“Patología, cortedad y torpeza de inteligencia”, eso es lo que el Arzobispo de Granada opina que hay detrás de la denominada “Ideología de Género”, que siguiendo las directrices de la Conferencia Episcopal Española, destroza la familia y hace un daño tremendo en la conciencia de los niños, adolescentes y jóvenes.

Ante los logros del feminismo, y olvidando que la lucha feminista es una lucha pacífica por la igualdad entre hombres y mujeres y contra el sometimiento, la violencia y la muerte que el Sistema Patriarcal impone a muchísimas mujeres en todo el mundo, la Jerarquía Eclesiástica, la máxima defensora del Patriarcado, confunde la defensa de la libertad sexual de las mujeres que hace el feminismo con considerar bueno el uso del sexo como un objeto más de consumo, ignora el respeto a los derechos humanos de las mujeres y fomenta el que las mujeres seamos victimizadas y silenciadas en España al igual que en el resto de países europeos en nombre de una ideología sexista que nos considera a las mujeres seres menos valiosos en una sociedad altamente discriminatoria.

Los ataques de la jerarquía eclesiástica católica, de la que es buen ejemplo el Arzobispo de Granada, son continuos y aprovechan los púlpitos de las Iglesias para proponer la desobediencia hacia las Declaraciones Internacionales de Derechos Humanos y las Leyes de Igualdad ante la población creyente que le escucha.

El movimiento feminista de Granada tiene claro que va a seguir denunciando este tipo de declaraciones, provocadoras e insultantes del Arzobispo, cuando la Iglesia Católica debería de preocuparse de las varias decenas de mujeres asesinadas por sus parejas o ex-parejas, por las hijas e hijos que son asesinadas y asesinados junto con sus madres.

Instamos a la clase gobernante que se distancie de la Jerarquía Eclesiástica Católica, por considerar que compartir escenarios con sus representantes es caer en una grave contradicción que vulnera el respeto debido para con todas las mujeres víctimas de violencia por no disponer de los recursos suficientes que las debieron de dar protección cuando así lo demandaron.

La Iglesia Católica tiene mucho que reconocer en materias tan sensibles como los abusos a menores, por los que todavía no ha pedido las disculpas suficientes.

Las mujeres feministas de Granada exigimos una reparación a esta agresión e instamos al Arzobispo a pedir disculpas públicas y a cumplir con la Ley Orgánica de Igualdad, que la iglesia católica se ocupe de sus fieles y deje de instar en los púlpitos el enardecimiento del terrorismo de género.