José Bolívar (Enrique Octavo): "La libertad lo es todo, y no solo en la música"

─ Van ya…años ¿en qué estado está el proyecto Enrique VIII?
─ Van once, doce años... Hace poco me di cuenta que se había cumplido una década. Fue el aniversario redondo el año pasado. Si tomamos de referencia la fecha de edición del primer disco. Con las primeras maquetas y conciertos, serían quince o más.... En cualquier caso, como grupo, somos aún menores y estamos en una feliz y febril adolescencia.
─ Y eso que me dijo en su momento de que era un ‘cantautor grupal’. ¿Se sigue sintiendo así?
Cantautor grupal me parece bien. Las canciones son canciones de banda: batería, bajo, guitarra.... En lo que respecta al sonido, lo son
─ Cantautor grupal me parece bien. Las canciones son canciones de banda: batería, bajo, guitarra.... En lo que respecta al sonido, lo son. Cuando actuó solo siguen siendo canciones más pop o rock que folk y para mí el cantautor es alguien que necesariamente hace arpegios en la guitarra y yo solo hago acordes. Al revés que Dylan al volverse eléctrico, nosotros empezamos en la electricidad y se nos ha ido yendo la luz poco a poco. Para mí, está en la onda de Jonathan Richman, y el punto medio entre el formato acústico y el proto punk de The Modern Lovers.
─Y ¿quiénes son actualmente los compañeros del autor Bolívar?
─ Enrique Octavo somos ahora un virreinato con Rafael Peñafiel, Batería de Los Bomberos que es el que ha grabado el último disco y los sencillos anteriores; Lucho Lorenzo, de Srta Trueno Negro y Crisantemos, que toca guitarra o bajo, y la propia Natalia Drago, aunque ahora vive en Madrid y está a punto de sacar su álbum, así que se ha vuelto complicado actuar como cuarteto, así que ahora vamos como power-dúo en acústico o eléctrico, según la ocasión. Y a veces, José Romero, batería de Apartamentos Acapulco y amigo desde siempre se encarga de los tambores
─ Usted siempre ha ido por libre, casi como un francotirador autónomo. ¿Qué valora de esa libertad de acción?
─ La libertad lo es todo. No solo en la música. En cualquier faceta, y es cierto que igual suena un poco grandilocuente pero es verdad que lo somos. En cuanto a imposiciones externas, no tenemos plazos, entregas, compromisos contractuales... Ni manager, que de eso me encargo yo. O sea que autónomo sí. ¿Francotirador? Pues no. Solo disparamos versitos o frasecillas de amor.
─ ¿Y qué complicaciones arrastra también?
─ Lo malo es estar siempre al margen. La libertad acarrea la irrelevancia y me parece hasta más sano, pero es duro sentirse inexistente o ninguneado a veces o que hagan como si no estuviéramos. Que no nos llamen de los conciertos que se pagan con dinero público, que nunca nos llamen de ese tipo de festivales, de Ayuntamientos... ¡De donde se cobra el precio que no es de mercado! Pero bueno, nuestro camino siempre ha sido otro y estamos orgullosos de haberlo recorrido con más o menos tropiezos pero siempre hacia adelante.
─ Ser periodista de día ¿facilita su acceso a los medios, o todo lo contrario?
Periodista de día, rockero de noche, suena bien como slogan, pero no. Y por desgracia, porque era bastante vocacional, lo del periodismo pasó a ser una forma más de no ganarse la vida, como la música
─ Periodista de día, rockero de noche, suena bien como slogan, pero no. Y por desgracia, porque era bastante vocacional, lo del periodismo pasó a ser una forma más de no ganarse la vida, como la música. Hago un programa de radio semanal y trato de mantenerlo. Porque realmente me apasiona pero no genera ingresos. Tengo una furgoneta y trabajo en varias cosas al año para subsistir, eso lo complica un poco todo y trato de seguir escribiendo y me interesan los medios de comunicación, aunque es un sector devastado en las últimas tres décadas y ya veo que solo quedan ruinas.
─ ¿Que tal la experiencia radiofónica?
─ La radio es muy vocacional. Hago un programa que se llama ‘Avisador sonoro’ y es básicamente una agenda de conciertos semanal. Donde se puede escuchar la música que va a sonar en directo en Granada, esto hay que leerlo con voz radiofónica. Es todos los miércoles a las 22.30h en Granada FM en el 107.4 FM. También entrevisto a grupos y eso es muy interesante para mí, ya que me permite conocer a muchas bandas y músicos que admiro
─ Me dijo en una entrevista que un disco lo había grabado con el móvil… Ufff, mayor minimalismo autogestionado no es posible…
─ No lo recuerdo.... Es posible pero hará mucho de eso. Llamarlo disco me parece mucho decir, sería una maqueta quizás. Y puede que fuera en 2013 que me robaron en casa todo el equipo y a modo de protesta contra el mundo o contra mi mala suerte, me puse a hacer canciones con una guitarra rota que los ladrones no quisieron llevarse y lo grabé con el móvil. Tengo muchas cintas de casete grabadas de hace 20 años, que me grababa con el micro de la mini cadena y me encantaba hacerlo. En alguna mudanza las he recuperado para ver si alguna canción se podía reutilizar. Me encanta el sonido lo fi y en general lo que está mal hecho conforme a los criterios más comunes y corrientes
─ Seis discos ya… ¿cómo sintetiza su evolución en pocas palabras?
─ No sé si hay una evolución. Algo he aprendido supongo. Cosas que antes hacía por intuición, ahora sé algo más de armonía y composición y las entiendo mejor pero vaya, tampoco mucho. El proceso viene a ser el mismo que cuando me grababa en el casete de la minicadena, y siempre nace de la sublimación de un sentimiento. Creo que lo mejor está por llegar pero siempre he pensado eso a decir verdad
─ Y qué aprendió de trabajar con un ‘gurú’ como Paco Loco?
─ Entre gurús nos entendemos bien, y entre locos, también. Pero la verdad es que me encantaría volver a grabar con Paco y he tratado de buscar fechas o el momento. Tampoco es fácil, pero espero que podamos hacerlo. Sobre todo, lo que aprendí fue a no perderse en detalles y ver la foto completa, que dicen los americanos.
─ Esta vez es casi un disco coral… ¡Está rodeado de colegas y amigos, cuente, cuente…!
Pues en el último disco de Enrique Octavo, ‘Tu miedo no existe’, hay dos tipos de colaboraciones: las que han sido "de grupo" y luego las que me han enviado, que ya estaba la canción grabada y le han añadido otra voz, otra guitarra, etc
─ Pues en el último disco de Enrique Octavo, ‘Tu miedo no existe’, hay dos tipos de colaboraciones: las que han sido "de grupo" que sería las de Natalia Srta Trueno Negro, Fran de Pinocho Detective o las de Virginias, que las grabamos juntos físicamente y en directo con Antonio Deshollinador en su estudio. Y luego el segundo tipo son las que me han enviado, que ya estaba la canción grabada y le han añadido otra voz, otra guitarra, etc; es el caso de Ismael de Apartamentos Acapulco, de Joaquín Pascual de Mercromina Surfin Bichos, de Sergio de Santa Catalina o de Jessy Bulbo o Antolín. El criterio es que soy fan de todos ellos y que todos tienen una forma de cantar muy particular. Son voces diferentes y particulares, y creo que se ha conseguido una unidad que es lo que hace que el disco sea interesante.
─ Toca con… Futuras Cuñadas, preséntenos por favor a sus socios de la noche.
─ Pues el viernes 6 de junio tocamos en la sala Víbora, antigua Boogaclub junto al grupo de Ronda, Futuras Cuñadas. Somos amigos a través de mi hermana Teresa, y creo que hacen un rock con unas letras particulares y muy interesantes. Además me han invitado a cantar con ellos una canción de Los Planetas. A ver qué tal sale.