La ciudad italiana de Matera, que fue capital Europea de la Cultura en 2019, ha plasmado su apoyo a la candidatura de Granada 2031. El manifiesto de adhesión ha sido firmado en Italia por el concejal de Recursos Humanos, Vito Epíscopo, en el marco de una mesa redonda con la Fundación Matera2019, organizada por la vicealcaldesa de Bari, Giovanna Lacovone, y el consultor matero afincado en Granada, Daniele Palumbo.

En la reunión de trabajo a la que asistió el edil granadino, participaron Rita Orlando y Emmanuele Curti, principales artífices del éxito de la candidatura italiana, quienes compartieron el recorrido de Matera y los elementos clave que convencieron al jurado europeo para designarla como CEC en 2019.

Durante la sesión, celebrada la semana pasada en la ciudad italiana, se dejó constancia, según expone el Ayuntamiento en una nota de prensa, de que "Granada tiene todo lo necesario para hacer realidad el logro de la Capital Cultural Europea 2031, <un patrimonio impresionante, una riqueza cultural incomparable y una enorme capacidad para innovar", según ha señalado Epíscopo. "También se ha dejado patente que  no es solo un importante hito cultural, sino también una oportunidad estratégica para demostrar que la cultura es un motor de desarrollo económico, de atracción de talento y de inversión con un alto retorno".

Según ha recordado el Consistorio, el texto firmado, que recoge la importancia del sector cultural como motor de desarrollo e innovación en el ámbito económico a través de actividades como la educación, el arte, el desarrollo personal, la ciencia, el turismo o el ocio, establece que el proyecto de Granada “es plenamente respetuoso con los valores y objetivos de las Capitales Europeas de la Cultura por lo que deseamos expresar públicamente nuestro deseo compartido con la ciudad de promover la cultura como motor de creatividad, así como la inclusión social, la sostenibilidad y el diálogo intercultural en los planos local, nacional e internacional”.

Con este fin, los firmantes del documento de adhesión se comprometen a reconocer el valor intrínseco de las artes y de la cultura, así como su potencial estratégico para la sociedad, promover prácticas culturales sostenibles y respetuosas con el medioambiente, un turismo respetuoso con la calidad de vida de los ciudadanos y la igualdad de oportunidades para el disfrute y la participación en actividades culturales por parte de la ciudadanía.

Del mismo modo, acuerdan estimular la creación artística y fomentar la innovación y el emprendimiento en los sectores cultural y creativo, contribuir al reconocimiento profesional del sector, apoyar programas educativos que acerquen la cultura a todos los grupos sociales, eliminar barreras físicas y sociales para asegurar que todos, sin excepción, puedan disfrutar de la cultura y favorecer políticas que posibiliten “una adecuada financiación a la programación cultural y una retribución justa y digna a los profesionales, como herramienta de creación de empleo vinculada a la cultura”.

Un desarrollo urbano sostenible, más infraestructuras culturales, el uso responsable de los recursos, la mejora de la calidad urbana con espacios que integren el arte y la naturaleza, un turismo sostenible o la apuesta por la creatividad, la inclusión, la sostenibilidad y la cooperación intercultural, son otras de las propuestas recogidas en el Manifiesto firmado en Italia.