Los sindicatos de la prisión lamentan la muerte del interno y responsabilizan a la Administración por "hacer oídos sordos" a sus denuncias
"Llevamos dos años denunciando que el hacinamiento de la cárcel de Albolote, unido a la endémica falta de personal, constituía un cóctel explósivo que afectaba de lleno a la seguridad integral de la prisión abarcando por igual negativamente tanto a funcionarios como a internos".
Así comienza el comunicado de la Plataforma Sindical de la Prisión de Albolote en el que lamentan la muerte de un interno al que otro recluso mató tras "hundirle unas tijeras en su pecho", provocándole unas heridas "incompatibles" con la vida. El recluso llegó "desangrado" a la Enfermería, "donde nada pudieron hacer para salvarle".
Los hechos ocurrieron en el taller del M-4. Este departamento, según explican los sindicatos, es de internos multirreincidentes y los funcionarios habían hecho informe para el traslado de varios de ellos por su conflictividad.
"Lamentamos profundamente la perdida de una vida humana. Se veía venir y es tan sólo el principio, ya que auguramos episodios y tiempos aún peores, de seguir por estos derroteros", señalan.
"Hacemos responsables de este incidente, a los gestores de la Administración Penitenciaria, por hacer oídos sordos a todas nuestras denuncias y propuestas para revertir la situación (aumento de personal, cierre de departamentos y traslado de internos). Los hacemos responsables también, respecto de lo que pueda suceder, en lo sucesivo", exponen en un duro comunicado en el que vuelven a denunciar la situación de la Prisión de Albolote.
Según explica la plataforma, "donde debe haber 5 funcionarios por complejo para atender a dos departamentos (cerca de 240 internos), hay tan sólo 4 o 3, teniendo uno de ellos que hacerse cargo de la apertura informática de puertas como elemento clave de la seguridad del complejo. Ello implica que diariamente hay un solo funcionario por módulo para atender a más de 100 internos".
"Tampoco hay funcionarios suficientes para realizar cacheos, traslados de internos y las distintas actividades. Todo se realiza prescindiendo de las normas y protocolos de seguridad para que la prisión salga adelante".
"El desánimo entre los trabajadores penitenciarios es mayúsculo", destacan para agregar: "Sobre todo cuando se observa una imparable degradación de nuestro servicio público debido a unos recortes bestiales en los que se han perdido miles de funcionarios. El director, el subdelegado del Gobierno, el secretario general de Instituciones Penitenciarias y el ministro se benefician a costa de nuestro esfuerzo (sacando por nuestra cuenta el trabajo malamente y con cada vez menos efectivos), mientras que nosotros y los internos nos podemos jugar la vida a diario. Y a nuestros superiores les da lo mismo. Se afanan en deslegitimar nuestras denuncias negando lo evidente y en maquillar la situación".
En este punto agregan: "Probablemente ahora intentarán de manera inquisitorial nuestros responsables derivar la responsabilidad de lo sucedido en la actuación de algún funcionario a modo de cabeza de turco por cualquier cuestión menor o excusa a pesar de conocer las malas condiciones en las que desempeñamos nuestra labor".
Mientras eso sucede, añaden, "muere gente entre los muros de la cárcel y trabajamos 24 horas continuadas de manera normalizada los funcionarios a petición del director estando ello prohibido salvo en casos excepcionales (incluidos Funcionarios en Prácticas)".
La plataforma se muestra muy crítica con el subdelegado del Gobierno, Francisco Fuentes, que ni siquiera se ha reunido en este tiempo con los trabajadores de la prisión. "Mención especial merece el actual subdelegado del Gobierno en la provincia de Granada. El más insensible con el ámbito penitenciario de todos los que hemos tenido en los últimos tiempos a pesar de que responsabilidad suya es lo que afecta a más de 500 empleados públicos y a más de 1.500 personas privadas de libertad. Aún no se ha dignado a reunirse con nosotros. ¿Tendremos que morir alguno para que ello suceda?", se preguntan.
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