"Voy a luchar por mis hijos hasta el último aliento", dice Juana Rivas
"Me he sentido muy sola, y no estoy sola". Con voz quebrada y nerviosa, Juana Rivas se ha dirigido con esas palabras a los vecinos y vecinas de Maracena que a las puertas del Ayuntamiento se han concentrado para apoyarla en uno de los peores momentos de su vida, mientras espera que pueda prosperar su recurso para que no se cumpla la sentencia que le obliga a entregar a sus dos hijos al padre, en Italia, el país que abandonó en mayo para huir de la violencia de género que estaba sufriendo.
Ha repetido muchas veces su agradecimiento a quienes se han concentrado. "Gracias de corazón; de mis hijos también", repetía una y otra vez mientras se oían mensajes de ánimo "¡No estás sola!", y también de censura: "¡Un maltratador no es un padre!" y "¡No queremos una Justicia machista!".
La concejala de Igualdad de Maracena, Rosa Carmen Sánchez, ha leído un manifiesto en nombre del Ayuntamiento y de sus vecinos y vecinas en el que ha expresado el "total rechazo" a lo que ha tachado de "brutal atropello". Porque con las condiciones legales y sociales que en materia de violencia de género y de protección al menor que se han conseguido alcanzar, en 2016 "aún haya profesionales que desconozcan cuál es la realidad de la violencia de género y las graves repercusiones que tiene para los menores".
"Ignoran que la violencia afecta a los menores", con una decisión que "contraviene todas las reformas legales" que se han aprobado. Los hijos de Juana, de dos y diez años, no han sido valorados por una unidad especializada, como la denominada UVIVG. Y eso es lo que se reclama con esta movilización, no solo a las puertas del Ayuntamiento, también con una recogida de firmas en la plataforma change.org. Y así se ha plasmado en el recurso que este martes presenta su abogada ante la Audiencia, con la esperanza de lograr paralizar el proceso puesto en marcha por el padre de los niños, que ha recurrido al convenio de La Haya para reclamar a los menores.
El hijo mayor, de 10 años, ha manifestado que quiere vivir con su madre, ha añadido para considerar "insostenible" la situación y que se pretenda "la vuelta en solitario" de los menores al lugar "del que ha huido" para dejar atrás la violencia. A un hogar en una pequeña isla donde la población más cercana se encuentra a 8 kilómetros.
Por ello se han reclamado "las decisiones necesarias para que esta terrible injusticia no se lleve a cabo".
Juana Rivas tiene 35 años. Está muy delgada, enjuta. Su aspecto no ha pasado desapercibido para algunas de las personas que se han concentrado a las puertas del Ayuntamiento y que la conocían antes de regresar de Italia.
"Cuesta mucho salir de este agujero", se ha sincerado ante sus vecinos y vecinas, a quienes ha relatado la difícil situación y también el sufrimiento de los niños, sobre todo el mayor, de apenas 10 años. "Es muy maduro", ha dicho para explicar que le pidió permiso antes de hacer público su caso para buscar respaldo."Ha estado cuatro días en el Juzgado, está sufriendo mucho".
Cuando te están diciendo constantemente que te van a "arruinar la vida", que no vas a poder "competir" con él porque tiene grandes abogados, o que "no vas a salir de casa", recibir el apoyo de esta mañana le ha reconfortado, como ha reconocido. "No me esperaba esto", ha asegurado mientras tenía palabras de elogio para su abogada, de turno de oficio, y para las profesionales del Centro de la Mujer que la están asesorando y acompañando desde su regreso a España, el pasado mayo.
En la concentración, junto a los vecinos y vecinas y a la mujeres que luchan desde el movimiento asociativo de la localidad, han participado el alcalde de Maracena, Noel López; la coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Granada, Ana Belén Palomares; la diputada provincial de Igualdad, Irene Justo; la parlamentaria autonómica de IU María del Carmen Pérez; la responsable del área de Igualdad de IU en Granada, María Martín. También las profesionales del Centro de la Mujer, que la están acompañando en este momento.
El alcalde, Noel López, ha hecho un llamamiento al poder judicial, en declaraciones a los periodistas, para que se analice "la realidad de Juana". Es "aterrador" que no se tenga en cuenta a los hijos de una víctima de violencia de género, que no se les considere víctimas, como lo son. E incluso ha considerado necesario que se revise estos aspectos en la normativa que está utilizando el padre de los menores -el citado convenio de La Haya- para que regresen a Italia. Para el acalde es incomprensible que una mujer maltratada "sea aparentemente una secuestradora" a los ojos de la Justicia en Italia. Por ello ha vuelto a reclamar sensibilidad.
Fotografía: Miguel Rodríguez
