La Plataforma 8M-25N y Feminismo Unitario llaman a manifestarse contra la invisibilidad de las mujeres y su precariedad laboral
Son tiempos "difíciles y de incertidumbre", con la guerra en Ucrania -incompatible una guerra con los valores feministas- como han recordado las integrantes de la Plataforma 8M/25N y la Asamblea Feminista Unitaria de Granada, pero también por las desigualdades que acechan y por los discursos populistas de extrema derecha que tienen una agenda antifeminista que pretende "arrasar" con los derechos conseguidos.
Razones por las que estos colectivos llaman a movilizarse, el próximo 8 de marzo, para luchar contra la invisibilidad de las mujeres y la precariedad, reclamando derechos para "todas, todas".
Reproducimos a continuación el mensaje de la plataforma y la asamblea ante la guerra en Ucrania y el manifiesto elaborado de manera conjunta por los dos colectivos de cara al 8M:
"Antes de proceder a la lectura del manifiesto de cierre que hemos elaborado conjuntamente, queremos expresar nuestro dolor y rotundo rechazo a la invasión de Ucrania y nuestra solidaridad con la población ucraniana y la población rusa que está siendo reprimida por expresar su rechazo a la guerra. La guerra es incompatible con los valores del movimiento feminista. Por esto, hacemos un llamamiento a la solidaridad y a acoger dignamente a las personas refugiadas que puedan llegar a nuestro territorio.
Este 8 de marzo tiene lugar en tiempos difíciles y de incertidumbre: guerra en Ucrania, aumento de las desigualdades, emergencia climática, polarización y discursos populistas de extrema derecha, con una agenda antifeminista que pretende arrasar con los derechos conseguidos
Este 8 de marzo tiene lugar en tiempos difíciles y de incertidumbre: guerra en Ucrania, aumento de las desigualdades, emergencia climática, polarización y discursos populistas de extrema derecha, con una agenda antifeminista que pretende arrasar con los derechos conseguidos. Todo ello, en el contexto de un sistema patriarcal y económico que se mueve bajo la lógica del máximo beneficio de una minoría a costa de la mayoría, precarizando nuestras vidas. Que amenaza la supervivencia de los servicios públicos, debido a los recortes en educación, sanidad y dependencia. Una situación que nos afecta mayoritariamente a las mujeres como usuarias, trabajadoras de estos sectores feminizados y cuidadoras. Y que coloca en una situación de no derechos a las personas por su pertenencia étnica, capacidad, lugar de residencia, situación económica o por tener una identidad u orientación sexual no normativa.
Más de la mitad de las mujeres, especialmente las más jóvenes y/o migrantes, están en situación de precariedad laboral. Para acabar con ella, exigimos:
a) Políticas de empleo juvenil, salarios dignos y reducción de la temporalidad y subcontratación.
b) Revisión de los puestos de trabajo feminizados, valorando su penosidad, peligrosidad y toxicidad e implementando la jubilación anticipada y complementos económicos.
c) Ratificación del convenio 189 de la OIT para garantizar los derechos laborales de las trabajadoras domésticas.
La pandemia ha evidenciado la insuficiencia y debilidad de los recursos públicos dedicados a los cuidados, a menudo no reconocidos y mal remunerados, pero imprescindible para el sostenimiento de la vida y del planeta. Para tejer cuidados, demandamos:
a) Visibilizar, reconocer y dignificar los cuidados fomentando la corresponsabilidad entre Estado, sociedad y los núcleos familiares, y promoviendo políticas de conciliación, horarios laborales flexibles y una Ley de usos del tiempo.
b) Garantizar el derecho al cuidado, especialmente de la infancia, personas con diversidad funcional, dependientes y mayores. Generando entornos saludables, accesibles y seguros para todas las personas. Y sin perder de vista la necesidad de cuidar de quien cuida, teniendo en cuenta su tiempo de ocio y autocuidado.
c) Acabar con las privatizaciones y defender unos servicios públicos de calidad.
Reforzar:
a) el sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia;
b) el sistema público de pensiones;
c) y el modelo residencial de atención a mayores, garantizando un trato digno y humano.
El Sistema de Salud actual no presta la atención que debería a la salud de las mujeres: infrarrepresentadas en estudios clínicos, problemas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades comunes, falta de información sobre cuestiones como el embarazo y la menstruación, dolores crónicos en los procesos de envejecimiento, sobre diagnóstico de enfermedades nerviosas, medicalización de nuestra salud mental, etc. Par acabar con esta situación, exigimos:
a) Defensa de la Sanidad Pública, dotándola de personal y recursos suficientes.
b) Formación médica e inversión en investigación con perspectiva de género para evitar los sesgos que inciden en el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades.
c) Una legislación que se base en criterios médicos y no económicos, que no deje a las trabajadoras desamparadas ante la mala praxis de muchas mutuas, en especial en lo relativo a la maternidad y lactancia.
El género no es el único eje de opresión. Este sistema provoca que muchas mujeres para poder desarrollarse profesionalmente depositen el trabajo de cuidados en manos de otras mujeres que tienen condiciones de vida más precarias (a menudo de clase trabajadora u origen migrante). ¡No seremos mujeres libres mientras siga habiendo mujeres sometidas! Por ello, reivindicamos:
d) La integración en los análisis feministas de una perspectiva de género que contemple otras estructuras de desigualdad (estatus económico, pertenencia étnica, lugar de residencia, diversidad funcional, identidad y orientación sexual o situación administrativa)
e) ¡RegularizaciónYA! de las personas migrantes. Ninguna persona es ilegal. (Os animamos a todas las personas mayores de 18 años y con DNI español a acercaros a las carpas que podéis ver a nuestro alrededor, para participar en la ILP -Iniciativa Legislativa Popular- que tiene como objetivo recoger 500.00 firmas que permitan iniciar el trámite parlamentario para la regularización de las personas migrantes).
f) Cumplimiento efectivo y aumento del Ingreso Mínimo Vital, para realmente no dejar a nadie atrás.
"No queremos seguir siendo invisibles ni precarias"
En resumen, revindicamos que los procesos que sostienen la vida han de ser y estar el CENTRO mediante políticas de justicia social y climática que cuiden de la biodiversidad del planeta y de las personas. Por eso alzamos la voz para decir alto y claro: que no queremos seguir siendo invisibles, ni precarias y para ello exigimos derechos para todas, pero para todas, todas, todas".
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