Movilizaciones en la vigilancia privada del Aeropuerto ante la escasez de personal y "vulneración" de derechos laborales
El personal de vigilancia privada del Aeropuerto de Granada ha convocado movilizaciones en protesta por la escasez de efectivos y la "constante vulneración de derechos laborales", que se traduce en jornadas y turnos que exceden el máximo permitido, sin respetar el periodo de descanso reglamentario; modificación de las condiciones de trabajo de manera "arbitraria", imposibilidad de conciliar la vida familiar y laboral, y toda una serie de "abusos" que han llevado la plantilla "al límite" en un servicio sensible, como es la vigilancia aeroportuaria, que incluye tanto la seguridad de las instalaciones como la del tráfico y control de pasajeros, según explica la delegada sindical Mari Carmen López, de CCOO.
La plantilla, formada por 24 personas, está convocada a una concentración el próximo día 9 de febrero a las puertas del aeródromo granadino, como primera medida de protesta, y el personal no descarta llevar el caso al juzgado de lo Social, tras haber denunciado reiteradas veces la situación a la Inspección de Trabajo, que les ha dado la razón y ha corroborado los incumplimientos, con el levantamiento de actas de infracción pero, pese a las llamadas de atención de la autoridad laboral a la concesionaria, "nada ha cambiado", según la delegada sindical.
El personal realiza turnos "de hasta 18,5 horas seguidas", con incumplimietno del descanso mínimo, "sin tiempo de ir al aseo" y toda una serie de irregularidades y vulneración de derechos laborales que se llevan denunciando desde hace años.
La seguridad privada del Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén está adjudicada desde principios de 2017 a Prosegur, tras finalizar la concesión a la anterior empresa, Ilunión. La plantilla se subrogó de una compañía a otra, pero las condiciones laborales no han mejorado, sino todo lo contrario, dicen los trabajadores, que critican también la actitud de Aena, por no actuar ante los incumplimientos laborales de la concesionaria.
Pese al incremento de tráfico en el aeropuerto, que lleva varios años en ascenso, con un aumento del 20% en 2017, la plantilla no ha variado en los últimos años, y tiene que controlar muchos más pasajeros en los filtros de acceso, con el añadido del incremento del riesgo en los aeropuertos por los últimos atentados, lo que ha elevado enormemente la carga de trabajo, tanto física como psíquica del personal de vigilancia, sin que se hayan adoptado medidas.
El aeropuerto granadino ha vivido en los útimos meses varias situaciones de caos y descontrol en la terminal por la acumuación de circunstancias como demoras, suspensiones y cancelaciones de vuelos, agravadas por la limitación de horarios de la terminal, que han llevado "al límite" al personal de vigilancia por al escasez de efectivos en los puntos de control de pasajeros, unas carencias que sufre también el resto de vigilancia del aeródromo.