Pendientes del cierre del botellódromo
El Ayuntamiento de Granada celebrará estos días diversas comisiones en las que abordará el cierre del botellódromo, a partir del 1 de septiembre, desde el punto de vista de la seguridad, la concienciación de la juventud y la puesta en marcha de actividades alternativas de ocio en las que se escuchará las propuestas de los jóvenes.
El alcalde en funciones, Baldomero Oliver (PSOE), ha señalado en rueda de prensa que Granada es la única ciudad española que todavía mantiene un botellódromo abierto para el consumo de alcohol, mostrándose contrario a que desde las instituciones se fomenten este clase de "guetos", especialmente cuando, según ha dicho, el PP lo creó en su día como un "parche".
Ha recordado que el cierre de esta infraestructura parte de un acuerdo de todos los grupos municipales y dentro del plan de trabajo para llevarlo a cabo se celebrará el 25 de agosto una comisión de seguridad ciudadana donde estarán presentes los cuerpos policiales.
La previsión es que los problemas que puedan derivarse del cierre se presenten a lo largo del mes de septiembre y Oliver ha subrayado que se aplicarán métodos de control y disuasorios, como la aplicación de las sanciones previstas en la ordenanza de la convivencia para el consumo de alcohol en la vía pública, que van de los 700 a los 3.000 euros.
El equipo de gobierno no prevé vallar el recinto, aunque es consciente de que se trata de una situación novedosa que requerirá incrementar la presencia y el control policial, además de las correspondientes medidas disuasorias.
A esta comisión de seguridad se sumará, el 26 de agosto, otra de carácter educativo en la que estará representada la Universidad de Granada, la Junta y el resto de grupos municipales para proponer en su seno medidas de carácter formativo especialmente dirigidas a los jóvenes y vinculadas a los problemas derivados del consumo de alcohol.
El 30 de agosto le tocará el turno a la comisión de juventud, con la presencia del Instituto Andaluz de la Juventud, entre otras instituciones, además de los partidos políticos para plantear alterativos de ocio. El objetivo en este punto, ha precisado Oliver, es favorecer la participación de todas las partes, especialmente de los jóvenes, huyendo así de una "actitud paternalista" en la que se diga a la juventud cómo divertirse.
Sí ha matizado que, cualquier actividad a desarrollar deberá encajar en horarios y estructura con la máxima de "no alterar la convivencia y la tranquilidad" de los vecinos, "que llevan años soportando lo insoportable", ha enfatizado.