La proliferación de granjas porcinas y avícolas amenaza la salud ambiental de la provincia, denuncia Ecologistas en Acción
La provincia de Granada, a día de hoy, cuenta con plazas para unos 200.000 cerdos (aparte casi 700.000 lechones anuales) y para casi 5 millones de pollos (la producción es muy superior si tenemos en cuenta que el ciclo de cría de la mayoría de pollos es inferior a dos meses, por lo que habría que multiplicar la producción por seis), según datos de Ecologistas en Acción.
La organización ecologista afirma que "no solo las granjas existentes son un problema, sino la fiebre constructora que se está expandiendo, sobre todo en la zona norte de la provincia, donde pequeñas empresas se ofrecen para producir a las grandes compañías en régimen de integración".
Mapa con las nuevas granjas en marcha, casi todas en el noreste de la provincia. E.A.
Según explica, el hecho de que países europeos (como Alemania o Dinamarca) hayan disminuido su producción, por problemas ambientales y sanitarios sobre todo, ha hecho que en España se dispare la instalación de granjas intensivas, estima la asociación. "Como hay zonas del estado como Murcia, donde ya no caben más cerdos, o Cataluña, que ha endurecido las exigencias ambientales y controles debido a la grave contaminación de sus acuíferos por los purines vertidos en los campos, las grandes empresas cárnicas han puesto sus ojos en la provincia de Granada donde, con el truco de no pasar de un determinado número de cabezas, consiguen que los alcaldes sean los que tramiten todo el papeleo, y los controles ambientales y la gestión de los purines se olvida", asegura.
Ecologistas en Acción cree que "es muy grave que la mayoría de los pueblos con granjas de la zona Norte de la Provincia (comarcas de Guadix, Baza y Huéscar) hayan apostado fuertemente por esta actividad y, al mismo tiempo, pretendan que sus paisajes sean declarados como Geoparque del Cuaternario por la UNESCO".
Solo dos o tres empleos por granja
"El señuelo de los puestos de trabajo no cuela pues, según datos oficiales, las granjas ofrecen dos o tres puestos de trabajo de media (obviamente. según el tamaño de la explotación, se necesitan más) pero los inconvenientes que producen son más importantes que los escasos beneficios laborales", explica el colectivo ecologista.
"Los habitantes que directamente no reciben ningún beneficio (la mayoría) disfrutarán de olores por gases nocivos, como el amoníaco, de moscas y mosquitos que pueden transmitir enfermedades y pondrán en peligro su salud por la proliferación de bacterias resistentes a los antibióticos, producidas por los cerdos, y sufrirán una más que probable contaminación de las aguas potables", alerta.
"La miopía política y social de algunos regidores municipales hace que se decanten por ampliar el número de granjas hipotecando un futuro prometedor, que en algunas poblaciones ya es una realidad, basado en los recursos naturales, como la ganadería y agricultura ecológicas, o el turismo rural, actividades sin impacto ambiental ni sanitario y que se verían potenciadas si se consigue la declaración de Geoparque que, si no hay un cambio de rumbo en la planificación y gestión ganadera, no será posible", advierte.
Más información:
- Informe completo de Ecologistas en Acción: "La provincia de Granada se está convirtiendo en una inmensa pocilga"
- Tabla con las granjas por municipios, actuales y proyectadas