Cuando este 31 de diciembre de 2019 nos concentremos colectivos sociales, ferroviarios, empresariales, agrarios…, en la antigua estación de ferrocarril de Baza, estaremos recordando el 35º aniversario de uno de los mayores daños causados a las comarcas del sureste peninsular, como fue el cierre de la línea férrea Guadix Baza Almanzora Lorca.

El 31 de diciembre de 1984 no solo se cortó de cuajo el cordón umbilical que vertebraba nuestras comarcas entre sí y con el resto de los territorios, sino que además se dio una “puñalá” al corazón de una zona muy necesitada, una herida que aún “sangra” en forma de despoblación, paro y un aislamiento que nos convierte en el mayor agujero negro en infraestructuras de todo el Estado.

Amigos del Ferrocarril de Baza y Guadix estamos en vanguardia de una reivindicación que no se resigna a perder derechos ni servicios públicos por estar lejos de los centros de poder político-económico

Este 2019 ha sido el año de la “España Vaciada” y podemos decir con orgullo que Amigos del Ferrocarril Comarca de Baza y Comarca de Guadix por el Tren hemos sido miembros fundadores,  pioneros en la gran movilización ciudadana estatal que supone la Revuelta de la España Vaciada. Estamos en vanguardia de una reivindicación que no se resigna a perder derechos ni servicios públicos por estar lejos de los centros de poder político-económico. No es casual que precisamente en esta zona hayamos perdido una media del 25% de la población tras 35 años sin tren, ni que se haya extendido el paro, la desertización, la pérdida de actividad industrial y la ausencia de las infraestructuras básicas de desarrollo. Esta tierra no está vacía, la han “vaciado” malas decisiones de malos gobernantes durante demasiado tiempo.

Lo peor es que aún siguen en ello: ¿Cómo es posible que el Gobierno de España, teniendo desde los Presupuestos de 2018 una partida económica para el Estudio Informativo que reabra la línea Guadix Baza Almanzora Lorca, ni tan siquiera haya iniciado su licitación y adjudicación? ¿Cómo es posible que en lugar de apostar por el ferrocarril público social sostenible, el que de verdad vertebra los territorios, se haya iniciado una cruel dinámica de recortes y desmantelamiento de servicios del tren convencional, tal cual está ocurriendo en la estación de Guadix? ¿Cómo es posible que el Corredor Mediterráneo, esperanza cierta para la vuelta del tren a la zona, siga sin definir su conexión en las comarcas granadinas y almerienses? Demasiados “¿Cómo es posible?”, demasiadas promesas incumplidas, demasiados engaños en una tierra con un potencial tremendo pero que cada vez está más aislada, marginada y ninguneada por los poderes públicos… y más harta de ello.

Hoy, igual que en los últimos 35 años, no le estamos pidiendo limosna al Gobierno, le estamos reclamando lo que es justo y merecemos para que podamos ganar nuestro propio futuro.