Los colectivos ambientales salen de nuevo a la calle para pedir la naturalización del tramo urbano del Genil
Una decena de asociaciones y colectivos vuelven a salir a la calle el próximo fin de semana para pedir la naturalización del río Genil a su paso por la capital.
A mediados de septiembre se resolvió la convocatoria de los fondos europeos Next Generation a la que optaba el proyecto presentado por el Ayuntamiento de Granada, que no ha sido incluido entre los subvencionados. "Tal como esperábamos, el proyecto presentado por el Ayuntamiento de Granada para el río Genil no estaba entre los seleccionados, mientras que sí lo estaban otros de nuestra provincia", dice Ecologistas en Acción.
"Como denunciamos en su momento, se trata de un proyecto lleno de carencias, que no cumplía los objetivos básicos de naturalización sino que añadía más hormigón al río, no incluía de forma relevante la presencia de vegetación natural y no eliminaba las compuertas finales que mantienen una parte del agua estancada, entre otros elementos".
Los fondos Next Generation han aprobado subvencionar 37 proyectos de regeneración de ecosistemas fluviales -seis de ellos en Andalucía- de los 230 presentados en toda España.
"Por ello volvemos a salir a la calle para dar a conocer y defender un verdadero proyecto de renaturalización que convierta el Genil en un río vivo a su paso por Granada, tal como expresamos en la declaración firmada por diez colectivos de la ciudad el pasado mes de julio", indica Ecologistas en Acción.
El próximo viernes 30 de septiembre los colectivos se concentrarán en la puerta del Ayuntamiento a las 9:00 h., coincidiendo con el pleno municipal. Y el sábado 1 de octubre a las 10 h. se manifestarán en el Puente Romano del Genil (Paseo del Salón). "En ambas convocatorias estaremos dando a conocer nuestra nueva exposición sobre la lucha por la renaturalización del Genil de los últimos 25 años", dice Ecologistas en Acción, que presentó un proyecto en 2019 para naturalizar el río que costaría 700.000 euros, frente a los más de 4 millones calculados por la iniciativa del Ayuntamiento.
"Hace casi 30 años, con motivo del mundial de esquí de 1995, el Ayuntamiento de Granada y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir decidían convertir el río Genil en un canal de hormigón armado a su paso por el tramo urbano de Granada, así como establecer compuertas que pudieran embalsar el agua. El objetivo era elevar la altura de la misma para que fuera navegable, de forma que el llamado embarcadero cumpliera esa función y las barcas circularan alrededor.
A lo que conllevó esa intervención en el río, sin embargo, fue a convertirlo en una delgada lámina de agua por encima de un canal de hormigón, desprovisto de vegetación y fauna, donde debido a las compuertas se acumulan los malos olores, la basura y los mosquitos en buena parte del año como resultado del estancamiento del agua y la ausencia de hábitat para los depredadores naturales de estos (aves, y macroinvertebrados acuáticos).
En estos años han sido muchas las voces y las iniciativas que han defendido la renaturalización del río, lo que implicaría la retirada del suelo de hormigón y la apertura de las compuertas, de forma que la tierra y la vegetación lo vuelvan a llenar de vida. De hecho, la propuesta elaborada por Ecologistas de Acción en este sentido ha sido aprobada hasta tres veces en plenos municipales (en 2002, 2006 y 2017), sin que ello haya conllevado la puesta en práctica de ninguna medida.
"El proyecto presentado por el Ayuntamiento y Emasagra ha supuesto una absoluta decepción para las personas que esperábamos ver un río vivo"
La convocatoria este año de los fondos europeos Next Generation abrieron la esperanza de que por fin pudiera llevarse a cabo la ansiada obra de renaturalización, al haber una dotación económica específica para ese fin. Sin embargo, el proyecto presentado por el Ayuntamiento de Granada, elaborado junto a la Empresa municipal Emasagra, ha supuesto una absoluta decepción entre todas las personas que esperábamos ver un río vivo en la ciudad. Lejos de conducir a una renaturalización, plantea una obra que añade más cemento para la creación de caminos laterales y escolleras, y que incluso sustituye la vegetación natural de ribera por maceteros regados por goteo, entre otras sorprendentes medidas. Todo ello con un abultado presupuesto de casi 4 millones de euros.
Las asociaciones firmantes queremos expresar nuestro rechazo al proyecto que el Ayuntamiento de Granada pretende hacer pasar por un intento de renaturalización, así como nuestro compromiso por un auténtico proceso de restauración que devuelva al río sus elementos naturales, sirva como corredor y conector de biodiversidad, contribuya al aumento del espacio arbolado con todos los beneficios que ello implica (reducción de la temperatura, captura de carbono, limpieza del aire) y genere, en definitiva, un verdadero arco verde en un amplio tramo de la ciudad. Esta intervención, además de sus evidentes beneficios sociales y medioambientales, supondría un ahorro económico para la ciudad al reducir el coste anual de limpieza y mantenimiento, que en buena parte se destina actualmente (más de 200.000 euros al año) a retirar los sedimentos propios de la dinámica fluvial.
"Un auténtico río vivo, en definitiva, que se a la vez un aliado contra el cambio climático y exponente de belleza natural"
La intervención necesaria para ello es mucho menos costosa que la planteada por el Ayuntamiento y EMASAGRA, y se basa en buena medida en dejar que el río se regenere de forma natural tras quitar el suelo de hormigón con el aporte de estos sedimentos que actualmente se retiran, como ya ha ocurrido por ejemplo en el río Manzanares de Madrid. Precisamente por esta y otras experiencias de renaturalización llevadas a cabo con éxito sabemos que con relativamente poca inversión es posible obtener muy buenos resultados. El proceso de renaturalización espontánea, unido a determinadas intervenciones limitadas como la plantación de especies de ribera autóctonas, la colocación de piedras que incrementen la sinuosidad y oxigenación del agua, y el control de especies vegetales invasoras, llevarían a que en poco tiempo podamos contar en el tramo urbano del Genil con una gran zona verde. Un espacio de la misma superficie que el Parque García Lorca con una enorme biodiversidad de más de 140 especies de vertebrados: aves acuáticas y de sotos, que anidarían en los árboles y vegetación de ribera, el posible regreso de la trucha común (presente en el tramo urbano del río Darro y en la parte del Genil anterior al hormigón), o de la cría del mirlo acuático; de anfibios endémicos, como el amenazado sapo partero bético, e incluso de la nutria paleártica, que se queda, literalmente, a las puertas de la ciudad por la barrera (la última compuerta, levantada) que contiene su expansión hacia Sierra Nevada. Un auténtico río vivo, en definitiva, que sea a la vez un aliado contra el cambio climático y exponente de belleza natural".