos avanzados, España tiene la mitad de psiquiatras por 100.000 habitantes, la tercera parte de psicólogos clínicos (para lo que se deben solucionar cuestiones básicas pendientes, como el itinerario formativo de la Psicología Clínica, que los poderes psicologistas vienen frenando), y una falta significativa de enfermeras de salud mental, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, monitores, y otros profesionales. 

Es preciso duplicar el gasto sanitario en salud mental, del 5% al 10% de gasto sanitario público total, para poder desarrollar el modelo de salud mental comunitaria, con equipos multiprofesionales en Centros de Salud Mental, como eje del modelo de atención territorializado

Es preciso duplicar el gasto sanitario en salud mental, del 5% al 10% de gasto sanitario público total, para poder desarrollar el modelo de salud mental comunitaria, con equipos multiprofesionales en Centros de Salud Mental, como eje del modelo de atención territorializado, capaces de ofrecer programas de prevención, diagnóstico precoz, intervención temprana, tratamiento asertivo comunitario, psicoterapia, intervenciones sociales, apoyo familiar y tratamiento farmacológico en caso necesario. La red de servicios contaría, además con el apoyo hospitalario y de una red completa de servicios intermedios. En este modelo de atención comunitaria enfocado a la recuperación, hemos de subrayar el papel protagonista de la persona con experiencia propia en la definición y gestión de su programa de atención, y el respeto a sus derechos humanos. Resulta clave la incorporación de personas con experiencia propia a los Equipos de Salud Mental, así como en la necesidad de contar con pacientes y familiares en la definición de nuevas Estrategias o Reformas.

Si seguimos no invirtiendo lo necesario en atención sanitaria a salud mental (insistimos: hay que duplicar recursos, en un horizonte de 4-8 años), las personas que tengan medios irán, cada vez más, a la privada, y las que no, recibirán una atención tardía y de baja calidad en la pública

Si seguimos no invirtiendo lo necesario en atención sanitaria a salud mental (insistimos: hay que duplicar recursos, en un horizonte de 4-8 años), las personas que tengan medios irán, cada vez más, a la privada, y las que no, recibirán una atención tardía y de baja calidad en la pública. Es urgente que el gobierno de España y los gobiernos autonómicos definan con precisión las necesidades de recursos y la financiación necesaria, y doten a los servicios de salud mental con suficiencia, asegurando que los servicios se orienten hacia un enfoque comunitario y de recuperación.

19. ¿Cómo cambió la confianza en los médicos y los hospitales durante la pandemia de COVID-19?

Lo leo en Jama Network.

Este estudio sugiere que la pandemia de COVID-19 se ha asociado con una disminución continua de la confianza en los médicos y los hospitales, lo que puede requerir estrategias para reconstruir esa confianza para lograr las prioridades de salud pública

Los hallazgos son los siguientes: En cada grupo sociodemográfico de este estudio de encuesta entre 443.455 encuestados únicos de 18 años o más que residen en los EE. UU., la confianza en los médicos y los hospitales disminuyó sustancialmente durante el transcurso de la pandemia, del 71,5 % en abril de 2020 al 40,1 % en enero de 2024. Las personas con niveles más bajos de confianza tenían menos probabilidades de haber sido vacunadas o recibidos refuerzos contra la COVID-19.

Este estudio sugiere que la pandemia de COVID-19 se ha asociado con una disminución continua de la confianza en los médicos y los hospitales, lo que puede requerir estrategias para reconstruir esa confianza para lograr las prioridades de salud pública.

La confianza en los médicos y los hospitales se ha asociado con el logro de los objetivos de salud pública, pero la creciente politización de las políticas de salud pública durante la pandemia de COVID-19 puede haber afectado negativamente a dicha confianza.

Objetivo: Caracterizar los cambios en la confianza de los adultos estadounidenses en los médicos y hospitales a lo largo de la pandemia de COVID-19 y la asociación entre esta confianza y los comportamientos relacionados con la salud.

Diseño, entorno y participantes: Este estudio de encuesta utiliza datos de 24 oleadas de una encuesta por Internet no probabilística realizada entre el 1 de abril de 2020 y el 31 de enero de 2024, entre 443455 encuestados únicos de 18 años o más que residen en los EE. UU., con cuotas representativas a nivel estatal para raza y etnia, edad y género.

Resultado y medida principales: Autoinforme de confianza en los médicos y hospitales; autoinforme de vacunación contra el SARS-CoV-2 y la influenza y estado de refuerzo. Se aplicaron modelos de regresión ponderados por encuesta para examinar las asociaciones entre las características sociodemográficas y la confianza y entre la confianza y los comportamientos relacionados con la salud.

La proporción de adultos que declararon tener mucha confianza en los médicos y los hospitales disminuyó del 71,5 % en abril de 2020 al 40,1 % en enero de 2024

Los datos combinados incluyeron 582.634 respuestas en 24 oleadas de la encuesta, lo que refleja 443.455 encuestados únicos. La media de edad no ponderada fue de 43,3 (16,6) años; 288.186 encuestados (65,0%) indicaron ser de sexo femenino; 21.957 (5,0%) se identificaron como asiático-americanos, 49.428 (11,1%) como negros, 38.423 (8,7%) como hispanos, 3.138 (0,7%) como nativos americanos, 5.598 (1,3%) como isleños del Pacífico, 315.278 (71,1%) como blancos y 9.633 (2,2%) como de otra raza y etnia (aquellos que seleccionaron “Otros” de una lista de verificación). En general, la proporción de adultos que declararon tener mucha confianza en los médicos y los hospitales disminuyó del 71,5 % en abril de 2020 al 40,1 % en enero de 2024. En los modelos de regresión, las características asociadas con una menor confianza a partir de la primavera y el verano de 2023 incluían tener entre 25 y 64 años de edad, ser mujer, tener un nivel educativo más bajo, tener un ingreso más bajo, ser de raza negra y vivir en un entorno rural. Estas asociaciones persistieron incluso después de controlar el partidismo. A su vez, una mayor confianza se asoció con una mayor probabilidad de vacunación contra el SARS-CoV-2 o la gripe y de recibir una dosis de refuerzo contra el SARS-CoV-2.

Como los niveles más bajos de confianza se asociaron con una menor probabilidad de vacunarse, restablecer la confianza puede representar un imperativo de salud pública

Conclusiones y relevancia: Este estudio de encuesta de adultos estadounidenses sugiere que la confianza en los médicos y los hospitales disminuyó durante la pandemia de COVID-19. Como los niveles más bajos de confianza se asociaron con una menor probabilidad de vacunarse, restablecer la confianza puede representar un imperativo de salud pública.

Confianza en los médicos y los hospitales durante la pandemia de COVID-19 en una encuesta de adultos de 50 estados de EE. UU.

Roy H. Perlis, MD, MSc; Katherine Ognyanova, PhD; Ata Uslu, MS.

20. Mónica García: "No tengo ninguna disputa con la sanidad privada, pero sí con la privatización de la sanidad"

Maria Martínez Collado (@mariaa_0600) y Alexis Romero (@alexisrmoran) la entrevistan en Público.

La ministra de Sanidad reflexiona en esta entrevista sobre los sistemas público y privado de salud y la mejor manera de hacer que el primero vuelva a situarse como un referente en materias como la atención primaria, la garantía del derecho al aborto o el papel de los centros de salud como primera línea de detección y combate contra la violencia machista

Mónica García (Madrid, 1974) atiende a Público durante una ola de calor que hace que cualquier rastro de brisa mañanera parezca un lejano recuerdo. Desde su ministerio se acaba de impulsar la atención a 15 niños y niñas palestinos en hospitales españoles, una iniciativa de la que se siente orgullosa pero que también aprovecha para mandar un mensaje: "Las historias que han vivido tienen una causa: el genocidio que se está produciendo en Gaza".

La ministra de Sanidad reflexiona en esta entrevista sobre los sistemas público y privado de salud y la mejor manera de hacer que el primero vuelva a situarse como un referente en materias como la atención primaria, la garantía del derecho al aborto o el papel de los centros de salud como primera línea de detección y combate contra la violencia machista.

Esta semana, 15 niños palestinos han llegado a España para ser atendidos y tratados en nuestros hospitales. Son miles las personas que han perdido la vida en el genocidio de Israel. ¿Tienen pensado emprender alguna medida más en este sentido?

España vuelve a demostrar, nuevamente, que somos un país solidario, empático y que pone los derechos humanos en el centro. En este sentido, también, por supuesto, el cuidado de la vida, de los más vulnerables −que en este caso son los niños y niñas enfermos, que están viviendo una masacre absolutamente terrible−. Lo que hemos hecho desde el Ministerio de Sanidad es coordinarnos con la OMS Europa para traernos a esos niños y poderlos tratar en nuestros hospitales, animando al resto de países del continente a que también se hagan cargo de este terrible genocidio. Pedimos, por su puesto, el alto el fuego. Queremos poner en el centro que las historias que han vivido todas estas familias y todos estos niños tienen una causa: el genocidio que se está produciendo en Gaza.

Recientemente, el Ministerio de Sanidad ha iniciado los trámites para una ley que busca limitar la gestión privada dentro del Sistema Nacional de Salud. ¿Qué medidas concretas implementará para revertir los daños que han provocado las privatizaciones y asegurar que la sanidad pública recupere su primacía (es decir, que no solo sobreviva, sino que prospere)?

"Nosotros en nuestro país le podemos poner coto a esto para cuidar lo que consideramos que es la joya de nuestra corona. ¿Cómo? Poniendo en el centro la salud de las personas, frente a quienes quieren poner en el centro su mercantilización"

Desde que entramos en el Ministerio lo que hemos iniciado es una senda transformadora en nuestro Sistema Nacional de Salud. Hay una parte, que creo que tenemos pendiente, que tiene que ver con la privatización y con la garantía de que todo el dinero destinado a la salud vaya realmente al cuidado de nuestros ciudadanos. Hemos visto durante una pandemia cómo hay personas y empresas que se aprovechan de la salud de otras, de la situación de la sanidad de nuestro país, para hacer caja. Estas personas y empresas permiten que fondos de inversión y fondos buitre especulen con la salud y eso es lo que queremos limitar con esta ley. Queremos limitar todas estas privatizaciones que ya han demostrado en otros países, como puede ser Inglaterra, que han producido aumentos de la mortalidad y una disminución de la calidad. Nosotros en nuestro país le podemos poner coto a esto para cuidar lo que consideramos que es la joya de nuestra corona. ¿Cómo? Poniendo en el centro la salud de las personas, frente a quienes quieren poner en el centro su mercantilización.

Si atendemos a los datos que ofrece la patronal de la sanidad privada, observamos que buena parte del crecimiento experimentado a lo largo de los últimos años en el sector tiene que ver, por un lado, con la provisión de seguros sanitarios por parte de las empresas y, por otro, con la adhesión de los funcionarios al sistema de mutualidades. Este año caduca el concierto con Muface (la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado), ¿debe el Estado renovarlo y seguir pagando los seguros sanitarios privados a sus trabajadores? ¿No va esto contra la lógica de un modelo que aboga por la sanidad pública?

"El modelo de mutualidades es un modelo obsoleto y anacrónico que tenemos que ir cambiando, pero que ahora mismo no es una prioridad para nuestro Ministerio. Ya los propios funcionarios están decidiendo en su mayoría adscribirse a la sanidad pública"

El modelo de mutualidades es un modelo obsoleto y anacrónico que tenemos que ir cambiando, pero que ahora mismo no es una prioridad para nuestro Ministerio. Ya los propios funcionarios están decidiendo en su mayoría adscribirse a la sanidad pública. Hay una tendencia creciente hacía que los funcionarios vean que la sanidad pública es realmente ese seguro a todo riesgo que te cubre todo. Sin ser una prioridad, somos conscientes de que este modelo de mutualidad es un submodelo dentro de un Sistema Nacional de Salud, que vamos a seguir trabajando para reforzar y para devolverle el orgullo.

Y, respecto a las empresas, desde las asociaciones en defensa de la sanidad pública se lleva años reclamando que las compañías dejen de poder desgravarse estos seguros a la hora de declarar a Hacienda, ¿tienen pensado intervenir esto de algún modo?

Siempre digo que yo con la sanidad privada no tengo ninguna disputa. Es un negocio privado, así que allá ellos. Harán su negocio, mercantilizarán la salud como ellos consideren. Pero, con lo que sí tengo una disputa es con la privatización de la sanidad, esa parasitación de nuestro sistema sanitario por medio de empresas privadas, que lo que hacen es llevarse las cuentas de resultados de los impuestos de nuestros ciudadanos a empresas extranjeras, a fondos de inversión o fondos buitre. Lo que les pedimos, básicamente, es que jueguen en el tablero común en el que jugamos todos con respecto a los impuestos, al cuidado, a las ratios de los profesionales y a priorizar la salud de sus pacientes frente a sus intereses. Quiero poner en el centro los perjuicios de esa mercantilización.

"Con lo que sí tengo una disputa es con la privatización de la sanidad, esa parasitación de nuestro sistema sanitario por medio de empresas privadas, que lo que hacen es llevarse las cuentas de resultados de los impuestos de nuestros ciudadanos a empresas extranjeras, a fondos de inversión o fondos buitre"

Existe un problema con la Atención Primaria y, en concreto, con la incapacidad de las administraciones de retener a los profesionales de la salud. ¿Qué medidas específicas se incluirán para abordar la sobrecarga de trabajo y mejorar las condiciones laborales de los sanitarios? ¿Habrá repercusiones para las administraciones que no implementen los cambios necesarios?

Desde el Ministerio de Sanidad estamos trabajando codo con codo con las comunidades para retener el talento y esto tiene una sola condición, que es cuidar a nuestros profesionales para que puedan ser capaces de mantener su vocación. Una vocación que trabajan durante diez años, con una formación muy exigente. Todo eso se ve truncado cuando un profesional tiene que ver a 60 pacientes al día y no puede cuidar de ellos, o tiene la sensación de que llega a casa sin poder hacer buenos diagnósticos y tratamientos. En definitiva, sin poder ejercer su especialidad, que yo creo que es una de las más bonitas, y que se llama medicina familiar y comunitaria.

En este sentido, o somos capaces de cortar esa frustración o seguiremos teniendo esta fuga. Seguiremos teniendo una Atención Primaria desprestigiada y que no cumple con las expectativas que depositamos sobre ella, que es que sea el pilar fundamental de todo nuestro Sistema Nacional de Salud. Cuando salimos fuera, desde el resto del mundo miran con envidia nuestra Atención Primaria y nuestro sistema sanitario.

Tenemos una asistencia muy robusta, una sanidad pública muy robusta, pero que empieza a tener pies de barro debido al adelgazamiento de estos recursos; también por una situación sobrevenida de pandemia que ha visto cómo se incrementaba la demanda y, de alguna manera, se disminuirán los efectivos que teníamos para nuestros ciudadanos. Lo que tenemos que hacer es una transformación para recordarles a los ciudadanos que su salud depende más de la Atención Primaria que de la Atención Hospitalaria, por la que seguramente pasen muy pocas veces en su vida. Si no hubiera sido por los recortes y el desprecio que ha sufrido durante muchos años, por cierto, por parte de gobiernos de la derecha, ahora tendríamos una situación muy diferente.

Se ha reportado, un año más, que miles de camas hospitalarias y ambulatorios estarán fuera de servicio durante el verano, provocando un déficit que también suele ocurrir en invierno. ¿Cómo piensa abordar este problema a nivel nacional y asegurar que el sistema público de salud esté preparado para situaciones de alta demanda?

Vuelvo a insistir: podemos hablar de crear más plazas −este año se han creado 11.965 que es un récord histórico−, pero esto no acaba con el cansancio que padecen nuestros sanitarios, que vienen de una pandemia y de unas condiciones laborales que no les permiten trabajar con dignidad

Siempre digo que tenemos un sistema nacional de salud que está dimensionado para el otoño y la primavera. Esto significa que nos faltan recursos, pero no de ahora, sino desde que yo era residente. Tenemos un sistema nacional de salud que tiene serias dificultades para abordar estos picos de demanda, para abordar las epidemias de gripe. No está dimensionado realmente a las necesidades de la población y esto lo tenemos que ir revirtiendo poco a poco. Vuelvo a insistir: podemos hablar de crear más plazas −este año se han creado 11.965 que es un récord histórico−, pero esto no acaba con el cansancio que padecen nuestros sanitarios, que vienen de una pandemia y de unas condiciones laborales que no les permiten trabajar con dignidad.

Venimos de una década en la que ha habido claras voces por parte de la derecha de desprestigio de lo público, de nuestro Sistema Nacional de Salud y del pilar fundamental que supone la sanidad pública para nuestro Estado de Bienestar. Ha tenido que venir una pandemia para que la derecha reclame que nos faltan recursos, pero yo, que he trabajado durante 22 años en un hospital, sé que el cierre de camas y la falta de profesionales en verano y en invierno es algo estructural. Tenemos que plantearnos si tenemos que hacer una reinversión y volver otra vez a recuperar el orgullo. La misión del Ministerio de Sanidad es volver a tener un sistema sanitario que sea realmente un redistribuidor de oportunidades. En este caso, un redistribuidor de oportunidades alrededor de la salud.

Hace ya más de un año que se aprobó la reforma de la ley del aborto que incluía la elaboración de registros de objetores en la sanidad pública a cargo de las comunidades autónomas. Unos registros clave a la hora de garantizar el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo en cada centro sanitario. Muchas comunidades se escudan en que todavía falta que Sanidad publique el protocolo común para elaborar las listas, algo que recoge la reforma de la ley del aborto. ¿Cuánto queda para que esté listo? ¿Tienen una fecha estimada?

Tenemos que diferenciar que hay una objeción de conciencia que es individual y que, sin embargo, algunas comunidades la han considerado como una objeción de conciencia autonómica. Hay comunidades donde no se hacen cargo de estas interrupciones voluntarias del embarazo

Nuevamente, creo que las comunidades que se escudan en eso viven en una realidad paralela. No necesitan nada para poder hacer un registro de objetores como marca la ley, de la misma manera que no necesitan nada para hacer ese registro que llevamos mucho tiempo pidiendo de profesionales o de tumores. Creo que aquí tenemos que diferenciar que hay una objeción de conciencia que es individual y que, sin embargo, algunas comunidades la han considerado como una objeción de conciencia autonómica. Hay comunidades donde no se hacen cargo de estas interrupciones voluntarias del embarazo.

Sobre la no existencia de este registro... Creo que es al revés: son las comunidades las que tienen los datos, las que tienen la capacidad de individualizar esta objeción de conciencia y no hacerla colectiva. También es verdad que el sistema público de salud se tiene que hacer cargo de algo que lleva en la ley desde hace décadas y sobre lo que se ha ido escurriendo el bulto, derivándolo a la sanidad privada. Nosotros seguiremos trabajando para ello, pero creo que no se puede poner como excusa el registro de objetores para no ir dando los pasos.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha apuntado en varias ocasiones que, más allá de las denuncias, la detección de la violencia machista en los centros de salud es clave para poder frenarla. ¿Cómo se va a trabajar esta necesidad urgente en la Atención Primaria?

"Lo que hemos hablado con la ministra de Igualdad es cómo hacemos para hacer más efectivos esos protocolos que ya existen de detección de esa violencia machista; y, para eso, necesitamos que nuestros médicos y médicas tengan tiempo"

Ya se sabe que, siguiendo los protocolos, la Atención Primaria es un lugar de detección de muchísimos problemas sociales, incluida la violencia machista. Tenemos en la Atención Primaria un radar privilegiado para poder detectar todos esos casos, sobre todo en las urgencias porque son los lugares que están abiertos a la ciudadanía 24 horas y son los espacios que están abiertos a que la ciudadanía vaya a expresar sus malestares. Lo que hemos hablado con la ministra de Igualdad es cómo hacemos para hacer más efectivos esos protocolos que ya existen de detección de esa violencia machista; y, para eso, necesitamos que nuestros médicos y médicas tengan tiempo.

Necesitamos que nuestros médicos y médicas no tengan una lista de espera enorme, que no tengan que ver a 60 pacientes y sean capaces de percibir no todos esos malestares que derivan de una situación de violencia machista −muchas veces viene soterrada, detrás de otras patologías como puede ser ansiedad o angustia−. Entonces, sí que es verdad que creemos que la Atención Primaria y las urgencias son lugares privilegiados, pero para eso necesitamos que nuestros profesionales tengan toda la libertad y toda la capacidad para ejercer como esos radares excepcionales del maltrato.

"Creemos que la Atención Primaria y las urgencias son lugares privilegiados, pero para eso necesitamos que nuestros profesionales tengan toda la libertad y toda la capacidad para ejercer como esos radares excepcionales del maltrato"

Las familias de los fallecidos en residencias durante la covid mantienen su lucha para que se investiguen los protocolos de Ayuso, pero no parece que haya un horizonte para que esto se resuelva. ¿A qué achaca esta inacción? ¿Qué más se puede hacer?

Lo único que se puede hacer es cambiar el Gobierno de la Comunidad de Madrid para que se haga justicia, para que se hagan memoria y reparación de todo el daño que se produjo en las residencias de mayores durante la pandemia, siendo la única comunidad que tuvo unos protocolos de la vergüenza que hicieron que los mayores de aquí, de las residencias de la Comunidad de Madrid, no tuvieran derecho al cuidado de la protección de su salud durante una pandemia. Lo que ya está esclarecido es que la de Madrid es la única comunidad de España, y me atrevería a decir que del mundo, en la que se impidió el acceso de los mayores a un cuidado sanitario durante la pandemia. No es lo mismo morir ahogado que morir sedado; no es lo mismo morir acompañado que morir abandonado. Tenemos evidencias más que de sobra para decir de manera científica, de manera política, que nuestros mayores no iban a morir igual, como dice la señora Ayuso.

"Lo que ya está esclarecido es que la de Madrid es la única comunidad de España, y me atrevería a decir que del mundo, en la que se impidió el acceso de los mayores a un cuidado sanitario durante la pandemia. No es lo mismo morir ahogado que morir sedado; no es lo mismo morir acompañado que morir abandonado"

Se han dado todos los pasos para que haya transparencia, luz y, de alguna manera justicia, respecto al conocimiento de lo que pasó en esos días; ahora lo que falta son las responsabilidades políticas de quién decidió que esto fuera así. Esas responsabilidades políticas, más allá de las judiciales, no sólo no se han dado, sino que a los que tomaron esas decisiones se les ha premiado. Los que tomaron esas decisiones ahora son senadores, consejeros de la Comunidad de Madrid, y han sido galardonados y premiados después de haber dictado que 7.291 mayores murieran de manera indigna. Y esto es una decisión política, una decisión política del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Y luego en los juzgados tendrá que seguir también su curso, tras las cientos de denuncias que hay por parte de los familiares y de las personas afectadas, y de la sociedad civil en su conjunto.